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Es urgente solucionar las emisiones tóxicas producidas por la combustión a leña

Es urgente solucionar las emisiones tóxicas producidas por la combustión a leña

En el edificio del Ex Congreso Nacional, se desarrolló el jueves (13) el seminario “Políticas Públicas para Territorios Urbanos Habitables, una Mirada desde la Contaminación Ambiental”, que convocó a ministros, subsecretarios, políticos, expertos de reparticiones públicas y académicos.

El fin de la instancia, consistió en realizar un aportar sustantivo al debate nacional, en el contexto del desarrollo de un plan de descontaminación para la Región Metropolitana.

El encuentro organizado por el Senado, el Ministerio del Medio Ambiente, la Intendencia Metropolitana y  la Universidad de Chile, contó con la destacada participación del  académico e investigador del Departamento de Ingeniería Química de nuestra Universidad, Dr. Luis Díaz Robles.

El representante de nuestra Corporación fue parte del selecto grupo de científicos que expusieron sobre las causas, fuentes y efectos en torno a la contaminación atmosférica que afecta al país, en la mesa “Evolución de la naturaleza, contenido de la contaminación atmosférica, sus fuentes y su relación causa-efecto con la sociedad”.

El Dr. Díaz llamó a adoptar -en carácter de urgente- todas las medidas que contribuyan a disminuir los altos índices de contaminación atmosférica del país, especialmente las relacionadas con la combustión domiciliaria en base a leña, porque aporta sustancias contaminantes que, entremezcladas, afectan seriamente la salud de las personas.

“El consumo diario de oxígeno de las personas es de 13 metros cúbicos. Imagínense la cantidad de contaminantes a los que están expuestas en un día de pre emergencia o emergencia, y que están llevando a su sistema respiratorio y al cardiovascular”, dijo el Dr. Luis Díaz al comenzar su presentación.

Según el investigador, el humo que se produce por combustión de leña- que representa el 30 por ciento de las emisiones de material particulado fino que se produce en la Región Metropolitana (según el Ministerio de Medio Ambiente), es sumamente perjudicial para la salud porque las partículas que surgen del proceso, son tan pequeñas que se alojan con mayor facilidad en el cuerpo humano.

“Estudios internacionales señalan que este tipo de contaminación se asocia con preeclampsia (o hipertensión inducida) en mujeres embarazadas y un tamaño menor del niño que nace”, sostuvo enfático el experto.

Por su parte, el humo de la chimenea, “cuando recién sale es menor a un micrón, por lo tanto es un contaminante más fino, que permanece más tiempo en la atmósfera, y representa un mayor riesgo para la salud”, explicó.

En ese sentido, el problema para la salud humana se produce porque estas “partículas ultra finas quedan dentro del sistema respiratorio, traspasan al sistema circulatorio y generan problemas cerebro y cardiovasculares”, enfatizó.

Estudio

Las aseveraciones del académico de nuestro Plantel no son al azar. Una investigación que el experto realizó sobre material particulado determinó que, su mayor presencia en el ambiente, repercute en el número de atención por crisis respiratorias en centros de asistencia pública.

“Durante dos años monitoreamos material particulado ultra fino y encontramos una relación muy relevante en la cual se asocian los efectos en salud en consultorios por problemas respiratorios y su exposición diaria al material particulado ultra fino”, expuso.

Por eso, “no da lo mismo el tipo de leña que uno queme en la estufa, ya que hay tipos que generan más hidrocarburos aromáticos policíclicos que otros”,  en particular el  Benzo(a)pireno , conocido por sus efectos nocivos para el ser humano, que van desde irritación cutánea hasta cáncer, agregó.

Combustible limpio

“Hay un desafío tecnológico importante,  respecto a la combustión, y el uso de biomasa”, enfatizó el Dr. Luis Díaz en relación a implementar un combustible (leña o pellet) más amigable con el medio ambiente.

“Nosotros tenemos actualmente un proyecto Fondef  en el cual estamos desarrollando una estufa catalítica, pero con óxido de cobre porque queremos darle más desarrollo al cobre, para producir en Chile catalizadores para la combustión residencial de leña”, agregó.

El académico reveló que además se encuentra  abocado  al desarrollo de un pellet con amplias propiedades positivas, cuya combustión produce menos emisiones tóxicas para el ambiente.

“Lo último que hemos estado estudiando, es un pellet con mayor densidad energética, hidrofóbico y  que ocupa un menor volumen en el transporte y una reducción de costos”. Además, “que genera una mejor combustión y bastante menos emisiones de hidrocarburos aromáticos policíclicos”, concluyó.

En la relevante reunión se encontraban los ministros de Transporte y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo; del Medio Ambiente, Pablo Badenier, y de Vivienda y Urbanismo, Paulina Saball; los subsecretarios  de Medio Ambiente, Marcelo Mena, y de Salud, Jaime Burrows; los intendentes de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, y del Maule, Hugo Veloso, y el presidente de la Comisión de Desafíos del Futuro de la Cámara Alta, senador Guido Girardi, entre numerosas otras autoridades, expertos y académicos.

Desde el mundo científico asistieron la Dra. en Ciencias mención Química Nuclear, Margarita Préndez; la Dr. en Meteorología Química, Laura Gallardo; el médico experto en Toxicología, Andrei Tchernitchin; el Dr. en Economía,  Eugenio Figueroa, y Luis Díaz Robles, Dr. en Ingeniería Ambiental y académico de nuestro Plantel.

Dr. Gramsch critica restricción a vehículos catalíticos

Dr. Gramsch critica restricción a vehículos catalíticos

  • Frente a la iniciativa del gobierno para aplicar restricción vehicular a los automóviles con convertidor catalítico, el académico del Departamento de Física de nuestra Corporación, Dr. Ernesto Gramsch Labra, cree que es necesario, primeramente, mejorar el sistema de transporte público, con el fin de absorber a las personas que dejan de usar medios propios cada vez que se aplica la medida. El investigador estima que la iniciativa puede ser contraproducente, pues al no encontrar una solución en el Transantiago, muchos optarán por tener más de un vehículo lo que va a generar un colapso vial importante. 

 




Más de 40 episodios críticos de la calidad del aire en Santiago, en lo que va el año, han hecho reflotar la idea de aplicar restricción vehicular a automóviles  con sello verde.

“Esperamos dentro del próximo mes presentar un proyecto, que se enmarca dentro de las ideas debatidas en la comisión de Pro Movilidad, para establecer una restricción permanente de catalíticos”, anunció el ministro de Transporte y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo.

La comisión que hace mención la autoridad, fue creada en junio del año pasado, con el fin de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través de medidas que modernicen  el transporte público y contribuyan a descongestionar los grados que existen en diversas ciudades del país.

El organismo que está encabezado por la Presidenta Michelle Bachelet y el ministro de Transporte y Telecomunicaciones, está integrado por una larga lista de expertos pertenecientes a diversos ámbitos, como el servicio público, la arquitectura, la ingeniería y las ciencias sociales.

Su propósito es instaurar mecanismos que permitan establecer  “procesos ampliamente participativos de la ciudadanía y de los diferentes actores involucrados, las propuestas y consensos que permitan arribar a un conjunto de medidas de corto, mediano y largo plazo, ordenadas en torno a un plan, orientadas a mitigar la congestión en las ciudades de nuestro país”, como consigna su sitio en internet.

La situación actual

Para el académico del Departamento de Física de la U. de Santiago, Dr. Ernesto Gramsch Labra, la medida que vislumbra el gobierno, en su génesis es buena, pero no tendrá éxito si no se mejora el transporte público, en especial el Transantiago.

“En principio la idea es buena, pero tiene un problema grave: están prohibiendo una cierta actividad sin ninguna alternativa”, explica el Dr. Gramsch, mientras clarifica que “si no mejoran el transporte público, esta medida no va a servir” pues el sistema no está preparado para absorber el porcentaje extra de pasajeros que vendrán.

En otras palabras “están poniendo la carreta delante de los bueyes”, sentencia.

Los antecedentes positivos

En los días que se establece preemergencia, no pueden circulan autos con sello verde terminados en dos dígitos diferentes. En emergencia, en cambio, la prohibición aumenta al doble.

Concretamente aquello significa, en el primer caso, que un 6 por ciento menos de autos particulares transitan por las calles y, en el segundo, un 15. 

Si bien las cifras son indudablemente positivas, para el Dr. Ernesto Gramsch es necesario adoptar medidas profundas, que ataquen el problema de fondo: el transporte público, en especial el Transantiago.

“Cuando se implementó el Transantiago, hubo mucha gente que dejó de utilizar el transporte público y, desde ese día, el número de vehículos ha aumentado más de lo que lo hacía antes del cambio”, explica el especialista. Enfatiza que, desde esa perspectiva, “el sistema de buses no cumple el objetivo para el cual fue diseñado”.

“Los mismos encargados de trasporte saben que, cuando se hizo el cambio del sistema de micros amarillas al Transantiago, bajó la cantidad de personas que utilizaban los autobuses. Por lo tanto el plan falló en lo más importante, es decir en transportar pasajeros”, expone el Dr. Gramsch.

Si bien lo ideal sería reducir a la mitad la cantidad de vehículos circulantes, se necesitan decisiones de largo plazo, enfatiza. Por ejemplo “aumentar las líneas de Metro, a muchas más o  mejorar el sistema de buses cuya frecuencia actual es muy mala” propone el académico.

Aparentes soluciones que no funcionan

Cree el Dr. Gramsch, que de prosperar la restricción a vehículos catalíticos, se producirá un efecto totalmente diferente al esperado.

“Lo que ha ocurrido en muchos países, donde se ha implementado este tipo de medida, es que simplemente la gente empieza a comprar más autos, creando una alternativa para cuando corresponde restricción”, explica el investigador.

Turnos que incrementa el universo vehicular y contribuyen a congestionar las ciudades. “Cuando le toca a uno, usan el otro. Por lo tanto aumenta el parque vehicular y la medida no sirve”, reflexiona.

“Si es que no mejora el transporte público, esta medida no va a servir”, dice el Dr. Gramsch, insistiendo en su diagnóstico.

Respuestas como ‘usar el auto del vecino’ en días de restricción no funciona, estima el académico. Según éste, son adecuadas para lugares, donde los viajes son largos y aglutinan muchas personas.

“Si hay mucha gente que tiene que venir desde Buin a Santiago a trabajar, ellos podrían compartir auto”,  sin embargo en la capital es difícil que pase eso, opina el Dr. Gramsch.

“Alguien que vive en Ñuñoa puede trabajar en Santiago, pero no necesariamente su vecino. Por lo tanto, no creo que sirva esa medida”, concluye.

El debate está abierto, y el académico de la Universidad de Santiago, Dr. Ernesto Gramsch, realiza un valiosísimo aporte a tan delicado asunto de contingencia nacional, como la contaminación atmosférica.

Dr. Gramsch critica restricción a vehículos catalíticos

Dr. Gramsch critica restricción a vehículos catalíticos


Más de 40 episodios críticos de la calidad del aire en Santiago, en lo que va el año, han hecho reflotar la idea de aplicar restricción vehicular a automóviles  con sello verde.

“Esperamos dentro del próximo mes presentar un proyecto, que se enmarca dentro de las ideas debatidas en la comisión de Pro Movilidad, para establecer una restricción permanente de catalíticos”, anunció el ministro de Transporte y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo.

La comisión que hace mención la autoridad, fue creada en junio del año pasado, con el fin de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través de medidas que modernicen  el transporte público y contribuyan a descongestionar los grados que existen en diversas ciudades del país.

El organismo que está encabezado por la Presidenta Michelle Bachelet y el ministro de Transporte y Telecomunicaciones, está integrado por una larga lista de expertos pertenecientes a diversos ámbitos, como el servicio público, la arquitectura, la ingeniería y las ciencias sociales.

Su propósito es instaurar mecanismos que permitan establecer  “procesos ampliamente participativos de la ciudadanía y de los diferentes actores involucrados, las propuestas y consensos que permitan arribar a un conjunto de medidas de corto, mediano y largo plazo, ordenadas en torno a un plan, orientadas a mitigar la congestión en las ciudades de nuestro país”, como consigna su sitio en internet.

La situación actual

Para el académico del Departamento de Física de la U. de Santiago, Dr. Ernesto Gramsch Labra, la medida que vislumbra el gobierno, en su génesis es buena, pero no tendrá éxito si no se mejora el transporte público, en especial el Transantiago.

“En principio la idea es buena, pero tiene un problema grave: están prohibiendo una cierta actividad sin ninguna alternativa”, explica el Dr. Gramsch, mientras clarifica que “si no mejoran el transporte público, esta medida no va a servir” pues el sistema no está preparado para absorber el porcentaje extra de pasajeros que vendrán.

En otras palabras “están poniendo la carreta delante de los bueyes”, sentencia.

Los antecedentes positivos

En los días que se establece preemergencia, no pueden circulan autos con sello verde terminados en dos dígitos diferentes. En emergencia, en cambio, la prohibición aumenta al doble.

Concretamente aquello significa, en el primer caso, que un 6 por ciento menos de autos particulares transitan por las calles y, en el segundo, un 15.

Si bien las cifras son indudablemente positivas, para el Dr. Ernesto Gramsch es necesario adoptar medidas profundas, que ataquen el problema de fondo: el transporte público, en especial el Transantiago.

“Cuando se implementó el Transantiago, hubo mucha gente que dejó de utilizar el transporte público y, desde ese día, el número de vehículos ha aumentado más de lo que lo hacía antes del cambio”, explica el especialista. Enfatiza que, desde esa perspectiva, “el sistema de buses no cumple el objetivo para el cual fue diseñado”.

“Los mismos encargados de trasporte saben que, cuando se hizo el cambio del sistema de micros amarillas al Transantiago, bajó la cantidad de personas que utilizaban los autobuses. Por lo tanto el plan falló en lo más importante, es decir en transportar pasajeros”, expone el Dr. Gramsch.

Si bien lo ideal sería reducir a la mitad la cantidad de vehículos circulantes, se necesitan decisiones de largo plazo, enfatiza. Por ejemplo “aumentar las líneas de Metro, a muchas más o  mejorar el sistema de buses cuya frecuencia actual es muy mala” propone el académico.

Aparentes soluciones que no funcionan

Cree el Dr. Gramsch, que de prosperar la restricción a vehículos catalíticos, se producirá un efecto totalmente diferente al esperado.

“Lo que ha ocurrido en muchos países, donde se ha implementado este tipo de medida, es que simplemente la gente empieza a comprar más autos, creando una alternativa para cuando corresponde restricción”, explica el investigador.

Turnos que incrementa el universo vehicular y contribuyen a congestionar las ciudades. “Cuando le toca a uno, usan el otro. Por lo tanto aumenta el parque vehicular y la medida no sirve”, reflexiona.

“Si es que no mejora el transporte público, esta medida no va a servir”, dice el Dr. Gramsch, insistiendo en su diagnóstico.

Respuestas como ‘usar el auto del vecino’ en días de restricción no funciona, estima el académico. Según éste, son adecuadas para lugares, donde los viajes son largos y aglutinan muchas personas.

“Si hay mucha gente que tiene que venir desde Buin a Santiago a trabajar, ellos podrían compartir auto”,  sin embargo en la capital es difícil que pase eso, opina el Dr. Gramsch.

“Alguien que vive en Ñuñoa puede trabajar en Santiago, pero no necesariamente su vecino. Por lo tanto, no creo que sirva esa medida”, concluye.

El debate está abierto, y el académico de la Universidad de Santiago, Dr. Ernesto Gramsch, realiza un valiosísimo aporte a tan delicado asunto de contingencia nacional, como la contaminación atmosférica.

Experto en Ingeniería Ambiental: calidad del aire puede empeorar

Experto en Ingeniería Ambiental: calidad del aire puede empeorar

  • El frente de mal tiempo que afectará a la Región Metropolitana este fin de semana, y las bajas temperaturas que lo seguirán, puede repercutir en la calidad del aire debido al aumento del uso de fuentes de calefacción nocivas. Vale decir, las condiciones ambientales pueden empeorar. Así lo estima el académico del Departamento de Ingeniería Química de nuestra Corporación, Dr. Luis Díaz Robles, quien señala que es necesario que la autoridad reitere el llamado a la población para que no use calefactores a leña.

 



Entre 50 y 70 milímetros de precipitaciones se espera que caigan en la Región Metropolitana,  durante este fin de semana, según consignó la Dirección Meteorológica de Chile. Luego de las lluvias, se estima que una onda polar afectará la zona, estableciendo temperaturas bajo cero en el sector.

“Hay varios sitios de pronóstico del tiempo  que  indican que a partir de la próxima semana, las temperaturas pueden alcanzar hasta los 2 o 3 grados bajo cero”, dice el académico del Departamento de Ingeniería Química, Dr. Luís Díaz Robles.  A juicio del experto, el anuncio de bajas temperaturas puede representar un deterioro de la calidad del aire pensando en un aumento del uso de fuentes de calefacción de tipo domiciliario.

“Si van a haber bajas temperaturas la próxima semana, es obvio que la gente va a usar más calefacción”, afirma el Dr. Díaz mientras agrega que aquello “puede provocar un problema de mayor consumo y por lo tanto más emisiones en la cuenca de la Región Metropolitana”.

El grado de ventilación que tenga la cuenca de la Región Metropolitana tras las precipitaciones, determinará qué tan profundos sean los problemas.

“Después que ocurren las lluvias, si no hay una buena ventilación, habrá una condición meteorológica desfavorable y por lo tanto al hacer más frío, la gente va a comenzar a usar más la calefacción y eso puede disparar los niveles de contaminación”, clarifica el académico.

Sin embargo, frente a los gélidos días que se aproximan- señala el Dr. Díaz- sería irrisorio prohibir que las personas se calefaccionen. En esa línea, en días fríos,  “lo que aumenta es la necesidad de una mejor temperatura de  confort en las viviendas, y por lo tanto la gente va a encender sus estufas ya sean a gas, parafina, eléctrica o a leña”.

Por eso es importante que se haga un empleo más criterioso de las fuentes. “Si es que ocurre este fenómeno de bajas temperaturas, que la gente se abrigue mejor, que use de forma racional la combustión, por ejemplo utilizando leña seca en vez de húmeda”.

Ocupar juiciosamente las fuentes de calefacción, responde a una actitud frente al tema. Por ejemplo- dice el Dr. Díaz- “se puede estar tranquilamente en la vivienda a 19 o 20 grados, con un buen chaleco. No es necesario que yo esté con short y polera y la estufa a una temperatura de  25 o 28 grados, eso es súper irracional”.

Y si actuar con sensatez parte por casa, también es cierto que la autoridad debe tomar cartas en el asunto. “Sería interesante que la autoridad, en este caso la intendencia, pudiese hacer un llamado a utilizar en forma racional las fuentes de calefacción”, reflexiona el Dr. Díaz mientras propone que, por ejemplo, “el intendente llamase a tener cuidado y que se vele por menos emisiones”, opina el académico.

“La autoridad debiera hacer un llamado ojalá con más anticipación”, finaliza.

Medidas de largo aliento

La dosificación del uso de calefactores es una determinaciones efectiva, pero a corto plazo. Estima el Dr. Díaz, que se pueden tomar decisiones más radicales, como mejorar los niveles de aislación térmica de las viviendas, entre otras. Para el frente de mal tiempo que se aproxima, quizás como medida no será eficaz; pero si para los que vengan.

“Una de las cosas que faltan en Santiago, es la aislación térmica en las viviendas. Hacerlo de aquí al martes, es difícil. Pero en el largo plazo, tener una ventana de doble panel ayuda a mantener la temperatura conforme  el tiempo”, concluye.
 

Experto en Ingeniería Ambiental: calidad del aire puede empeorar

Experto en Ingeniería Ambiental: calidad del aire puede empeorar


Entre 50 y 70 milímetros de precipitaciones se espera que caigan en la Región Metropolitana,  durante este fin de semana, según consignó la Dirección Meteorológica de Chile. Luego de las lluvias, se estima que una onda polar afectará la zona, estableciendo temperaturas bajo cero en el sector.

“Hay varios sitios de pronóstico del tiempo  que  indican que a partir de la próxima semana, las temperaturas pueden alcanzar hasta los 2 o 3 grados bajo cero”, dice el académico del Departamento de Ingeniería Química, Dr. Luís Díaz Robles.  A juicio del experto, el anuncio de bajas temperaturas puede representar un deterioro de la calidad del aire pensando en un aumento del uso de fuentes de calefacción de tipo domiciliario.

“Si van a haber bajas temperaturas la próxima semana, es obvio que la gente va a usar más calefacción”, afirma el Dr. Díaz mientras agrega que aquello “puede provocar un problema de mayor consumo y por lo tanto más emisiones en la cuenca de la Región Metropolitana”.

El grado de ventilación que tenga la cuenca de la Región Metropolitana tras las precipitaciones, determinará qué tan profundos sean los problemas.

“Después que ocurren las lluvias, si no hay una buena ventilación, habrá una condición meteorológica desfavorable y por lo tanto al hacer más frío, la gente va a comenzar a usar más la calefacción y eso puede disparar los niveles de contaminación”, clarifica el académico.

Sin embargo, frente a los gélidos días que se aproximan- señala el Dr. Díaz- sería irrisorio prohibir que las personas se calefaccionen. En esa línea, en días fríos,  “lo que aumenta es la necesidad de una mejor temperatura de  confort en las viviendas, y por lo tanto la gente va a encender sus estufas ya sean a gas, parafina, eléctrica o a leña”.

Por eso es importante que se haga un empleo más criterioso de las fuentes. “Si es que ocurre este fenómeno de bajas temperaturas, que la gente se abrigue mejor, que use de forma racional la combustión, por ejemplo utilizando leña seca en vez de húmeda”.

Ocupar juiciosamente las fuentes de calefacción, responde a una actitud frente al tema. Por ejemplo- dice el Dr. Díaz- “se puede estar tranquilamente en la vivienda a 19 o 20 grados, con un buen chaleco. No es necesario que yo esté con short y polera y la estufa a una temperatura de  25 o 28 grados, eso es súper irracional”.

Y si actuar con sensatez parte por casa, también es cierto que la autoridad debe tomar cartas en el asunto. “Sería interesante que la autoridad, en este caso la intendencia, pudiese hacer un llamado a utilizar en forma racional las fuentes de calefacción”, reflexiona el Dr. Díaz mientras propone que, por ejemplo, “el intendente llamase a tener cuidado y que se vele por menos emisiones”, opina el académico.

“La autoridad debiera hacer un llamado ojalá con más anticipación”, finaliza.

Medidas de largo aliento

La dosificación del uso de calefactores es una determinaciones efectiva, pero a corto plazo. Estima el Dr. Díaz, que se pueden tomar decisiones más radicales, como mejorar los niveles de aislación térmica de las viviendas, entre otras. Para el frente de mal tiempo que se aproxima, quizás como medida no será eficaz; pero si para los que vengan.

“Una de las cosas que faltan en Santiago, es la aislación térmica en las viviendas. Hacerlo de aquí al martes, es difícil. Pero en el largo plazo, tener una ventana de doble panel ayuda a mantener la temperatura conforme  el tiempo”, concluye.

Experto propone repensar la ciudad para hacer frente a los problemas ambientales de la capital

Experto propone repensar la ciudad para hacer frente a los problemas ambientales de la capital

  • Según el arquitecto y académico de la Escuela de Arquitectura, Jonás Figueroa Salas, se debe plantear a nivel de sociedad, un debate en torno a la configuración urbana que tienen las ciudades en Chile. En ese sentido, el urbanista propone instalar los servicios y dependencias públicas que están en Santiago, en otras ciudades de Chile; y a nivel local, emplazar las instituciones en lugares o sectores tradicionales, con el fin de transformarlos en ejes de desarrollo cívico y cultural.

 




Tras casi 2 semanas seguidas, en que la capital ha experimentado altos niveles de contaminación ambiental, surgen voces que proponen evaluar en profundidad las medidas adoptadas por la autoridad y trazar caminos que eliminen de forma definitiva el problema.

Hace algún tiempo, la Vicedecana de Investigación y Desarrollo de la Facultad de Ciencias Médicas de nuestra Corporación, Dra. Helia Molina Milman, propuso reubicar las fuentes contaminantes, tales como industrias, fuera de la capital. En ese sentido- expresó la facultativa- medidas como preemergencia ambiental o restricción vehicular, son paliativas pero no erradican el problema de fondo.

En esa misma línea, el académico y arquitecto de la Escuela de Arquitectura de nuestro Plantel, Jonás Figueroa Salas, estima que el tema de la contaminación ambiental en Santiago es de tal gravedad, que la autoridad debería enfrentarlo como si fuera un terremoto o un tsunami.

“Debemos afrontar cada episodio extremo de contaminación ambiental que padecen las ciudades chilenas, en particular Santiago, como un desastre sanitario de la envergadura de un terremoto, de un aluvión o un tsunami remediando las causas que lo provocan”, reflexiona Figueroa.

Los altos niveles de contaminación que enfrenta cada año la capital- opina Figueroa- no pueden ser aplacados a través de restricciones vehiculares u otras decisiones, pues no atacan el asunto de fondo. Lo concreto- enfatiza el académico- es que la polución al ser un problema estructural, requiere de medidas profundas para contrarrestarla.

“La gravedad de la cuestión sanitaria y funcional que cada invierno afecta la ciudad atmosférica de Santiago, no puede continuar siendo resuelta con sistemas de medición que sólo insinúan la mitigación de los efectos nocivos de la catástrofe mediante la seguidilla de restricciones que de modo trasnochado, horas antes del colapso nos impone la autoridad regional para paliar un problema estructural, sin llegar nunca a la formulación de operaciones correctoras creativas de índole estratégica”.

Sugiere el arquitecto, que la sociedad en su conjunto debe realizar un debate abierto y franco, donde se analice en profundidad la configuración que tienen los centros urbanos chilenos y su alcancen en materia ambiental.

“La existencia de una ciudad superpoblada, colapsada ambientalmente como Santiago, con altos costos funcionales y sanitarios, y el conjunto de pequeñas ciudades regionales y provinciales mal equipadas y peor resueltas, aconseja el desarrollo de un debate nacional sobre la conveniencia de formular el diseño de una nueva arquitectura del territorio”.

Estima el urbanista, que es necesario redistribuir el espacio en función de las actividades que hoy se realizan en el país, en consonancia con las características topográficas que éste posee. En ese sentido, el especialista cree que el mapa urbano vigente, es atrasado.

“Un nuevo orden físico espacial sustentado en una distribución racional y razonable de las actividades sociales y productivas del país, teniendo presente las capacidades de acogida y las virtudes y debilidades que presentan cada una de las piezas geográficas de Chile, altamente dependientes del modelo colonial de tiempos del gobernador Manso de Velasco en el siglo XVIII”, expone Figueroa”.

En líneas generales, Chile se compone de una gran ciudad capital, y pequeños núcleos regionales que suelen estar dispersos. En esa dinámica, se forjan “extensas zonas que están subutilizadas y otras que están sobre utilizadas”, dice Figueroa.  

La sobre utilización se manifiesta en la concentración de servicios e instituciones, de toda índole, en la Región Metropolitana. Lo que propone Jonás Figueroa, es descongestionar la capital, “enfriarla”, distribuyendo las oficinas centrales de tales organismos a través del país, desconcentrándolo y planteando un desarrollo parejo a nivel nacional.

“A partir de ello, es necesario hacer esfuerzos por “enfriar” la ciudad capital, mediante la relocalización de aquellas actividades y organismos que no presentan grandes restricciones en cuanto a sus factores de emplazamiento, tales como las instituciones armadas, trasladando sus sedes a otras ciudades de provincia en donde podrían ser consideradas valores urbanos, tales como Ovalle, Taltal o Cauquenes, por ejemplo”, explica Figueroa.

Para el académico, ha faltado voluntad política en la materia. La irrupción de nuevas tecnologías en informática, por ejemplo, constituye una oportunidad para desconcentrar las funciones que desempeñan los organismos públicos y establecer una distribución más homogénea.

“Con los mismos recursos que se utilizan mal a causa de un modelo territorial obsoleto e impropio para las nuevas tecnologías de comunicación, debemos construir una nueva ciudad capital que acoja los asuntos de gobierno de un ejecutivo digital e itinerante con sus respectivas reparticiones públicas interconectadas con los problemas del país”, afirma el académico.

Otra propuesta: cambios en dos ejes

La reconfiguración que propone Jonás Figueroa, se enmarca en dos ejes. Vertical, es decir, el explicado anteriormente y que va en un nivel nacional; y horizontal, o local.

El segundo caso, propone la reubicación de las oficinas centrales de ciertas instituciones públicas, en sectores tradicionales o con fuerte raigambre nacional. El traslado- cree Jonás Figueroa- puede generar  un polo de desarrollo nuevo y una posibilidad de recuperar física, económica y culturalmente a los nuevos lugares de emplazamiento.

“Debemos repensar las centralidades de Santiago a partir de la redistribución de las sedes de los gobiernos locales. Por ejemplo, la sede de la Municipalidad de Santiago debiera estar emplazada en el Barrio Yungay con el fin de motivar la recuperación física, social y económica del sector. ¿Por qué la sede del gobierno regional no está instalada en San Bernardo, Melipilla, Talagante o Tiltil, motivando el surgimiento de nuevas actividades sociales y productivas en estas alicaídas economías provinciales?”, reflexiona, finalmente el académico de la U. de Santiago.

 

Experto propone repensar la ciudad para hacer frente a los problemas ambientales de la capital

Experto propone repensar la ciudad para hacer frente a los problemas ambientales de la capital

 

Tras casi 2 semanas seguidas, en que la capital ha experimentado altos niveles de contaminación ambiental, surgen voces que proponen evaluar en profundidad las medidas adoptadas por la autoridad y trazar caminos que eliminen de forma definitiva el problema.

Hace algún tiempo, la Vicedecana de Investigación y Desarrollo de la Facultad de Ciencias Médicas de nuestra Corporación, Dra. Helia Molina Milman, propuso reubicar las fuentes contaminantes, tales como industrias, fuera de la capital. En ese sentido- expresó la facultativa- medidas como preemergencia ambiental o restricción vehicular, son paliativas pero no erradican el problema de fondo.

En esa misma línea, el académico y arquitecto de la Escuela de Arquitectura de nuestro Plantel, Jonás Figueroa Salas, estima que el tema de la contaminación ambiental en Santiago es de tal gravedad, que la autoridad debería enfrentarlo como si fuera un terremoto o un tsunami.

“Debemos afrontar cada episodio extremo de contaminación ambiental que padecen las ciudades chilenas, en particular Santiago, como un desastre sanitario de la envergadura de un terremoto, de un aluvión o un tsunami remediando las causas que lo provocan”, reflexiona Figueroa.

Los altos niveles de contaminación que enfrenta cada año la capital- opina Figueroa- no pueden ser aplacados a través de restricciones vehiculares u otras decisiones, pues no atacan el asunto de fondo. Lo concreto- enfatiza el académico- es que la polución al ser un problema estructural, requiere de medidas profundas para contrarrestarla.

“La gravedad de la cuestión sanitaria y funcional que cada invierno afecta la ciudad atmosférica de Santiago, no puede continuar siendo resuelta con sistemas de medición que sólo insinúan la mitigación de los efectos nocivos de la catástrofe mediante la seguidilla de restricciones que de modo trasnochado, horas antes del colapso nos impone la autoridad regional para paliar un problema estructural, sin llegar nunca a la formulación de operaciones correctoras creativas de índole estratégica”.

Sugiere el arquitecto, que la sociedad en su conjunto debe realizar un debate abierto y franco, donde se analice en profundidad la configuración que tienen los centros urbanos chilenos y su alcancen en materia ambiental.

“La existencia de una ciudad superpoblada, colapsada ambientalmente como Santiago, con altos costos funcionales y sanitarios, y el conjunto de pequeñas ciudades regionales y provinciales mal equipadas y peor resueltas, aconseja el desarrollo de un debate nacional sobre la conveniencia de formular el diseño de una nueva arquitectura del territorio”.

Estima el urbanista, que es necesario redistribuir el espacio en función de las actividades que hoy se realizan en el país, en consonancia con las características topográficas que éste posee. En ese sentido, el especialista cree que el mapa urbano vigente, es atrasado.

“Un nuevo orden físico espacial sustentado en una distribución racional y razonable de las actividades sociales y productivas del país, teniendo presente las capacidades de acogida y las virtudes y debilidades que presentan cada una de las piezas geográficas de Chile, altamente dependientes del modelo colonial de tiempos del gobernador Manso de Velasco en el siglo XVIII”, expone Figueroa”.

En líneas generales, Chile se compone de una gran ciudad capital, y pequeños núcleos regionales que suelen estar dispersos. En esa dinámica, se forjan “extensas zonas que están subutilizadas y otras que están sobre utilizadas”, dice Figueroa. 

La sobre utilización se manifiesta en la concentración de servicios e instituciones, de toda índole, en la Región Metropolitana. Lo que propone Jonás Figueroa, es descongestionar la capital, “enfriarla”, distribuyendo las oficinas centrales de tales organismos a través del país, desconcentrándolo y planteando un desarrollo parejo a nivel nacional.

“A partir de ello, es necesario hacer esfuerzos por “enfriar” la ciudad capital, mediante la relocalización de aquellas actividades y organismos que no presentan grandes restricciones en cuanto a sus factores de emplazamiento, tales como las instituciones armadas, trasladando sus sedes a otras ciudades de provincia en donde podrían ser consideradas valores urbanos, tales como Ovalle, Taltal o Cauquenes, por ejemplo”, explica Figueroa.

Para el académico, ha faltado voluntad política en la materia. La irrupción de nuevas tecnologías en informática, por ejemplo, constituye una oportunidad para desconcentrar las funciones que desempeñan los organismos públicos y establecer una distribución más homogénea.

“Con los mismos recursos que se utilizan mal a causa de un modelo territorial obsoleto e impropio para las nuevas tecnologías de comunicación, debemos construir una nueva ciudad capital que acoja los asuntos de gobierno de un ejecutivo digital e itinerante con sus respectivas reparticiones públicas interconectadas con los problemas del país”, afirma el académico.

Otra propuesta: cambios en dos ejes

La reconfiguración que propone Jonás Figueroa, se enmarca en dos ejes. Vertical, es decir, el explicado anteriormente y que va en un nivel nacional; y horizontal, o local.

El segundo caso, propone la reubicación de las oficinas centrales de ciertas instituciones públicas, en sectores tradicionales o con fuerte raigambre nacional. El traslado- cree Jonás Figueroa- puede generar  un polo de desarrollo nuevo y una posibilidad de recuperar física, económica y culturalmente a los nuevos lugares de emplazamiento.

“Debemos repensar las centralidades de Santiago a partir de la redistribución de las sedes de los gobiernos locales. Por ejemplo, la sede de la Municipalidad de Santiago debiera estar emplazada en el Barrio Yungay con el fin de motivar la recuperación física, social y económica del sector. ¿Por qué la sede del gobierno regional no está instalada en San Bernardo, Melipilla, Talagante o Tiltil, motivando el surgimiento de nuevas actividades sociales y productivas en estas alicaídas economías provinciales?”, reflexiona, finalmente el académico de la U. de Santiago.

No podemos imitar a Europa para solucionar la contaminación

No podemos imitar a Europa para solucionar la contaminación

  • Recientemente, la población civil de Holanda logró que un tribunal obligara al Gobierno de los Países Bajos a que disminuyan en un 25 por ciento los gases contaminantes de aquí al año 2020. El experto del IDEA de nuestra Universidad, Dr. Fernando Estenssoro, expresa que ello no se podría replicar en Chile, al menos por ahora, porque no tenemos un sistema democrático fuertemente institucionalizado y la población no está organizada. “Podemos aprender de este caso, pero es muy difícil alcanzar un objetivo así”, plantea.

 




La Organización No Gubernamental Urgenda, en conjunto a unos 900 civiles  holandeses, estableció un precedente histórico al demandar al Estado de los Países Bajos ante los tribunales de ese país. Hace unos días, la sentencia les dio la razón, obligando al gobierno a que reduzca los índices de CO2 en un 25 por ciento, desde aquí al año 2020; aumentando en un 9 por ciento de lo que se había propuesto el ejecutivo para ese territorio.

Consultado respecto de la posibilidad que se pueda replicar esa demanda en nuestro país, y que un tribunal obligue al gobierno a reducir los gases contaminantes, el experto del IDEA de nuestra Universidad, Dr. Fernando Estenssoro, expresa que ello no se podría replicar en Chile, al menos por ahora, porque no tenemos un sistema democrático fuertemente institucionalizado y la población no está organizada. “Podemos aprender de este caso, pero es muy difícil alcanzar un objetivo así”, plantea.  

Aprender del ejemplo

“Lo que sí es muy importante, es aprender de la experiencia holandesa, y ver cómo su sociedad civil se organiza para hacer valer sus demandas; porque los ciudadanos demuestran cómo deben actuar y dónde tienen que recurrir cuando sus derechos están siendo vulnerados, incluso frente a las decisiones del gobierno. Entonces, hay una resolución judicial que obliga al poder ejecutivo, y en ese sentido es una demostración cívica de organización, donde nos enseñan cómo funciona una sociedad democrática, en que operan efectivamente los mecanismo de solución de controversia”, agrega.

Recalca que “es muy importante cómo la sociedad civil europea hace valer sus derechos, y nosotros tenemos que también aprender de eso para exigir nuestros derechos”.

El experto e investigador del IDEA, subraya que “los europeos están a la vanguardia en el cambio climático, a diferencia de EE.UU., donde han intentado responder al protocolo de Kioto. Por lo mismo, los europeos son mucho más conscientes en este tema que el gobierno norteamericano. Y la propia Unión Europea se está poniendo metas muy exigentes. Entonces, lo que está haciendo la sociedad civil del viejo continente está en la misma sintonía, y los ciudadanos reclaman que sus autoridades respeten para que haya una mejor calidad de vida en su población. De eso tenemos que aprender ”.

El Protocolo de Kioto es un acuerdo internacional impulsado por las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que tiene por objetivo  -para los países que lo suscriben- reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), y los otros tres son gases industriales fluorados: hidrofluorocarburos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).

Realidad distinta

También, el Dr. Estenssoro indica que “la realidad de Holanda es otra en comparación con nuestro país, donde se permite que la ciudadanía exija sus derechos. Sin embargo, en Chile, si una persona no quiere seguir respirando el aire contaminado se tiene que prohibir la circulación del transporte privado, pero es casi imposible hacerlo porque de partida habría que mejorar el transporte público. Entonces, el tema es cómo ir solucionando los problemas y -en ese sentido- hay que ser realista, haciéndonos cargo que es un proceso y que la ciudadanía tiene que apoyar, pero también tiene que ser dirigido con inteligencia”.

El experto añade que en Europa plantean soluciones ambientalistas desde la perspectiva que ellos están conscientes que han contaminado más en el mundo, junto a los otros países industrializados; porque ellos son los que alcanzaron el desarrollo y ostentan el poder. Pero para llegar a eso tuvieron que contaminar más, y ahora se están haciendo cargo de eso, para contaminar menos y seguir teniendo el poder.

Cambio climático

El cambio climático lo causaron los países ricos de Europa, así como Japón y Estados Unidos, entre otros, “ellos incidieron en que el planeta esté en la situación ambiental actual. No es que el resto del mundo sea el culpable. Es el mundo altamente industrializado que para alcanzar el enriquecimiento y llegar a un alto estándar de vida, tuvo que afectar el cambio climático. Entonces, el problema es que siempre el que tiene el poder plantea los problemas desde su punto de vista”, fundamenta.

Agrega que “los europeos no traen sus recursos y empiezan a invertir acá para construir industrias de paneles solares, por ejemplo. No nos traspasan lo que ellos han ganado a costa de nosotros. Y no lo hacen, básicamente, porque no quieren perder el poder; porque el que tiene la tecnología de punta es el que tiene el conocimiento, y el que cuenta con esto último es el que impone las reglas”.

“Porque no se ve que los ricos estén dispuesto a entregar sus riquezas para que los pobres vivan mejor. Por lo mismo, ellos levantan un discurso ambientalista para seguir manteniendo el poder, porque ellos no están dispuestos a bajar su estándar de vida”, concluye el experto.

 

Recientemente, la población civil de Holanda logró que un tribunal obligara al Gobierno de los Países Bajos a que disminuyan en un 25 por ciento los gases contaminantes de aquí al año 2020. El experto del IDEA de nuestra Universidad, Dr. Fernando Estensso

Recientemente, la población civil de Holanda logró que un tribunal obligara al Gobierno de los Países Bajos a que disminuyan en un 25 por ciento los gases contaminantes de aquí al año 2020. El experto del IDEA de nuestra Universidad, Dr. Fernando Estensso

La Organización No Gubernamental Urgenda, en conjunto a unos 900 civiles  holandeses, estableció un precedente histórico al demandar al Estado de los Países Bajos ante los tribunales de ese país. Hace unos días, la sentencia les dio la razón, obligando al gobierno a que reduzca los índices de CO2 en un 25 por ciento, desde aquí al año 2020; aumentando en un 9 por ciento de lo que se había propuesto el ejecutivo para ese territorio.

Consultado respecto de la posibilidad que se pueda replicar esa demanda en nuestro país, y que un tribunal obligue al gobierno a reducir los gases contaminantes, el experto del IDEA de nuestra Universidad, Dr. Fernando Estenssoro, expresa que ello no se podría replicar en Chile, al menos por ahora, porque no tenemos un sistema democrático fuertemente institucionalizado y la población no está organizada. “Podemos aprender de este caso, pero es muy difícil alcanzar un objetivo así”, plantea. 

Aprender del ejemplo

“Lo que sí es muy importante, es aprender de la experiencia holandesa, y ver cómo su sociedad civil se organiza para hacer valer sus demandas; porque los ciudadanos demuestran cómo deben actuar y dónde tienen que recurrir cuando sus derechos están siendo vulnerados, incluso frente a las decisiones del gobierno. Entonces, hay una resolución judicial que obliga al poder ejecutivo, y en ese sentido es una demostración cívica de organización, donde nos enseñan cómo funciona una sociedad democrática, en que operan efectivamente los mecanismo de solución de controversia”, agrega.

Recalca que “es muy importante cómo la sociedad civil europea hace valer sus derechos, y nosotros tenemos que también aprender de eso para exigir nuestros derechos”.

El experto e investigador del IDEA, subraya que “los europeos están a la vanguardia en el cambio climático, a diferencia de EE.UU., donde han intentado responder al protocolo de Kioto. Por lo mismo, los europeos son mucho más conscientes en este tema que el gobierno norteamericano. Y la propia Unión Europea se está poniendo metas muy exigentes. Entonces, lo que está haciendo la sociedad civil del viejo continente está en la misma sintonía, y los ciudadanos reclaman que sus autoridades respeten para que haya una mejor calidad de vida en su población. De eso tenemos que aprender ”.

El Protocolo de Kioto es un acuerdo internacional impulsado por las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que tiene por objetivo  -para los países que lo suscriben- reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), y los otros tres son gases industriales fluorados: hidrofluorocarburos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).

Realidad distinta

También, el Dr. Estenssoro indica que “la realidad de Holanda es otra en comparación con nuestro país, donde se permite que la ciudadanía exija sus derechos. Sin embargo, en Chile, si una persona no quiere seguir respirando el aire contaminado se tiene que prohibir la circulación del transporte privado, pero es casi imposible hacerlo porque de partida habría que mejorar el transporte público. Entonces, el tema es cómo ir solucionando los problemas y -en ese sentido- hay que ser realista, haciéndonos cargo que es un proceso y que la ciudadanía tiene que apoyar, pero también tiene que ser dirigido con inteligencia”.

El experto añade que en Europa plantean soluciones ambientalistas desde la perspectiva que ellos están conscientes que han contaminado más en el mundo, junto a los otros países industrializados; porque ellos son los que alcanzaron el desarrollo y ostentan el poder. Pero para llegar a eso tuvieron que contaminar más, y ahora se están haciendo cargo de eso, para contaminar menos y seguir teniendo el poder.

Cambio climático

El cambio climático lo causaron los países ricos de Europa, así como Japón y Estados Unidos, entre otros, “ellos incidieron en que el planeta esté en la situación ambiental actual. No es que el resto del mundo sea el culpable. Es el mundo altamente industrializado que para alcanzar el enriquecimiento y llegar a un alto estándar de vida, tuvo que afectar el cambio climático. Entonces, el problema es que siempre el que tiene el poder plantea los problemas desde su punto de vista”, fundamenta.

Agrega que “los europeos no traen sus recursos y empiezan a invertir acá para construir industrias de paneles solares, por ejemplo. No nos traspasan lo que ellos han ganado a costa de nosotros. Y no lo hacen, básicamente, porque no quieren perder el poder; porque el que tiene la tecnología de punta es el que tiene el conocimiento, y el que cuenta con esto último es el que impone las reglas”.

“Porque no se ve que los ricos estén dispuesto a entregar sus riquezas para que los pobres vivan mejor. Por lo mismo, ellos levantan un discurso ambientalista para seguir manteniendo el poder, porque ellos no están dispuestos a bajar su estándar de vida”, concluye el experto.

En 15 días conoceremos la calidad del aire que respiramos durante la primera emergencia del siglo

En 15 días conoceremos la calidad del aire que respiramos durante la primera emergencia del siglo

  • El equipo de monitoreo de calidad del aire, liderado por el Doctor Luis Díaz que recogió una completa muestra de los compuestos que tiene el aire de la provincia de Santiago, por estos días, entregará los resultados del estudio, dentro de 15 días. Las conclusiones derivarán del análisis de un filtro que durante 24 horas realizó la absorción del material particulado (PM) y que fue retirado ayer.
  • “Es probable que encontraremos valores 100 veces más elevados de los que recomienda la Organización Mundial de la Salud de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), donde nos exponemos a respirar entre otros elementos benzopireno, que es un hidrocarburo policíclico aromático, potencialmente cancerígeno”, reiteró el Doctor en Ingeniería Ambiental Luis Díaz.

 




Dentro de 15 días se tendrán las conclusiones del análisis a los cuales será sometido el filtro que, durante 24 horas, realizó la absorción del material particulado (PM), a través del equipo de monitoreo de calidad del aire, que recogió una completa muestra de los compuestos que tiene en estos días el aire de la provincia de Santiago, y que respira todo quien resida o trabaje en la Capital de Chile.

En la mañana de ayer, el Doctor Luis Díaz, a cargo del estudio, procedió a retirar ese importante elemento, que proporcionará información fidedigna para, desde el quehacer universitario, aportar al conocimiento de la realidad que ha vivido por estos días la principal urbe del país.

El equipo está instalado en el sector del Laboratorio de Operaciones Unitarias del Departamento de Ingeniería Química del Plantel.

Por estos días el aire de Santiago está literalmente irrespirable. En plena pre emergencia ambiental y, luego de la primera emergencia del siglo, vivida el lunes, en nuestra Universidad aprovecharon esta contingencia para estudiar qué estamos respirando en la capital.

Luego de finalizar el proceso -de 24 horas- de absorción del material particulado (PM)  por el equipo de monitoreo de calidad del aíre de la Universidad de Santiago, con el valor de la norma chilena de 2,5 μm (1 micrómetro corresponde la milésima parte de 1 milímetro, es decir, 100 veces más delgadas que un cabello humano), se llevará al proceso de extracción por solvente y en unos 15 días se tendrá el resultado de los análisis y apreciaciones químicas de las sustancias que tiene el aire que respiramos.

El Doctor en Ingeniería Ambiental con mención en calidad del aire y académico  de nuestro Plantel, Luís Díaz, señaló que  “es probable que encontraremos valores 100 veces más elevados de los que recomienda la Organización Mundial de la Salud de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), donde nos exponemos a respirar entre otras cosas benzopireno, que es un hidrocarburo policíclico aromático, potencialmente cancerígeno”.

Aportar desde el conocimiento

 Sin embargo, pese a que cuesta imaginar que de esta verdadera crisis ambiental salga algo positivo, según Luis Días, “todo esto es una gran oportunidad para Chile de innovar y hacer ciencia para poder aportar desde el conocimiento; para las universidades que pueden generar mejores combustibles, mejores sistemas de calefacción, mejorar la aislación térmica, tener mejores combustibles sólidos como el pellet, en vez de la leña y que cuentan con mejores características”.

Resaltó que “la misión de la Universidad de Santiago es investigar e innovar como también formar capital humano especialistas en este tema a nivel de pregrado y postgrado, por lo que el Departamento de Ingeniería Química está comprometido en varios proyectos de investigación en contaminación, a nivel de pre y posgrado.

Soluciones

Por ahora, las principales medidas que ayudarían a tener un ambiente más limpio, según el experto de nuestra Universidad, van ligadas con “reducir las emisiones que están plasmadas en los planes de descontaminación. Quizás dichos planes hay que revisarlos para ver si están cumpliendo el objetivo, incluso en Europa ya están viendo la posibilidad de aumentar las restricciones a los vehículos”.

Por lo anterior, es que Díaz respaldó la decisión del Gobierno de establecer medidas restrictivas, al indicar que “el llamado a restringir varios tipos de fuentes contaminantes, como las industrias, los vehículos, y la calefacción a leña, son medidas que buscan reducir la exposición que tienen las personas frente al material particulado”.

Filtros HEPA

“Una buena medida es que en los hogares purifiquen el aire por medio de filtros HEPA, que son altamente eficientes para retener el material particulado. Son diseñados para el tamaño de la vivienda,  por lo que el equipo es proporcional a ésta. De hecho los gimnasios también podrían adoptar esta medida invirtiendo para mantener un aire más limpio en sus instalaciones para que sus usuarios no dejen de tener actividad física”, subrayó.

Los filtros HEPA están compuestos por una malla de fibra de vidrio dispuestas al azar,  y con diámetros entre 0,5 y 2,0 μm. El espacio entre las fibras es mucho mayor de 0,3 μm, pero eso no significa que las partículas con un diámetro menor puedan pasar. El material particulado, que contiene pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, y cuyo diámetro es menor que 2,5 µm, son las que las personas pueden respirar.

Las aspiradoras comunes en su mayoría contiene estos filtros HEPA y para que funcionen como purificador se tienen que estar cambiando constantemente.

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