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No basta con más recursos para solucionar la falta de especialistas en Salud Pública

No basta con más recursos para solucionar la falta de especialistas en Salud Pública

  • La formación mayoritaria de médicos en universidades privadas, que conmina a sus titulados a ejercer en el sector privado; las malas condiciones y carencia de incentivos a los facultativos para que trabajen en el sistema público y la falta de consciencia de la ciudadanía respecto de llevar una vida saludable, son algunos de los factores claves, que a juicio del director de la Escuela de Medicina de nuestra Universidad, Dr. Mauricio Osorio Ulloa, configuran  un problema que va más allá de la inyección de recursos.

 




Según cifras del Ministerio de Salud, Minsal, el sistema de atención de salud pública requiere de casi 3.800 (tres mil ochocientos) médicos especialistas para hacer frente a la demanda nacional.

Al respecto, el presidente de la comisión de salud del Senado, Guido Girardi -en diciembre de 2014- afirmó que es necesario inyectar mil millones de dólares al presupuesto de salud, para comenzar a encontrar una salida a la fuerte ausencia de profesionales en el área.

Sin embargo, para el director de la Escuela de Medicina de nuestro Plantel, Dr. Mauricio Osorio Ulloa, son de diversa índole los factores que explican la insuficiencia de médicos en el sector público. Por ejemplo, quienes obtienen su título en universidades privadas -afirma- se inclinan por desarrollar su carrera profesional, directamente en el mismo ámbito pero de la salud privada.

“La mayoría de los médicos que egresan de las distintas universidades chilenas, estudian en instituciones privadas, por lo que el perfil de egreso y las perspectivas del ámbito laboral tienen necesariamente que ver con donde se estudia”, reflexiona el Dr. Osorio.

Añade que “si se suma el número de vacantes de todas las universidades públicas, ésta es menor a la que egresa de las universidades privadas y trabajar en el sector privado”.

En esa línea agrega que “como Universidad de Santiago, podemos decir que el noventa por ciento de nuestros egresados van a ir a trabajar al sector público, pero es un número pequeño”.

Cree el académico, que los estudiantes recién titulados optan  por el sector privado, dado que supone mejores remuneraciones que ayudan a solventar, más rápido, la enorme carga que significa costear una carrera del área de la salud.

“Los jóvenes que egresan de las escuelas de medicina tienen como mochila a cuestas, los préstamos y las deudas apropósito de haber estudiado, la que repercute en que cuando salen de la universidad y buscan trabajo, van a donde les pagan mejor”, dice el Dr. Osorio.

El cuidado parte por casa

“En la medida que avanza la medicina, las personas creen que todos sus problemas tienen que ser resueltos por un especialista y, sin embargo, en realidad la gran mayoría pueden solucionarse en el nivel primario”, afirma el Dr. Osorio.

Según el experto, la atención primaria -en consultorios, Servicio de Atención Primaria de Urgencia (SAPU), etcétera- debiese focalizar el fuerte de las consultas, tomando en cuenta que en este tipo de instancias se detectan las patologías en su fase menos avanzada.

“Si en algún momento nos enfermamos, vamos a aquel lugar de menor complejidad, donde se pueden resolver la gran mayoría de los problemas que tenemos, y dejemos de forma especial la consulta al especialista”, argumenta.

Por lo tanto, agrega el académico, que si se está pensando en dar respuesta al grave problema que aqueja al sistema de salud chileno, “la solución debiera estar cerca del hogar de las personas, a través de un médico general que pueda resolver la gran mayoría de los temas”.

Asimismo, el galeno recomienda que más que confiar en especialistas, las personas deberían responsabilizarse por su salud a través de hábitos de vida saludable.

“Tenemos que hacer un fortalecimiento de algunas definiciones que son más macro; lo más importante debiera ser estar sanos, tratando de hacer ejercicio y sin fumar, porque así vamos a evitar la enfermedad”, enfatiza.

Falta de especialistas

Cuando se analiza el tema de las especialidades -explica el Dr. Osorio- el 48 por ciento de los médicos trabaja en el sector público, y el resto en el privado. Sin embargo, este último, no comprende más allá del 20 por ciento de la población nacional, por lo que más de la mitad de los médicos trabaja para ese pequeño porcentaje del país.

Para el académico, la falta de especialista se  explica porque “la formación de especialidades que ofrecen las universidades es en la medida de sus posibilidades. Para formar especialistas no solo se necesitan expertos para que impartan conocimiento, sino que también es prioritario resolver el tema de los campos clínicos”; es decir que la formación está en los mismos campos clínicos del pregrado, y por ende, hoy día hay una verdadera batalla por quien los ocupa.

En ese contexto, el director de la Escuela de Medicina de nuestro Plantel cree que las universidades públicas deberían trabajar de forma coordinada con los hospitales, porque ambos responden a satisfacer las necesidades de los ciudadanos.

“Hay que hacer una alianza potente entre el sector público y las universidades, porque la ley, (18.575) Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, dice que ambas instituciones por su carácter público, debiesen trabajar coordinadamente y con tendencia al mismo fin, porque el objetivo último es atender lo público”, expone el Dr. Osorio.

Añade que “esto implica resolver de una buena vez la real cuantía y valía que tienen estas universidades, en la formación tanto del pre como el postgrado, y de esa manera empezar a resolver las falencias, pensando a largo plazo”.

Mejorar las condiciones laborales

 “En el último tiempo ha surgido mucho la idea del contrato a honorarios, dentro de la forma en que se cancela por las diferentes prestaciones que realzan los médicos, pero este es un contrato que no aporta estabilidad”, reflexiona el Dr. Osorio.

A juicio del académico, hay que perfeccionar la ley médica existente, o buscar un nuevo contrato médico que ofrezca mejores condiciones a los médicos, para que incentive su permanencia en el sistema público.

 Sin embargo, advierte, que la inyección de recursos -como algunos piensan- no necesariamente soluciona el problema.

 “Se cree que con recursos, desde el punto de vista de los honorarios, se soluciona el problema, pero tampoco ha dado solución a lo que hoy día tenemos”.

“Si seguimos agregando recursos, sólo para honorarios médicos, no vamos a resolver el problema, porque entramos en una lógica de mercado, y que solo vamos a lograr encarecer los honorarios”, concluye.

No basta con más recursos para solucionar la falta de especialistas en Salud Pública

No basta con más recursos para solucionar la falta de especialistas en Salud Pública

En abril comenzó a funcionar en el país el Centro de Excelencia de la Universidad de California-Davis, su primer departamento fuera de Estados Unidos, el que tiene por objetivo crear una plataforma para el desarrollo de investigación colaborativa con el sector agroalimentario nacional.

Su director ejecutivo, Dr. Alan Bennett, visitó nuestra Universidad el pasado miércoles (26) y se reunió con académicos del plantel para presentarles las oportunidades que hay para desarrollar trabajo conjunto.

“Nosotros trabajamos con las industrias para identificar problemas, formamos equipos entre los especialistas de la Universidad de California en Davis y de las universidades chilenas adheridas a nuestro programa, y queremos encontrar a los mejores investigadores de la Universidad de Santiago de Chile para sumarlos a este trabajo”, indicó la autoridad de la institución internacional.

Esta entidad forma parte del programa de Atracción de Centros de Excelencia Internacional en Investigación y Desarrollo, impulsado por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), que apunta a convertir a Chile en un referente regional de la innovación, para lo cual ya se encuentran trabajando con otros tres planteles nacionales, como lo son la Universidad de Tarapacá, Universidad de Talca y Universidad Nacional Andrés Bello, a los que se sumará nuestro plantel próximamente.

También estuvo presente el Dr. Pablo Zamora, director científico del centro y egresado del Doctorado en Biotecnología de esta Casa de Estudios, quien indicó que en el corto plazo desean expandir sus líneas de investigación a otros sectores productivos que requieran solucionar problemas, pues actualmente se concentran en proyectos del área de viticultura y enología, a lo que se suman también las tres líneas iniciales de investigación: análisis genómico, detección microbiológica y predicción y adaptación al cambio climático.

En este sentido, el Dr. Zamora plantea que el trabajo de ellos está orientado principalmente a desarrollar ciencia aplicada y conducida por necesidades de la industria. “Por lo tanto, este no es un espacio para encontrar ciencia fundamental debido a que nosotros reconocemos que las universidades y los centros tecnológicos cubren ese caso”, indicó.

Según planteó el equipo de la Universidad de California-Davis Chile, están buscando socios para expandir sus líneas de trabajo, por lo que han visto en la U. de Santiago de Chile un socio estratégico que cuenta con las capacidades necesarias para asumir los desafíos que significa este trabajo conjunto.

El Dr. Bennett expresó que “sabemos mucho sobre la Universidad de Santiago porque Pablo fue  estudiante de esta Casa de Estudios, así que gracias a él conocemos las facultades, los programas y esto es de gran ayuda, porque nos permite conocernos como universidades que realizamos investigaciones”.

Un centro para el sector agroindustrial

La determinación de instalar este centro en el país tiene que ver, en primer lugar, con un lazo de colaboración histórico entre Chile y California, cuyos orígenes datan de la década del sesenta en el gobierno de Eduardo Frei Montalva, convenio que fue ratificado el año 2008 durante el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, dando paso al "Plan Chile - California: una asociación estratégica para el siglo XXI". Además, existen similitudes geográficas, de clima, así como desafíos comunes como diversificar la matriz energética.

Por otra parte, la sequía y las constantes heladas que afectan al sector agroalimentario requieren de soluciones efectivas, y la ciencia desarrollada en las universidades podría responder de manera satisfactoria a estas problemáticas.

Durante su presentación, el director científico señaló que “queremos traer capacidades y, al mismo tiempo, creemos que en Chile hay muchos investigadores que están trabajando en el tema y que están preocupados de las contingencias y nosotros queremos ayudarlos a fortalecer su trabajo”.

En este sentido, el Dr. Zamora señaló que la presencia de esta institución extranjera en el país permitirá la creación de nuevas oportunidades de negocios en la economía chilena y global; el desarrollo de nuevos descubrimientos y tecnologías y acelerar su transferencia al mercado; el fortalecimiento de las relaciones bilaterales; el desarrollo de investigaciones enfocadas al mercado para acelerar la innovación; y un apoyo al área de Ciencias de la vida con énfasis en la industria agrícola.

Finalmente, la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT) informará a los investigadores de la Universidad, que estén interesados en esta alianza, cómo será el proceso para presentar sus propuestas de proyecto.

En 2014, el 27% de los fallecidos en Chile tuvieron como causa un problema cardiaco

En 2014, el 27% de los fallecidos en Chile tuvieron como causa un problema cardiaco

  • Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades asociadas al corazón son la primera causa de muerte en el mundo. En Chile provocaron el 27 por ciento de los decesos el año pasado, por lo mismo, para la académica Dra. Adriana Ducos Sánchez, deben promoverse los hábitos de vida saludables en la población, como el ejercicio y la alimentación equilibrada, incluyendo chequeos médicos preventivos. 

 




La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido que las enfermedades asociadas al corazón constituyen la primera causa de muerte en el mundo, y que en Chile provocaron el 27 por ciento de los decesos durante el 2014. De allí, la relevancia que tiene concientizar a la población sobre las medidas que apunten a disminuir esta alarmante cifra.

Para la académica de la Escuela de Medicina de nuestro Plantel, Adriana Ducos Sánchez, el corazón es “el órgano vital por excelencia que gobierna el organismo, y que exceptuando al cerebro, no hay otro más importante”, por lo que es necesario comprender el papel que juega para la vida.

Agrega que hay muchas causas de enfermedades cardíacas, pero en nuestro país la cardiopatía coronaria, o estrechamiento de los vasos sanguíneos que suministran  sangre y oxígeno al corazón, “es la etiología más importante y la gran causa de muerte en Chile y en muchos países”.

Infarto al miocardio

El infarto al miocardio, es la principal causa de muerte en Chile, y se produce debido a que tras la interrupción del torrente sanguíneo, una porción del músculo cardiaco muere.

En esa línea, la Dra. Ducos explica que hay factores hereditarios que pueden gatillar el padecimiento, como asimismo aquellos que se relacionan con el estilo de vida de las personas, en los cuales se debe poner hincapié en la prevención.

Por eso señala que “cambiar el estilo de vida no es fácil, pero hay que intentarlo”.

En ese sentido, expone que hay diversas enfermedades crónicas, como la hipertensión arterial o la diabetes, que pueden influir en la gestación de infartos, por lo que es necesario adoptar medidas tendientes a cambiar los hábitos alimenticios y rutinas diarias.

“La hipertensión arterial, es tratable; la diabetes, es controlable y tenemos, por supuesto, la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo”. Además, “las dislipidemias, que son los trastornos del colesterol y el hipotiroidismo, son causas modificables y que fundamentalmente se asocian con el estilo de vida de las personas”, afirma la facultativa.

Enemigos silenciosos

La Dra. Ducos hace un llamado a la ciudadanía, a estar vigilantes ante estas patologías, sobre todo en el caso de la hipertensión y diabetes, que son asintomáticos, y solo perceptibles en momentos de crisis. “Son enemigos silenciosos”, recalca.

Enfatiza la académica que ambas “tienen la desgracia que en general son poco sintomáticas, entonces las personas no perciben sus presencias hasta que consulta a un médico, van a servicio de salud donde le hacen una glicemia o les detectan el colesterol alto o hipertensión arterial”.

Por eso, “la recomendación es llevar una vida saludable y hacerse controles”, agrega.

Escuela de Medicina de la U. de Santiago

Según la Dra. Adriana Ducos, la atención de salud primaria en Centros de Salud Familiar, Postas y Servicios de Atención Primaria de Urgencia, juega un rol fundamental para detectar a tiempo las patologías que pueden desembocar en un infarto cerebrovascular.

En esa línea, la especialista comenta que la Escuela de Medicina de nuestro Platel, se ha enfocado en entregar las herramientas necesarias, para que sus egresados se desenvuelvan con autoridad en los centros de atención primaria del país, y que en esa instancia sean  capaces de detectar las enfermedades crónicas que en el futuro puedan aquejar al corazón.

Afirma que “es tan importante la atención primaria, que nuestra Escuela de Medicina fomenta mucho que sus médicos salgan bien formados en el área, ya que la prevención de estas enfermedades está justamente a nivel primario de salud”.

Añade que “el infarto, la diabetes descompensada, la crisis hipertensiva, los accidentes cerebrovasculares son el fracaso de la prevención primaria que está a nivel de los consultorios”.

Finalmente, la Dra. Ducos estima como positivo que se realicen actividades como el mes del corazón, ya que muchas de las causas asociadas a los accidentes cerebrovasculares se vinculan el estilo de vida de las personas y, “aunque no es tan fácil cambiarlo, por lo menos hay que intentarlo, difundiendo en la población lo bueno que puede ser la prevención primaria, porque si no seguiremos con las alarmantes cifras de infartos”.

En 2014, el 27% de los fallecidos en Chile tuvieron como causa un problema cardiaco

En 2014, el 27% de los fallecidos en Chile tuvieron como causa un problema cardiaco

  • Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades asociadas al corazón son la primera causa de muerte en el mundo. En Chile provocaron el 27 por ciento de los decesos el año pasado, por lo mismo, para la académica Dra. Adriana Ducos Sánchez, deben promoverse los hábitos de vida saludables en la población, como el ejercicio y la alimentación equilibrada, incluyendo chequeos médicos preventivos. 




La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido que las enfermedades asociadas al corazón constituyen la primera causa de muerte en el mundo, y que en Chile provocaron el 27 por ciento de los decesos durante el 2014. De allí, la relevancia que tiene concientizar a la población sobre las medidas que apunten a disminuir esta alarmante cifra.

Para la académica de la Escuela de Medicina de nuestro Plantel, Adriana Ducos Sánchez, el corazón es “el órgano vital por excelencia que gobierna el organismo, y que exceptuando al cerebro, no hay otro más importante”, por lo que es necesario comprender el papel que juega para la vida.

Agrega que hay muchas causas de enfermedades cardíacas, pero en nuestro país la cardiopatía coronaria, o estrechamiento de los vasos sanguíneos que suministran  sangre y oxígeno al corazón, “es la etiología más importante y la gran causa de muerte en Chile y en muchos países”.

Infarto al miocardio

El infarto al miocardio, es la principal causa de muerte en Chile, y se produce debido a que tras la interrupción del torrente sanguíneo, una porción del músculo cardiaco muere.

En esa línea, la Dra. Ducos explica que hay factores hereditarios que pueden gatillar el padecimiento, como asimismo aquellos que se relacionan con el estilo de vida de las personas, en los cuales se debe poner hincapié en la prevención.

Por eso señala que “cambiar el estilo de vida no es fácil, pero hay que intentarlo”.

En ese sentido, expone que hay diversas enfermedades crónicas, como la hipertensión arterial o la diabetes, que pueden influir en la gestación de infartos, por lo que es necesario adoptar medidas tendientes a cambiar los hábitos alimenticios y rutinas diarias.

“La hipertensión arterial, es tratable; la diabetes, es controlable y tenemos, por supuesto, la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo”. Además, “las dislipidemias, que son los trastornos del colesterol y el hipotiroidismo, son causas modificables y que fundamentalmente se asocian con el estilo de vida de las personas”, afirma la facultativa.

Enemigos silenciosos

La Dra. Ducos hace un llamado a la ciudadanía, a estar vigilantes ante estas patologías, sobre todo en el caso de la hipertensión y diabetes, que son asintomáticos, y solo perceptibles en momentos de crisis. “Son enemigos silenciosos”, recalca.

Enfatiza la académica que ambas “tienen la desgracia que en general son poco sintomáticas, entonces las personas no perciben sus presencias hasta que consulta a un médico, van a servicio de salud donde le hacen una glicemia o les detectan el colesterol alto o hipertensión arterial”.

Por eso, “la recomendación es llevar una vida saludable y hacerse controles”, agrega.

Escuela de Medicina de la U. de Santiago

Según la Dra. Adriana Ducos, la atención de salud primaria en Centros de Salud Familiar, Postas y Servicios de Atención Primaria de Urgencia, juega un rol fundamental para detectar a tiempo las patologías que pueden desembocar en un infarto cerebrovascular.

En esa línea, la especialista comenta que la Escuela de Medicina de nuestro Platel, se ha enfocado en entregar las herramientas necesarias, para que sus egresados se desenvuelvan con autoridad en los centros de atención primaria del país, y que en esa instancia sean  capaces de detectar las enfermedades crónicas que en el futuro puedan aquejar al corazón.

Afirma que “es tan importante la atención primaria, que nuestra Escuela de Medicina fomenta mucho que sus médicos salgan bien formados en el área, ya que la prevención de estas enfermedades está justamente a nivel primario de salud”.

Añade que “el infarto, la diabetes descompensada, la crisis hipertensiva, los accidentes cerebrovasculares son el fracaso de la prevención primaria que está a nivel de los consultorios”.

Finalmente, la Dra. Ducos estima como positivo que se realicen actividades como el mes del corazón, ya que muchas de las causas asociadas a los accidentes cerebrovasculares se vinculan el estilo de vida de las personas y, “aunque no es tan fácil cambiarlo, por lo menos hay que intentarlo, difundiendo en la población lo bueno que puede ser la prevención primaria, porque si no seguiremos con las alarmantes cifras de infartos”.

En 2014, el 27% de los fallecidos en Chile tuvieron como causa un problema cardiaco

En 2014, el 27% de los fallecidos en Chile tuvieron como causa un problema cardiaco

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido que las enfermedades asociadas al corazón constituyen la primera causa de muerte en el mundo, y que en Chile provocaron el 27 por ciento de los decesos durante el 2014. De allí, la relevancia que tiene concientizar a la población sobre las medidas que apunten a disminuir esta alarmante cifra.

Para la académica de la Escuela de Medicina de nuestro Plantel, Adriana Ducos Sánchez, el corazón es “el órgano vital por excelencia que gobierna el organismo, y que exceptuando al cerebro, no hay otro más importante”, por lo que es necesario comprender el papel que juega para la vida.

Agrega que hay muchas causas de enfermedades cardíacas, pero en nuestro país la cardiopatía coronaria, o estrechamiento de los vasos sanguíneos que suministran  sangre y oxígeno al corazón, “es la etiología más importante y la gran causa de muerte en Chile y en muchos países”.

Infarto al miocardio

El infarto al miocardio, es la principal causa de muerte en Chile, y se produce debido a que tras la interrupción del torrente sanguíneo, una porción del músculo cardiaco muere.

En esa línea, la Dra. Ducos explica que hay factores hereditarios que pueden gatillar el padecimiento, como asimismo aquellos que se relacionan con el estilo de vida de las personas, en los cuales se debe poner hincapié en la prevención.

Por eso señala que “cambiar el estilo de vida no es fácil, pero hay que intentarlo”.

En ese sentido, expone que hay diversas enfermedades crónicas, como la hipertensión arterial o la diabetes, que pueden influir en la gestación de infartos, por lo que es necesario adoptar medidas tendientes a cambiar los hábitos alimenticios y rutinas diarias.

“La hipertensión arterial, es tratable; la diabetes, es controlable y tenemos, por supuesto, la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo”. Además, “las dislipidemias, que son los trastornos del colesterol y el hipotiroidismo, son causas modificables y que fundamentalmente se asocian con el estilo de vida de las personas”, afirma la facultativa.

Enemigos silenciosos

La Dra. Ducos hace un llamado a la ciudadanía, a estar vigilantes ante estas patologías, sobre todo en el caso de la hipertensión y diabetes, que son asintomáticos, y solo perceptibles en momentos de crisis. “Son enemigos silenciosos”, recalca.

Enfatiza la académica que ambas “tienen la desgracia que en general son poco sintomáticas, entonces las personas no perciben sus presencias hasta que consulta a un médico, van a servicio de salud donde le hacen una glicemia o les detectan el colesterol alto o hipertensión arterial”.

Por eso, “la recomendación es llevar una vida saludable y hacerse controles”, agrega.

Escuela de Medicina de la U. de Santiago

Según la Dra. Adriana Ducos, la atención de salud primaria en Centros de Salud Familiar, Postas y Servicios de Atención Primaria de Urgencia, juega un rol fundamental para detectar a tiempo las patologías que pueden desembocar en un infarto cerebrovascular.

En esa línea, la especialista comenta que la Escuela de Medicina de nuestro Platel, se ha enfocado en entregar las herramientas necesarias, para que sus egresados se desenvuelvan con autoridad en los centros de atención primaria del país, y que en esa instancia sean  capaces de detectar las enfermedades crónicas que en el futuro puedan aquejar al corazón.

Afirma que “es tan importante la atención primaria, que nuestra Escuela de Medicina fomenta mucho que sus médicos salgan bien formados en el área, ya que la prevención de estas enfermedades está justamente a nivel primario de salud”.

Añade que “el infarto, la diabetes descompensada, la crisis hipertensiva, los accidentes cerebrovasculares son el fracaso de la prevención primaria que está a nivel de los consultorios”.

Finalmente, la Dra. Ducos estima como positivo que se realicen actividades como el mes del corazón, ya que muchas de las causas asociadas a los accidentes cerebrovasculares se vinculan el estilo de vida de las personas y, “aunque no es tan fácil cambiarlo, por lo menos hay que intentarlo, difundiendo en la población lo bueno que puede ser la prevención primaria, porque si no seguiremos con las alarmantes cifras de infartos”.

“En este proyecto de ley la voluntad está en el centro”

“En este proyecto de ley la voluntad está en el centro”

Luego que la Comisión de Salud aprobara la idea de legislar, la vicedecana de Investigación y Desarrollo de la Facultad de Ciencias Médicas, Dra. Helia Molina, se refirió  al tema del aborto. “Legislar no es imponer, sólo dar la opción a la mujer a decidir en casos extremos”, señaló la Dra. Molina, en el marco de un encuentro desarrollado para más de 150 mujeres de Rancagua, bajo la organización de la Fundación Prodemu.

“Legislar no es imponer, sólo dar la opción a la mujer a decidir en casos extremos”, señaló la vicedecana de Investigación y Desarrollo de la Facultad de Ciencias Médicas, Dra. Helia Molina, respecto del tema del aborto, luego que la Comisión de Salud aprobó la idea de legislar.

Sus declaraciones las entregó en el marco del encuentro organizado por Prodemu de Rancagua y en el que participaron más de 150 de mujeres de la región.

El objetivo fue analizar los alcances del proyecto de ley de despenalización del aborto impulsado por el Gobierno.

En el encuentro, la ex personera de gobierno, expuso sobre este proyecto que despenaliza el aborto por tres causales; inviabilidad del feto, riesgo de vida de la madre y en caso de violación.

Expresó la exministra que “primero que todo es importante ser muy clara en señalar que el proyecto no obliga a las mujeres a abortar, sólo les permite tener el poder de decidir si quieren llevar a término un embarazo en condiciones extremas y límites”.

"Como país, es fundamental poder avanzar en este debate  ya que se trata de tres circunstancias bien acotadas, pero al mismo tiempo difíciles para las mujeres y, por lo tanto, tenemos que dar alternativas, y no obligar a las mujeres a vivir el drama de que otros tomen la decisión por uno en circunstancias tan extremas y dolorosas”, señaló la Dra. Molina.

La vicedecana  de Ciencias Médicas, instó a las asistentes a informarse sobre el proyecto de ley, ya que a su juicio, “muchos quienes no están de acuerdo con la idea de legislar, tienen un discurso alejado de la realidad que sólo lleva a confundir a la gente polarizando el tema entre los pro vida y lo pro aborto”.

La doctora Molina, quien es consultora internacional para Unicef, aseguró que en Chile los casos que hay al año de inviabilidad del feto no sobrepasan los 500. Asimismo, señaló que  los embarazos en que se pone en riesgo la vida de la madre también son escasos, al igual  que el porcentaje de mujeres que quedan embarazadas producto de una violación “sin embargo, aunque sólo se trata del 0,1 por ciento de casos que se encuentren en estas circunstancias, de igual forma es necesario legislar”, enfatizó.

A juicio de la doctora,  sin duda el punto más controvertido del proyecto de ley es la tercera causal, que permite abortar en caso de violación.

“Las violaciones en menores de edad, en la mayoría de los casos tienen grandes repercusiones en la salud reproductiva de las niñas. Muchas de ellas incluso, quedan infértiles, otras sufren depresiones tan severas que llegan incluso al suicidio… ¿Quién se preocupa de la vida de estas niñas? ¿Dónde quedan los derechos de estas niñas? ¿Acaso la calidad de vida de esa menor no es también un derecho?”, expresó.

Al finalizar la actividad, la vicedecana valoró la invitación de Prodemu: “Este proyecto abrió la discusión lo que es un gran avance, porque en temas tan delicados como este es necesario discutir, conversar y saber qué es lo que quiere la sociedad y precisamente estas son las instancias para eso”.

Listas de espera: se requiere un sistema claro para dar solución definitiva al problema

Listas de espera: se requiere un sistema claro para dar solución definitiva al problema

  • Para el director de la Escuela de Medicina de nuestro Plantel, Dr. Mauricio Osorio Ulloa, fue positiva la reciente decisión gubernamental de crear el ‘Plan Nacional de Tiempos de Espera No Ges’, como un primer paso para otorgar una solución concreta a los pacientes que aguardan por un tratamiento. De acuerdo al académico, es necesario actualizar  el registro de quienes integran las listas de espera, pues eso agilizaría el sistema, eliminaría la incertidumbre y reduciría los tiempos de espera.

 




La semana pasada el Ministerio de Salud, presentó el “Plan Nacional de Tiempos de Espera No Ges”, el cual busca disminuir los tiempos de atención quirúrgica para usuarios del sistema público. La iniciativa comprende a pacientes que padecen patologías que no pertenecen al plan auge y que han aguardado hasta diez años para ser intervenidos.

El plan considera once prestaciones, como Amigdalectomía, colecistectomía, prolapso, túnel carpiano e incontinencia urinaria, entre otras, beneficiando a más de 19 mil personas, a través de una inversión cercana a los 20 mil millones de pesos.

El director de la Escuela de Medicina, Dr. Mauricio Osorio Ulloa, expresa que la decisión adoptada por el Gobierno es positiva y un primer paso para otorgar una solución concreta a los pacientes que aguardan por un tratamiento.

Repensar la lista de espera

A juicio del Dr. Osorio, es necesario repensar la lista de espera pues, tal como está hoy, presenta serias deficiencias que atentan contra el propio objetivo que la convoca; es decir llevar un registro certero de las personas que necesitan atención.

Añade el especialista, que  este sistema funciona en base a la gravedad del padecimiento. En esa línea, dado lo perjudicial que pueda ser una enfermedad para la salud humana, serán sus posibilidades de tratamiento.

“En general, en el caso de las diversas situaciones que están vinculadas con la lista de espera, se van resolviendo de acuerdo a una priorización que tiene que ver con un tema netamente clínico sanitario, por lo tanto siempre van a ser resueltas aquellas patologías que tienen una gravedad superior, y que van a generar un problema secundario de mayor envergadura o que, incluso, pudiesen poner en riesgo la vida del paciente”, explica el académico.

Enfatiza que “si uno entiende que se van a priorizar patologías que pueden poner en riesgo o alterar gravemente la salud de las personas, empiezan a ser postergadas aquellas que, entre comillas, podrían ser no tan graves”.

Aclara el facultativo que para las personas que las padecen “es una situación absolutamente inaceptable, intolerable que muchas veces puede rayar en un trato indigno”.

Y en ese contexto, el plan gubernamental pone el foco en aquellas patologías de menor gravedad, que comúnmente son desplazadas.

 “Eso no quiere decir que esta lista de espera no sea importante. Para las personas que la sufren, es una cuestión que tiene que ver con la dignidad como paciente”, explica el Dr. Osorio.

Insuficiencias en el sistema

Según el Ministerio de Salud, al inicio el gobierno de Michelle Bachelet, la lista de espera para Cirugías, era cercana a 190 mil pacientes, de los cuales el cincuenta por ciento aguardaba atención desde el año 2012 o, incluso, desde 2005.

Las cifras, según el Dr. Osorio, se relacionan con “una situación en la cual, todo lo que se requiere para resolver el tema, pudiese no haber estado al alcance de los diferentes establecimientos y profesionales que lo resuelven”.

Pues, resulta evidente para el galeno que “nadie va a querer dejar esperando a una persona por un tema de mala voluntad”.

Asegura que, “efectivamente, hay una insuficiencia dentro del sistema, que no da cuenta de todo el requerimiento”, que si bien se relaciona con la carencia de profesionales y recursos, también se enlaza directamente con la confección del registro de pacientes que necesitan atención.

“Por eso, lo primero que hay que resolver es saber  por quienes está compuesta. Quienes entran, salen y- en definitiva- como se mueve esta lista de espera para poder gestionarla de buena forma”, propone.

En ese sentido, para el académico, es de suma importancia que se transparente  y normalice el sistema de ingreso de usuarios, pues tras las demoras en la atención “hay pacientes que van resolviendo por diversas vías sus patologías, y otros para los cuales dejó de ser un problema, e incluso algunos que pudieron haber fallecido” y muchas veces no existe registro de estos cambios, lo cual “altera e influye en conocer cuál es realmente la situación vinculada a la lista de espera”, enfatiza.

En ese contexto, el Dr. Osorio plantea sentar las bases, y definir lo que es la lista de espera pues -explica- el concepto está mal entendido, desde la perspectiva que todo paciente, independiente que acuda al sistema público privado, está sujeto a ingresar a ese registro.

“Si yo le hago un diagnóstico a una persona, y le digo que tiene que hacerse un tratamiento y no se lo hace desde el momento de la prescripción, eso ya es lista de espera”, explica.

Subraya que “el tema es que se tiene que definir a qué le vamos a llamar lista de espera”, y en esa línea estima que lo más relevante es asegurarle a la ciudadanía su presencia en el catastro y estipular “cuánto puede una persona razonablemente esperar.  Poner como plazo tres meses y que toda persona sea operada no más allá de 90 días. O podrían ser seis meses, pero que la persona sepa”, sentencia.

Buena propuesta

“El hecho de resolver problemas que las personas tienen pendientes de resolución, es un avance siempre”, opina el Dr. Osorio respecto al plan de salud.

“Es positivo, porque de alguna manera vamos a dar cuenta de lo que los pacientes requieren. Sin lugar a dudas que esto es un avance y que hay que, de alguna manera, colaborar a que esto ocurra porque hay que pensar que las personas que están sufriendo estos problemas, requieren una solución”, agrega.

“Lo fundamental de la lista de espera es saber quién está en ella. Y ese es el problema hoy en día, porque probablemente hay gente que está esperado, y no sabemos porque se retiraron”, concluye.
 

Listas de espera: se requiere un sistema claro para dar solución definitiva al problema

Listas de espera: se requiere un sistema claro para dar solución definitiva al problema


La semana pasada el Ministerio de Salud, presentó el “Plan Nacional de Tiempos de Espera No Ges”, el cual busca disminuir los tiempos de atención quirúrgica para usuarios del sistema público. La iniciativa comprende a pacientes que padecen patologías que no pertenecen al plan auge y que han aguardado hasta diez años para ser intervenidos.

El plan considera once prestaciones, como Amigdalectomía, colecistectomía, prolapso, túnel carpiano e incontinencia urinaria, entre otras, beneficiando a más de 19 mil personas, a través de una inversión cercana a los 20 mil millones de pesos.

El director de la Escuela de Medicina, Dr. Mauricio Osorio Ulloa, expresa que la decisión adoptada por el Gobierno es positiva y un primer paso para otorgar una solución concreta a los pacientes que aguardan por un tratamiento.

Repensar la lista de espera

A juicio del Dr. Osorio, es necesario repensar la lista de espera pues, tal como está hoy, presenta serias deficiencias que atentan contra el propio objetivo que la convoca; es decir llevar un registro certero de las personas que necesitan atención.

Añade el especialista, que  este sistema funciona en base a la gravedad del padecimiento. En esa línea, dado lo perjudicial que pueda ser una enfermedad para la salud humana, serán sus posibilidades de tratamiento.

“En general, en el caso de las diversas situaciones que están vinculadas con la lista de espera, se van resolviendo de acuerdo a una priorización que tiene que ver con un tema netamente clínico sanitario, por lo tanto siempre van a ser resueltas aquellas patologías que tienen una gravedad superior, y que van a generar un problema secundario de mayor envergadura o que, incluso, pudiesen poner en riesgo la vida del paciente”, explica el académico.

Enfatiza que “si uno entiende que se van a priorizar patologías que pueden poner en riesgo o alterar gravemente la salud de las personas, empiezan a ser postergadas aquellas que, entre comillas, podrían ser no tan graves”.

Aclara el facultativo que para las personas que las padecen “es una situación absolutamente inaceptable, intolerable que muchas veces puede rayar en un trato indigno”.

Y en ese contexto, el plan gubernamental pone el foco en aquellas patologías de menor gravedad, que comúnmente son desplazadas.

“Eso no quiere decir que esta lista de espera no sea importante. Para las personas que la sufren, es una cuestión que tiene que ver con la dignidad como paciente”, explica el Dr. Osorio.

Insuficiencias en el sistema

Según el Ministerio de Salud, al inicio el gobierno de Michelle Bachelet, la lista de espera para Cirugías, era cercana a 190 mil pacientes, de los cuales el cincuenta por ciento aguardaba atención desde el año 2012 o, incluso, desde 2005.

Las cifras, según el Dr. Osorio, se relacionan con “una situación en la cual, todo lo que se requiere para resolver el tema, pudiese no haber estado al alcance de los diferentes establecimientos y profesionales que lo resuelven”.

Pues, resulta evidente para el galeno que “nadie va a querer dejar esperando a una persona por un tema de mala voluntad”.

Asegura que, “efectivamente, hay una insuficiencia dentro del sistema, que no da cuenta de todo el requerimiento”, que si bien se relaciona con la carencia de profesionales y recursos, también se enlaza directamente con la confección del registro de pacientes que necesitan atención.

“Por eso, lo primero que hay que resolver es saber  por quienes está compuesta. Quienes entran, salen y- en definitiva- como se mueve esta lista de espera para poder gestionarla de buena forma”, propone.

En ese sentido, para el académico, es de suma importancia que se transparente  y normalice el sistema de ingreso de usuarios, pues tras las demoras en la atención “hay pacientes que van resolviendo por diversas vías sus patologías, y otros para los cuales dejó de ser un problema, e incluso algunos que pudieron haber fallecido” y muchas veces no existe registro de estos cambios, lo cual “altera e influye en conocer cuál es realmente la situación vinculada a la lista de espera”, enfatiza.

En ese contexto, el Dr. Osorio plantea sentar las bases, y definir lo que es la lista de espera pues -explica- el concepto está mal entendido, desde la perspectiva que todo paciente, independiente que acuda al sistema público privado, está sujeto a ingresar a ese registro.

“Si yo le hago un diagnóstico a una persona, y le digo que tiene que hacerse un tratamiento y no se lo hace desde el momento de la prescripción, eso ya es lista de espera”, explica.

Subraya que “el tema es que se tiene que definir a qué le vamos a llamar lista de espera”, y en esa línea estima que lo más relevante es asegurarle a la ciudadanía su presencia en el catastro y estipular “cuánto puede una persona razonablemente esperar.  Poner como plazo tres meses y que toda persona sea operada no más allá de 90 días. O podrían ser seis meses, pero que la persona sepa”, sentencia.

Buena propuesta

“El hecho de resolver problemas que las personas tienen pendientes de resolución, es un avance siempre”, opina el Dr. Osorio respecto al plan de salud.

“Es positivo, porque de alguna manera vamos a dar cuenta de lo que los pacientes requieren. Sin lugar a dudas que esto es un avance y que hay que, de alguna manera, colaborar a que esto ocurra porque hay que pensar que las personas que están sufriendo estos problemas, requieren una solución”, agrega.

“Lo fundamental de la lista de espera es saber quién está en ella. Y ese es el problema hoy en día, porque probablemente hay gente que está esperado, y no sabemos porque se retiraron”, concluye.
 

Médico broncopulmonar propone prevenir las crisis de salud que dejará el temporal

Médico broncopulmonar propone prevenir las crisis de salud que dejará el temporal

  • El médico broncopulmonar y académico de la Escuela de Medicina de nuestro Plantel, Dr. Pedro Aguilar, expresa que el frente de mal tiempo provocará que las infecciones respiratorias aumenten de manera significativa, por lo que es necesario adoptar medidas que contrarresten sus nocivos efectos. Sugiere abrigarse bien, pero no en exceso; evitar los enfriamientos y los bruscos cambios de temperatura, así como mantener permanentes normas de higiene y precaución, como el uso de mascarillas y alcohol gel.

 



Las precipitaciones instalan el debate respecto a los beneficios o problemas que el fenómeno puede producir para la salud humana, sobre todo pensando que la lluvia permite disminuir los altos niveles de contaminación ambiental en la capital y otras ciudades.

Para el académico de la Escuela de Medicina de nuestra Universidad, Dr. Pedro Aguilar, la lluvia tiene efectos positivos y negativos para la salud. “Por un lado contribuye a generar una limpieza ambiental en la medida que arrastra todo el material particulado. Sin embargo, se puede asociar a humedad y frío, que son factores de riesgo para las enfermedades respiratorias”, explica el médico broncopulmonar.

“La gente expuesta al frío y a la lluvia se puede enfriar, y  esas son condiciones tradicionales que se asocian al aumento de las infecciones respiratorias”, fundamenta.

Para el Dr. Aguilar es fundamental que las personas se preocupen por enfrentar el fenómeno meteorológico, tomando todas las precauciones necesarias. En ese sentido, es vital -por ejemplo- que la calefacción domiciliaria se realice con estufas en buen estado, puesto que, de lo contrario, las emanaciones del artefacto empleado pueden producir infecciones respiratorias.

“Si la calefacción no está en buenas condiciones, o es de aquellas que elimina material particulado como estufas a leña, también estamos ante otro factor que hace que aumenten las infecciones respiratorias”, señala enfático.

Añade que es necesario mirar profundamente el asunto, pues los efectos nocivos del frente de mal tiempo perduran más allá de lo que oficialmente determinen los organismos e instituciones oficiales.

El Dr. Aguilar ejemplifica que el barro, que generalmente se aloja en las calles de la ciudad, tras las lluvias, constituye un foco de material particulado altamente dañino para la salud humana.

“La presencia de barro, se traduce luego de unos días, en incremento del material particulado. Entonces se produce aumento de la contaminación que sumado al frío, también es factor que produce enfermedades respiratorias. Entonces, son varios los factores que pueden aumentar las enfermedades respiratorias”, concluye.

Población vulnerable

La población más vulnerable al fenómeno climático actual está compuesta por niños, especialmente  menores de un año, o que tiene su sistema inmune inmaduro, “sobre todo aquel que ha perdido los anticuerpos que le traspasó su madre durante el embarazo o la lactancia materna, porque se están exponiendo a agentes infecciosos que no conocían”.

A ellos se suman los lactantes recién nacidos o prematuros, y aquellos que tienen enfermedades crónicas respiratorias. Cierran la lista los adultos mayores de 65 años y -en algunos casos- las embarazadas.

La naturaleza establece que después de las lluvias viene el frío. En ese sentido, el frío se transforma en un agente de alto impacto para la población vulnerable, “ya que fomenta el tránsito de agentes que pueden ser perjudiciales para la salud”.

“El frío es un factor de riesgo respiratorio. Se producen alteraciones en los mecanismos de defensa que tiene el sistema respiratorio, favoreciendo que los agentes que están en circulación puedan penetrar y producir más daño”, explica el académico.

Por eso, no tomar los resguardos necesarios, puede producir “infecciones respiratorias altas, como resfrío, faringitis, amigdalitis, otitis y bajas, como laringitis obstructiva, bronquitis aguda y obstructiva, neumonía y bronconeumonía”, expresa el Dr. Aguilar.

Qué hacer

“Las medidas generales son mantener una buena ropa de abrigo y evitar mojarse utilizando vestimenta con sistemas de aislamiento, como botas”, afirma el experto.

Respecto de la calefacción domiciliaria, insiste en que se debe “temperar lo suficiente, evitando utilizar estufas en mal estado”.

Concluye que si se produce alguna afección asociada al frío, lo ideal es que los niños que están enfermos no tengan contacto estrecho con las personas que están sanas, y menos con aquellas que pertenecen a los grupos de riesgo. Asimismo, se deben tomar medidas preventivas para no expandir la patología.

“Si hay una persona resfriada,  sería ideal que no atendiera un lactante pequeño que está sano”. De lo contrario debe adoptar medidas precautorias como "usar  mascarilla,  lavarse las manos y usar alcohol gel para evitar el traspaso de agentes infecciosos”, concluye el Dr. Aguilar.

Médico broncopulmonar propone prevenir las crisis de salud que dejará el temporal

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Las precipitaciones instalan el debate respecto a los beneficios o problemas que el fenómeno puede producir para la salud humana, sobre todo pensando que la lluvia permite disminuir los altos niveles de contaminación ambiental en la capital y otras ciudades.

Para el académico de la Escuela de Medicina de nuestra Universidad, Dr. Pedro Aguilar, la lluvia tiene efectos positivos y negativos para la salud. “Por un lado contribuye a generar una limpieza ambiental en la medida que arrastra todo el material particulado. Sin embargo, se puede asociar a humedad y frío, que son factores de riesgo para las enfermedades respiratorias”, explica el médico broncopulmonar.

“La gente expuesta al frío y a la lluvia se puede enfriar, y  esas son condiciones tradicionales que se asocian al aumento de las infecciones respiratorias”, fundamenta.

Para el Dr. Aguilar es fundamental que las personas se preocupen por enfrentar el fenómeno meteorológico, tomando todas las precauciones necesarias. En ese sentido, es vital -por ejemplo- que la calefacción domiciliaria se realice con estufas en buen estado, puesto que, de lo contrario, las emanaciones del artefacto empleado pueden producir infecciones respiratorias.

“Si la calefacción no está en buenas condiciones, o es de aquellas que elimina material particulado como estufas a leña, también estamos ante otro factor que hace que aumenten las infecciones respiratorias”, señala enfático.

Añade que es necesario mirar profundamente el asunto, pues los efectos nocivos del frente de mal tiempo perduran más allá de lo que oficialmente determinen los organismos e instituciones oficiales.

El Dr. Aguilar ejemplifica que el barro, que generalmente se aloja en las calles de la ciudad, tras las lluvias, constituye un foco de material particulado altamente dañino para la salud humana.

“La presencia de barro, se traduce luego de unos días, en incremento del material particulado. Entonces se produce aumento de la contaminación que sumado al frío, también es factor que produce enfermedades respiratorias. Entonces, son varios los factores que pueden aumentar las enfermedades respiratorias”, concluye.

Población vulnerable

La población más vulnerable al fenómeno climático actual está compuesta por niños, especialmente  menores de un año, o que tiene su sistema inmune inmaduro, “sobre todo aquel que ha perdido los anticuerpos que le traspasó su madre durante el embarazo o la lactancia materna, porque se están exponiendo a agentes infecciosos que no conocían”.

A ellos se suman los lactantes recién nacidos o prematuros, y aquellos que tienen enfermedades crónicas respiratorias. Cierran la lista los adultos mayores de 65 años y -en algunos casos- las embarazadas.

La naturaleza establece que después de las lluvias viene el frío. En ese sentido, el frío se transforma en un agente de alto impacto para la población vulnerable, “ya que fomenta el tránsito de agentes que pueden ser perjudiciales para la salud”.

“El frío es un factor de riesgo respiratorio. Se producen alteraciones en los mecanismos de defensa que tiene el sistema respiratorio, favoreciendo que los agentes que están en circulación puedan penetrar y producir más daño”, explica el académico.

Por eso, no tomar los resguardos necesarios, puede producir “infecciones respiratorias altas, como resfrío, faringitis, amigdalitis, otitis y bajas, como laringitis obstructiva, bronquitis aguda y obstructiva, neumonía y bronconeumonía”, expresa el Dr. Aguilar.

Qué hacer

“Las medidas generales son mantener una buena ropa de abrigo y evitar mojarse utilizando vestimenta con sistemas de aislamiento, como botas”, afirma el experto.

Respecto de la calefacción domiciliaria, insiste en que se debe “temperar lo suficiente, evitando utilizar estufas en mal estado”.

Concluye que si se produce alguna afección asociada al frío, lo ideal es que los niños que están enfermos no tengan contacto estrecho con las personas que están sanas, y menos con aquellas que pertenecen a los grupos de riesgo. Asimismo, se deben tomar medidas preventivas para no expandir la patología.

“Si hay una persona resfriada,  sería ideal que no atendiera un lactante pequeño que está sano”. De lo contrario debe adoptar medidas precautorias como "usar  mascarilla,  lavarse las manos y usar alcohol gel para evitar el traspaso de agentes infecciosos”, concluye el Dr. Aguilar.
 

 

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