Destacadas participaciones tuvieron las selecciones de básquetbol masculina y femenina de la Universidad de Santiago de Chile en las series de Honor del torneo metropolitano de Ligas Deportivas de Educación Superior (LDES) que concluyó este miércoles (30).
En el caso de los hombres, el equipo disputó la final ante la Universidad Andrés Bello, cayendo por 47-57 en el gimnasio del colegio San Ignacio Alonso de Ovalle. Las mujeres, por su lado, obtuvieron el tercer lugar, al derrotar a la Universidad Católica por 79-77, en el gimnasio de nuestra Universidad.
Ambos resultados son bastante meritorios si se considera que en los dos casos los equipos participaron durante el segundo semestre de 2015 en la serie B, logrando instalarse en menos de un año en los puestos más altos de la Región Metropolitana, resaltando así el trabajo de los entrenadores Christian Kohanoff y Felipe Fritzchmann, a la cabeza de los seleccionados masculino y femenino, respectivamente.
Proponerse objetivos y trabajar para conseguirlos
El capitán del equipo masculino, José Felipe Cornejo Ormeño, si bien lamentó no quedarse con el título, destacó que “es muy rescatable y valorable el hecho que en menos de un año pasamos de estar jugando en la serie B a disputar una final en la serie de Honor. Es algo que pocas veces ocurre, incluso con los mismos jugadores del año pasado”.
Para el estudiante de quinto año de la carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales esto demuestra que cuando se quiere lograr un objetivo, hay que proponérselo y trabajar para ello. “Estamos satisfechos con lo que hemos logrado, pero también muy ansiosos por volver a disputar una final y esta vez ganarla”.
De hecho, las esperanzas están puestas en el segundo semestre, cuando a partir de agosto se inicie el nuevo torneo metropolitano, cuyo campeón clasificará directamente al torneo nacional de fin de año.
Unión y compromiso con el equipo
En el caso del equipo femenino, Milena Koljanin Matta, quien además integra la selección chilena de básquetbol, realizó un positivo balance del proceso, destacando especialmente el esfuerzo de las jugadoras. “La clave ha sido el compromiso de todas con el equipo. De hecho, trabajamos para un objetivo muy claro, que era subirnos al podio al término de este campeonato. Si bien no alcanzamos a disputar la final, sí cumplimos con el desafío que nos propusimos”.
Además, la estudiante de segundo año de Medicina recordó el paso por la serie de ascenso durante 2015, lo que según ella no solo significó una instancia dolorosa y compleja. También una base para proyectar lo que sería una muy buena campaña este año.
“Nunca debimos haber estado en la serie B, pero aprendimos mucho de esa experiencia. El equipo ha crecido mucho durante este proceso, además de que se ha potenciado nuestra unión y fortaleza”, valoró la jugadora, proyectando para el segundo semestre el nuevo desafío de mejorar lo hecho en esta primera parte del año.