Académica estudia nuevas formas de extender vida útil de los alimentos
- Con recursos aportados por Fondecyt, la investigadora del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la U. de Santiago, Dra. Silvia Matiacevich, busca optimizar el efecto del alginato bioactivo en los insumos comestibles.
El alginato es un compuesto natural que proviene de las algas, con el cual se puede formar gel y películas para recubrir los alimentos. La Dra. Silvia Matiacevich busca prolongar el efecto de este agente en los insumos comestibles, logrando que éste se libere de modo periódico.
La académica explica que utilizarán estos insumos antimicrobianos naturales para lograr una liberación controlada en el tiempo, porque actualmente sólo se inhibe el crecimiento de microorganismos los primeros días. “Queremos a partir del encapsulamiento de estos compuestos, aumentar la vida útil de la película y, por tanto, del producto. De esta manera se inhibirá el crecimiento de hongos por mucho más tiempo que lo que se ha logrado hasta hoy”, indica.
Este proyecto mide la utilización de distintos compuestos que permitan encapsular el agente antimicrobiano, evaluando, además, la estabilidad de la emulsión de los mismos en esta película de alginato. Por otra parte, se testearán tanto las propiedades físicas de las películas, como el pH, la humedad y la variación según la humedad relativa del ambiente y la temperatura como las propiedades antimicrobianas de los mismos durante su almacenamiento.
La primera etapa estará asociada al estudio de la estabilidad de las emulsiones, y a “establecer cuáles serían los mejores encapsulantes para los distintos antimicrobianos que vamos a utilizar. Debemos saber cuáles son estables y qué tamaño de gota debe tener la muestra para hacer una buena película que tenga algunas propiedades físicas y antimicrobianas determinadas”, afirma la investigadora.
Durante el segundo y tercer año se analizarán las propiedades antimicrobianas y el efecto de los distintos factores de humedad, PH y temperatura de las películas, con sus propiedades físicas, examinando el comportamiento de los agentes antimicrobianos con el tiempo.
Además de prolongar la vida útil de los productos recubiertos con estas películas, la innovación de este proyecto radica en que esta aplicación se complementará con la realización de estudios fundamentales en el área de nanoencapsulamiento, que hasta la fecha son inexistentes. “No hay en este momento estudios sobre liberación controlada, de antimicrobianos nano o microencapsulados, sino sólo sobre emulsiones que se hacen, miden, pero no hay un estudio básico que comprenda cómo realmente actúa este proceso”, destaca Matiacevich.
El estudio cuenta con la colaboración del académico de Ingeniería en Química, Rubén Bustos, quien es el co-investigador; además de estudiantes de magíster y pregrado de Ingeniería en Alimentos de este Plantel.
Por Scarlet Alarcón.