Nuevo documental reflexiona sobre el ensañamiento de la dictadura militar con el proyecto de la Universidad Técnica del Estado

La producción audiovisual, que se estrena hoy a las 18:30 horas en la Sala Estación Usach, fue realizada por el periodista y funcionario del Plantel, Claudio Cortés Carvajal. Contó con el apoyo de la Comisión 50 años, el Archivo Patrimonial y la Unidad de Comunicación Interna y Marketing de nuestra Casa de Estudios. La obra se presenta como un material histórico y de análisis sobre los antecedentes y secuelas que la UTE padeció previo y luego del golpe de Estado de 1973.
El objetivo de narrar este magro episodio, no solamente para nuestro país, sino que también para la UTE, es entregar una perspectiva de las consecuencias que llevaron a la Universidad a transformarse en un objetivo militar para el golpe de Estado.

Corría el 10 de septiembre de 1973 y el presidente de la República, Salvador Allende Gossens, se preparaba para asistir a la inauguración de la muestra “Por la vida, siempre”, que sería inaugurada en la Universidad Técnica del Estado y en la que anunciaría un plebiscito nacional que decidiría el futuro del país.

En la madrugada del día 11, un destacamento de la Marina realizaba un ataque a los equipos y la antena de la Radio UTE Metropolitana. Horas más tarde, Valparaíso sería sitiado, dando inicio al golpe civil y militar de 1973. Después, vendría el bombardeo al Palacio de La Moneda, la casa presidencial de Tomás Moro, y el día 12 de septiembre, el cañoneo de la Universidad Técnica del Estado. El resto, es historia.

Pero ¿qué fue lo que generó este enseñamiento con una universidad pública y estatal por parte de las Fuerzas Armadas y civiles golpistas? Es la pregunta que el periodista Claudio Cortés Carvajal, el equipo de audiovisualistas de Canal 8 TV – Antitrama, el guionista Reinaldo Barrios Jeria y la realizadora audiovisual Valentina Noya Leal, intentan responder en su documental “La Universidad Popular: breve historia de la Universidad Técnica del Estado”.

“Esto es consecuencia del quehacer de la UTE, que abrió sus puertas a las clases sociales excluidas de nuestro país”, se adelantó en expresar el director de esta producción audiovisual, que exhibe los principales hitos de nuestra Casa de Estudios durante la década del sesenta y principios de los setenta, alcanzando niveles jamás pensados en inclusión educativa, aún en nuestros días.

El objetivo de narrar este magro episodio, no solamente para nuestro país, sino que también para la UTE, es entregar una perspectiva de las consecuencias que llevaron a la Universidad a transformarse en un objetivo militar para el golpe de Estado.

“La idea de este documental nace de una nota periodística que hice para Usach al Día, y que abordó los días 10, 11 y 12 de septiembre de 1973. Ahí entrevisté a 6 exestudiantes de la UTE, entre los que destacaron el presidente de la FEUT, Osiel Núñez y su vicepresidente, Emilio Daroch, teniendo una gran repercusión en la comunidad universitaria”, confesó el realizador.

Motivos del ensañamiento

En palabras de Cortés, la investigación le dio la posibilidad de levantar algunas tesis con respecto a la barbarie sufrida por la UTE, señalando que la primera corresponde a la relación directa –tanto política como de sociedad- que esta Casa de Estudios tuvo con el proyecto del gobierno de la Unidad Popular.

“La UTE, sin el gobierno de Salvador Allende, no habría alcanzado los propósitos de expansión educativa y de apertura hacia el mundo obrero. Pero, también, en el programa de la UP, la cultura y la educación eran muy importantes, por lo que la Universidad Técnica del Estado fue un pilar relevante para lograr dicho objetivo”, aseguró el periodista.

Otra tesis central que comentó el director del documental se basa en que hasta 1973 existían 8 universidades estatales, de las cuales 3 estaban en Santiago.  “La Universidad de Chile y la Católica, estaban enfocadas a la élite, pero la UTE se preocupó de la movilidad social, primero, dando la posibilidad de entregar al país ingenieros en ejecución, y luego, a través del acuerdo CUT-UTE, ofrecería educación profesional a la clase obrera, algo que no gustó al interior de la oligarquía chilena”, enfatizó.

En el relato del documental queda explícito que la UTE se abrió no solo a la clase trabajadora y su descendencia, sino que también, se enuncia una segunda etapa – que quedó trunca- en donde se incluiría al mundo rural y el campesinado.

Al llegar los militares al poder, la Universidad queda presa del nuevo lineamiento, y el año 1981 es separada de sus filiales en regiones – de Antofagasta a Punta Arenas- y sus 24 institutos tecnológicos que estaban repartidos por todo el país. 

“La UTE pierde su nombre y nace la Usach. Con esto, desaparece un proyecto educativo que aportaba enormemente al desarrollo tecnológico e industrial de Chile”, manifestó Cortés.

UTE y memoria

El periodista, indicó que este tipo de trabajos es fundamental para conocer la historia de la nuestra Universidad para reconocernos como miembros partícipes de esta histórica institución de educación superior.

“El rescate de la memoria me parece muy interesante, porque hoy el negacionismo se ha hecho patente en el debate público y se pretende dar vuelta la página, pero esta página -quizás la más relevante de nuestra historia- aún no presenta una comprensión, ni un relato coherente, para que de verdad estos actos de salvajismo no vuelvan a ocurrir en el país”, concluyó el director del documental.

Autor: 
Enzo Borroni Ricardi
Fotografía: 
Afiche