Proceso de Autoevaluación
A partir del 2019, la Universidad de Santiago de Chile comenzó a elaborar un proyecto que buscaba modernizar los recursos para la docencia remota de sus programas de pregrado. Sin embargo, la llegada de la pandemia aceleró esta transformación digital ante la urgencia de dar continuidad al proceso formativo del estudiantado.
Así surge, desde la Prorrectoría, el proyecto Creación Entorno Virtual Usach 2020, iniciativa con la cual nuestro Plantel avanza sostenidamente en consolidar la educación a distancia, a través de la unificación de la forma de abordar este desafío para la docencia.
De acuerdo al prorrector Dr. Jorge Torres Ortega, se buscó "dar una respuesta corporativa a este problema para entregar una estructura organizacional que permita apoyar directamente al cuerpo docente".
Etapa de consolidación
El proyecto ofrece a las Facultades, a la Escuela de Arquitectura y al Programa de Bachillerato, metodologías y herramientas específicas para favorecer el proceso educativo remoto de los programas de pregrado, postgrado y educación continua.
Para su puesta en marcha, la Universidad de Santiago ha invertido este año alrededor de 2.500 millones de pesos, cifra que incluye la contratación de profesionales, equipamiento y licencias en las unidades académicas, entre otros.
Los nuevos profesionales fueron capacitados por el Dr. Juan Silva Quiroz, director del Centro de Investigación e Innovación en Educación y TIC (Ciiet), para acompañar al cuerpo docente en la virtualización de las asignaturas.
"Actualmente hay más de 30 profesionales, entre diseñadores instruccionales y gráficos, insertos en cada una de las unidades, los que a su vez, cuentan con el equipamiento y las licencias correspondientes para su labor", explicó la directora de la Dirección de Desarrollo Institucional, Dra. Camila Burgos Leiva.
Asimismo, detalló que nuestra Universidad trabaja con los siguientes softwares tras la adquisición de las licencias respectivas: Zoom, Jove, Suite Adobe, vSim, Body Interact Digital Classroom, Matlab, Canvas y Moodle UVirtual.
"Para la Institución, se trata de un proyecto a largo plazo que busca instaurar ciertas características de la docencia virtual en las unidades y así poder solventar el proceso que, sin duda, es un enorme desafío", agregó.
En ese sentido, la Dra. Burgos enfatizó que "nuestra meta es de aquí a fines del 2021, tener virtualizadas el 100% de las asignaturas de todas las Facultades, la Escuela de Arquitectura y el Programa de Bachillerato en Ciencias y Humanidades".
Consciente de los desafíos que impone la salud y la actividad física en la población, la Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y Salud, Entrenador Deportivo, con 18 años de historia, se caracteriza por formar profesionales reconocidos por su labor basada en la evidencia científica contemporánea, la comprensión de las distintas necesidades de la población y su estrecho vínculo al ámbito social.
Los estudiantes se forman como expertos en planificación y evaluación de los procesos de entrenamiento deportivo y con un alto nivel de compromiso con la política pública deportiva a nivel municipal, regional y nacional.
Según explica el jefe de carrera, Hans Reinike Moya, esta carrera abarca un ámbito relativamente joven en estudios superiores “en Chile y el mundo, pero que cada día despierta más interés de los jóvenes que desean desempeñarse en lo que es su pasión”.
Por otra parte, también el nuevo siglo “ha aumentado la demanda del mercado de la actividad física, el deporte y la salud, por profesionales de excelencia” que la U. de Santiago, en la vanguardia, se ha dedicado a formar.
Versatilidad en el ejercicio de la profesión
Antonella Pascualetti Reyes, alumna de primer año de la carrera, recuerda una visita pedagógica a la U. de Santiago que realizó cuando estaba en el colegio. “Me entregaron un folleto donde encontré por primera vez la carrera de Licaf con mención de Entrenador Deportivo, y me agradó mucho la idea de una base más científica y biológica”.
De esta forma –añade- “comencé a considerar mis experiencias a lo largo de los años y llegué a la conclusión que la actividad física y el deporte siempre han sido una constante en mi vida. Desde niña estuve en talleres escolares deportivos, practiqué equitación durante siete años y luego comencé a participar en un club de balonmano hasta el inicio de la pandemia”, por lo que se decidió por la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y Salud con mención en Entrenador Deportivo.
Por su parte, Israel Medina, egresado el año 2018, comenta que “siempre quise ser entrenador, me llamó la atención dirigir un equipo deportivo y en algún momento llegar a ser seleccionador nacional de algún deporte”. Sin embargo, su decisión mutó con el tiempo: “Mientras avanzaba y con los distintos ramos que se presentaban, el área administrativa me llamaba más la atención, por ende hoy estoy vinculándome con esa área”, cuenta.
Israel ejerció entre los años 2018-2019 como preparador físico del Seleccionado Nacional de Rugby Femenino, prestó apoyo administrativo en la Federación de Rugby y hoy es entrenador (ad honorem) del equipo deportivo de Ultimate Frisbee Clovers, lo que deja en manifiesto lo versátil que es esta carrera.
Reinike reafirma lo anterior. “En los últimos años el campo laboral se ha ampliado muchísimo debido a la demanda del mercado”. Además, cuenta que sus principales espacios de inserción son “federaciones olímpicas, clubes deportivos profesionales y amateur, corporaciones municipales de deporte, cadenas de gimnasios, centros deportivos, cajas de compensación, servicios de salud, programas deportivos del IND - MINDEP”, además del “ejercicio libre de la profesión en área de la actividad física, el entrenamiento, deporte, proyectos y gestión deportiva”, puntualiza.
La egresada y ahora académica de la carrera, Francisca Flores, quien imparte la asignatura de Deportes Colectivos: Voleibol, destaca que esta carrera está acreditada y que el y la entrenador/a deportivo/a puede desenvolverse tanto en el área pública como privada sin distinción. Además, nuestra Casa de Estudios es “la única que entrega un título universitario, formando profesionales y no técnicos”.
Docencia desde la experiencia personal para la excelencia
Francisca Flores, quien es especialista en voleibol, enfatiza la importancia de enseñar desde la experiencia personal, donde los docentes de la carrera poseen amplia trayectoria en sus especializaciones. “La planta docente la componen profesionales especialistas en sus áreas que no solo tienen una vasta experiencia en la investigación y gestión, sino también, en el ámbito deportivo, entregando experiencia y plasmando sus principales hallazgos clase a clase”.
En esta misma línea, la malla curricular entrelaza lo teórico del deporte con su lado práctico. “Él y la estudiante no sólo posee herramientas teóricas sino que es capaz de aplicar las diferentes asignaturas en sus prácticas que se realizan en clubes de renombre en el ámbito deportivo, además de desarrollar el trabajo en equipo, habilidad cada vez más importante”, añade.
Antonella Pascualetti, quien ha vivido su primer año de Universidad de forma online relata que “ha sido una experiencia grata”, donde “ha habido un marcado interés por enseñarnos”. Además, recalca que ha podido observar que “gran parte de las materias van enfocadas a una base científica, tanto biológica, como química y hasta física, siendo esto su principal diferencia con otras carreras del área”.
Estas razones se suman a lo que Israel Medina destaca del sello social que tiene la Universidad: “la vibra y el sello personal que tiene, te forma como una persona integral, con valores y conocimientos aptos para pertenecer y/o liderar cualquier proyecto, desde lo humano”.
Para mayor información acerca de la carrera visita: https://www.admision.usach.cl/Entrenador-Deportivo
Te invitamos a ver en este video el importante proceso de políticas, estructuras y mecanismos que se evaluaron respecto al desempeño de nuestro Plantel.
Convertido en un polo de atracción para la oferta formativa, capital humano avanzado y de vinculación con el medio, el edificio que alberga al Centro de Estudios de Postgrado y Educación Continua (Cepec) de la Universidad de Santiago, ha permitido marcar presencia institucional y proyectar la imagen corporativa en el sector oriente de la capital.
En sus 2 mil 192 metros cuadrados se distribuyen cuatro salones para más de 30 personas; tres salas para grupos de más de 15 personas; igual número de aulas de estudio para grupos reducidos; una sala de Cowork diseñada para 30 estudiantes y una biblioteca de medios de 90 metros cuadrados, destinada a beneficiar a más de 450 usuarias/os diariamente.
La construcción de tres niveles era un compromiso adquirido en el plan de fortalecimiento de Postgrado, que apuntaba a incrementar la capacidad disponible de infraestructura para estos programas y también para educación continua, con miras a dar solución a un mayor público interesado en acceder a continuar estudios.
Para el Dr. Cristian Parker, vicerrector de Postgrado, la edificación del sector oriente significa más que un aumento en metros cuadrados. “No es una simple infraestructura, es también un nuevo concepto de presencia de los postgrados y de la proyección de la educación continua en el marco de la ciudad, dado que se ubica en un sector geográfico que está bastante alejado del Campus. La presencia de la Universidad a través de este Centro posibilitará acceder a cursos y programas de postgrados a una población que anteriormente no llegábamos”, sostiene.
Esta visión es compartida por el Mg. Juan Carlos Espinoza, decano de la Facultad de Ingeniería, quien cree que el Cepec “abre una oportunidad muy importante, ya que permite también capturar públicos distintos que por tiempo y distancia no alcanzaban a viajar a Estación Central. Ahora podrán, conocida la calidad de la Universidad de Santiago en términos de postgrados y educación continua, acceder directamente a un espacio próximo a su lugar de trabajo y residencia”.
Adquirido en 2015, se inauguró en mayo de 2019 como un espacio complementario al Edificio de Postgrados, ubicado al interior de nuestro Campus, el cual cuenta con 10 salas de clases.
Las edificaciones proveyeron aulas exclusivas para los programas de postgrado y educación continua que eran parte del plan de mejoras del Plantel, con miras a fortalecer el área de Postgrado, proyectando su alcance más allá de los límites territoriales de la comuna donde se instala el Campus y ofertar especializaciones en distintos puntos de la ciudad.
“Estamos incrementado la disposición de infraestructura para el postgrado de manera sustantiva”, afirmó el vicerrector Parker acerca de los inmuebles que suman 3.470 metros cuadrados a 2019 y que demuestran los significativos avances que ha tenido el área a dos años de la creación de la Unidad Mayor.
Apoyo a la docencia virtual
La expansión del COVID-19 modificó múltiples iniciativas y funciones que hasta antes de la pandemia se entendían supeditadas a la presencialidad como, por ejemplo, las actividades de docencia a las que rápidamente nuestra Universidad pudo adaptarse facilitando la realización de clases virtuales o en línea, gracias a un trabajo mancomunado entre los distintos estamentos de la Corporación.
En esa dirección, una treintena de programas de Doctorado y Magísteres Académicos y Profesionales comenzaron su proceso de conversión a la virtualización, y a contar de 2021, trece de ellos comenzarán a impartir clases en las modalidades semipresencial (b-learning) o enteramente virtual (e-learning), convirtiéndose en un hito para el área y nuestra Casa de Estudios.
Para enfrentar de manera óptima este nuevo desafío, la Vicerrectoría de Postgrado proyectó para el 2021 utilizar ambos edificios como puntos de soporte para dictar las asignaturas de manera virtual. En el caso del Edificio de Postgrados (dentro del campus) “estamos en proceso de habilitar dos salas audiovisuales para fortalecer y apoyar la docencia a distancia ; además, vamos a contar con las instalaciones de Cepec que será un punto de apoyo muy importante para esos procesos de virtualización de la docencia”, concluyó el Dr. Parker.
La invitación es a conocer más de nuestra Universidad y las implicancias de este logro en el siguiente video.
En relación al Proceso de Acreditación del año 2014, la Universidad de Santiago ha avanzado de manera enérgica y equilibrada en sus grandes desafíos, entre los que destaca la mejora de la calidad de vida estudiantil.
En ese sentido, de acuerdo a los datos del Informe de Autoevaluación Institucional, en el último periodo, el Plantel ha aumentado considerablemente iniciativas relacionadas con la promoción de la salud con un foco en la salud mental, la formación integral y la gestión de beneficios.
Respecto a este último ítem, la Usach aumentó de 3.654 (en 2014) a 23.440 (2020) el número de beneficios de carácter arancelario, destacando las becas Propedéutico U. de Santiago-Unesco, Puntaje Nacional, Complementaria U.de Santiago, Excelencia Deportiva, Hijo/a Funcionario/a, entre otras.
Nuestra Casa de Estudios cuenta con un sistema consolidado que vela por promover una calidad de vida universitaria integral, con una amplia oferta de actividades culturales, deportivas, servicios de atención psicológica, social y de salud, la que aporta a la formación integral de los estudiantes.
Apoyo en pandemia
Desde marzo nuestra Universidad ha realizado históricos esfuerzos para enfrentar las consecuencias de la crisis sociosanitaria. El apoyo integral a las y los estudiantes destaca entre estas inéditas iniciativas.
En esa línea, la Vicerrectoría de Apoyo al Estudiante ha jugado un rol fundamental a través de todos sus Departamentos. "Nuestro compromiso es con el estudiantado y en ese sentido, hemos cumplido con adaptarnos al contexto actual, con esta nueva manera de hacer las cosas, induciendo cambios que permitan optimizar el sistema", puntualizó el vicerrector Dr. Bernardo Morales.
"En una contingencia de esta envergadura, es esencial el compromiso de todas y todos para hacer frente a lo que viene en los distintos aspectos, pero principalmente, el que tiene que ver con el bienestar emocional, psicológico y social de las personas", agregó la autoridad, destacando el trabajo de todas las unidades que componen la VRAE.
Sin ir más lejos, el Departamento de Calidad de Vida Estudiantil adaptó de manera progresiva sus servicios al formato online. Psiquiatría, salud sexual y reproductiva, medicina, son parte de lo que actualmente ofrece la Universidad en telemedicina.
De acuerdo a cifras entregadas por la Unidad de Atención de Salud, entre abril y octubre de este año se contabilizan 2.247 atenciones en el Centro de Salud.
La salud mental del estudiantado también es parte de las inquietudes primordiales de nuestra Casa de Estudios, entendiendo que el acompañamiento integral es clave en el actual escenario. Para asegurar la atención de quienes lo requieran, se dispuso el servicio de telepsicología, para consultas tradicionales y de primeros auxilios psicológicos.
Asimismo, se aumentó la cantidad de profesionales disponibles, y desde marzo a octubre, el equipo ha realizado 3.478 atenciones.
Al mismo tiempo, se han desarrollado una serie de insumos educativos, charlas y conversatorios sobre salud mental, alimentación saludable y salud física. Esto, además, con el apoyo de las redes sociales de la Vicerrectoría, y una positiva recepción de parte del estudiantado.
Por otra parte, y con el objeto de poner a disposición las herramientas necesarias para que las y los estudiantes puedan tener una adecuada conectividad, la Usach ha otorgado a la fecha más de 3.000 becas de conectividad, cubriendo la demanda de quienes lo han requerido.
Cabe destacar que, entre los hitos importantes, está la creación del Comité de Atención Integral COVID-19, instancia compuesta por un equipo interdisciplinario de profesionales de la VRAE y VRA, y la asesoría de la Dirección Jurídica, con el objetivo de acompañar de manera integral a las y los estudiantes.
La carrera de Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y Salud / Terapeuta en Actividad Física y Salud, nace en el 2002 como un proyecto que tiene como objetivo formar profesionales que se especialicen no solo en el tratamiento de las diferentes patologías asociadas al sedentarismo y malos hábitos alimentarios, sino también en la prevención a través de la actividad física.
Este plan de estudios, tal como explica el jefe de carrera, Mario Ríos Riquelme, tiene la misión “de estar al servicio de la sociedad. Debe desarrollar la conciencia crítica en un ambiente pluralista, enfatizando en la formación integral de los estudiantes y su adecuada inserción a la realidad nacional e internacional”, lo que se evidencia con las pre prácticas desde el segundo año de carrera y prácticas profesionales que realizan los estudiantes en diferentes centros comunitarios y de salud.
Además, también participan en operativos de salud durante toda su carrera, lo cual “les entrega una visión de la realidad y les permite ir teniendo una responsabilidad social y una disposición a generar ambientes favorables de trabajo, de respeto y tolerancia por la diversidad”, sostiene.
Formación distintiva e integral
Cristian Muñoz Campos, egresado de la carrera el año 2007, se desempeña desde hace 11 años como encargado de la gestión de la Dirección de Salud de la Municipalidad de Pedro Aguirre Cerda. “Elegí la carrera porque contiene el ámbito de ciencias de la salud y además la riqueza del ejercicio físico. Es así como conocí Terapia en Actividad Física, que vinculaba lo mejor del ámbito del ejercicio, pero para la salud”, recuerda.
Los Terapeutas en Actividad Física y Salud, tal como su nombre lo dice, tienen la particularidad de mezclar conocimientos de la salud con la parte práctica del ejercicio físico, por lo que poseen una mirada integral. Esto se relaciona con lo que Cristian Muñoz destaca de la carrera. “La variabilidad y herramientas técnicas de alta calidad, el ejercicio físico basado en la evidencia y la alta capacidad de conocimiento de sus docentes, hace que la actividad física y el ejercicio tengan sentido lógico, con los por qué y para qué de manera estratégica”.
María José Aburto, estudiante de quinto año de la carrera, afirma que “tenemos formación en anatomía, fisiología y en neurofisiología, que son cursos igual complicados, pero también tenemos deporte y actividad física”. Así, estos profesionales son capacitados para la evaluación, prescripción y control del ejercicio físico en todo el curso de vida y acorde a las patologías de cada persona, lo cual relaciona directamente la buena salud con la actividad física.
La formación, según comenta el académico Andrés Moreno Villafaña, “es muy potente en las ciencias biológicas de la salud, en programas de mantenimiento y recuperación de la salud y también actúa con absoluta propiedad en el campo de la prevención.” Esta es una característica que distingue a la carrera de cualquier otra a nivel nacional, ya que “mientras el terapeuta es experto en la parte preventiva, el kinesiólogo tradicionalmente ha estado formado para la acción recuperativa. Eso marca la diferencia entre uno y otro profesional”, precisa Moreno.
Estos terapeutas se caracterizan por desempeñarse en diferentes escenarios profesionales, siendo capaces de integrar equipos de trabajo multidisciplinarios, para desarrollar y ejecutar programas de prevención, mantención y mejoramiento del bienestar humano, por lo que “se integran a equipos de salud, de educación y deportivos desde su campo de acción del ejercicio para la salud”, añade el académico.
Cercanía en la educación y ejercicio de la profesión
Por otro lado, María José Aburto relata aspectos que la motivaron a optar por esta carrera mientras se encontraba cursando el Programa de Bachillerato en Ciencias y Humanidades de nuestra Universidad, relacionados a la labor humana. “Me interesaba estudiar una carrera en la que yo estuviera en contacto con las personas para poder ayudarlas. Una compañera de la Universidad me comentó que trabajaban también con niños con capacidades diferentes y eso me llamó mucho la atención, porque siento que tienen mucho menos opciones para realizar ejercicio físico de una manera segura”, afirma.
La estudiante destaca “la cercanía de los docentes, nuestro director de escuela y nuestro jefe de carrera que están constantemente preocupados de nosotros”. Esto se evidencia en el reducido grupo de estudiantes, con 20 cupos por generación, lo que permite una enseñanza mucho más personalizada y efectiva que fortalece “la unión que hay entre colegas, ya sea entre estudiantes como también entre egresados, que además te enseña de empatía, responsabilidad hacia la sociedad y que el ejercicio es el mejor medicamento que se le puede recetar a una persona que tiene patologías”, puntualiza.
Para mayor información sobre la carrera visita: https://www.admision.usach.cl/Terapeuta
El diagnóstico de que el PIB nacional se ve afectado negativamente por el bajo ingreso de mujeres a carreras universitarias relacionadas con Ingeniería y Ciencias, está confirmado. Ante esta situación, son muchos los organismos estatales que han hecho ver esta realidad a las Casas de Estudios universitarias, y les han pedido poner urgencia a la discusión y ejecución de acciones concretas.
A la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Santiago de Chile, ingresa, aproximadamente, un 30% de mujeres y un 70% de hombres a sus carreras, por lo que urgían medidas concretas para que esa diferencia en los porcentajes disminuya con el tiempo.
Las brechas horizontales se observan en un acceso y permanencia diferencial por áreas y disciplinas, donde las mujeres postulan a carreras relacionadas a su rol tradicional de cuidados, desempeñándose menos en las áreas STEM. De hecho, en el texto de la Ley sobre Universidades del Estado, se releva la equidad de género como uno de los “principios vinculantes que guían el quehacer de las universidades del Estado".
Y una de esas acciones, en esa línea, fue trabajar en cupos especiales para el ingreso de mujeres en la admisión 2021. La propuesta de la Facultad de Ingeniería fue encabezada por la vicedecana de Docencia y Formación Profesional de la Facultad, Dra. Rosa Muñoz, en colaboración con la Dra. Carolina Bonacic, académica del Departamento de Ingeniería Informática y directora de “Atómicas, mujeres en Informática”, las que junto a las subdirecciones de Relaciones Nacionales y de Calidad, definieron la propuesta que fue aprobada en las instancias de Consejo de Facultad y Consejo Superior de Docencia.
En línea con futuros criterios de acreditación
La incorporación de la variable "género" en la definición de los estándares, por parte de la CNA, será prioritaria para avanzar en el espacio que merece el talento femenino en las instituciones de Educación Superior en Chile.
La Facultad de Ingeniería ya aprobó su plan estratégico 2020-2030, el cual define un fortalecimiento del rol de mujeres en Ingeniería, a partir de la implementación de la política de igualdad de género que va acorde a los desafíos nacionales e internacionales, junto con describir un fortalecimiento de mecanismos y el desarrollo de procedimientos que propicien la retención y titulación oportuna. Estos cupos de ingreso para mujeres, forman parte de estos objetivos.
“Esta vía diferenciada de admisión, busca aumentar la incorporación de mujeres en Ingeniería, con la finalidad de capturar talentos femeninos que se atrevan a dar soluciones, generar conocimiento y aportar al desarrollo de tecnologías” señaló la Dra Bonacic.
Para la vicedecana de Docencia y Formación Profesional, Dra. Rosa Muñoz, esta decisión tomada por el Consejo de Facultad “es una acción concreta y positiva frente a una realidad que nos trasciende como país, y que es la baja presencia de las mujeres en las áreas de tecnologías. Queremos atraer el talento femenino, pues reconocemos su capacidad para sacar adelante con éxito una carrera universitaria y ser un aporte a la sociedad”.
En el escenario actual, donde la inclusión, el pluralismo y nuevas perspectivas son condiciones necesarias para el desarrollo del presente y futuro, y dada la complejidad de los desafíos que el siglo XXI presenta, la incorporación de mujeres propicia la diversidad al interior de la Facultad, con el objetivo de incorporar nuevas miradas para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el campo de la Ingeniería.
Esta propuesta de cupos de ingreso especiales para mujeres apela, además, a cuatro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, a los cuales adscribe el PEI institucional: educación de calidad, igualdad de género, trabajo decente y crecimiento económico y reducción de las desigualdades.
¿En qué se ha traduce este crecimiento? Revísalo en el siguiente video: