- En el marco de los trabajos de recuperación del patrimonio y habilitación de nueva infraestructura de la Universidad, la ex Escuela de Artes y Oficios y sus alrededores ha experimentado un cambio histórico, que no se había visto en 40 años. Con una importante inversión, correspondiente al presupuesto universitario 2013, en el tradicional edificio se han reacondicionado salas, patios, pasillos y su Aula Magna, haciendo honor a su categoría de patrimonio cultural.
El emblemático sector de la Escuela de Artes y Oficios (EAO) de la U. de Santiago ha experimentado un cambio histórico. A través de una importante inversión, correspondiente al presupuesto universitario 2013, se remodelaron salas y diversas zonas del campus con miras a mejorar la calidad de vida estudiantil.
La EAO, en específico, es el sector de la Universidad con una historia más dilatada. Fue en 1886 cuando se asignaron, en lo que era Avenida Chuchunco –actual Ecuador–, los terrenos para la construcción de este edificio que hasta hoy acoge a miles de estudiantes y académicos.
El vicerrector de Apoyo al Estudiante, Manuel Arrieta, asegura que este trabajo, que implica la recuperación de un legado patrimonial, arquitectónico e inmaterial, se ha hecho “pensando en los estudiantes”.
“Es complicado conservar lo antiguo y a la vez modernizar, por eso este trabajo se ha hecho con muy buen gusto y con respeto por la estructura histórica”, señala Arrieta.
El vicerrector explica que, en específico en el sector EAO “todas las salas se pintaron y se habilitaron con equipos audiovisuales; se instalaron telones y data-show, las ventanas volvieron a su madera original, se les puso vidrio más grueso y se implementó un sistema para oscurecerlas”.
Arrieta, en ese contexto, llamó a los estudiantes –que ingresan oficialmente hoy lunes 18 de marzo- a hacer buen uso de las instalaciones, sobre todo en un sector lleno de historia como es la EAO.
La EAO vista desde su peluquería
Una de las personas que lleva años trabajando en este entorno es Walter Sobarzo, administrador y jefe de la Peluquería de la Universidad de Santiago.
Sobarzo, quien lleva 27 años desempeñándose como peluquero en el lugar, recibe con alegría los trabajos de habilitación y renovación de la ex EAO, espacio que ya está considerado patrimonio cultural de Chile.
“Este cambio es excelente, fue lo mejor que le pudo pasar a la Universidad”, dice Sobarzo. “Las piletas, por ejemplo, son muy bonitas y ahora, después de unos 15 años, volvieron a funcionar”, acota mientras mira al centro del primer patio de la Escuela.
“La Peluquería comenzó a funcionar en los tiempos de la Escuela de Artes y Oficios –nos relata Sobarzo-. Yo sigo la tradición y tengo un amor tremendo por este lugar. La Universidad es lo mejor que me ha pasado en la vida y este cambio me parece muy acorde a la historia de la EAO”, plantea Sobrazo.
Tal como comenta Sobarzo, miles de estudiantes han pasado por estas aulas y patios que hoy vuelven a mostrar colores y tintes originales, pero adaptándose a la modernidad.
Uno de los cambios más llamativos son las piletas de agua. Sus cañerías tienen más de 100 años y hoy vuelven a funcionar, como también los emblemáticos bebedores que llevaban mucho tiempo en desuso.
Asimismo, se han recuperado las maderas de los pasillos, techos, puertas y se ha hecho un valioso trabajo de limpieza y recuperación de monumentos como la estatua del Alma Máter que se encuentra en el pasillo central que une a los dos patios de la Escuela.
Oportunidad para cambios mayores
Quien tiene sus oficinas en la ex EAO, es el profesor Raúl Thoms.
Este reconocido académico también valora los trabajos de reconstrucción que se han hecho y llama a los estudiantes a que lo cuiden y respeten.
“Pero junto con estas obras –señala– se abre la oportunidad de hacer más por esta Universidad, y mejorarla en todo sentido”.
Por Álex Araya.