La coexistencia de malnutrición por exceso y por déficit son los grandes problemas que enfrenta actualmente el mundo en el ámbito de salud. Los efectos de estos males se traducen en un aumento de la prevalencia de obesidad y enfermedades asociadas, así como en el ocultamiento de déficits de micronutrientes que se pueden traducir en una talla baja.
Entre las principales causas de esta tendencia, es que los entornos en los que nos desenvolvemos a diario -tales como colegios, universidades o trabajo- fomentan hábitos poco saludables de alimentación, lo que a mediano o largo plazo afectará al cuerpo.
Es en este contexto, y preocupados por asegurar el consumo de alimentos inocuos y de buena calidad nutricional, la Vicerrectoría de Apoyo al Estudiante, puso en operación el primer “Carrito Saludable”, que recorrerá el Campus durante todo el mes a modo de marcha blanca, ofreciendo snacks, frutas frescas y secas, lácteos, sándwich, agua y huevos, con precios que van desde $100 a $600.
Sobre la innovadora iniciativa, el Vicerrector de Apoyo al Estudiante, José Miguel Araya Marchant, explica que es parte de un proyecto amplio para avanzar hacia un campus saludable.
“Hace varios meses iniciamos una campaña para contribuir al desarrollo de una mejor cultura alimentaria, y hoy, comenzamos a hacernos cargo del problema de la mala alimentación”, afirma.
Fomentando hábitos saludables
Respecto a los beneficios que otorgará el carrito, destaca la elaboración de productos que consideran una serie de categorías nutricionales para distintos tipos de personas, pensando en las necesidades más frecuentes señaladas por los estudiantes.
Para ello, el prototipo dispone de snacks personalizados, los cuales en calidad nutricional se encuentran a la par de productos similares en el mercado, pero a un valor más accesible, destacando elaboraciones de frutos secos, como el producto “Rinde Más”, que busca otorgar energía. La propuesta contiene 50 gramos de Maní, plátano deshidratado, pasas, maravillas, por un valor de $300.
Además ofrece sandwichs integrales, preparados con quesillo, tomate, aceituna por $400, o con quesillo, tomate, lechuga y aceituna por $450; la venta de yogurt desgrasado y sin lactosa por $250; Frutas de temporada por $150; huevos duros por $100; agua por $350 o porciones individuales de frutos secos, desde $300.
Al respecto, Tamara Wong, Jefa del Departamento de Calidad de Vida Estudiantil, explica que para mantener hábitos saludables de alimentación, además de consumir tres comidas completas a diario, es necesario incluir dos snacks, uno a media mañana y otro entre la comida y la cena.
“Esperamos impactar en la salud de la comunidad propiciando el consumo de alimentos nutritivos y de bajo costo, de media mañana y media tarde, de esta forma se disminuirán las largas horas de ayuno que dañan la salud”, puntualiza.
Agrega que junto a los productos se entregará material educativo para enseñar a la comunidad sobre la alimentación inteligente y con sentido.
Implementación y recorrido
Durante la primera semana, el prototipo se encontrará disponible en el Patio Central de la EAO, de manera que los estudiantes que lo conduzcan se familiaricen con su traslado.
Mientras que la próxima semana, recorrerá dos estaciones entre la EAO y los patios del área de Ciencias, esperando que de tener una recepción favorable, se disponga de a lo menos tres carritos que recorran el Campus de la U. de Santiago.
El prototipo será conducido por dos estudiantes a través de una beca de trabajo que proporciona la Unidad, operando de lunes a viernes entre 10:00 a 11:30 horas y de 16:00 a 17:30 horas.
Recepción universitaria
Según explican las autoridades universitarias que impulsan la iniciativa, el carrito no sólo se trata de consumir un sancks, es por ello que ampliaron la oferta de productos considerando un bajo aporte en grasas saturadas y transgénicas, y ofreciendo productos que contengan un alto nivel de vitaminas, mineral fibra y omega 9.
Para dar a conocer el prototipo, el Vicerrector acompañado de su equipo se trasladaron junto al carrito al Patio Central de la EAO, donde explicaron su funcionamiento a la comunidad universitaria.
Respecto a la iniciativa, el estudiante de 4º año de Pedagogía en Castellano, Pablo Aguilera, indica que “siempre se prioriza comer comida chatarra por el tiempo y dinero, entonces encuentro que es una iniciativa muy positiva para la comunidad, y además accesible”.
Por su parte, Maximiliano Paredes, estudiante de 4º año de Ingeniería Civil Industrial, quien también participó de la muestra, valora la iniciativa de la VRAE. “Es una buena iniciativa, sobre todo que se comience a vender comida saludable, para que se incentive a los compañeros a que no consuman tanta comida chatarra como existe actualmente en el campus, que es lo que más se ve, y sobre todo más barato”, sostiene.
El modelo, de color naranjo y azul y conducido como bicicleta, considera un espacio para almacenar frutas, regulador de altura y ruedas de fácil desplazamiento, y se inscribe en un proyecto a largo plazo que considera una serie de medidas impulsadas por la Vicerrectoría, con el objetivo de propender hacia un Campus Saludable y contribuir a mejorar la calidad de vida de los estudiantes, y de la comunidad universitaria en general.