Analista destaca rol de monarquía española en pos de unidad nacional
- El especialista en política internacional de la Universidad, Dr. Fernando Estenssoro se refirió a las tensiones que podrían emerger en la península ibérica tras la abdicación del Rey Juan Carlos I, en favor del Príncipe de Asturias y cómo la figura del nuevo monarca, aliviaría las críticas a la Corona y consolidaría el proceso democrático.
La sorpresa acerca del anuncio del rey Juan Carlos de España por abdicar a la Corona, fue relativa, ya que si bien no estaba en la agenda política, ni internacional, tampoco fue una reacción inimaginable para la nación hispana tras los escándalos que han dejado a la monarquía vulnerable a las críticas. Así lo plantea el analista internacional del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), Fernando Estenssoro.
La figura del Rey Juan Carlos tuvo un alto nivel de aprobación gracias a su gestión democrática, pacificadora e integradora, a nivel histórico, pero después de 39 años estaba desgastada, sobre todo con escándalos como la cacería del elefantes que protagonizó el monarca y el juicio en contra de su yerno Iñaki Urdangarin, por cargos de malversación, fraude, prevaricación y desvío de dineros públicos y privados. “(La abdicación) es una reacción bastante lógica para poner a una nueva figura, más joven y no tan desprestigiada”, sostiene Estenssoro.
“No estaba planificado como sociedad, por lo que los españoles deberán hacer ahora una ley que permita la abdicación, pero evidentemente esto fue conversado, planeado y estudiado en todos sus detalles”, afirma el analista internacional de la Universidad de Santiago, quien agrega que si el proceso de sucesión ocurre con éxito y sin rupturas en la escena política interna, consolidaría la democracia monárquica española.
El Dr. Estenssoro cree que si el proceso se da como esperan las autoridades del país, “la democracia constitucional española va a salir fortalecida”. Pero a su vez, el anuncio abrió camino a una de las críticas más antiguas de Europa: hacer un plebiscito para que el pueblo se pronuncie si acaso quiere una monarquía de estas características, o una república.
“En mi opinión, es necesario todavía el rol del Estado como algo macro, que articule entre una Unión Europea que no termina de cuajar, y los regionalismos y localismos que son absolutamente constituyentes de la realidad europea. Por eso, la figura de los monarcas constitucionales, en el caso europeo exclusivamente, ha jugado un papel que va más allá del nacionalismo regional, logrando mantener la unidad”, acota.
El investigador del Instituto de Estudios Avanzados profundiza al respecto, explicando que en el caso de España, significa la unión entre zonas y población muy disímiles.
“El problema de España es su unidad nacional y durante el post franquismo, la figura del rey logró el objetivo de sostener el proceso democrático, sin caer en fracturas internas”, agregó.
“Creo que el régimen de república los tiende a separar mucho más en términos tradicionales. En cambio, la figura del rey constitucional es una imagen que tiende hacia una suerte de unidad, a través de un sentimiento supranacional”, aclara el especialista, poniendo como ejemplo el caso británico: “La pregunta es si acaso los españoles van a lograr consolidar el régimen de manera similar o caerán en tensión política, porque está planteado un referéndum separatista en Cataluña, al tiempo que los vascos tienen también una reivindicación muy fuerte”.
Crisis económica
El desafío más grande para el nuevo rey – Felipe de Borbón - será mantener la estabilidad para salir de la crisis económica que golpea a España desde hace años y, que pese a algunas luces, aún no consolida un camino de crecimiento.
“Es una situación muy compleja aún. Y la culpa no es del monarca, sino de la política española. O sea, no fue el rey el que metió a España en la crisis”, advierte el Dr. Estenssoro, revelando que aunque las críticas a las monarquías se enfocan en los presupuestos reales pagados con impuestos públicos, el problema de fondo es otro.
“Con rey o sin él, la crisis sigue”, por lo que el tema está en “si acaso los sectores políticos lograrán superar esta crisis en términos democráticos o las tensiones políticas llevarán al agravamiento de la situación. Eso sí tensionaría a España”, sostiene explicando que la sucesión será una oportunidad para que el binomio político de la nación tienda a generar un mejor ambiente. “Es una apuesta política de los españoles entre PSOE y PP por tratar de dar un nuevo aire”, dice.
Imagen y compañera
A esta imagen del nuevo rey se sumaría el apoyo de su esposa, la Princesa Letizia, que si se fortalece como una figura carismática, sería una contribución al proceso.
“El rol que pueden jugar las reinas consortes es muy importante, porque tienen empatía con la ciudadanía y traspasan esa suerte de afecto hacia la Corona y la idea de unidad que representa. Pero si ocurre lo contrario, la corona se debilita aún más. Todo va a depender de ella”, acota el Dr. Estenssoro, poniendo como ejemplos el caso de Lady Diana en Inglaterra y en América, en ausencia de monarquías, el de Eva Perón como compañera de proyecto político.
“Quizá nunca gobierne, pero puede hacer un tremendo aporte a la monarquía y al proceso político español si logra calmar las animosidades. Es el rol que le toca a este tipo de monarquías, mantener la estabilidad y evitar el quiebre institucional y político”, sentencia el académico del Idea.