La velocidad con la que se ha aprobado la vacuna rusa contra el Coronavirus, Sputnik 5, ha generado un cierto grado de escepticismo en la comunidad científica internacional, y la Organización Mundial de la Salud ha recibido la noticia con cautela.
En respuesta, el ministro ruso de Salud, Mijail Murashko, defendió la vacuna al plantear que las críticas son "absolutamente infundadas" y las atribuyó a la "competencia" en el mercado internacional por dar con el fármaco que frene la pandemia.
La académica de bioética y filosofía de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago, Dra. Diana Aurenque, reflexiona sobre este tema como parte de la campaña Cuidémonos Juntos.