Una escasa participación se registró el pasado domingo en el marco de las primeras primarias municipales financiadas con fondos públicos. De un universo de electores de 5.067.812, solo un 5,5% concurrió a votar, lo que reflotó el debate entre personeros políticos respecto a si se debe reponer el voto obligatorio.
Sobre esto, el cientista político de la Universidad de Santiago, Rodrigo Osorio, considera inconveniente volver al sufragio bajo esta modalidad. “El voto es una obligación de los ciudadanos y fue una mala idea implementar el voto voluntario, pero hoy sería una mala decisión volver al sufragio obligatorio, en tanto nos encontramos en un contexto de alta desafección política y baja identificación por los partidos, lo que se puede traducir en un alto acarreo de votos y un fuerte clientelismo”.
El académico de la Escuela de Periodismo del plantel estatal explica que “dado que el vínculo que existe entre ciudadanos y autoridades no es muy fuerte -no es un nexo programático-, el voto obligatorio se puede prestar para que este vínculo se vuelva más bien clientelar, lo que facilitaría el acarreo de votantes”.
Para el experto, la causa de la baja participación se debe a que “la gente no se siente atraída por los partidos y dichos partidos no están pensando en las personas, sino en sus propios intereses”.
“El hecho de que la participación electoral venga cayendo desde hace varios años, en particular desde 2012, en que se instaura el voto voluntario, puede afectar la participación en las municipales. Si miramos la tendencia a la baja de los últimos años, la participación electoral en las próximas municipales será menor a la elección presidencial anterior”, proyecta.
Respecto a las críticas al Servicio Electoral por su supuesta responsabilidad en la baja participación, Osorio enfatiza que “al Servel le cabe poca responsabilidad ya que este es un proceso de primarias, para resolver pugnas de candidaturas de los partidos políticos. Son estos últimos los responsables de convocar a votar y no el Servel”, subraya.
¿Cómo motivar la participación electoral?
“La oferta de los partidos debe ser más atractiva, pero esto no implica ni una renovación de partidos ni crear nuevos partidos políticos. Lo importante es fortalecer los que existen, más que crear otros nuevos”, sostiene el cientista político.
Osorio indica que lo primero es “profundizar los vínculos programáticos entre electores y autoridades. Eso solo se logra a partir del fortalecimiento de los partidos políticos”.
Por ello, sostiene que se deben fijar metas a mediano y largo plazo, como “fortalecer la educación cívica desde los primeros ciclos de educación e impulsar una normativa que aporte de verdad al financiamiento y fortalecimiento de los partidos”, además de medidas de corto plazo que incentiven concretamente la participación. Por ejemplo, “liberar el pago del transporte público los días de elecciones”, señala.
“Una de las cosas que tienen que asegurarse los Estados es tener partidos políticos fuertes, y eso solo se hace asegurando el financiamiento permanente de estos. No basta tener partidos políticos financiados cada cuatro años. Solo con partidos políticos fuertes puede evitarse el surgimiento de liderazgos populistas”, advierte.