Estudiantes de Arquitectura desmantelan automóvil para acercarse a sus herramientas de trabajo y ampliar áreas de desarrollo profesional

Durante la actividad pedagógica denominada “En desarme”, un grupo (del último año de la carrera) utilizan esmeriles, desatornilladores, entre otros elementos, para desmantelar un vehículo. Entre ellas (os) está Mayte Bravo, quien señala que participar de la acción le da “un plus a la experiencia de estudiar arquitectura. Nos apartamos un poco de confeccionar maquetas, diseñar y hacer planos”.
La acción se enmarca en la semana de la Escuela de Arquitectura, actividad donde se han realizado ejercicios similares, pero no con artefactos de esta envergadura.

¿Qué hace una camioneta Fiorino desarmada en el sector de la Facultad de Arquitectura? La respuesta la tiene Pablo Zúñiga Roca, profesor del electivo Taller de reparaciones. El docente explica que es una actividad enmarcada en un ramo de quinto año de la carrera, donde un vehículo es cortado longitudinalmente, con el objetivo de entender “cómo funcionan los elementos que van surgiendo y utilizamos para extraerlos”, dice.

Por este motivo, agrega y puntualiza que “cada material requiere de una herramienta en específico, un tratamiento en específico. Creemos que todos los arquitectos deberíamos tener una relación formal con ciertas herramientas, porque es parte de nuestro oficio, después nos dedicamos, generalmente, a proyectar y construir. (…) Paralelamente vamos motivando y mostrando a las (os) estudiantes que hay una manera, quizás, de seguir su profesión, que no es necesariamente cortando un auto, pero sí dedicándose a una cuestión más cercana”.

La acción se enmarca en la semana de la Escuela de Arquitectura, actividad donde se han realizado ejercicios similares, pero no con artefactos de esta envergadura. “Estamos en un lugar estratégico, porque pasan muchos estudiantes de otras carreras que miran, nos preguntan y se cuestionan qué es esto”, asegura el arquitecto sobre la respuesta que han recibido por parte del público. 

Además del profesor Zúñiga, el proyecto cuenta con la colaboración de los docentes Jorge Lobiano, Iván Jiménez y Pedro Pablo Cordovez, como también con el apoyo del director de la Escuela de Arquitectura, David Cabrera.   

“Un plus a la experiencia de estudiar arquitectura”

El automóvil es un modelo del año ochenta fabricado y ensamblado en Brasil. “Es de una desarmaduría de la vía del sector sur (…) fue como un regalo, entendiendo que era una actividad de carácter educativo”, cuenta el arquitecto.

Mayte Bravo es parte del grupo que componen trece estudiantes que cursan el Taller de reparaciones. Para ella la experiencia le ha dado “un plus a la experiencia de estudiar arquitectura. Como salirse de hacer la maqueta, diseñar y hacer los planos”, comenta. 

Con la futura profesional, trabajaron en el proyecto Edgardo Barrios, Felipe Bilicic, Exequiel Marambio, Dilan Carrillo, Andy Cadillo, Ivania Arancibia, Cristóbal Martínez, Gabriel Alcarraz, Rafaella Rivera, Constanza Rojas, Rurrick Arroyo, David Iturrieta.

Autor: 
Claudio Cortés Carvajal
Fotografía: 
Cedida