Instituciones más productivas, como la U. de Chile y la Usach, han visto disminuidos su AFD en varios miles de millones de pesos en estos 20 años.
Su preocupación mostró el presidente del Consorcio de Universidades Estatales y rector de nuestra Universidad, Juan Manuel Zolezzi, tras conocer el anuncio del gobierno tendiente a modificar el financiamiento fiscal para las 25 universidades del Consejo de Rectores, pues estima que los planteles tradicionales deben recuperar los porcentajes que tuvieron hasta 1990, esto es, cuando se fraccionó el AFD y se comenzó a distribuir a estas instituciones bajo criterios de productividad.
En efecto, el jefe de la Divesup, Juan José Ugarte, informó este miércoles (13) que la agenda 2011 del Ejecutivo contempla modificaciones al Aporte Fiscal Directo (AFD), fondo otorgado a las universidades del Consejo de Rectores entregado en un 95 por ciento en base a criterios históricos y un 5 por ciento a criterios variables, de acuerdo con indicadores de desempeño anuales relacionados con la matrícula estudiantil, el número de académicos con postgrado y el número de proyectos y publicaciones de investigación de excelencia.
También se modificará el Aporte Fiscal Indirecto (AFI), entregado a todas las instituciones, tradicionales y privadas, que reciben a los mejores 27 mil 500 puntajes PSU matriculados en primer año.
"Vamos a revisar el tema de los aportes basales en función de cómo se adjudica ese 5 por ciento (AFD), que tiene una variación muy significativa. Hay instituciones que han crecido hasta en un 70 por ciento de inyección de recursos por la movilidad de ese porcentaje", aseguró Ugarte, al tiempo que recalcó que van a "proponer una nueva manera de calcularlo".
Restituir sistema
Para el presidente del Consorcio de Universidades Estatales el sistema de asignación de AFD debe volver a ser como antes de la modificación de 1991. En tal contexto, conforme a lo planteado por el rector Zolezzi, el error estuvo en implementar la fórmula del 5 por ciento sin aumentar el fondo del AFD. "Se debería realizar un incremento de recursos (para aumentar el AFD) y distribuirlo mediante fondos concursables o fórmulas de productividad a las instituciones. No sería adecuado fraccionar, más aún, los escasos recursos que tenemos", precisó.
Producto de la fórmula de cálculo del 5 por ciento del AFD en 1990, la Universidad de Chile participaba de un 28,1 por ciento del total del AFD, mientras que al 2009 su participación bajó al 20,21 por ciento. Del mismo modo, la Usach que tenía una participación en 1990 del 7,9 por ciento del Aporte Fiscal Directo, el 2009 disminuyó al 6,5 por ciento, esto pese a ser, ambos planteles, de los más productivos del país, explicó el rector de la Usach.
Para Zolezzi, la iniciativa del gobierno apunta en la dirección correcta porque no se ha cumplido el fin para el que fue diseñada la ecuación del 5 por ciento, que era otorgar mayores recursos a las universidades que tuvieran alta productividad. "La mecánica de cálculo que se diseñó es contradictoria. Desde 1991, a la Usach le ha costado más de 20 mil millones de pesos esta modalidad, en tanto a la U. de Chile, sobre los 130 mil millones de pesos. En este último caso, ha habido compensaciones vía ley de presupuesto anual", precisó la autoridad académica.
En lo que no está de acuerdo Zolezzi, es que se pretenda abrir el AFD a universidades que no pertenecen al Consejo de Rectores. "Sería discordante. Lo que tiene que hacer el Estado es asignar más recursos si se busca financiar a universidades privadas, en este sentido, no debe quitarle a unos, para darle a otros".
Sobre la modificación del AFI, el rector de la Usach estima que debe apuntar a mejorar el acceso a la Educación Superior de los estudiantes con mayor vulnerabilidad socioeconómica. "Si hay una reforma en el AFI, debe ser en esa línea; para ello se debe considerar tanto el mérito académico mediante ranking como los resultados de la PSU", concluyó.