- El equipo de monitoreo de calidad del aire, liderado por el Doctor Luis Díaz que recogió una completa muestra de los compuestos que tiene el aire de la provincia de Santiago, por estos días, entregará los resultados del estudio, dentro de 15 días. Las conclusiones derivarán del análisis de un filtro que durante 24 horas realizó la absorción del material particulado (PM) y que fue retirado ayer.
- “Es probable que encontraremos valores 100 veces más elevados de los que recomienda la Organización Mundial de la Salud de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), donde nos exponemos a respirar entre otros elementos benzopireno, que es un hidrocarburo policíclico aromático, potencialmente cancerígeno”, reiteró el Doctor en Ingeniería Ambiental Luis Díaz.
Dentro de 15 días se tendrán las conclusiones del análisis a los cuales será sometido el filtro que, durante 24 horas, realizó la absorción del material particulado (PM), a través del equipo de monitoreo de calidad del aire, que recogió una completa muestra de los compuestos que tiene en estos días el aire de la provincia de Santiago, y que respira todo quien resida o trabaje en la Capital de Chile.
En la mañana de ayer, el Doctor Luis Díaz, a cargo del estudio, procedió a retirar ese importante elemento, que proporcionará información fidedigna para, desde el quehacer universitario, aportar al conocimiento de la realidad que ha vivido por estos días la principal urbe del país.
El equipo está instalado en el sector del Laboratorio de Operaciones Unitarias del Departamento de Ingeniería Química del Plantel.
Por estos días el aire de Santiago está literalmente irrespirable. En plena pre emergencia ambiental y, luego de la primera emergencia del siglo, vivida el lunes, en nuestra Universidad aprovecharon esta contingencia para estudiar qué estamos respirando en la capital.
Luego de finalizar el proceso -de 24 horas- de absorción del material particulado (PM) por el equipo de monitoreo de calidad del aíre de la Universidad de Santiago, con el valor de la norma chilena de 2,5 μm (1 micrómetro corresponde la milésima parte de 1 milímetro, es decir, 100 veces más delgadas que un cabello humano), se llevará al proceso de extracción por solvente y en unos 15 días se tendrá el resultado de los análisis y apreciaciones químicas de las sustancias que tiene el aire que respiramos.
El Doctor en Ingeniería Ambiental con mención en calidad del aire y académico de nuestro Plantel, Luís Díaz, señaló que “es probable que encontraremos valores 100 veces más elevados de los que recomienda la Organización Mundial de la Salud de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), donde nos exponemos a respirar entre otras cosas benzopireno, que es un hidrocarburo policíclico aromático, potencialmente cancerígeno”.
Aportar desde el conocimiento
Sin embargo, pese a que cuesta imaginar que de esta verdadera crisis ambiental salga algo positivo, según Luis Días, “todo esto es una gran oportunidad para Chile de innovar y hacer ciencia para poder aportar desde el conocimiento; para las universidades que pueden generar mejores combustibles, mejores sistemas de calefacción, mejorar la aislación térmica, tener mejores combustibles sólidos como el pellet, en vez de la leña y que cuentan con mejores características”.
Resaltó que “la misión de la Universidad de Santiago es investigar e innovar como también formar capital humano especialistas en este tema a nivel de pregrado y postgrado, por lo que el Departamento de Ingeniería Química está comprometido en varios proyectos de investigación en contaminación, a nivel de pre y posgrado.
Soluciones
Por ahora, las principales medidas que ayudarían a tener un ambiente más limpio, según el experto de nuestra Universidad, van ligadas con “reducir las emisiones que están plasmadas en los planes de descontaminación. Quizás dichos planes hay que revisarlos para ver si están cumpliendo el objetivo, incluso en Europa ya están viendo la posibilidad de aumentar las restricciones a los vehículos”.
Por lo anterior, es que Díaz respaldó la decisión del Gobierno de establecer medidas restrictivas, al indicar que “el llamado a restringir varios tipos de fuentes contaminantes, como las industrias, los vehículos, y la calefacción a leña, son medidas que buscan reducir la exposición que tienen las personas frente al material particulado”.
Filtros HEPA
“Una buena medida es que en los hogares purifiquen el aire por medio de filtros HEPA, que son altamente eficientes para retener el material particulado. Son diseñados para el tamaño de la vivienda, por lo que el equipo es proporcional a ésta. De hecho los gimnasios también podrían adoptar esta medida invirtiendo para mantener un aire más limpio en sus instalaciones para que sus usuarios no dejen de tener actividad física”, subrayó.
Los filtros HEPA están compuestos por una malla de fibra de vidrio dispuestas al azar, y con diámetros entre 0,5 y 2,0 μm. El espacio entre las fibras es mucho mayor de 0,3 μm, pero eso no significa que las partículas con un diámetro menor puedan pasar. El material particulado, que contiene pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, y cuyo diámetro es menor que 2,5 µm, son las que las personas pueden respirar.
Las aspiradoras comunes en su mayoría contiene estos filtros HEPA y para que funcionen como purificador se tienen que estar cambiando constantemente.