Sobre los pacientes de cuidado, y la decisión de conectarlo a un ventilador mecánico, el doctor Checkley precisó que “todo depende de la habilidad de oxigenar y ventilar los pulmones. Medimos la tasa respiratoria, el nivel de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre y si el paciente tiene problemas cognitivos, no puede pensar o presenta signos de alarma al no poder respirar. Ahí se toma la decisión de conectarlo para prevenir que los pulmones estén expuestos a niveles altos de volumen y presión”.
Refiriéndose a la diferencia entre los tipos de pacientes y qué dice la ciencia, el especialista sostuvo que, “hay varios factores que juegan un rol, existen componentes del mismo cuerpo de cada uno. Hay personas que tienen un sistema inmune debilitado o con enfermedades como diabetes, enfermedades respiratorias crónicas, alguna falla renal, o insuficiencia cardiaca, todo esto puede fomentar un cuadro grave”.
La Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, reunió a expertos de distintas disciplinas en el seminario "Migraciones y pandemia: Una mirada al contexto actual desde la salud colectiva e intercultural".
El evento contó con la participación de la directora del Colectivo Sin Fronteras, Patricia Loredo; la representante del Servicio Jesuita Migrante y de la Mesa Intercultural de Estación Central, Marcela Castro y la académica de la carrera de Terapia Ocupacional, Mónica Díaz.
La decana de la Facultad de Ciencias Médicas, Helia Molina Milman, señaló que es de gran importancia que la Usach realice su aporte como Universidad a las políticas que se requieren dentro de esta crisis socio-sanitaria.
Al mismo tiempo, la doctora Molina agradeció la relevancia que se le entrega a un tema que ha estado invisibilizado respecto a lo que se propone para una población tan importante como la de migrantes en el país. En ese sentido, la decana aplaudió la iniciativa, esperando que "lo que aquí se discutió llegue a quienes toman las decisiones".
Salud colectiva e intercultural
Mónica Díaz, académica de la carrera de Terapia Ocupacional, señaló que como organizadores "nos parece un tema muy urgente de analizar en contexto de pandemia y fuera del contexto de la pandemia".
"Creemos que es importante hablar de esto porque hemos visto que hay una serie de acciones que se han propuesto, pero que no han contemplado las condicionantes sociales, culturales, políticas y económicas en que muchas personas tanto nacionales como extranjeras viven en nuestro país", puntualizó Díaz.
Para la académica, la precarización laboral, la falta de protección, el hacinamiento y la pobreza que enfrenta la población migrante son factores que impiden que puedan cumplir con una cuarentena. Por lo mismo, la experta sostuvo que la salud intercultural debe ser un elemento basal en el sistema.
Desigualdad
Por su parte, la directora del Colectivo Sin Fronteras, Patricia Loredo, indicó que la actual gestión de la pandemia "en general está ciega y sorda frente a lo que significa la diversidad, la desigualdad y el Chile real".
"Todos los reportes oficiales que tenemos del Estado invisibilizan los diferentes efectos que tiene la pandemia en los distintos grupos, por tanto nos parece necesario socializar la necesidad que los datos tengan desagregados, en este caso, de nacionalidad", remarcó.
La experta agregó que la población migrante está en mayores condiciones de pobreza multidimensional y desde antes de la actual crisis, el rol de protección del Estado estaba en deuda con este grupo de personas.
Escenario marcado por brechas
Para la representante del Servicio Jesuita Migrante y de la Mesa Intercultural de Estación Central, Marcela Castro, las brechas que han existido siempre se han visto agudizadas durante la actual crisis.
Castro indicó que según la última encuesta Casen, los migrantes tienen un menor acceso a la salud en relación a los ciudadanos chilenos y dentro del sistema, existe una vulneración de sus derechos, por lo tanto, hoy esto empeora. Junto con estos ejemplos, también está la falta de redes de apoyo. precisó.
"Todo esto, marcado por la discriminación y la estigmatización, ha sido un escenario ideal para perpetuar condiciones de abuso hacia los ciudadanos migrantes en nuestro país", puntualizó la especialista.
Con la intención de poner en relieve la importancia del feedback entre los diferentes componentes de los productores de alimentos y comentar la situación actual para definir líneas de acción, la Corporación Observatorio del Mercado Alimentario (Codema), realizó su noveno Consejo Consultivo.
La actividad llevó por nombre “El fortalecimiento del canal alimentario agropesquero tradicional, una solución estructural ante la emergencia socio-sanitaria”.
En dicho Consejo, el moderador fue el académico de la Facultad Tecnológica de nuestro Plantel, Luis Sáez Tonacca y la exposición principal, estuvo a cargo de Eve Crowley, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO para Chile y representante alterna para América Latina y el Caribe.
En palabras del profesor Sáez Tonacca, “la participación que tiene la Universidad de Santiago de Chile en este espacio de discusión y propuestas es importante porque somos integrantes del Consejo Consultivo y prestamos asesoría voluntaria, además, de hacer proyectos en conjunto. Justamente, ahora, estamos preparando una propuesta para Elige Vivir Sano”, comentó.
En la cita también intervinieron José Ignacio Pinochet, Subsecretario de Agricultura; Cristina Girardi, Diputada Frente Parlamentario Contra el Hambre y la Malnutrición; Inés Guerrero, de la Mesa Directiva del Colegio Médico; Hernán Chiriboga, Director del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, IICA; Zoila Bustamante, Presidenta de Codema y el Presidente Honorario, Dr. Ricardo Uauy.
Desde el año 2005, la Usach inició un trabajo con las Ferias Libres de Chile, específicamente con su organización nacional ASOF. Luego, entre otros con el apoyo de FAO, se diseñó e implementó un proyecto denominado Observatorio Ferias Libres, orientado a generar información comercial y asociativa de las ferias.
La principal conclusión de dicho proyecto fue que las ferias libres, tenían como principal proveedor de sus frutas y hortalizas a los integrantes de la Agricultura Familiar Campesina (AFC), a partir de lo cual, se propuso crear una organización superior a la ASOF, que agrupara a sus integrantes y, casi de inmediato, se propuso avanzar en incorporar a dicha instancia a los pescadores artesanales y los consumidores.
De esa manera, se logró constituir una organización única en Chile y la región que agrupa a representantes de todo el canal de alimentación. Dicha organización es la Corporación Observatorio del Mercado Alimentario (Codema).
“En Codema, nuestra institución ha realizado destacados aportes a la política pública del país, lo que ha permitido ampliar las redes. Asimismo, se han podido organizar múltiples encuentros que han ido en apoyo de la formación de nuestros estudiantes, efectuando seminarios, estudios y dando espacio laborales para algunos de nuestros egresados”, aseguró el experto.
Resultados y propuestas
Las conclusiones más importantes del Consejo Consultivo, tienen relación con ratificar la importancia del Codema en la alimentación saludable de la población, especialmente de los sectores más vulnerables.
“En las distintas emergencias, son los primeros en asegurar la disponibilidad de alimentos a la población, ya sea terremotos, inundaciones, entre otras y, ahora último, en el estallido social y la emergencia sanitaria por el COVID”, señaló el académico.
También, se propuso generar reuniones específicas con integrantes del Gobierno, por ejemplo, del Ministerio de Agricultura, para poder discutir las bases consideradas en la creación del nuevo Ministerio de Alimentación.
“Se apoyó realizar acciones para generar instancias de apoyo a la pesca artesanal, solicitando crear instituciones especializadas que entreguen créditos y asesoría técnica”, señaló Sáez.
“Se propuso volver a insistir en solicitar al parlamento que se declare el derecho a la alimentación, lo que debe quedar en la Constitución del país. También, impulsar la ley en trámite que sanciona a los supermercados por botar comida, para reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos” explicó el especialista.
En la actividad, además se acordó volver a realizar esfuerzos para generar un diálogo con los alcaldes, ya que “aún algunos no logran entender la importancia del canal tradicional en la alimentación saludable y, han puesto diversas dificultades para su funcionamiento durante la pandemia”.
Lo primero que nos aclara la académica del Departamento de Educación de la Universidad de Santiago, Elisa Loncon Antileo, es que el concepto correcto para referirse a esta fecha conmemorativa del pueblo mapuche, que va desde el 21 de junio hasta, aproximadamente, el día 24 del mismo mes, es “Wüñoy Tripantu” y no “We Tripantu” como se ha popularizado en los últimos años.
“Wüñoy Tripantu representa el retorno del ciclo y deriva de la concepción cíclica del tiempo en las culturas originarias y mapuche en particular. Para nosotros, el tiempo no es lineal, sino que retorna. En cambio, el concepto We Tripantu significa año nuevo y simplemente califica un período más que viene, como es el año nuevo occidental para la cultura eurocéntrica”, explica la también investigadora y Doctora en Lingüística por la Universidad de Leiden, Holanda.
En efecto, el pueblo mapuche realiza durante esta semana, e incluso durante todo el mes, esta ancestral celebración asociada al solsticio de invierno austral. Es el día más corto del año en el hemisferio sur, donde se ruega para que la tierra “recupere su energía”.
Elisa Loncon recuerda pasadas celebraciones del Wüñoy Tripantu junto a su familia, comentando que parte del ritual era compartir alimentos y productos, y, “al llegar la medianoche, íbamos a los esteros más cercanos a recibir la energía de la naturaleza”.
“Esta es una ceremonia con la naturaleza y lo que mejor expresa eso es el agua. Por eso nos juntábamos a las doce de la noche y nos íbamos al estero, donde agradecíamos por la salud y pedíamos para que viniera un mejor tiempo. Después llevábamos el agua a los árboles frutales y también a los animales, porque a través de ella pedíamos toda la energía de la naturaleza para el próximo ciclo”, señala la académica.
¿Y cómo se celebrará, este año, una fecha tan vinculada a la tierra y la naturaleza, en un contexto de confinamiento, producto del COVID-19? Le consultamos a Elisa Loncon.
“Cada familia se reunirá en su casa, recordando a los antepasados y convocando su sabiduría, sus palabras y el uso del mapudungun. Cada uno puede hacer su ceremonia en en el patio, por ejemplo, pasadas las 12 de la noche, con un poco de agua, con un arbol nativo o incluso ante una planta. Se hace una ceremonia y se pedirá a la naturaleza que nos dé fuerza para liberarnos de esta enfermedad; que nos den energía los antepasados para seguir luchando por los que son nuestros derechos, y también a la sociedad chilena y occidental para que se termine el racismo, la exclusión y el desprecio que hay hacia lo originario. Hay mucho qué hacer”, sostiene.
Las nuevas tecnologías, explica Loncon, también servirán para hacer comunidad en esta simbólica fecha. Para este mes se han organizado diversos encuentros y seminarios a través de plataformas digitales.
Solidaridad ante la enfermedad
En cuanto a la situación del pueblo mapuche ante la propagación del Coronavirus, la profesora del Departamento de Educación de la Usach, afirma que existe poca información específica, debido a que no cuentan con datos oficiales desagregados.
“Nosotros sabemos, puntualmente, por ejemplo, de comunidades afectadas, como Lonquimay, que llegó a contar más de sesenta personas contagiadas en la zona. Temuco también estuvo bastante afectada y murieron dos personas mapuche. Pero en las comunidades hay una cosa muy importante y es que aquellas que todavía tienen tierras han manejado un sistema económico de subsistencia”, señala la experta, agregando que “se han dado casos de intercambio de productos, mediante economía circular donde tú entregas un producto y la otra persona entrega otro a cambio. Eso se ha hecho bastante entre familias y comunidades”, señala.
Elisa Loncon explica que la lectura del pueblo mapuche ante la pandemia, “es que no se trata, únicamente, “de una enfermedad exógena y biológica para la cual no tenemos cura”.
“La pandemia responde a una crisis generalizada que tiene que ver con la crisis alimentaria y ecológica; con la crisis de los migrantes, con la crisis del conocimiento y de las ciencias; porque si la ciencia no estuviera en crisis ya tendríamos la cura”, señala.
Luego añade que es una crisis que está marcada por un sistema de vida eurocéntrico, occidental, porque nosotros no tendríamos porque estar sufriendo. La gente que vive en las poblaciones marginales en Santiago no tendría por qué sufrir el hambre, sufrir por la lluvia, por no tener trabajo, o por estar hacinados. Eso es producto de la pobreza generada por un sistema que explota al ser humano y a la naturaleza para seguir engordando al uno por ciento del mundo que tiene todo, mientras el 99 por ciento estamos en las condiciones en que estamos. Debemos vivir en equilibrio con la naturaleza”, enfatiza la académica de la Facultad de Humanidades, de la Universidad de Santiago de Chile.
Revisa en el siguiente video el saludo de año nuevo de los pueblos originarios en voz de la Doctora en Lingüística, Elisa Loncon Antileo.
Advirtió que "esto no quiere decir que la información sea completamente inocua. La información tiene que estar realmente anonimizada, ya que es sumamente sensible; habla de dónde vives, dónde trabajas, cuáles son tus hábitos, cuál es tu rutina, predecir comportamientos futuros.
Viollier espera que ese proceso se haga bien, "eso significa que las empresas no le pueden pasar al ministerio la base de datos completa y decirle 'tu anonimizala'. Las empresas tienen la capacidad, pero les va a salir caro", precisó.
El abogado de la ONG Derechos Digitales agregó que "estamos en un contexto de pandemia, en estado de excepción constitucional decretado, y por tanto es justificable ciertas medidas excepcionales, pero deben venir acompañadas de garantías de que todos estos aparatos de vigilancia se van desmantelar una vez trascurrida la pandemia".
Una investigación realizada por los académicos del Departamento de Ingeniería Geográfica de la Usach Ricardo Crespo, Matías Durán y Claudio Álvarez determinó las cinco manzanas con mayor densidad de adultos mayores de la capital.
“Nuestro objetivo fue mostrar la distribución geográfica de parte importante de la población crítica”, explicó Crespo, doctor en geocomputación, en alusión a la pandemia del Coronavirus que afecta al país.
“Es información relevante para autoridades comunales, dado que contribuye a la toma de decisiones, tales como cordones sanitarios y puntos de control, ya que muchos adultos mayores suelen salir a la calle aún”, agregó.
Manzanas
La manzana con mayor densidad de adultos mayores corresponde a la comprendida entre avenida Cristóbal Colón, Américo Vespucio, Martín Alonso Pinzón y Vasco da Gama, en la comuna de Las Condes, con 729 personas mayores de 65 años.
Le sigue el sector entre Luis Carrera, Las Hualtatas, avenida Kennedy y Pedro Canisio, en Vitacura, con 629. Más atrás, la zona de Providencia cercada por avenida Bilbao, Marchant Pereira, Vasconia y Antonio Varas, con 570.
El conteo de manzanas lo cierran, nuevamente, sectores de Las Condes. Con 552, la manzana de Martín de Zamora, Colón, Sebastián Elcano y Félix de Amesti. Finalmente, con 489, el perímetro de Colón, Martín de Zamora, Sebastián Elcano y Domingo Bondi.
Los datos del estudio, que consideró población de adultos mayores de sesenta y cinco años, fueron obtenidos a través del Censo realizado el año 2017. Las cifras fueron traducidas a cartografía mediante técnicas especializadas.
Jaime Mañalich decidió renunciar el pasado domingo a su puesto como ministro de Salud, por lo que el Presidente Sebastián Piñera designó a Enrique Paris como titular del Minsal en medio de la pandemia del coronavirus.
Para la experta en comunicación aplicada al área de la salud y académica de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Santiago, Verónica Rocamora, es evidente que hay un cambio en la forma de comunicar del Minsal.
“Ante el estilo verticalista y poco dialogante de Mañalich, el nuevo ministro invita al diálogo y lo escenifica, al sentar en la mesa a otros actores, como los representantes de las asociaciones de alcaldes”, explicó.
La doctora en comunicación social y académica del Magíster en Ciencias de la Comunicación de la Usach consideró que una de las principales diferencias radica en la “empatía” que Paris demuestra en contraposición a su antecesor.
“A la información principalmente centrada en cifras de mortalidad y contagiados, Paris brinda otras informaciones relacionadas con utilidad pública o muestra empatía, poniéndole nombre a una víctima”, sostuvo.
Sin embargo, reconoció que aún es temprano para hacer una evaluación general y que habrá que examinar si el ex Presidente del Colegio Médico se hace cargo de las críticas a Mañalich por la falta de transparencia en los datos, así como por no demostrar su disposición a acoger colaboraciones.
“Lo importante, más allá de los estilos comunicacionales, es que haya una coherencia con las acciones y la estrategia político-sanitaria del gobierno. Los estilos comunicacionales no bastan para recobrar la confianza de la ciudadanía, lo que es fundamental para el manejo de una crisis sanitaria”, afirmó.
El rol de los medios de comunicación
El doctor en ciencia política y Director de la Escuela de Periodismo de la U. de Santiago, René Jara, concordó en que puede percibirse un cambio en el estilo de uno y otro ministro.
“Se percibe un cambio en el tono y en la puesta en escena del nuevo ministro, el cual toca diferentes aspectos. El primero es el diseño de la vocería. Se distribuye la palabra y el reporte aparece más como una cuestión técnica”, explicó.
Para Jara, esto descomprime la presión sobre el ministro al hacer partícipes a otros actores políticos. “Existe un amplio consenso en que una de las principales falencias en la gestión de esta crisis es el factor comunicacional”, afirmó.
El académico enfatiza en que uno de los aspectos más interesantes que puede advertirse del nuevo estilo de Paris es que parece haber descubierto que su principal interlocutor son los periodistas y medios de comunicación.
“Antes que polemizar con estos actores, se debe favorecer una política de cooperación y acceso a la información, con el fin de que el mensaje del Minsal llegue efectivamente a los hogares”, sostuvo.
Por último, insistió en que la mejor política en este momento es ser claro al transmitir mensajes. “Esperemos que la nueva etapa del ministro Paris marque también una inflexión que avance en esa dirección”, afirmó.
Desafíos múltiples
La experta en comunicación gubernamental y académica del Magíster en Ciencias de la Comunicación de la Usach, Paula Walker, consideró que el cambio de ministro era necesario en este momento, ya que Mañalich había perdido confianza por sus propias declaraciones.
“Cuando dijo que la estrategia y sus modelamientos se habían caído como castillo de naipes, la comunidad quedó al desamparo del cuidado médico que nos habían dicho que existía. Eso es muy grave”, sostuvo.
De acuerdo a la académica, el Gobierno erró al “politizar la pandemia”, manejando información de manera poco clara y privilegiando a la economía por sobre el cuidado de las personas.
“El ministro Paris tiene una tarea enorme por delante y sus desafíos son múltiples: el más importante es cambiar la mirada estratégica del gobierno sobre la pandemia. El nuevo ministro no puede repetir lo mismo”, afirmó.
“Ante el fracaso del Gobierno frente al manejo de la pandemia, la sociedad civil debe estar en la estrategia y activar su fuerza y colaboración para protegernos frente a meses muy duros que vienen por delante”, concluyó.
Se trata de una plataforma virtual que conecta la oferta y la demanda de productos para ferias libres, desarrollada por el Centro de Innovación en Tecnologías de la Información para Aplicaciones Sociales de la Usach.
Su directora en Innovación, Carolina Bonacic, explicó que “esta es una aplicación que tiene por objetivo conectar de manera dinámica a los feriantes, consumidores y productores. Nuestro fin es generar una vitrina virtual para ayudar de buena manera a esta primera línea alimenticia. Los feriantes se han visto amenazados por la pandemia, y fuimos en su ayuda, por eso la idea es hacer que ellos puedan mostrar sus productos”, detalla la académica.
Los casos positivos de COVID -19 en Chile han sufrido un explosivo aumento en las últimas semanas, concentrándose en la Región Metropolitana. Ante la alta demanda por camas críticas en los centros asistenciales de la región, la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach (FACIMED) dio inicio a un curso gratuito sobre manejo de pacientes infectados con el nuevo Coronavirus, enfocado en la terapia ventilatoria.
La capacitación lleva el nombre de ‘Fundamentos de la terapia ventilatoria en pacientes con SARS-COV-2, desde la urgencia a la UCI: una mirada desde la Kinesiología’, que tiene por objetivo entregar a profesionales de la salud las herramientas necesarias para abordar eficazmente a personas que sufren complicaciones de salud a causa del patógeno y que requieren atención médica.
El curso dictado de manera online a través de la plataforma U Virtual y que cuenta con el apoyo del grupo COVID, integrado por académicos y profesionales de la Facultad de Ciencias Médicas, está compuesto de cuatro unidades temáticas, que van desde aspectos generales del SARS-COV-2, hasta el manejo de pacientes que requieren vía aérea artificial.
Enfoque multidisciplinario
“No sacamos mucho con tener ventiladores mecánicos si no está el personal capacitado para trabajar con esos aparatos”, planteó Patricio Canales, director del curso y jefe de la Unidad Cardiorrespiratoria de la carrera de Kinesiología. El objetivo de la iniciativa, según el académico, es “contribuir a las necesidades sanitarias que surgen en tiempos de pandemia” de manera gratuita.
Si bien la base teórica del curso surge desde la kinesiología, sus temáticas son transversales a diversas áreas de las ciencias de la salud, explicó Canales. Esto se refleja en el cuerpo académico de la iniciativa, compuesto por 16 docentes, en su mayoría provenientes de las Escuelas de Medicina, Enfermería, la carrera de Kinesiología y el Centro de Salud Pública de la Facultad de Ciencias Médicas.
Señaló que se dispusieron 300 cupos para el curso, los cuales se completaron en apenas dos horas. “Tuvimos más de 400 inscripciones, con profesionales de Arica a Punta Arenas, de otros países de Latinoamérica e incluso de España”, afirmó el kinesiólogo.
Acciones frente al virus
Durante la ceremonia de inauguración del curso, la decana de la Facultad de Ciencias Médicas, Dra. Helia Molina, señaló que la iniciativa es un ejemplo de cómo deben coordinarse las distintas áreas de la salud para resolver un problema como el brote de COVID-19 en Chile. “Esa es la forma en que tenemos que trabajar siempre. Poner de forma horizontal distintas competencias y habilidades, lo que también involucra a la docencia, la investigación y la vinculación con el medio”, enfatizó la pediatra.
La máxima autoridad de FACIMED también destacó las distintas acciones que ha tomado la la Unidad Académica Mayor y la Usach frente al avance del Coronavirus, tales como capacitaciones a estudiantes y profesionales de la salud, el proyecto de reconversión de ventiladores mecánicos y el laboratorio universitario que procesa exámenes de PCR.
Con firma mensual y arraigo nacional quedaron tres personas detenidas por organizar una fiesta clandestina en Santiago, lo que provocó críticas por lo bajo de las penas. Para la alcaldesa Evelyn Matthei, los jueces “están siendo indolentes, totalmente irresponsables y, además, ignorantes”.
A juicio del antropólogo y académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago, Dr. Sergio González, el bajo nivel de cumplimiento de la cuarentena y toque de queda, se explica por factores como el exceso de confianza por parte de la población y el discurso poco claro de las autoridades.
“Uno de los motivos tiene que ver con el lento proceso de toma de conciencia ante el nivel de gravedad de la situación. Hubo una especie de negación inicial respecto a la fuerza de la epidemia y el impacto que iba a tener. Existió un exceso de confianza y una baja capacidad de asimilar los impactos, a pesar de las noticias que teníamos desde países como Italia o España, donde el escenario era de una gravedad extrema", señaló el doctor en psicología y especialista en psicología social.
Como segundo aspecto, el psicólogo apuntó que, mientras en los sectores más acomodados se produce un sentimiento de estar “por sobre las normas y por sobre el resto de la población”, cuando el contagio comienza a propagarse hacia la población más vulnerables "que sufre pobreza y hacinamiento, claramente se hace muy difícil decirles quédense en casa cuando no tienen fuentes de trabajo o de generación de ingresos".
Un tercer factor que explica el bajo respeto a las restricciones, a juicio de González, “fue la comunicación y respuesta errática de las autoridades que, por un lado, llamaban a quedarse en casa y, al mismo tiempo, invitaban a una nueva normalidad y a una recuperación de los espacios laborales, por ejemplo, para los trabajadores de la administración pública".
En opinión del experto, en Chile “tenemos una población bastante responsable y disciplinada. Somos un país que está acostumbrado a cumplir cierta normativa, siempre y cuando la información que emerge desde las autoridades tenga credibilidad”.
“Claramente el manejo que ha habido aquí ha sido paradojal y lo que se le ha informado a la población ha sido muy ambivalente. Hoy estamos viendo los resultados de ese tipo de comunicación”, subrayó.
¿Qué dice la ley?
Para el abogado y académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago, Jorge Boldt, el problema no radica en el criterio con que los jueces aplican las sanciones, sino en lo que establece la ley misma.
De acuerdo al máster en derecho penal de la Universidad de Barcelona, para aplicar una prisión preventiva se requiere determinar con pruebas que la persona acusada seguirá cometiendo el mismo delito mientras es procesado.
Sin embargo, explicó que, en infracciones asociadas a la cuarentena, “los delitos son excepcionales”, debido a que no se puede acreditar otro comportamiento similar durante otra pandemia, ya que esta es la única que ha vivido.
Además, agregó que “si tuviéramos un caso en el cual el organizador de la fiesta lo hace por tercera vez, se produce un contagiado y esa persona muere, veríamos al menos formalizaciones por delitos distintos, de lesiones u homicidios”.
“Este es un delito de peligro, de riesgo potencial de afectación a la salud de las personas, pero no, concretamente, una afectación dirigida de parte del autor. Por eso, la pena debe ser más baja”, enfatizó en alusión al caso.
Finalmente, reconoció que los atenuantes generan una “sensación de impunidad”, pero indicó que la ley establece penas en abstracto y para un amplio espectro de delitos. “Si es disuasiva, depende de cada persona”, concluyó.