- En una emotiva ceremonia, la Escuela de Enfermería tituló a 63 enfermeras y enfermeros, quienes realizaron el Juramento Profesional que los acompañará en su camino como cuidadores de la salud de sus pacientes.
En el aula magna, ante la presencia del secretario general de la universidad, Gustavo Robles, la vicedecana de investigación y desarrollo de la Facultad de Ciencias Médicas, Dra Helia Molina, la directora de la Escuela de Enfermería, Marta Maturana, académicos y familiares de los titulados, se desarrolló la la titulación de la decimoctava generación de Enfermería de la U. de Santiago.
En su discurso de despedida, Marta Maturana destacó el espíritu de formación entregado por la universidad, recalcando que: “Cada enfermera y enfermero de la U. de Santiago es una persona comprometida con el país, especialmente con aquellos que más lo necesitan”.
La directora de Enfermería agregó además, que como Escuela “queremos que sean profesionales integrales que no sólo se preocupen de realizar un simple procedimiento, sino que además, estén siempre velando por el cuidado primario y de excelencia de quienes estén atendiendo”.
Por otro lado, la presidenta del Centro de Estudiantes de la carrera, Valentina Ortiz, quien también quiso estar presente en la ceremonia instó esta nueva generación de profesionales a generar cambios sociales. “Sé que ustedes están conscientes de que en la enfermería hay muchas cosas por mejorar. Hoy está en sus manos poder hacerlo, desde el quehacer disciplinario hacia las políticas públicas”.
Acto seguido, un grupo de estudiantes dedicó una intervención musical a los titulados. Más tarde, los 63 egresados subieron al escenario a recibir su diploma y la lámpara que simboliza el camino de la claridad y el conocimiento, iluminación que brinda el saber y la interacción respetuosa con el prójimo.
Tras las entrega de diplomas, la directora Maturana, en una emotiva instancia, hizo que los profesionales pronunciaran el juramento Florence Nightingale, quien fuese pionera en enfermería moderna.
El legado de la Escuela
La Escuela de enfermería, tradicionalmente entrega dos reconocimientos en sus ceremonias de titulación. Uno: es el homenaje al compromiso institucional, que a partir de este 2017, se llama Premio Amalia García en reconocimiento a la académica fundadora de la Escuela; y el segundo es el mérito al rendimiento académico, que se traspasa de generación en generación.
Para esta ocasión, el Premio Amalia García recayó en el enfermero Nicolás Jaramillo. Mientras que el premio al rendimiento académico fue entregado por la enfermera titulada Daniela Vargas a sus compañeras de cuarto año, Vania Palacios y Claudia Correa.
En representación de los nuevos profesionales, hablaron los enfermeros Juan Lloncón y Gabriela Loyola. En su discurso de despedida los profesionales, agradecieron a sus padres, amigos y familiares por acompañarlos en su proceso de estudios.
Loyola y Lloncón rememoraron cuando comenzaron a trabajar en campos clínicos. “Cada uno de nosotros recuerda el inicio de su primera práctica, donde nos creíamos los mejores, hoy nos damos cuenta que apenas éramos unos niños”, ante la carcajada de los asistentes.
Además instaron a sus compañeros a que “recordemos con cariño lo aprendido en esta institución y cumplamos fielmente nuestro juramento de ser cuidadores de quien lo requiera”. Señalando que “sólo así podremos generar cambios en nuestra profesión”.