La semana pasada y tras una reunión con el ministro del Interior, el diputado PPD Ramón Farías señaló a un medio de comunicación que luego de las elecciones municipales existía la posibilidad de crear una mesa de trabajo para discutir la implementación del voto electrónico, con miras a las Presidenciales de 2017. El tema estaría siendo promovido por un grupo de parlamentarios del oficialismo.
Sin embargo, para el cientista político y experto en tecnologías aplicadas al voto de nuestra Universidad, Dr. René Jara, “implementarlo en las presidenciales el próximo año es absurdo, me parecería que se está improvisando”, señala.
El académico afirma que, actualmente, no están dadas las condiciones para esta modernización. Fundamentalmente, por el escándalo en el padrón electoral que desató la polémica esta semana, al conocerse los cambios inconsultos en el domicilio electoral de más de 460 mil electores. El hecho provocó la presentación y retiro de una ley exprés impulsada por el Gobierno y la salida de Javiera Blanco del ministerio de Justicia.
“Lo primero es tener bases de datos que sean confiables, en el sentido, por ejemplo, de eliminar los difuntos. Eso es grave e implica un esfuerzo del Registro Civil, porque se supone que ellos manejan el dato de quiénes están vivos y quiénes no”, sostiene.
Agrega que el problema en las bases de datos no es nuevo. “Durante los 90’s, hubo muy poca actualización del padrón electoral. Eso es grave. Durante toda esa década tuvimos un padrón de muy mala calidad, y eso no se dice. Hoy, estamos pagando los platos rotos de un documento electoral que no se actualizó durante estos últimos veinte años”, critica.
No obstante, el especialista reconoce que esta crisis en el padrón abre una “ventana de oportunidad” para ser discutido este año. Ello, porque “automatiza la construcción de los padrones. Eso en Chile, hasta ahora había funcionado bien, pero porque había un Servicio Electoral muy pequeño, que contaba con poco personal”.
“Lo que podría ayudar a la actualización virtuosa del tema electoral puede ser el voto electrónico, pero para ello hay que tener bases de datos unitarias, y lo que revela el último problema entre el Registro Civil y el Servicio Electoral es que, justamente, estas dos bases compartidas no son tales, y la información con que contamos no es de buena calidad”, insiste.
El académico indica que la implementación del voto electrónico debe ser paulatino y en un contexto de normalidad. “No hay panaceas en este tema. No es que porque se implementen las máquinas de votos, se va a solucionar el problema de la participación y la actualización de las bases de datos del padrón electoral”, enfatiza.
Con todo, indica que lo deseable es que el voto electrónico se implemente “para la próxima elección local, es decir, las Elecciones Municipales de 2020”, para hacer más expedito el acto de sufragar y evitar, por ejemplo, la complejidad de doblar extensos papeles de votación con decenas de candidatos. No obstante, advierte que el Servel no cuenta actualmente con la capacidad necesaria para impulsarlo.
“En el Servel debe existir la convicción de que este es el camino a seguir, pero no está ni el personal ni las unidades necesarias para hacer un cambio de ese tipo. Probablemente, esto se va a externalizar, por lo que hay que asegurar que la licitación sea lo más transparente posible”, indica.
El especialista descarta el riesgo de que las votaciones sean ‘hackeadas’. “Así como surgen las tecnologías, surgen las vacunas. El tema del voto electrónico tiene que asegurarlo una empresa que esté suficientemente validada”, señala. Además, “cuando hablamos de máquinas de votación, son circuitos relativamente cerrados, que tienen una serie de resguardos. Para mí, el tema tecnológico ya está resuelto, no hay problema en eso”, agrega.
Finalmente, el Dr. Jara concluye que “esto va a llegar sí o sí, el tema es que lo planifiquemos bien para que sea una transición reflexionada, que tome y se base en los principios básicos de las tecnologías electorales históricas que tiene