Cultura
Aula Records lanza cantata inspirada en textos de Nicanor Parra y Passolini
Primera versión de Feria Cultural del Libro llega a nuestro Plantel
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Programa de TV “Hay que ir” de Canal 13 visita hoy nuestra Universidad para mostrar su historia, patrimonio y cultura
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Usach rescata el intercambio de la música popular y criolla entre Perú y Chile por medio de conferencia musical
Usach rescata el intercambio de la música popular y criolla entre Perú y Chile por medio de conferencia musical
Fue en 1981 cuando la banda Los Jaivas grabó el especial de televisión del disco “Alturas de Machu Picchu” -inspirado en los poemas de Pablo Neruda- nada menos que en la cima de las propias ruinas incas. Con el ancestral paisaje de fondo, el sonido de quenas y guitarras eléctricas mezclado con extractos de cuecas, marchas y rock progresivo, el video pasó a la historia del rock latinoamericano cuando fue televisado por Canal 13 de Chile y Radio Televisión Peruana, con la presentación del Nobel Peruano Mario Vargas Llosa. Este esfuerzo de producción conjunta demostró una vez más la profunda cultura común que une a chilenos y peruanos, iniciada -según la historiografía musical- en 1824, cuando la zamacueca limeña arriba al puerto de Valparaíso con el regreso del Ejército Libertador.
Desde entonces, la historia es rica en influencias de ida y de vuelta, pero en la actualidad las huellas quedan algo desdibujadas y cada vez se reconocen menos. El 17 de julio, a las 19:00 horas en la Sala Estación Usach de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio, se realizará la segunda edición de “Criollazo”, conferencia musical gratuita que reúne a expertos y músicos peruanos y chilenos en una conversación que tiene como fin relevar esta historia de intercambios entre la música popular y criolla de Perú y Chile.
Organizada entre la Embajada de Perú y el Departamento de Extensión Usach, esta segunda versión de Criollazo, contará además con la presentación en vivo de Sara Van, compositora e intérprete peruana radicada en España, y Javier Mardones de Los Celestinos, agrupación chilena, quienes con composiciones originales mantienen viva las influencias criollas en la música actual.
“Para nosotros como Universidad es muy relevante y nos alegra recibir nuevamente a integrantes de la comunidad peruana, ya que con estas actividades visibilizamos nuestras raíces culturales comunes. Por otra parte, esta institución a través de su línea de interculturalidad, ha trabajado para que nos consideren una segunda casa con la primera versión del Festival Cultura Migrante dedicada al Perú, la celebración de sus Fiestas Patrias, y el día de la música criolla”, dice Andrés Zúñiga, Director de Extensión Usach.
Al igual que en 2018, los expertos invitados serán los peruanos Fred Rohner, Subdirector del Instituto de Etnomusicología PUC Perú, y Sergio Salas, productor discográfico, guitarrista e investigador de Música Peruana. El docente chileno Juan Pablo González, Magíster en Musicología Latinoamericana de la U. Alberto Hurtado, será el moderador de la charla.
“Puedo dar fe de que en Chile hay un movimiento enorme de gente que quiere aprender la música criolla del Perú, y este está integrado por jóvenes con un entusiasmo que pocas veces he visto. La recepción que tuvimos no pudo ser mejor, y el cariño de la gente de Chile por nosotros y por nuestro trabajo lo sentimos sincero, lo que hizo que dejáramos todo en el escenario”, escribió para el diario El Peruano, el músico Sergio Salas como crónica de su participación en el Criollazo 2018.
Si la primera versión la conversación giró en torno a los puntos clave de intercambio e influencia criolla y se proyectó el documental “Sigo Siendo” (2013) de Javier Corcuera, la Criollazo 2 irá más allá. “Habrá un repertorio nuevo y distinto para poder mostrar otras ramas de la música criolla que se cultivan en el Perú y que han sido influencia para Chile, como son el tondero, la polka, la marinera norteña, el festejo y las décimas. Además tendremos a la cantante Sara Van y el guitarrista Javier Mardones de Los Celestinos, que nos demostrarán que toda esta cultura popular sigue vigente hoy”, resume Aída García, encargada de cultura de la Embajada del Perú.
CRIOLLAZO 2
Miércoles 17 de Julio
19:00 Horas
Sala Estación Usach
Las Sophoras 175, Estación Central
Entrada Liberada
* Ingreso por orden de llegada, 70 cupos por capacidad de sala.
“Mi música es experimental, un híbrido de todas las influencias de mi vida”
“Mi música es experimental, un híbrido de todas las influencias de mi vida”
Desde niño, Juan Manuel Quinteros (36 años) estuvo rodeado de instrumentos. Fue criado en una familia de músicos folcloristas, asistió a un colegio donde la música era el sello y hace más de 15 años que es miembro de una banda catalogada como avant-garde metal, llamada Kintral, con la que este año grabará su cuarto disco y donde el músico es el vocalista y toca una guitarra de siete cuerdas. Además, egresado del Conservatorio, Quinteros es docente en el Departamento de Música de la Universidad de Chile.
Con todo esa experiencia a cuestas, ha logrado imprimir un sello ecléctico en sus composiciones, incluso en aquellas destinadas a ser ejecutadas por orquestas de música docta. En 2017, el director de la Orquesta Clásica de la Universidad de Santiago, Nicolas Rauss, le encargó componer una cantata para el elenco que fue estrenada ese mismo año con la interpretación del Coro Usach y por la que el músico fue nominado por tercera vez a los Premios Pulsar en la categoría Mejor Artista de Música Clásica o Concierto.
La cantata “El divino soliloquio” tendrá una nueva oportunidad de ser escuchada en vivo hoy miércoles 24 de abril a las 19:30 horas en el Teatro Aula Magna. Allí será interpretada en medio de un repertorio 100% clásico: la obertura estará a cargo del “Christ factus est” (1844) de Anton Bruckner, y el cierre, del poderoso “Requiem” (1791) de Wolfgang Amadeus Mozart, su última composición estrenada póstumamente.
Simbiosis natural
La obra de Quinteros reúne dos reescrituras de La Divina Comedia de Dante, realizadas por dos poetas en distintos contextos sociales y geográficos, pero con una mirada afín: el chileno Nicanor Parra y el italiano Pier Paolo Pasolini. En la pieza, Quinteros los hace convivir en sus idiomas originales y con una música que en el concierto se verá realzada por la voz de los solistas invitados: la soprano Claudia Pereira, la mezzo Claudia Godoy, el bajo Eleomar Cuello y el tenor Brayan Ávila.
-¿Cómo fue la experiencia de componer El divino soliloquio para la Orquesta Clásica y Coro Usach?
-La verdad es que cuando la escribí me dejó muy satisfecho. Esta orquesta tiene una disposición muy positiva frente a la música nueva y los cantantes tienen una actitud también muy constructiva que se vio reflejada en la interpretación de la obra, por algo el año pasado estuve nominado por ella a los Premios Pulsar. Ahora pensé en hacer algunos nuevos arreglos, pero finalmente decidí que no había necesidad de cambiar nada, porque todo había funcionado perfecto.
-¿Por qué decidiste inspirarte en estos dos autores para componer tu cantata?
-Me interesó que ambos reescribieran La Divina Comedia desde el lenguaje, tanto Pasolini como Parra recogen el habla popular, de la calle. Pasolini trabaja con un dialecto romano y Parra lo hace desde la antipoesía. Y ambos coinciden en situar ese viaje por el infierno como una metáfora del mundo actual. Es una mirada muy universal, que yo intento transmitir a través de la música, donde los instrumentos y el coro son una especie de telón de fondo para darle presencia a la voz de los solistas.
-¿Cómo definirías tu impronta musical?
.Diría que mi música es un híbrido de todas las influencias que he tenido en mi vida. Antes tocaba jazz, luego rock y ahora hago música más experimental. Es una música muy abstracta, sonidos que provienen desde dentro y que vienen de alguna forma sintetizados en una nueva dimensión, donde todo está cohesionado, todo lo contrario a un pastiche de cosas, o por lo menos esa es mi pretensión.
-¿Cómo es tu proceso creativo?
-Es muy reflexivo al principio, antes de escribir la partitura necesito tener conciencia de lo que quiero hacer, hacia dónde irán las ideas. Pasando todo ese proceso que es bien estresante, escribir se me hace muy rápido. El divino soliloquio lo escribí en dos meses, pero empecé a darle vueltas a la idea en mi cabeza seis meses antes.
Sus composiciones han sido ejecutadas también en Europa y en EEUU. En 2017, con su obra “La caja de tensión”, se convirtió en uno de los cuatro compositores seleccionados para el 8ème Forum International des Jeunes Compositeurs (Francia), con una residencia en el Théâtre de l'Aquarium (Paris). Desde el año pasado, sus creaciones son parte de la biblioteca digital del sello francés Babelscore (www.babelscores.com/es/), que promueve las partituras contemporáneas para ser arrendadas o compradas.
En el último tiempo, Quinteros ha sido solicitado para crear partituras para diferentes elencos con gran éxito. De hecho, tras El divino soliloquio, la Orquesta Clásica Usach le estrenó, en noviembre de 2018, la obra Percusión Manifesto (concierto para vibráfono, percusiones y orquesta). Este año, el músico está trabajando en tres nuevas piezas. “Estoy recibiendo en promedio unos tres encargos por año. Acabo de terminar una obra para voz y orquesta de cuerda para la Orquesta Marga Marga, para julio tengo un encargo para instrumentos de madera de la Orquesta de Copiapó y otra para fin de año para la Orquesta Sinfónica de La Serena y oboe.
Orquesta Clásica y Coro U. de Santiago
Christus factus est, Anton Bruckner
El divino soliloquio, Juan Manuel Quinteros
Réquiem K. 626 Mozart
24 de abril, a las 19:30 horas
Teatro Aula Magna Usach
Av. Ecuador 3659, metro Universidad de Santiago
Entrada liberada e ingreso por orden llegada.
Más información y programación en www.extension.usach.cl
Ganador de premio Emmy Internacional titulado por el plantel graba nueva serie en nuestra universidad
Ganador de premio Emmy Internacional titulado por el plantel graba nueva serie en nuestra universidad
Una nueva serie ligada a los Derechos Humanos graba el director recientemente galardonado con el Emmy Internacional por “Una historia necesaria”, Hernán Caffiero Morales.
Se trata de la historia del emblemático detective fundador de la Brigada de DD.HH. de la PDI, Sandro Gaete, conocido por encabezar durante dos décadas investigaciones de crímenes ocurridos durante la dictadura, lo que permitió el arresto de Manuel Contreras y Raúl Iturriaga Neumann. También lideró la detención de Paul Schäfer.
El elenco está compuesto por reconocidos actores y actrices como Alejandro Goic, Alfredo Castro, Alejandro Trejo, Eyal Meyer, Alejandra Iturriaga y Gastón Salgado, quien interpreta al protagonista.
El proyecto está en proceso de desarrollo, por lo mismo, se encuentran en la etapa de generación de los teasers o maqueta audiovisual para presentar la historia, los personajes y el contexto. Una vez terminado este trabajo, el equipo buscará el financiamiento de la serie.
Según Caffiero, la idea de profundizar en la historia de Gaete se originó durante la producción de “Una historia necesaria”. El director cuenta que “estos detectives representan la proyección del Chile del año 90, ya que pese a su esfuerzo por investigar y reunir pruebas, muchas veces este trabajo no se condice con la labor judicial”, detalla.
“Por más que investigues y encuentres evidencia, cuando el culpable recibe penas de ocho meses, es frustrante y la opinión pública cree que no existe trabajo detrás. Pero existió y aún lo hay. Por eso creo que son historias que merecen ser contadas”, señala el director.
Locación: Universidad de Santiago
Conocido es el vínculo de Hernán Caffiero con nuestra universidad. Aquí no solo cursó la carrera de Publicidad, también fue dirigente estudiantil e integró la Feusach.
Por esto no sorprende que para su próxima producción, escogiera como locación algunos sectores de su alma mater. “La Usach tiene todo para desarrollar la serie y la comodidad para filmar aquí es fundamental”, asegura.
Además, según sostiene Caffiero, en términos cinematográficos, el plantel entrega un significativo número de propiedades y beneficios. Por ejemplo, insiste, es posible encontrar sitios de los años 70 en su interior. Asimismo, “hallamos tecnología y espacios que podemos adaptar, como las salas de clase de la EAO”.
“Por otra parte, esta es mi casa. Me encuentro con toda la gente que conozco hace años. Algunos compañeros míos están ejerciendo aquí como profesores. Ha sido muy grato regresar”, asegura.
En esa línea, también agradeció el apoyo “desde Rectoría, hasta la Corporación Cultural, pasando por el Departamento de Extensión, en temáticas que además atraviesan la historia de la universidad”.
Por último, el galardonado director afirma que “este sería un momento interesante para poder abrir puertas y dejar entrar desarrollos de proyectos culturales a la universidad, que le den visibilidad en el medio audiovisual chileno y extranjero”.
Horacio Salinas toma la batuta de la Orquesta Clásica
Horacio Salinas toma la batuta de la Orquesta Clásica
Corría 1967 y un joven de 16 años se paseaba por los patios de la Universidad Técnica del Estado (UTE) como un alumno más. Aunque estaba en su último año de colegio, Horacio Salinas (1951) pasaba la mayor parte del tiempo estudiando música y con sus nuevos amigos, todos universitarios, con los que formaría ese año Inti-Illimani, la banda que con el tiempo se transformaría en una de las más internacionales de Chile. Al año siguiente, Salinas se matriculó en la UTE en la carrera de Ingeniería Química. Sólo duró dos años.
“En mi examen final, el profesor de matemática me llamó y me dijo: ‘¿Usted qué está haciendo acá? Váyase a estudiar música al conservatorio’. Y así lo hice, al año siguiente entré a la carrera de Composición Musical en la Universidad de Chile”, cuenta Salinas. Con los años sería considerado en uno de los compositores más destacados de la música contemporánea chilena. En 2001, por desavenencias personales, dejó Inti-Illimani, donde era el principal compositor con más de 80 piezas de su autoría y en 2004 formaría Inti-Illimani Histórico, que lidera hasta hoy.
Luego de ofrecer un primer concierto en un Aula Magna repleta el pasado 27 de marzo, el compositor y presidente de la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD) retorna a los patios de la EAO este miércoles 3 de abril para ponerse al frente de la Orquesta Clásica de la Usach, cumpliendo con dos conciertos donde dirige la musicalización en vivo de la película “El húsar de la muerte” (1925), dirigida por Pedro Sienna, una de las pocas cintas chilenas mudas que se conservan en perfectas condiciones. Se trata de una partitura propia que Salinas compuso en 1996 por encargo del Ministerio de Educación y que sólo ha dirigido tres veces antes. La última vez hace siete años. “En esa ocasión toqué con 14 músicos de la Orquesta Nacional Juvenil, pero ahora es un desafío mayor. Es un honor por primera vez dirigir a tantos músicos”, confiesa.
-¿Qué tendrá de especial para tí este concierto?
-Siempre es magnífico para el público poder apreciar una cinta que es patrimonial y que muestra la artesanía de nuestra industria con un filme hecho 100 años atrás y también entender el rol que tiene la música en el cine. Tengo muchas expectativas. Lo más novedoso es que amplié la partitura de 1996, la hice más polifónica al agregar algunos instrumentos a la orquesta, como un oboe, un fagot, una trompeta y también robustecí la presencia de los arcos. Antes habían largos espacios de silencio, porque quería ser respetuoso con el sentido mudo de la película, pero decidí llenarla de música. Realmente desde que se enciende la proyección hasta el último cuadro, el público podrá oír la música. Muchos amigos músicos me han comentado que la Orquesta está pasando por un muy buen momento y eso es una alegría para la música y para la propia Universidad.
Espíritu Usach
Tras el golpe de Estado de 1973, Salinas junto a la primera formación de Inti-Illimani se exilió en Italia, donde el músico permaneció 15 años y la banda ganó visibilidad internacional con numerosas giras. En el extranjero, el compositor comenzó a trabajar en bandas sonoras de películas como “Avskedet” (1984) -filme sueco finlandés dirigido por Tuija-Maija Niskanen, discípula de Ingmar Bergman- y “La Colonia” (1985) del chileno exiliado en Alemania Orlando Lübbert, cinta que fue filmada entre Hamburgo y Madrid. Tras su regreso a Chile, en 1991, con “El húsar de la Muerte” Salinas volvió a las colaboraciones con el cine. Luego vendrían películas como “El fotógrafo” (2002) de Sebastián Alarcón y “Subterra” (2003) de Marcelo Ferrari.
-¿Cómo fue en su origen musicalizar El húsar de la muerte?
-No tenía idea de la existencia de esta película hasta 1996 y cuando la vi me pareció sorprendente. Hacer la música fue un goce grande. Es una epopeya trágica la de Manuel Rodríguez, que de alguna forma se repite en la historia de la Humanidad. Tiene algo de la historia de Cristo y del Che Guevara, una ilusión de redención que finalmente sucumbe. “El húsar de la muerte” es una película que está muy bien resuelta en su dramaturgia, cómo va conduciendo los altibajos emocionales de la historia. En ese sentido fue muy simple para mí comentarla musicalmente.
-¿Qué significado tiene para usted hoy la Usach, tomando en cuenta el pasado histórico que lo vincula a ella?
-Fines de los 60 era una época de ensoñación, de utopías y la universidad era un hervidero de energía y nuevas ideas. A diferencia de otras universidades, la UTE tenía un Departamento de Extensión Cultural (hoy Vicerrectoría de Vinculación con el Medio), que contrató a varios artistas, entre ellos, Isabel Parra, Víctor Jara y a nosotros, con Inti-Illimani. Teníamos un sueldo modesto, equivalente a unas $ 150 mil de hoy, pero eso nos abrió a la idea de dedicarnos a esto profesionalmente. Recorríamos las múltiples sedes a nivel nacional que tenía la universidad en Antofagasta, Valdivia, etc. Íbamos a cantar a poblaciones populares, a tomas de terreno. Era un ritmo intenso que de alguna manera sacó a la universidad de los muros de la academia y la conectó con la gente. La universidad iba a la vanguardia de la reforma universitaria de la mano del rector Enrique Kirberg.
Musicólogo de Radio U. de Santiago produce disco que rescata la música antigua chilena
Musicólogo de Radio U. de Santiago produce disco que rescata la música antigua chilena
Un trabajo de rescate y difusión de música antigua chilena que fue difundida entre 1920 y a finales de 1950, pero que nunca fue resguardada, realizó el musicólogo de la Radio U. de Santiago, Dr. Álvaro Menanteau Aravena, quien gracias a un Fondo de Fomento de la Música Nacional lanzó el disco doble “Chile Urbano”.
La obra considera la digitalización de 50 canciones extraídas de discos de 78 RPM, formato antiguo que se utilizaba en vitrolas, y cuyas canciones se encuentran en proceso de extinción.
La producción incluye 23 estilos musicales entre los que se encuentran tonadas, cuecas, swing, boleros, rumba, vals, tango y polca.
El proyecto, que cuenta con 500 ejemplares a la venta, fue posible gracias al apoyo de Renato Menare Rowe, contador de profesión y coleccionista por más de 50 años de discos antiguos, cilindros, fonógrafos, gramófonos y radios, quien cedió parte de su colección para que sea digitalizada.
Al respecto, el productor del CD y conductor del programa “Chile Urbano”, Dr. Álvaro Menanteau, comenta que “quise destacar la gran oferta de repertorio que mostraba el mercado de la industria musical, todo hecho por músicos chilenos. Los autores podían ser extranjeros, pero las orquestas que suenan, los que hacen los arreglos, los que cantan, son artistas chilenos”, puntualiza.
Lanzamiento y proyecto
La presentación del CD doble se realizó a finales de noviembre en dependencias del Edificio ViMe, donde el productor general, Dr. Álvaro Menanteau, reveló el trabajo realizado para crear “Chile Urbano, vol.1 y 2”, que espera continuar con la digitalización de más canciones.
Según comenta el musicólogo, el proyecto fonográfico se inició luego de que conociera a Renato Menare, con quien surgió una estrecha amistad y la idea de digitalizar algún día el valorable material que poseía.
Las 50 canciones -25 por cada volumen- fueron extraídas de los denominados discos de acetato, de tamaño grande y pesado, que se reproducían a 78 revoluciones por minuto en vitrolas antes de la aparición del vinilo.
En dicho formato sólo se podía grabar una canción por lado de un promedio de tres minutos de duración, que después de la década del 50 se convertirían en singles.
Respecto al formato, el musicólogo destaca que era “ideal para una canción, tonada, vals. La industria discográfica comenzó a funcionar con ese formato de difusión masiva. Sin embargo, hay mucho repertorio que circuló en las décadas del 20 al 50 en Chile que no fue digitalizada, actualizada y cuyas cintas-master se han ido perdiendo”, comenta.
Fue entonces cuando tras una entrevista realizada por Menanteau a Menare en su nuevo programa “Chile Urbano” en Radio U. de Santiago, retomó el contacto y el proyecto de digitalización.
La obra contiene dos CD´s con 25 canciones cada uno y un pequeño libreto a modo de reseña del proyecto y de las canciones incluidas. Además, posee una portada cedida por el prestigioso arquitecto y pintor Alejandro Balbontín Pozo, que refleja la idea de la música antigua.
El disco doble se encuentra disponible a la venta en la Radio U. de Santiago y en la disquería “Discomanía”, ubicada en Plaza de Armas de Santiago.
“Mi vínculo con los Derechos Humanos se inició en la U. de Santiago”
“Mi vínculo con los Derechos Humanos se inició en la U. de Santiago”
Una figura masculina llega hasta los estudios de Radio y Televisión de la Universidad. Con cierta timidez se asoma por la recepción donde se espera con ansias al ganador del Emmy Internacional, que además es ex estudiante del Plantel.
Los oscuros lentes de sol que cubren sus ojos no permiten distinguir de quién se trata. “¿Hernán?”, le pregunta un productor. El aludido, quien carga en sus brazos una caja de cuero, baja esta al suelo y se quita las gafas. “Sí, Hernán Caffiero”, responde con firmeza y rápidamente extrae del estuche la estatuilla característica de los premios a la excelencia televisiva.
Con sencillez, este director y guionista accede a una sesión fotográfica en el campus único antes de ingresar al estudio de televisión. Es evidente su orgullo al posar con el galardón junto a la escultura de Víctor Jara, en la fachada de la Casa Central y en los pasillos, todo ante la mirada expectante de los estudiantes.
Hernán Caffiero Morales, de 37 años, aún se siente parte de la comunidad de la Universidad de Santiago, pues así como esos jóvenes que transitan por su alrededor, el cineasta pasó seis años como estudiante y dirigente, y aquí comenzó el vínculo con los Derechos Humanos.
Emmy Internacional
El pasado 19 de noviembre, parte del equipo de “Una historia necesaria” se plantó en el escenario del Hilton Midtown de Manhattan a recibir el Emmy Internacional a la Mejor Serie Corta.
El discurso estuvo a cargo de Hernán, quien luego de agradecer a su familia, al elenco y a los familiares de las víctimas de la dictadura, envió un especial saludo a “todos los peñi que están luchando en La Araucanía”, a raíz de la muerte del joven comunero Camilo Catrillanca en el marco de un operativo policial.
Según Caffiero, sus palabras tuvieron el espíritu de un profesional egresado de la Universidad de Santiago. “Este Plantel y la vida política y social que hay dentro, me sirvieron para poder pararme en los Emmy y aprovechar esa instancia para visibilizar las violaciones a los Derechos Humanos contra los mapuche”, remarca.
Para el cineasta, el vínculo con la temática de los DD.HH se inició en esta casa de estudios. “En este lugar me formé y aprendí del mundo político y social de Chile, gracias a las realidades que convergen aquí y la historia que envuelve a nuestra universidad”, enfatiza.
“La universidad nos hace ser conscientes de todas las realidades, es un ambiente muy diverso. Por eso tenemos la posibilidad de usar nuestra voz y la palabra en cualquier escenario, más aún frente a las injusticias”, asegura el galardonado director.
Ingeniería, Publicidad y movimiento social
“Escogí la Universidad de Santiago por su historia, porque fue la UTE, y además mi padre siempre anheló estudiar aquí. Para mí era la institución más ligada a las luchas sociales y donde te enseñaban a ser obrero y no un gerente”, sostiene Caffiero.
Su trayectoria por este Plantel se inicia en 1999, cuando ingresa a estudiar Ingeniería Civil en Geografía. Sin embargo, mientras se veía rodeado de números, concluyó que escogió el camino equivocado y luego de dos años decide cambiarse a Publicidad tras volver a dar la prueba. Y apenas tuvo un acercamiento con la parte audiovisual de la carrera, supo que su vocación estaba en el cine.
Hernán se declara un estudiante “mateo”, pero asume que pudo ser mejor de no dedicar tanto tiempo a la política estudiantil. Fue presidente del Centro de Alumnos de Publicidad durante dos años, integró la Mesa Directiva de la Feusach como Secretario de Finanzas y también militó en las Juventudes Comunistas de la universidad.
“Más allá de las aulas, yo aprendí y me formé fuera de ellas, en los pastos, en la EAO, en el Patio Los Naranjos, en el Tecno. Tengo recuerdos en cada uno de esos lugares, para mí era mi segunda casa”, señala.
Caffiero asegura que los mejores amigos los hizo en el Plantel, formando “hermandad y compañerismo, porque independiente de la procedencia, éramos todos pares y luchábamos por la misma causa”.
Como dirigente, destaca que uno de sus grandes logros fue “erradicar la desidia que había en los primeros años de transición. Teníamos una carga muy grande como Federación, considerando que en aquella época, después de la detención de Pinochet en Londres, recién comenzamos a ver algo de justicia en este país”.
Alma usachina
“Después de Publicidad, seguí estudios de Cine en la U. de Chile, en la Católica y en la Finis Terrae, pero no puedo sacarme la camiseta de mi alma mater, ya que nada se compara a lo que viví en esta universidad”. Con estas palabras, Hernán grafica el cariño y pertenencia que siente hacia la U. de Santiago.
Por eso no duda al responder, lo que según él, caracteriza a un estudiante o egresado de esta Universidad: “Somos aperrados, somos estudiantes conscientes de cómo es la realidad porque no vivimos en una burbuja”.
En esa misma línea, puntualiza que también “tenemos las capacidades técnicas, profesionales e intelectuales para desarrollarnos en cualquier lugar y no esperamos que alguien haga el trabajo por nosotros”.
De acuerdo a Hernán, en esta universidad se unen aquellas personas que deben luchar para sacar adelante sus estudios, algunos incluso trabajando en paralelo. “Somos hombres y mujeres que van de frente, sabemos lo que significa trabajar y lo que cuesta”, recalca.
En ese sentido, el publicista llamó a los egresados y futuros profesionales “a nunca perder la esencia y la identidad de la U. de Santiago, pues nosotros debemos aportar desde ahí, evitando que las diferencias cambien nuestro espíritu de luchar por una sociedad mejor”.
“No debemos postergar lo que nosotros creemos en función de una lógica diferente a lo que conocemos”, argumenta y agrega que es necesario “no sentirse nunca menoscabados por venir de abajo, al contrario, nosotros tenemos calle y conocimiento de la vida real, y eso es lo que tenemos que aportar en los lugares que nos desempeñemos”.
Con ajiaco santafereño parte Festival de Cultura Migrante que celebra a Colombia
Con ajiaco santafereño parte Festival de Cultura Migrante que celebra a Colombia
“En Colombia tenemos muchas regiones y cada región tiene su propia gastronomía”, explica la chef colombiana Elba Caicedo mientras vierte crema de leche y alcaparras sobre una sopa a base de pollo, mazorca y papas. Ajiaco santafereño es el nombre de este plato, típico de Bogotá, con que partió la Semana Gastronómica Colombiana en el Casino Central de la Universidad de Santiago.
“Tiene un sabor ácido y, además, uno no acostumbra comer caldos con crema. Es distinto, pero muy rico”, considera la estudiante de Psicología del plantel Claudia Jerez, quien almorzó junto a tres compañeras de carrera que valoran la iniciativa que se desarrolla en el casino. “Es bueno tener otras culturas en el país”, “es integración”, son algunas de sus impresiones.
La Semana Gastronómica se extenderá hasta el viernes, desde las 13.00 hasta las 15.00 horas, en este espacio ubicado al interior de la Escuela de Artes y Oficios de la casa de estudios. Por dos mil pesos o con beca Junaeb, los asistentes podrán degustar preparaciones como arepas con carne mechada (miércoles), pescado frito (jueves) o frijolada (viernes) junto a un vaso de agua de panela.
Caicedo, quien estará encargada de dirigir al equipo de cocineros del casino hasta el 9 de noviembre, es embajadora oficial de la gastronomía del Pacífico colombiano y ganadora del concurso de cocina patrimonial del Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio.
Festival
La Semana Gastronómica Colombiana es una de las tantas actividades que contempla el Festival de Cultura Migrante de la Universidad de Santiago, que en su segunda versión busca reconocer el aporte de la comunidad colombiana a nuestro país. De acuerdo al último Anuario Estadístico Nacional (2015) disponible en la web del Departamento de Extranjería y Migración, los colombianos representan una de las diez comunidades más grandes de extranjeros en Chile.
“Contribuir al desarrollo de Chile implica comprometerse con el respeto y tolerancia hacia las personas que provienen de otros países, porque de ellos también aprendemos”, sostuvo el Rector del plantel, Dr. Juan Manuel Zolezzi, durante la inauguración del festival que se realizó el lunes en el Salón de Honor.
Tras su intervención, la Vicerrectora de Vinculación con el Medio de la institución, Dra. Karina Arias, valoró las distintas acciones que se desarrollan en la universidad en materia de migración.
Entre las iniciativas, destacó el proyecto “Español para haitianos”, del Departamento de Lingüística y Literatura, donde estudiantes realizan su práctica inicial docente enseñando el idioma a extranjeros de ese país. También, una investigación del académico de la Escuela de Arquitectura Dr. Alexandre Carbonell, que analiza el mercado informal de arriendo de viviendas colectivas para personas migrantes y detecta espacios de crisis en comunas como Estación Central o Quinta Normal. “Queremos contribuir de forma real y efectiva a una mejor sociedad”, sostuvo.
Por su parte, el Director del Departamento de Extensión, Andrés Zúñiga, se refirió a los desafíos pendientes en la materia y el rol que juega el festival ante estas problemáticas. “A veces, se acepta que en nuestro país convivan muchas culturas, pero siempre con una predominante que define qué es lo que se permite y qué es lo que no. Sin embargo, para buscar ser un país intercultural, tenemos que cambiar esa mirada”, señaló.
En la inauguración, también participó la lingüista mapuche, académica del plantel, Dra. Elisa Loncón. “La democracia, ejercicio del poder de las mayorías, es insuficiente para abordar las relaciones interculturales, porque ello implica el derecho de las minorías”, afirmó. “Los pueblos indígenas, al estar en condiciones minoritarias, no somos reconocidos”, criticó.
Finalmente, la Encargada de Cultura de Perú en Chile, Aída García, valoró que la primera versión del Festival de Cultura Migrante, que se realizó el año pasado y acogió a más de nueve mil asistentes, estuviera dedicado a su país. “Estos espacios permiten darnos una visión humana de la migración y recordar la ascendencia común”, concluyó.
Todas las actividades del festival se encuentran en el link /bit.ly/2AyrxlO