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A través de una herramienta de estudio, el académico Osvaldo García de la Cerda busca revolucionar los paradigmas tradicionales que regulan la alta gestión organizacional, avanzando en el reconocimiento de las oportunidades que entrega una nueva comprensión del fenómeno.
Por años se ha privilegiado la idea que el diseño y la operación de las organizaciones es un problema de carácter lógico, olvidando el papel que desempeñan las personas dentro de ellas. Esta visión ha llevado a Osvaldo García de la Cerda, académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la U. de Santiago, a diseñar y desarrollar el proyecto Dicyt: “Uso de herramientas para la efectividad organizacional”.
Esta iniciativa tiene como objetivo la creación de nuevos instrumentos organizacionales que ayuden a observar y transformar la relación entre la acción de las personas y el rendimiento de la organización. El resultado de su aplicación puede mejorar el desempeño, habilidades y convivencia de los miembros de la organización, con énfasis en quienes ostentan cargos gerenciales y directivos, por su responsabilidad de liderazgo.
El esfuerzo apunta al desarrollo de una tecnología para la acción organizacional, que rescata el valor de lo humano, ayudando a solucionar los diversos problemas que deben enfrentar los responsables de empresas, gobiernos y comunidades.
Osvaldo García afirma que hay un sobre-abuso del pensar lineal sustentado en métodos de las ingenierías. “Frente a las limitaciones de esta perspectiva y sus fracasos, emerge la gestión de lo humano, aspecto oculto en gran medida en la formación ingenieril. A través de estas nuevas herramientas se puede promover la formación de habilidades gerenciales y directivas con alto impacto en las empresas, lo que hemos observado como una oportunidad para nuestros estudiantes”, plantea el académico.
Programa RIHPLA
García comenta que existe un programa llamado Rihpla (Re-Ingeniería Humana para la Acción) que “fortalece las habilidades gerenciales y disposiciones corporales de sus participantes, guiando su aprendizaje para posicionarse frente a los problemas que deben enfrentar en los negocios, políticas públicas y dilemas sociales”.
Según explicó el investigador, se ha mantenido oculto al ser humano, “en el paradigma actual se olvida la corporalidad y lo que habita en ella, como el lenguaje, las emociones y la experiencia. Gracias a nuestro trabajo, hemos notado que en la efectividad de las personas tienen relevancia el afecto, el eros, la sensualidad y sexualidad, factores que además crean identidad”.
Para abordar este conflicto se han desarrollado las redes de conversaciones, donde los participantes pueden operar como agentes autónomos e influir en otros. Se trata de la herramienta Clehes, que contempla el cuerpo (C), el lenguaje (L), las emociones (E), la historia personal (H), el Eros (E) y el silencio (S).
Mediante ella “se estudian los distintos elementos involucrados en el proceso, configurando lo que hay que conservar y/o transformar. El programa es en sí una tecnología y se cultiva viviendo y actuando”, explica Osvaldo García.
El proyecto Dycit cuenta con la participación de los académicos Dr. Mario Tarride, Dr. Pedro Narvarte, Dra. María Teresa Santander, Mg. José Miguel Araya, y la antropóloga María Soledad Saavedra. A ellos se suman los ayudantes Katherine Orellana, Roberto Álvarez, y los recién titulados del Magíster en Ciencias de la Ingeniería, Alejandro Salazar y Matías Zúñiga; además de la colaboración del ingeniero Renato Orellana. La investigación se encuentra en su primer año de ejecución y finaliza el 2014.
Cabe señalar que este relevante estudio está siendo citado en la élite científica de Enactive, Embodied and Kinaesthetic Learning in Business Studies, elaborado por University of Warwick, UK. Vea la publicación en el siguiente
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