Diana Aurenque

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Académica Diana Aurenque presenta nueva obra en la que plantea una política del amparo para hacer frente a la orfandad existencial

Académica Diana Aurenque presenta nueva obra en la que plantea una política del amparo para hacer frente a la orfandad existencial

Luego del reconocimiento obtenido por la obra Animales Enfermos, (FCE 2022) la académica del Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades Usach, Dra. Diana Aurenque Stephan, vuelve a sorprendernos con un nuevo libro titulado Animales Ancestrales, publicado por la Editorial Herder.

El lanzamiento se realizará hoy viernes a las 16:30 horas, en la Biblioteca del exCongreso Nacional, ubicada en calle Compañía 1175, piso 3. Junto a la profesora Aurenque, estarán el director de la Biblioteca, Diego Matte; el filósofo de la Universidad Adolfo Ibáñez, Daniel Loewe; el destacado periodista y escritor Daniel Matamala; y la filósofa de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Sasha Mudd, quien moderará el diálogo.

La obra plantea el rescate de nuestra animalidad y racionalidad ancestrales perdidas en el camino. A partir de este diagnóstico, la autora plantea fórmulas para que las comunidades se relacionen de un modo más “sano”, es decir, menos raptado por emociones como la ira, el miedo o la ansiedad, y dando mayor relevancia a formas de unión que ofrezcan refugio y protección. En esa línea, el libro propone recuperar el papel político de los ancestros en la sobrevivencia de las comunidades; en ese sentido, también de identificar los elementos políticos de cuestiones como el mito, la música o la voz, sin pretender con ello romantizar la relación entre política y mito.

Consultada sobre qué lazo podría unir las dos obras en cuestión, la Dra. Aurenque reflexionó que, “En Animales enfermos se trata del ser humano con respecto a su propia salud y enfermedad, sea esta médica o existencial, es decir, se trata de pensar en la existencia de ese animal especial que somos. En cambio, Animal ancestral, si bien parte del mismo supuesto que el libro anterior, es decir, reconoce que somos animales, propone pensar principalmente la dimensión social y política del humano a partir del concepto de ancestralidad”, aseguró la autora.

Animal ancestral

Revisando la nueva obra de la filósofa de nuestra Universidad, la Política del Amparo es uno de los ejes fundamentales -sino el más importante- sobre el cual gira este proceso reflexivo. “Si bien Animal ancestral pareciese ser un título que evoca principalmente al pasado, como si se tratara de una suerte de romantización o melancolía sobre tiempos pasados, el libro en realidad no apunta aquello. Más bien se trata de pensarnos como animales capaces de tener ancestros en dos sentidos: en uno biológico-evolutivo (emparentados con otros mamíferos) y en uno socio-cultural (emparentados con los demás humanos)”, agregó.

Añadió que, en el ensayo se propone que el ser humano es un animal que, a partir de su relación con el pasado, con sus muertos, las comunidades tienen sentido de presente, de conservación, pero también de futuro. “Hoy pareciera que tenemos poco anclaje a un pasado común, a relatos sociopolíticos, que nos cohesionen con fraternidad o permitan articularnos a tantos en cuestiones comunes; de ahí propongo que reconectar con la dimensión ancestral nos permite a la vez vincularnos con una tierra común que ampara, es decir, que cobije. Y ese cobijo, ese amparo, pienso siempre permite futuro”, enfatizó la filósofa.

En cuanto al rol que juega la sociedad y su derrotero cultural para vivir en esta sociedad enferma, la Dra. Aurenque manifestó que “con la modernidad, y muy particularmente con la ilustración, se instaura el individuo como aquel soberano solitario, idealizado racional y autónomo, que constituye la medida de toda realidad privada y pública. Hoy, eso ha devenido en fragmentación, atomización y en un individualismo extremo que dificulta cualquier “nosotros”, cualquier proyecto colectivo”.

Finalmente, la académica insistió que su obra habla de un “animal enfermo” -que es el ser humano- que solo puede sobrevivir porque coopera con otros. “No es que lo colectivo nos permita ser ancestrales, más bien, podemos ser un colectivo porque cada uno jamás es una isla; cada animal humano lleva consigo biológica y simbólicamente la semilla de sus ancestros y la de todos los demás, un animal ancestral entiende y se sabe parte de un linaje más grande que el clan familiar, se sabe miembro de una comunidad animal global que, pese a todas las diferencias culturales, geográficas o políticas, nos unifica desde la prehistoria”, culminó la filósofa.

Rector Zolezzi recibe visita de filósofos que apuestan por política de divulgación del conocimiento que transforme la sociedad

Rector Zolezzi recibe visita de filósofos que apuestan por política de divulgación del conocimiento que transforme la sociedad

El rector de nuestra Universidad, Dr. Juan Manuel Zolezzi recibió en su despacho al escritor argentino y divulgador de la filosofía, Darío Sztajnszrajber, y a la académica y directora del Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades, Dra. Diana Aurenque, con el fin de conocer aún más sobre el trabajo que vienen realizando por una afectiva y democrática transferencia del conocimiento desde la Academia a la cotidianeidad de la ciudadanía.

El Dr. Zolezzi indicó que esta fue una visita provechosa tanto para la Universidad como para su persona, en la que pudo estar más al tanto de las propuestas en el ámbito de la docencia y la divulgación.

“La filosofía de por sí es una disciplina universitaria. El cultivo de sus distintos aspectos hecho por los filósofos está bien hasta el momento. Creo que lo que estos profesores están tratando de hacer es abrir un poco el tema hacia la discusión pública, (…) yo diría que hoy hablamos de una formación transversal, no solo filosófica, sino que transversal”, aseguró el rector.

Por una política de divulgación

Escritor, licenciado en filosofía y divulgador de la especialidad en medios de comunicación en Argentina, Darío Sztajnszrajber, visitó nuestra Universidad en el contexto de la invitación realizada a través del proyecto Fondecyt regular Nº1210250, que dirige la Dra. Diana Aurenque.

El escritor logró en su país algo que en el nuestro aún no ocurre, que es la masificación de la filosofía. Miles de ejemplares vendidos de sus libros y exitosos programas en televisión que han acercado esta disciplina a la ciudadanía avalan el metódico trabajo deSztajnszrajber.

Consultado sobre cómo convertir a la filosofía en un interés de las masas, el investigador indicó que existen dos elementos vitales. Uno, es la vocación de cada docente y lo segundo, la existencia de una política pública de divulgación; “la vocación propia de alguien que se interese en que la disciplina pueda salirse del claustro, de los lugares establecidos y llegar al ciudadano”, expresó.

Luego el escritor argentino añadió que “ahora, esta afrenta individual no puede darse sino es un marco de un proyecto político y social. En mi caso, soy un efecto del Canal Encuentro, que en Argentina es un canal educativo, que el Estado decidió abrir hace 15 años y en donde invirtió para que muchas disciplinas universitarias tuviesen su posibilidad de expresión”, aseguró.

Sztajnszrajber tuvo tiempo para compartir con nuestra comunidad señalando que evidenció el gran interés de nuestra Universidad por el fenómeno de la divulgación, a pesar de los históricos reparos por parte de la Academia, indicando que esos tiempos ya son pasados y que hoy se vislumbra como una práctica política concreta.

“En la actualidad busca generar ese puente trunco entre lo que se produce en los centros de conocimientos y la sociedad en su conjunto; entonces me parece que hay otra divulgación posible que no es la mercantil sino la política, aquella que tiene una voluntad de transformación sobre la realidad de la ciudadanía”, sostuvo el estudioso.

Animales enfermos

El pasado sábado 23 de abril, en el marco del Día del Libro, la Dra. Diana Aurenque, lanzó su nuevo libro Animales Enfermos.

La presentación, a la que llegaron cerca de 500 personas, se realizó en el Paseo Bulnes y fue organizado por el sello editor del Fondo de Cultura Económica de Chile, la Ilustre Municipalidad de Santiago y el Proyecto Fondecyt regular Nº1210250.

En palabras de la profesora Aurenque, esta manifestación de interés por su obra ha sido inesperada y al mismo tiempo emotivo.  “Ver hoy personas que no vienen de la filosofía y presentan un alto interés por ella, que sienten que leer filosofía no es algo tan difícil o que no solo se aprende en la Academia, sino que se puede aprender desde otros lugares, es emocionante”, señaló la académica de la Facultad de Humanidades. 

Además, agregó, que le gustaría que más filósofas y filósofos tengan la oportunidad de que sus obras sean recibidas por la ciudadanía y que la Academia se vincule cada más con lo público.

En cuanto al rol que debiera cumplir la filosofía en la actualidad, pensando en que cada vez se relaciona más con la sociedad, la Dra. Aurenque reflexionó que siempre se ha entendido como pública y política.

“Hemos pasado por un estallido social, un proceso de nueva Constitución, una pandemia, una economía con inflación y altas expectativas sobre el nuevo Gobierno, por lo que la filosofía tiene ahí un rol importante, porque justamente entrega herramientas para tener claridad frente a, por ejemplo, cuáles serán los principios y valores que realmente a uno lo motivan para elegir a un candidato o para salir a manifestarte frente a una situación”, concluyó la pensadora.

Te invitamos a ver el registro audiovisual de este encuentro:

 

 

Opinión de la académica del Departamento de Filosofía, Dra. Diana Aurenque : Antes criminales, hoy infantes

Opinión de la académica del Departamento de Filosofía, Dra. Diana Aurenque : Antes criminales, hoy infantes

Tras los resultados del plebiscito constitucional, se ha comentado mucho que la disyunción representa una tensión entre el “pueblo” y la “élite”. Y algunos ahondando en esa tesis, como lo hace Juan Carlos Eichholz, asegura que el verdadero conflicto no se centra en la desigualdad, sino más bien en un problema de falta de “empatía” de la élite política y empresarial hacia sus “hijos”, el pueblo trabajador. La interpretación debería indignar tanto a las denominadas  “élites” como a los presuntos “hijos-pueblo”.

Exploremos la propuesta de Eichholz. Primero, supongamos que en el país, efectivamente, existe una élite conocida por una amplia mayoría de chilenos y chilenas y que no sea sólo una marca famosa de pañuelos. Imaginemos además, tal como la dibuja Eichholz, que esta élite representa una minoría educada y culta, con influencia política, económica y empresarial, pero que pese a sus noblezas, ha fallado porque se desentendió de sus tareas fundamentales: la dirección empática, afectiva incluso, de “sus hijos”, el pueblo. ¿Se entiende lo ofensivo de la propuesta?

Estamos hablando de una élite influyente, que concentra en sí una serie de fuerzas, poderes y hasta saberes, como dice Eichholz, pero que ¿es incapaz de responder a las demandas de sus “hijos”? Si el planteamiento busca representar a la élite nacional, éstas deberían buscarse un mejor vocero o nosotros definitivamente mejores élites, pues en la propuesta, Eichholz compara una situación de responsabilidad política nacional con un conflicto familiar y privado, como si se hubiera inspirado en los infortunios televisados de una familia minoritaria y adinerada como la Calderón-Argandoña. Peor aún es el modelo paternalista que supone su reflexión.

Cuando compara la relación entre la élite y el pueblo en códigos de relaciones familiares, al modo de “padres e hijos”, la propuesta impone una asimetría inadmisible para el análisis de la política nacional.  

Un acto paternalista refiere, como indica su nombre, al intento de que un individuo o un Estado se entienda a sí mismo como autoridad, pater o “padre”, y actúe para resguardar el bienestar de terceros (personas o ciudadanos) y para protegerlos incluso sin su aprobación o incluso en contra de su voluntad. En el caso de los padres de facto, el paternalismo se justifica aunque tampoco de forma ilimitada, pues se les reconoce el legítimo derecho de la crianza de sus hijos, no obstante sólo en la medida de que aquella libertad de enseñanza no amenace o contravenga el bien superior del niño o niña. Pero además, y no menos importante, esa atribución e incluso deber de resguardo y protección va de la mano con la idea de que los menores no son considerados como sujetos plenamente autónomos y/o soberanos de sí.

Con todo, saber desde cuándo un niño o niña es un sujeto autónomo, es ya materia de múltiples controversias en cuestiones relativas a consentir tratamientos médicos, elección de género o también de responsabilidades penales. Sin embargo, en el caso de una ciudadanía votante no hay justificación para paternalismos de éste u otro tipo. Comparar a la gran mayoría de ciudadanos que votó por el Apruebo con una población de infantes es, por lo menos, insultante pues parece una estrategia reciclada para, nuevamente, desatender el mensaje político de fondo.

Si antes se criminalizaba la protesta y su descontento social, ahora se le infantiliza; mientras que en el 2019 ninguna demanda era válida porque se trataba sólo de actos de violentistas y antisociales que “no respetan a nada ni a nadie”, cual salvajes irracionales, en este 2020 se advierte que el Apruebo es conducido por “niños” y “niñas” que poco pueden decidir y deliberar, razonadamente, sobre el país que quieren.

Pese a los distintos enfoques, en ambos casos, la táctica es la misma: se minimiza, se irracionaliza y, con ello, se anula el fundamento de un cambio constitucional. ¿Puede haber peor obstinación? Como si en las urnas sólo reinara la voz de una masa salvaje y no pensante. Incluso después de que el 78% de los votantes estuviera dispuesto a creer en una propuesta institucional, a colaborar en consolidar una alternativa al conflicto social que se desató, justamente, contra la institucionalidad política y Estatal.
Con esta evidencia empírica ineludible, además de la certeza de que muchos jóvenes por primera vez se sintieron voluntariamente interpelados a votar, aun así, ¿quieren algunos seguir tapando el Sol con el dedo y leer en estos resultados sólo berrinches de unos cuantos “niños”?

Hace 2500 años, hubo una minoría distinta en Occidente y que era mucho más que un pañuelo, sobre todo más que un puñado de comunas, apellidos o colegios. Una minoría que descubrió el logos como posibilidad abierta a los seres humanos, una capacidad para acceder a la realidad por medio del propio juicio, de la deliberación y de los argumentos por sobre autoridad cultural, sacerdotal o del tipo que fuere, por cierto, también por sobre la pura empatía, de la cual, según Eichholz, carece la presunta élite chilena.  

Pero no es empatía en primer lugar lo que debería entrenar mejor una élite que no escucha, sino justamente atender al logos, pues, lo que exigen quienes fueron a las urnas es su reconocimiento expreso como equivalentes; como sujetos pensantes cansados de compasiones, asistencias y donaciones, por parte de los gobernantes de turno; sujetos de derecho que quieren una Constitución que no los paternalice ni les diga cómo vivir ni qué hacer, sino que les permita un suelo de protección mínimo para que cada uno pueda ser el adulto libre que desea ser y que hoy, es privilegio heredado de sólo un puñado.

“Lo que exigen quienes fueron a las urnas es su reconocimiento expreso como equivalentes; como sujetos pensantes cansados de compasiones, asistencias y donaciones, por parte de los gobernantes de turno”.

¿Qué implica la llegada de la vacuna rusa Sputnik 5?

¿Qué implica la llegada de la vacuna rusa Sputnik 5?

La velocidad con la que se ha aprobado la vacuna rusa contra el Coronavirus, Sputnik 5, ha generado un cierto grado de escepticismo en la comunidad científica internacional, y la Organización Mundial de la Salud ha recibido la noticia con cautela.

En respuesta, el ministro ruso de Salud, Mijail Murashko, defendió la vacuna al plantear que las críticas son "absolutamente infundadas" y las atribuyó a la "competencia" en el mercado internacional por dar con el fármaco que frene la pandemia.

La académica de bioética y filosofía de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago, Dra. Diana Aurenque, reflexiona sobre este tema como parte de la campaña Cuidémonos Juntos.
  

Dra. Diana Aurenque invita a valorar en este aislamiento el tiempo dedicado a las necesidades más elevadas

Dra. Diana Aurenque invita a valorar en este aislamiento el tiempo dedicado a las necesidades más elevadas

La Dra. Diana Aurenque, académica del Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago, invita a quedarse en casa y a valorar el tiempo que dedicas a las cosas más importantes de la vida, a las necesidades más elevadas.

“El ocio no significa tiempo para nada, sino  tiempo para lo que más valoramos”, destacó la docente, quien abordó en este video la contraposición que existe entre el ocio y el negocio.

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