Organizaciones valoran participación del Plantel en diplomado para dirigentes sociales
Este miércoles se inauguró en la Universidad de Santiago de Chile la cuarta versión del Diplomado en Habilidades para el Liderazgo Social, como un aporte para la formación de dirigentes sociales y como parte del potencial que busca transformar el país a partir del trabajo social.
Con temáticas como la persona detrás del dirigente; el dirigente como mediador, negociador y estratega; el dirigente como ciudadano y formador de cultura democrática; y la formulación de proyectos, el diplomado es organizado además por SociaLab, Techo-Chile y Fundación Trascender, entre otras organizaciones.
Son alrededor de 40 personas las que participarán en este programa que se realizará los miércoles entre las 9:00 y las 13:00 horas durante todo el segundo semestre, con una metodología basada en las experiencias de profesores y estudiantes, con el objetivo de democratizar el conocimiento como un bien público, al mismo tiempo que un derecho para todos.
Rol de la universidad estatal y pública
Uno de los asistentes a la inauguración fue el diputado Giorgio Jackson Drago, quien valoró el esfuerzo que realizan los dirigentes sociales, “lo que se ve complementado por lo que todos creemos debiese ser el rol de una universidad estatal y pública, que es estar abierta a este tipo de actividades, facilitar los espacios y proveer el conocimiento para generar aprendizajes efectivos”.
En ese sentido, felicitó a la Universidad de Santiago de Chile por involucrarse en esta iniciativa. “Espero que todos la apoyen para que en las próximas versiones exista además un reconocimiento hacia afuera. Es decir, un diplomado que pueda contar con los reconocimientos oficiales en beneficio de los dirigentes sociales”, agregó el parlamentario.
Aporte social y formalización de conocimientos
Como integrante del equipo coordinador del diplomado, la profesora Nieves Hernández Manqui, del Departamento de Ingeniería Eléctrica del Plantel, destacó que dentro de la misión original de la Universidad siempre ha estado su aporte a la comunidad. “En la época de la Universidad Técnica del Estado existió un convenio con la CUT para fomentar que los trabajadores vinieran a la Universidad”, recordó.
En cuanto al diplomado, subrayó la necesidad de formar a dirigentes sociales a través de una formalización de sus conocimientos, “considerando que nosotros como Universidad proporcionamos el espacio, lo que se transforma en un orgullo para ellos, además de un gran aporte social al vincularnos directamente con personas que pueden tener otra mirada de nosotros”.
“Aquí nos sentimos en nuestra casa”
Una de las organizaciones que participa en la coordinación del diplomado es SociaLab, cuyo objetivo es generar un impacto social positivo mediante la búsqueda y apoyo de emprendimientos sociales innovadores y sostenibles. Su mentor social, Mario Orellana Gómez, asegura que “si bien se trata de un pequeño esfuerzo respecto de las necesidades de formación de los dirigentes, hemos logrado provocarlos para resolver los problemas desde distintas miradas, pero de manera orgánica”.
Junto con agradecer la participación de la Universidad de Santiago de Chile, definió esta posibilidad como “un golpe psicológico tremendo, considerando que hay dirigentes que solo han cursado hasta sexto básico. Y con esto pueden venir a la Universidad y decirle a sus hijos que sí se puede, incluso a los 40 ó 50 años”.
“Una universidad estatal y pública -añadió el dirigente- con la que queremos seguir trabajando, pues la mayoría de sus estudiantes vienen de nuestros barrios. Aquí nos sentimos en nuestra casa”.
Democratizar el conocimiento
Por su parte, Javiera Sepúlveda Piffaut, directora de comunicaciones de la Fundación Trascender, aseguró que el mayor logro es que los dirigentes sociales se sientan capacitados. “Uno de los objetivos del diplomado es enseñarles a aprender y a buscar, y que efectivamente el conocimiento es una puerta para democratizar las oportunidades para ellos y sus comunidades”, detalló.
En ese contexto, no dudó en destacar la participación de la Universidad de Santiago de Chile como un colaborador fundamental. “Es parte de su rol social, al apoyar las iniciativas que democratizan el conocimiento y la educación. Es un símbolo muy importante que la Universidad esté dispuesta a apoyarnos, pues estamos luchando para que las personas que no tienen el privilegio de ir a la universidad igualmente puedan hacerlo de alguna manera”, concluyó.