En una solemne ceremonia, realizada el viernes último (26), en el Aula Magna de nuestra Universidad, 138 estudiantes, pertenecientes principalmente a la generación 2010, recibieron sus diplomas de Bachilleres en Ciencias y Humanidades.
En la oportunidad, el vicerrector de Apoyo al Estudiante, Manuel Arrieta, llamó a los egresados a reflexionar sobre la nueva etapa que empiezan a vivir, invitándolos a desplegar sus capacidades y mejorar sus conocimientos y de este modo convertirse no sólo en profesionales exitosos, sino también en personas con valores y ética.
Por su parte, la directora del Programa de Bachillerato en Ciencias y Humanidades, Dra. Marcela Orellana, destacó el significado de la obtención de este diploma junto con realzar el tipo de enseñanza que el Bachillerato de nuestra Universidad entrega a sus estudiantes.
“Buscamos que nuestros estudiantes tengan la capacidad de establecer puentes entre las disciplinas, de relacionarlas y crear perspectivas creativas de análisis y de acción. De cuestionar los problemas de una disciplina, mirándola desde varias perspectivas. El pensamiento integrador es aquel capaz de armonizar conceptos en tensión, de vincular lo que aparentemente es muy distante, dando lugar a ideas y obras novedosas”, puntualizó la académica.
Más adelante la Dra. Orellana afirmó que “tenemos también la convicción de que una formación integradora otorga a una persona un sentido de la diversidad y de la tolerancia que los hace ver más allá de un punto de vista único”.
La ceremonia de graduación contó con la presencia del subdirector del Programa de Bachillerato, Víctor Prades; el director de la Cátedra Unesco para la Inclusión en Educación Superior, Francisco Javier Gil; la presidenta del Centro de Estudiantes de Bachillerato, Catalina Rubilar; estudiantes y ex estudiantes del Programa, sí como funcionarios, familiares y amigos de los egresados.