En el frontis de nuestra Universidad se llevó a cabo el acto de romería en homenaje a las víctimas de la dictadura, espacio de la memoria de nuestra Casa de Estudios que año a año recuerda este trágico episodio de nuestra historia.
A la convocatoria acudió el Rector de nuestra Universidad, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, el Prorrector, Jorge Torres Ortega; el secretario general de la Corporación, Gustavo Robles Labarca; el último secretario general de la UTE, Ricardo Núñez; el Presidente de la Asociación de Funcionarios de la Usach, Genero Arriagada, representantes de la comunidad organizada, académicos, administrativos y estudiantes de nuestra Universidad.
En la ceremonia el Rector Zolezzi y frente al monolito que recuerda a los detenidos desaparecidos de nuestro Plantel dijo que “este es un lugar especial porque nuestra comunidad viene aquí a recordar a sus caídos, que fueron asesinados, torturados, hechos prisioneros, ejecutados y desaparecidos. Nuestra Universidad, como ninguna otra, tiene el mayor número de personas víctimas de la dictadura”.
Agregó que “todavía hay juicios como el de Gregorio Mimica o el de Víctor Jara que están pendientes en los tribunales y esperamos que eso vaya contribuyendo a que este acto perdure en el tiempo y que no pase al olvido”.
El ex secretario general de la UTE y exsenador, Ricardo Núñez, se refirió al 11 de septiembre como un día negro para la memoria de Chile. “No comprendo que la derecha siga avalando el quiebre de la democracia, pensando que nos transformaríamos en una sociedad marxista”, sentenció.
Refiriéndose a este mismo tema, pero poniendo el foco en la UTE sostuvo que “esta Universidad era la expresión misma de la democracia. La única institución con un número considerable de estudiantes de clase trabajadora, concurrían a las aulas también oficiales de la Fuerza Aérea, los movimientos estudiantiles eran plurales en su tendencia política, incluso en el Consejo Superior de nuestra Casa de Estudios había una persona que después fue rector delegado de Pinochet”.
El Presidente de la Afusach, Genaro Arriagada, por su parte, explicó que “estamos aquí presentes en esta fecha donde rendimos homenaje a nuestros caídos que tuvieron ideales de una Universidad para Chile y su pueblo y que su único pecado fue pensar diferente por buscar construir una sociedad y una educación más justa”.
La actividad contó con la reinstalación de la placa recordatoria a la que se le sumaron nuevos nombres de detenidos desaparecidos de nuestro Plantel; hubo un número artístico musical y el acto culminó con la romería que recorrió las seis estaciones que recuerdan la memoria de Michelle Peña, Mario Martínez, Víctor Jara, Enrique Kirberg, Julio Santibáñez, Gregorio Mimica y a todo/as aquellos/as miembros de nuestra comunidad víctimas de violaciones a los derechos humanos bajo el régimen militar.
Testigos de una larga noche oscura
Juan Hernández y Fedora Demsky, vivieron el golpe de Estado de 1973 en la UTE. Él, como estudiante de la carrera de Ingeniera en Ejecución Mecánica y ella como recién egresada de Publicidad y funcionaria del Departamento de Extensión y Comunicación de la Universidad.
“Ese día se iba inaugurar la exposición “Por la vida siempre”, trabajo que ayudé a montar y estaba emocionada porque venía nuestro Presidente Salvador Allende”, recuerda Fedora Demsky.
“A las 11:30 horas fuimos testigos desde los patios de la Escuela de Artes y Oficios como salía el humo de la Moneda, posterior a que habíamos sentido el sobrevuelo de los aviones hawker hunter. Ahí dimos por hecho que el Presidente había muerto”, continuó Juan Hernández.
“Lo que más me impactó fue que el Rector Kirberg estaba preocupado, con la señora Inesita que era su esposa, de entregarnos víveres y nos dijo que los que se querían retirar, ese era el momento, pero la UTE estaba llena… llegó gente de todas partes”, prosigue la ex estudiante de Publicidad.
De ahí vino la larga noche de frío, las balaceras y el despertar con el cañoneo a la Universidad “Me quedé cerca del Paraninfo. A las 5:50 am, sentimos un estruendo – nosotros estábamos frente al Casino de La Pancha- y vimos a gente del Tecnológico que caminaban escoltados por militares” recuerda el ex estudiante de Ingeniería.
Después vendría el traslado a la Escuela de Artes y Oficios y la cancha de hockey llena de jóvenes boca abajo. “Estaba muy nerviosa, venía llegando de Cuba porque había estudiado en la Victoria Girón gracias a una beca que me dio el Rector Kirberg. Ahí estaba yo con las imágenes del Ché y Camilo Cienfuegos, al final me salvó un milico que quemó todo”, añadió.
“A las 17:00 horas, nos sacaron por la puerta norte de la EAO en micros, sin saber a dónde nos llevaban. Al llegar nos hicieron bajar a culatazos y de ahí el Estadio Chile fue otro infierno”, señala Juan Hernández.
“En el Estadio Chile, nos salvamos por el papá de la Pili, que era capitán de Ejército. Lo importante para mí es que después de esos trágicos momentos pude volver a la UTE en 1991, pero ahora era la Usach y saqué mi título de Profesora de Estado y el de Publicidad”, culminó el relato de esa jornada oscura de sus vidas, Fedora Demsky.