Los diplomados son coordinados por la Unidad de Innovación Educativa (UNIE), de la Vicerrectoría Académica, dirigida a los profesores que desean realizar una reflexión crítica sobre su labor y, posteriormente, innovar en estrategias educativas que faciliten el aprendizaje de sus estudiantes.
En esta oportunidad fueron 115 los profesionales que dedicaron esfuerzos para concluir satisfactoriamente uno de los dos que se programaron: Investigación e Innovación en Docencia Universitaria, y Docencia Universitaria.
Modelo educativo
La vicerrectora académica del Plantel, Dra. Patricia Pallavicini Magnere, explicó que el propósito de los diplomados se encuentra dentro del contexto general del modelo educativo, el que busca poder entregar herramientas para el fortalecimiento de la docencia entre los profesores de la Universidad.
Agregó que los programas permiten a los educadores poder trabajar conjuntamente, incentivar un espacio de reflexión sobre la propia práctica docente y en relación a la forma en que pueden desarrollar su trabajo con los estudiantes.
La reflexión conjunta aporta visiones distintas para evaluar cómo se lleva el proceso enseñanza-aprendizaje y poder encontrar las formas para mejorar el cómo se desarrolla la docencia.
Expresó la vicerrectora que se trata de un trabajo más cooperativo, porque los profesores comienzan a conocer a educadores de unidades académicas diferentes y que tienen estudiantes con otras características, nutriéndose de esa diversidad de experiencia.
“Permiten tejer una red que va mucho más allá de lo que es exclusivamente los propósitos netos del tema de la formación y el aprendizaje”, especificó.
Apoyo a los profesores
La directora de la Unidad de Innovación Educativa, UNIE, Dra. Lucía Valencia Castañeda, puntualizó que la unidad que dirige “apunta a que los profesores miremos el trabajo que estamos haciendo, a cómo estamos enseñando, a que tengamos una perspectiva más crítica de nuestra labor, y que nos centremos en el foco principal que es que nuestros estudiantes aprendan para ser los funcionales que esperamos”.
“A veces, esa perspectiva se nos pierde en el camino, y estamos demasiado centrados en nosotros mismos o en que somos los expertos, o que somos lo que sabemos, y nos olvidamos que el trabajo que tenemos es para formar personas y profesionales”, precisó.
Recalcó que el objetivo de los programas es “apoyar, ayudar a los académicos en esa reflexión y también es dar contexto. Hacer clases en la Universidad hoy no es lo mismo que hace unos años, nuestros estudiantes son más complejos”.
“Tenemos una política de inclusión en la Universidad y, muchas veces, debemos hacernos cargo de las falencias que traen nuestros estudiantes de la formación secundaria, no solo académica. Por tanto, cada vez se nos exige más”, puntualizó.
“No basta con saber mucho de historia ni de ingeniería, hoy día tenemos que tener una comprensión más compleja y más integrada del estudiantado, y a eso es a lo que este diplomado propende”, explicó.
Finalmente, a nombre de los graduados, el Dr. Alcides Quispe Sanca, del Departamento de ingeniería en informática, agradeció la posibilidad de acceder a estos diplomados, los que contribuirán al desempeño de cada uno de los asistentes. “La tarea que viene es materializar los contenidos en acciones concretas en las clases. Ser investigador no es sencillo y el diplomado permitirá que lo hagamos mejor”, expresó.