Ayudante del ramo de Anatomía en la carrera de Medicina

Milena Koljanin: “Mi objetivo es devolver lo aprendido a la salud pública”

Actualmente cursa el tercer semestre de la carrera en la Universidad de Santiago de Chile, a la que ingresó por su calidad y cercanía con el trabajo en el sistema de atención primaria de hospitales. “Esta Casa de Estudios tiene una mirada súper humana de lo que es la profesión. Promueve la relación con el paciente no como un objeto”, destaca.
“Esta Universidad tiene una mirada súper humana de lo que es la profesión. Promueve la relación con el paciente no como un objeto. Los profesores nos entregan herramientas para poder integrar esa visión”, plantea con satisfacción

Desde pequeña Milena Koljanin Matta tenía claro que lo suyo era la Medicina. Acompañaba a su papá médico a hospitales y clínicas, lo que generó en ella un interés por la ayuda social. “Me gusta mucho ver sonreir a las personas. Tratar algún malestar, conocer la causa de eso y que te devuelvan una sonrisa como agradecimiento, es maravilloso”.

 

Pero junto al área de la salud, también apareció el deporte. Su primera aproximación al básquetbol fue en 2009, a los 14 años, cuando ingresó al Club Deportivo Brisas. “Antes de eso practiqué patinaje artístico. Era más baja, pero ese año crecí mucho, por lo que me interesé en otras actividades”.

 

A eso se suma que su papá, de ascendencia serbio-croata, también fue seleccionado nacional de básquetbol, mientras que su mamá jugaba en la Universidad de Santiago de Chile como estudiante de Ingeniería en Alimentos.

 

Es la misma Casa de Estudios en la que hoy Milena cursa el tercer semestre de Medicina, a la que ingresó a través de un cupo deportivo. “Esta Universidad tiene una mirada súper humana de lo que es la profesión. Promueve la relación con el paciente no como un objeto. Los profesores nos entregan herramientas para poder integrar esa visión”, plantea con satisfacción.

 

Apoyos y motivaciones

 

Milena entrena dos horas diarias de lunes a viernes, a lo que se suman los entrenamientos en la selección cuando es convocada. “Es cosa de organizarse y donde el descanso es muy importante”. A eso agrega la importancia que representa su familia, como la mayor de dos hermanos.

 

Y si bien ha dudado en continuar con este ritmo de compatibilizar estudios y deporte, finalmente sus motivaciones logran imponerse. “Ir alcanzando los objetivos es una satisfacción que me motiva a seguir, a subir otro peldaño y demostrar que sí se puede”.

 

Por ejemplo, hace dos semanas participó con la selección en el torneo sudamericano adulto de Barquisimeto, en Venezuela, luego de prepararse en Osorno y realizar una gira por Argentina. “Agradezco el apoyo que me ha dado la Universidad, especialmente los profesores”, dice.

 

Algo similar a lo que ocurre con sus compañeros de curso. “Tengo un grupo de amigos con los que me entiendo muy bien para los trabajos y que siempre están dispuestos a ayudarme. No sé si es porque son futuros profesionales de la salud o es por el perfil de ingreso que tiene la Universidad”, explica la estudiante.

 

La más alta y la más joven

 

En 2010 Milena ingresó a la selección chilena Sub-15. Desde ese momento, pasaría por todas las categorías hasta llegar al combinado adulto. Con solo 16 años jugó el torneo preolímpico. Luego vendrían Juegos Sudamericanos, premundial y Juegos Bolivarianos.

 

En 2015 jugó la Liga Nacional con el Club Los Leones. A fin de año regresó al Club Deportivo Brisas para jugar la Liga Sudamericana y el Sudamericano de Clubes.

 

“En la Universidad estamos trabajando duro para acceder este año a la Liga Nacional de Educación Superior”, anticipa Milena, la más alta del equipo, con 1,82 metros, y una de las más jóvenes, con 20 años de edad.

 

Dentro de la cancha, su presencia es importante, aunque su visión siempre apunta a priorizar lo colectivo. “Cualquiera puede hacer los goles. Es verdad que en el equipo de la Universidad me corresponde atacar más el aro, pero todo se basa en un trabajo en equipo”.

 

Retribuir a la salud pública

 

En cuanto a la posibilidad de dedicarse al básquetbol profesionalmente, Milena lo descarta tajantemente. “Ya cumplí con todos los objetivos que me propuse. Participé en sudamericanos sub-15, sub-17 y adultos. También en dos preolímpicos y un premundial. Además fui medallista de plata en los Juegos Odesur y de bronce en los Juegos Bolivarianos”.

 

Sin embargo, reconoce que aún le falta alcanzar otra instancia: los Juegos Olímpicos. “Es el sueño de todo deportista, pero con la realidad nacional no tenemos ninguna posibilidad de clasificar. En Chile no se vive del deporte”.

 

De hecho, se le presentó una oportunidad de jugar en el extranjero, la que decidió rechazar. “En 2012 me ofrecieron una beca para jugar en un colegio de Orlando, en Estados Unidos, pero al siguiente año me correspondía dar la PSU y mi prioridad era ingresar a la universidad”.

 

Si se trata de proyecciones, sus definiciones son claras: anestesia y cirugía cardiotoráxica, específicamente en el sistema de atención primaria de hospitales. “Mi objetivo es devolver los conocimientos adquiridos al servicio de la salud pública, porque gracias a esos casos uno se va formando de mejor manera como profesional”. Por ahora, Milena es ayudante del ramo de Anatomía.

 

Autor: 
Fernando Seymour Dobud