- Para el experto Dr. Pablo Lacoste Gargantini, del IDEA, lo que hizo el Papa Francisco en su primer discurso en Bolivia fue reiterar el pensamiento humanista, que exhorta a los pueblos a amigarse y unirse a través del diálogo, y no apoyó una salida al mar, como lo interpretó ese gobierno. Esto significa un traspié para Morales, quien “sigue construyendo actitudes hostiles, xenófobas, reaccionarias y fascistas en contra de Chile”.
Las palabras del Papa en su primer discurso en Bolivia, donde abordó brevemente el tema marítimo, constituyeron un emplazamiento al diálogo y la amistad. Así lo estima el Doctor en Estudios Americanos, del Instituto de Estudios Avanzados, IDEA, de nuestra Universidad, Pablo Lacoste Gargantini.
El Sumo Pontífice llegó a Bolivia como parte de su gira por Sudamérica, la que -además- incluyó a Ecuador y Paraguay.
El Doctor Lacoste comenta que el Papa acierta cuando expresa que este tema entre Bolivia y Chile se tienen que resolver entre ambos países a través el dialogo, que es algo “que ha faltado. Hay que cambiar la cultura, porque son dos países que no tienen relaciones diplomáticas normales. Lo que está insinuando el Papa es que hay reabrir la embajada y restituir las relaciones normales como todos los países que quieren dialogar”.
“Me parece apropiado lo que dice el ministro Heraldo Muñoz, al decir que el gobierno chileno acepta abrir las relaciones diplomáticas”, agrega.
Señala que “el Papa trata de mantener un ambiente de cordialidad y está criticando indirectamente la estrategia hostil del gobierno Boliviano, que se nota desde los libros de historia que ellos escriben con la Guerra del Pacifico, al construir un discurso muy agresivo que no tiene que ver con el diálogo. Entonces, justamente, es lo que dice el Sumo Pontífice: que la agresividad no funciona, que el conflicto no sirve. Entonces le está pidiendo a Evo Morales que trate de cambiar la actitud”.
Resume el analista que lo que hizo el Papa Francisco en su primer discurso en Bolivia fue reiterar el pensamiento humanista, que exhorta a los pueblos a amigarse y unirse a través del diálogo, y no apoyó una salida al mar, como lo interpretó ese gobierno.
Agrega que esto significa un traspié para Morales, quien “sigue construyendo actitudes hostiles, xenófobas, reaccionarias y fascistas en contra de Chile”.
Incumbencia
En cuanto a la incumbencia de la máxima autoridad de la Iglesia Católica en estos temas que son bilaterales, el Dr. Lacoste reveló que “está bien que él hable de esto y que exhorte a los pueblos a amigarse y unirse. Ese es el pensamiento humanista, que es compartido por Evo Morales en cuanto a la reivindicación de los oprimidos, la protección de los pueblos indígenas, cuidar el medioambiente, la solidaridad con los pobres. Entonces, ahí existe una sintonía”.
Añade que, sin embargo, “hay un punto que rompe esa tendencia, cuando adopta una actitud nacionalista agresiva contra Chile. Por ejemplo, al hacer cantar un himno agresivo de la Armada de su país en la ceremonia de asunción al cargo de Presidente de la República, lo que es un acto hostil”.
Fundamental el experto que Morales mantiene un pensamiento retrógrado, el que ya ha sido superado en Europa, donde es mal visto ese estilo de pensamiento, “porque el nacionalismo que se cultivó con mucha energía condujo a dos guerras mundiales. Por lo mismo, la clase dirigente de ese continente tiene clara conciencia que el discurso nacionalista de demonizar al otro solo sirve para generar odio, desembocando después en guerras y desastres”.
“Evo Morales no lo ha entendido, y sigue construyendo, como ya dije, actitudes hostiles, xenófobas, reaccionarias y fascistas en contra de Chile. Y ese es el punto en que el Papa, muy sutilmente, le ha llamado la atención, donde se aleja del pensamiento humanista, ya que está comprobado que la agresión no funciona”, explica el experto.
“El Papa plantea los ideales de solidaridad a los más necesitados y desvalidos que están en posiciones alternas, y los que tienen posiciones de privilegio tienen que abrirse a escuchar y comprender a los más necesitados”, remarca.
Subraya que “desde el punto de vista de los valores humanistas y de la solidaridad con los débiles y más pobres, también es posible que cuando el Papa venga a Chile, intente encontrar la manera de ayudar a Bolivia para superar estos problemas. Entonces, cada uno requiere de algún cambio para tratar de encontrar la armonía”.
Cambios para una eventual solución
“Los que en Chile dicen que tenemos que facilitarle un acceso al mar están muy limitados en su capacidad de acción, porque Bolivia tiene un discurso xenófobo y de demonización en contra de Chile; entonces, los que simpatizan con la causa boliviana aquí no pueden hacer nada porque el principal enemigo está en el propio gobierno boliviano”, agrega Lacoste.
Añade que “si uno tiene un vecino con el cual convive en armonía, y este le pide ayuda para solucionar algún problema, uno lo va hacer. Pero si constantemente el vecino lo insulta y lo agrede, lo desprestigia y lo agravia, es natural que se niegue al apoyo. Ese es el problema”. “Entonces, hay que lograr que Bolivia modifique la xenofobia y la demonización de chile y, por otro lado, Chile debe ir abriéndose a la necesidad de los valores de la solidaridad del vecino que está muy necesitado. Esos dos cambios tenemos que lograr para hacer posible una eventual solución al problema”.
Jesucristo en el símbolo marxista
Evo Morales entregó al Papa una artesanía muy particular: la imagen de Jesucristo crucificado, formando parte del símbolo marxista, hoy del partido comunista (la hoz y el martillo).
Al respecto el experto del IDEA enfatiza que corresponde a una obra artística que realizó un religioso boliviano jesuita, que tenía sus ideales y que era muy querido.
Agrega que, sin embargo, se entiende que en algunos países que no conocen dicha historia les haya parecido chocante.