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El suelo ausente

El suelo ausente

A propósito del terremoto ocurrido en el norte de Chile y sus consecuencias, el experto en urbanismo de la Escuela de Arquitectura del Plantel, Jonás Figueroa, critica la planificación actual del uso del suelo en las ciudades.

En carta escrita recientemente al Diario La Tercera, el experto en urbanismo de la Escuela de Arquitectura de la Universidad, académico Jonás Figueroa, formula una fuerte crítica al modelo de ocupación urbana del suelo en nuestro país. A continuación, el texto completo de la misiva:

"Demasiados son los ejemplos para no referirnos a ello y aceptar una práctica urbanística que propugna un modelo de ocupación urbana del suelo, que antepone los beneficios económicos por sobre la seguridad de las personas.

Las localizaciones de usos urbanos en áreas vulnerables deben llamarnos a reflexión con el fin de modificar este modelo perverso que por especulación y desconocimiento, no tiene en cuenta las limitaciones naturales que presenta el suelo, como la dimensión básica del desarrollo urbano en una geografía altamente compleja, dependiente de sismos, tsunamis, erupciones, inundaciones, aludes, sequías.

A la reconversión del aeropuerto de Cerrillos con el fin de dedicarlo a usos inmobiliarios, desconociendo sus virtudes de corredor de ventilación de baja altura de Santiago, se une la aprobación de un Plan Regulador Metropolitano que clasifica nuevo suelo urbano en zonas sujetas a inundación, tal como lo hemos constatado con las cárceles, los colegios, los hospitales y sedes de gobiernos localizados en zonas expuestas a tsunamis de las ciudades del norte del país.

Este olvido fatal queda reflejado en la  recientemente promulgada Política Nacional de Desarrollo Urbano, cuyos lineamientos medulares no tienen presente el sistema suelo, como contenido fundamental de la planificación urbanística".

El Diario La Tercera, en su sección Cartas al Director, publicó la misiva este miércoles (9). El texto completo, en el siguiente link

http://www.latercera.com/noticia/opinion/correos-de-los-lectores/2014/04/896-573174-9-suelos-en-la-planificacion-urbana.shtml

 
 

Estudian rol e impacto de los movimientos sociales en el periodo de transición a la democracia

Estudian rol e impacto de los movimientos sociales en el periodo de transición a la democracia

  • El investigador del Departamento de Historia de la Universidad, Dr. Mario Garcés, estudia las razones por las cuales el rol movilizador de los movimientos populares surgidos en el período 1986-1994, no logró proyectarse en el ámbito político.

¿Qué ocurrió con la influencia de los movimientos sociales populares entre los años 1986 y 1994? Es precisamente lo que el Dr. Mario Garcés, académico del Departamento de Historia de la U. de Santiago de Chile, busca dilucidar en su proyecto Fondecyt Regular.

En el estudio “Las críticas relaciones entre lo social y lo político en la historia de Chile reciente. Los movimientos sociales en la transición a la democracia 1986-1944”, el investigador analizará las complejas relaciones entre lo político y lo social, y el impacto que produce una variable sobre la otra.

El proyecto se ejecutará durante tres años y tendrá como coinvestigador al Dr. Augusto Samaniego, Decano de la Facultad de Humanidades. A través de este trabajo, buscarán dilucidar las particularidades en la cultura del pueblo chileno, que tiene la capacidad de movilizarse y posicionar demandas en el escenario local, pero que no forma parte necesariamente de la resolución de la problemática planteada.

Con respecto a ello, el Dr. Garcés señala que “son complejas y ambiguas las relaciones.  Van y vienen, sobre todo en la etapa de transición, porque fue muy complicada, en el sentido de que los movimientos son los que inician la desestabilización de la dictadura a partir de las protestas del ‘83, ‘84 y ‘86. Pero no logran proyectarse políticamente y son los partidos políticos los que hacen la tarea en el Estado. A partir de esto, en la transición, los movimientos son ignorados, subordinados, puestos en segundo plano, y  resurgen recién  hacia los años 2000”.

El enfoque de esta investigación está puesto en dos actores: el pueblo mapuche y los sectores populares. “El mundo poblacional y el mundo mapuche son muy relevantes en esta época, y en la transición los pobladores pasaron a un segundo plano manifiesto,  pero los mapuche no. Tuvieron una presencia que fue creciendo, y lograron mantenerla. Por otra parte, los estudiantes recién  emergen el 2002,  el 2006 y consolidan su presencia el 2011.

Para el investigador, hay que tener en cuenta los méritos de estos movimientos, así como sus límites. Y no sólo con respecto a ellos, sino también en relación a los modos en que ello marca a la democracia, que debe incluir a los actores sociales en los procesos de democratización. Se plantea una mirada crítica a la gobernabilidad, en el sentido de la necesidad de una interacción explícita entre lo social y lo político,  para que las demandas sociales no pasen a un plano secundario.

“Lo que esperamos de este proyecto es ganar en autoconciencia, queremos saber más de nosotros mismos. Creo que en el caso chileno, el saber más sobre sí mismo es siempre una tarea pendiente, porque si el pueblo está ausente y las mayorías no cuentan en la política, se repite la historia. Los temas de la democracia en el país han sido históricamente una pregunta sobre la participación popular y  política. De esta forma, el aporte que podemos hacer es colocar elementos que permitan discernir, discutir y reflexionar más sobre los efectos políticos de la acción de los movimientos”, asevera el académico.

En cuanto a las etapas del proyecto, el primer año será de recuperación documental para lograr la imagen de las movilizaciones sociales de los años ‘80, recurriendo a las fuentes documentales (prensa oficial y de los partidos políticos, archivos de ONGs, archivos de organizaciones mapuche, etc.).

En el segundo año, se indagará en torno a los procesos de negociación entre los movimientos sociales, los partidos de la Concertación y el Estado, a través la revisión de prensa, archivos ministeriales, debate parlamentario, etc. Finalmente, en el tercer año, a través de los métodos de la historia oral, se buscará identificar “nudos” de la memoria del “malestar social” tanto entre pobladores como mapuche, buscando elaborar un “balance social” de la transición.
 

¿En qué dirección desarrollar la energía?

¿En qué dirección desarrollar la energía?

  • El debate sobre la energía en Chile se ha vuelto a renovar a propósito del caso Hidroaysén. Pero más allá de este controvertido proyecto ¿En qué dirección debe desarrollarse Chile en materia energética?

La agenda del crecimiento y la seguridad energética ¿debe dominar el debate? Por cierto, en una economía en vías de desarrollo,  no se puede escapar al dilema que plantea la mayor demanda energética.  Pero el tema energético tiene dos vertientes insoslayables: el medio ambiente y los conflictos socioambientales.  

En efecto, ante el tema energético y el medio ambiente los actores estratégicos se enfrentan con el dilema de impulsar el crecimiento económico pero sin descuidar el ambiente y los patrones sustentables y equitativos de producción y consumo. El grado en que los actores estratégicos son conscientes del cambio de paradigma  que debe asumir hacia la producción industrial limpia, la eficiencia energética y el consumo sustentable y equitativo de energía es un tema clave de la gobernanza ambiental que involucra a los actores privados y gubernamentales.

Hemos estudiado este tema y nuestra opinión se basa en una investigación internacional sobre Gobernanza Ambiental en América Latina (ENGOV) apoyada por la Comunidad Europea y en una investigación apoyada por Fondecyt (Nº 1120662).

Hemos hecho un  análisis de los discursos de actores vinculados al sector energético en Chile, empresarios de grandes corporaciones (del área de energía y minería), parlamentarios de las comisiones de energía, minería y medio ambiente, altos funcionarios públicos de energía, medio ambiente y minería, expertos y consultores en estas áreas y dirigentes de ONG y organismos de la sociedad civil involucrados con proyectos energéticos.

Una de las conclusiones a que se llega es que mientras más próximos a las empresas mayor probabilidad de ocurrencia del discurso de la eficiencia energética y la defensa de los macro-proyectos, mientras más próximos a las comunidades y organismos de la sociedad civil (comunidades locales, indígenas, ambientalistas) mayor probabilidad de que se opte por energías renovables y por proyectos a escala humana.

¿Qué se quiere en el futuro con la energía en Chile?

Existe un consenso generalizado – en el discurso- de que el medio ambiente hay que cuidarlo y de que a la matriz energética hay que descarbonizarla. Todos, empresarios, expertos, funcionarios, políticos, ambientalistas están, cual mas cual menos, abiertos hacia las fuentes renovables de energía. En realidad las alternativas técnicas no son sólo técnicas sino socio-técnicas y por ende políticas.  

En la práctica, en términos de decisiones todavía éstas parecen estar dominadas preferentemente por criterios económicos de competitividad y de rentabilidad de las inversiones en energía.

Sin embargo, en el largo plazo el cambio climático – que ya está presente y tiende a agudizarse-  nos urge a entender a nivel global que los patrones de producción y consumo de energía deben ser modificados hacia la producción limpia y el consumo verde.

Entonces la reflexión estratégica debe incorporar el tema de la sustentabilidad y de las energías renovables como temas centrales.  Adicionalmente la discusión acerca de las energías renovables está intrínsecamente ligada con el desafío de la gobernabilidad ya que precisamente los conflictos socioambientales surgen con mayor probabilidad en localidades donde se proyectan o ejecutan megaproyectos.   

(*) Sociólogo del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), U. de Santiago de Chile.

Universidad participa en elaboración de relevante encuesta sobre bienestar infantil con patrocinio de Unicef

Universidad participa en elaboración de relevante encuesta sobre bienestar infantil con patrocinio de Unicef

  • A través del Centro de Estudios Cuantitativos y Opinión Pública, dirigido por el investigador de la Facultad de Administración y Economía, Juan Carlos Oyanedel, nuestro Plantel fue parte de la elaboración del estudio que reveló, entre otros aspectos, que 83% de los niños en Chile creen que “su vida va bien” y que un 54% admite realizar “pocas actividades al aire libre”.

Un 83 por ciento de los niños encuestados considera que “su vida va bien”, mientras que un 54 por ciento admite que realiza pocas actividades al aire libre. Son algunos de los resultados más relevantes que arrojó la Primera Encuesta Nacional sobre Bienestar Subjetivo Infantil, efectuada por nuestra Casa de Estudios y la U. del Desarrollo con el patrocinio de Unicef.

En específico, el Centro de Estudios Cuantitativos y Opinión Pública, dependiente de la Facultad de Administración y Economía (FAE) de nuestra Universidad fue una de las instituciones que elaboraron el inédito sondeo que, mandatado por la Sociedad Internacional de Estudios de Infancia, fue aplicado en Chile a 2 mil 572 niños de tercer, quinto y séptimo año básico.

El director del Centro de Estudios de la FAE y autor del estudio junto a Jaime Alfaro (UDD) y Jorge Varela (UDD), Juan Carlos Oyanedel, comentó los datos que le parecieron más llamativos de la encuesta y se refirió, además, al exhaustivo proceso de aplicación en establecimientos de educación básica.

“Este completo estudio se comenzó a desarrollar en 2012 y su aplicación en colegios de tres regiones del país nos tomó cuatro meses. Se trató de un proceso muy complejo ya que los protocolos internacionales que se debieron seguir  fueron muy estrictos”, señaló Oyanedel.

El investigador de nuestra Casa de Estudios, indicó que, entre los datos que considera más relevantes, se encuentra el hecho de que “alrededor de un 10 y un 15 por ciento de los niños consultados no se declara feliz. De hecho, se declaran muy poco satisfechos con la vida”.

“En nuestro análisis de los datos pudimos identificar una desigualdad estructural en el sistema educativo, no solamente en logros académicos sino también en materia de bienestar”, sostuvo el experto.

El investigador agregó que, “en Chile tenemos colegios para niños felices y otros para niños que no lo son, sin embargo hay casos que no se relacionan con el nivel de vulnerabilidad económica lo que nos lleva a pensar que la situación no está directamente relacionada con el nivel de ingresos de las familias”.

Otro de los aspectos que destacan en el estudio es el 54 por ciento de niñas y niños que declararon realizar “pocas o ninguna” actividad en sus tiempos libres, lo cual, para el analista, puede significar que han trasladado dichas actividades recreativas al ámbito escolar.

Como conclusión, el director del Centro de Estudios Cuantitativos y Opinión Pública, Juan Carlos Oyanedel consideró “que es mucho más barato invertir para que los niños lo pasen bien en el colegio y tengan mayores niveles de bienestar y de esa manera mejoren sus rendimientos escolares, antes que prepararlos solo para mejorar, por ejemplo, en los indicadores de una prueba específica como el Simce”.

Los resultados del estudio de Bienestar Subjetivo en la Infancia, encuesta en la que la Universidad de Santiago de Chile tuvo un relevante rol como gestora, serán presentados el próximo 26, 27 y 28 de marzo en el Coloquio Internacional Avances en el Estudio del Bienestar y la Calidad de Vida en la Infancia en la Universidad del Desarrollo.
 

Economía y política, el balance final de Piñera

Economía y política, el balance final de Piñera

  • Todos los gobiernos muestran cifras de éxito al dar cuenta de su gestión. Todos los gobiernos también hacen responsables a sus predecesores de los puntos bajos de sus resultados. Esto ocurre hasta cuando son de la misma coalición. La discusión de estos días no es nueva.

El mal resultado alcanzado en enero por el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) que publica el Banco Central ha sido calificado como puntual por el ministro de Hacienda, y como una señal de la tendencia negativa en que recibe a la economía el que será su sucesor. ¿Es posible que ambos tengan razón?

Efectivamente hay razones para explicar, como lo hace el ministro, que el indicador haya sido peor de lo esperado, pero eso no oculta que lo esperado ya era muy malo, es decir, no venían buenas noticias.

El ministro ha recordado entonces que recibió una economía en recesión, y podemos agregar que en medio de las réplicas de un gran terremoto.

La economía chilena vivió un ciclo recesivo en 2008-2009, causado por la crisis mundial originada en EEUU y Europa, a raíz de la especulación inmobiliaria, pero al momento de asumir el gobierno, Chile ya venía saliendo del mismo, si no lo había hecho ya.

El impulso de esa recuperación venía dado principalmente por las políticas reactivadoras del gobierno de Bachelet, que fueron aplicadas entonces y ahora criticamos que tardíamente, por el ministro Velasco. Recordar una parte de la historia y no la otra no es serio de parte de una autoridad del sector económico.

El gobierno de Piñera se benefició del impulso reactivador que traía la gestión económica anterior, ya que los efectos de las medidas económicas tardan en materializarse, del dinamismo de la economía china que elevó el precio del cobre a niveles espectaculares, y de su propio impulso y del sector privado, a la reconstrucción post terremoto.

Pero cuando el dinamismo de China disminuyó un poco y se estabilizó y bajó el precio del cobre, cuando se acabó el impulso de la reconstrucción y se agotó el empuje reactivador que se traía del gobierno anterior, el dinamismo de la economía chilena languideció, y esa es la herencia que recibirá el nuevo gobierno.

Si se miran las cifras en perspectiva, como lo hace la mayoría de los agentes económicos y los estudiosos del tema, podemos ver que la economía creció un 5,8% en 2010 luego de haber caído un 1% en 2009; luego creció un 5,9% en 2011, para crecer sólo un 5,6% en 2012 y tal vez un 4% en 2013.

El presidente de la SOFOFA ha señalado que espera que la economía crezca entre un 3% y un 3,5% este año, en tanto que la última encuesta del Banco Central a operadores financieros predice un 3,8%.

Es decir, la tendencia es que vamos de más a menos, y cuando comenzó el gobierno íbamos de menos a más. Este cambio en la tendencia es el que nos debe importar y a partir del que debemos hacer las evaluaciones correctas.

El desafío de las nuevas autoridades es, entonces, revertir esta tendencia, lo que no se logrará fácilmente, pero tampoco es imposible.

El cuadro internacional no es desfavorable y se puede esperar cierto impulso del mercado a raíz de la corrección favorable a la reactivación del tipo de cambio y la tasa de interés, pero también es necesario que el Gobierno actúe en favor de esas correcciones y aporte lo suyo.

La reforma tributaria para financiar un mejoramiento de la productividad y corregir los desbalances en diversas áreas es imprescindible, ya que sin ella no podrá haber ese impulso reactivador.

En síntesis, la herencia económica de Piñera no es tan buena como el Presidente quiere mostrar, pero tampoco es tan terrible como para anticipar una crisis en el país.

Sí será necesario enfocar la política desde otra perspectiva, poniendo énfasis en lo que se necesita en los sectores productivos que generan la mayor parte de los empleos en nuestro país, que no ha sido el enfoque de las actuales autoridades. Espero que lo sea de las que asumen este martes 11.

(*) Director del Programa Centro de Políticas para el Desarrollo, U. de Santiago de Chile.

Estudio analizará un aspecto de la violencia política en Chile durante la dictadura

Estudio analizará un aspecto de la violencia política en Chile durante la dictadura

El fenómeno de la violencia política, que hoy aparece fuertemente instalado en la discusión pública, tiene una trayectoria que no ha sido adecuadamente valorada, ponderada, ni analizada, precisa el académico de la Facultad de Humanidades, Igor Goicovic, quien lidera una investigación que analiza al Movimiento Democrático Popular, coalición que tuvo su auge y caída en la década del ’80 y que integró al Partido Comunista, al PS Almeyda y al Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR.

“Hay una serie de periodos en torno a los cuales aún no hemos logrado llegar a hacer investigaciones más sistemáticas, rigurosas y que permanecen en la nebulosa”, afirma el experto en relación al periodo que intentará develar en su trabajo.

“El Movimiento Democrático Popular (MDP) y la reconstrucción del proyecto político de la izquierda en Chile (1983-1988)”, es el nombre del proyecto que encabeza el Dr. Igor Goicovic, académico del Departamento de Historia de la Universidad, y que es financiado por el Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo.

El estudio es parte de una línea de investigación que pretende observar cuál ha sido la trayectoria de la violencia política en Chile a lo largo del siglo XX y, en este caso, adentrándose en un periodo delimitado en el que el MDP jugó un rol importante respecto de la convocatoria a la movilización social y al desarrollo de acciones de violencia política.

Para el  académico, este trabajo pretende desmitificar la hipótesis preestablecida en torno al funcionamiento estable, normal y pacífico de las instituciones y el sistema político chileno: “Queremos develar cómo en este periodo específico de la historia política de nuestro país, la  violencia emerge y se instala como elemento clave para entender las formas en que se configuran las relaciones entre los actores políticos”.

La investigación parte de la premisa de que para enfrentar el proyecto político de modernización encabezado por la dictadura, se generaron diversas formas de disidencia. “La más conocida es la que luego lidera el proceso de transición a la democracia, que se encarna primero en la Alianza Democrática y, posteriormente, en la Concertación de Partidos por la Democracia. En ese mismo contexto, se erige el Movimiento Democrático Popular”, precisa el académico de la Facultad de Humanidades.

Según plantea, estos actores políticos definieron una estrategia diferente para enfrentar a la dictadura y provocar los cambios económicos y sociales que consideraban necesarios para el país. “Más allá de que no logró ser una experiencia exitosa, nos parece que -dada la incidencia que estos actores tuvieron-, es necesario develar cuáles son los rasgos de su intervención, las características de sus propuestas y evidentemente tratar de establecer por qué fracasó como proyecto político”, sentencia el experto.

“Existe una percepción arraigada en la elite política y en la ciudadanía de que en Chile los procesos políticos han operado en base a la estabilidad y al funcionamiento de las instituciones y, de acuerdo con ello, se tiende a pensar que los hechos de violencia política están circunscritos al periodo de la Dictadura militar”, precisa Goicovic sobre las percepciones que existen sobre el origen de la violencia en el país.

La investigación- que comenzó en abril y se extenderá durante dos años– se desarrollará a través de los métodos que aportan la historia social y la historia política. Se utilizarán fuentes documentales producidas por las propias organizaciones investigadas, prensa del periodo y publicaciones clandestinas. Por otra parte, se contará con testimonios orales, para tratar de establecer cuáles son las interpretaciones que los sujetos tienen sobre el pasado que protagonizaron hace dos décadas.

En la investigación también participará la Dra. Cristina Moyano en calidad de co investigadora, además del Magíster en Historia Claudio Pérez y dos estudiantes tesistas, uno de pregrado y otro de post grado, por año de investigación.

 

Rechazo contra abusos “es el ícono de una nueva clase media chilena”

Rechazo contra abusos “es el ícono de una nueva clase media chilena”

Así lo cree el ex ministro vocero de Gobierno entre 1900 y 1993, Enrique Correa, socio fundador y actual presidente de Imaginaccion Consultores, quien atribuye a este sector de la sociedad el surgimiento de movimientos sociales en Chile, Estados Unidos, España y en los países árabes.  

Los movimientos sociales como el generado en Chile, se deben principalmente al surgimiento de una clase media cada vez mejor informada y que se resiste a las prácticas abusivas y discriminatorias del sistema económico de mercado. Así lo planteó el ex ministro Secretario General de Gobierno y actual consultor en temas de asuntos públicos y comunicación estratégica, Enrique Correa, en la conferencia “Comunicación y Movimientos Sociales”, con que la Carrera de Publicidad, de la Facultad Tecnológica, inauguró oficialmente este lunes (28) su Año Académico 2012, en el CENI.

El ex vocero del gobierno de Patricio Aylwin afirmó que los movimientos sociales chilenos, como los surgidos en contra de la construcción de represas en la Región de Aysén o por la Educación, sólo tienen parangón con los movimientos universitarios y juveniles de la década del ´60, y desestimó que su alto grado de adhesión se deba sólo a la irrupción de las redes sociales tecnológicas.

“No creo que estos movimientos sean sólo objeto de la actividad en las redes sociales. También está la transformación gradual de Chile en un país de clase media, más activa, más resistente a los abusos, más descontenta con la desigualdad y más libre”, sentenció Correa, ante autoridades, académicos y estudiantes de la Facultad Tecnológica y de la Carrera de Publicidad.

El experto, en todo caso, reconoce que la conexión masiva a la Internet ha permitido un acceso directo a la información, de manera instantánea y sin filtros de los medios escritos o los canales de televisión. “La capacidad de los movimientos sociales de informar no va a tener límites, no va a estar limitada por la selección de los medios”, sostuvo.

Clase media: cada vez más empoderada
A juicio de quien fue el primer vocero de Gobierno post dictadura, Chile es un “país de clase media, que si bien no es la más poderosa, es la más influyente en la formación de sentidos comunes y de opinión pública. Es un grupo que busca incorporarse a la economía de mercado, pero que no tolera los atropellos y abusos del sistema. Además es muy sensible a la desigualdad”, aseveró Correa, quien agregó que “el rechazo hacia el abuso se transforma hoy en el nuevo ícono de esta nueva clase media dominante”.

Sobre la gran cantidad de información a la que está expuesta la ciudadanía, Correa expresó que el gran desafío de la comunicación estratégica es lograr captar la atención de las personas de la sociedad actual, cada vez más volátiles y escépticas.

“La atención humana no alcanza a captar toda la información disponible. Ello conduce a que el asunto principal de la comunicación es la captura de la atención del receptor. Ese es el núcleo del asunto. Y es por ello que la comunicación ha dejado de ser un anexo a la actividad de los movimientos sociales, hoy tiene la misma importancia que las demandas”, concluyó Correa.

Homenaje a funcionario fallecido
En la ceremonia -que contó con la presencia del secretario general de la Universidad, Gustavo Robles-, el director de la Carrera de Publicidad, Armando Muñoz, puso de relieve la figura del funcionario de la Facultad Tecnológica, Florindo Osorio, quien falleció este domingo. “Se ha ido de este mundo un querido compañero de trabajo, siempre muy atento y colaborador”, manifestó la autoridad académica.  
 

Advierten necesidad de priorizar el bienestar familiar por sobre el consumo

Advierten necesidad de priorizar el bienestar familiar por sobre el consumo

Ante los altos índices de estrés y frustración que genera esta época en las personas, el director de la Escuela de Psicología del plantel estatal, Luis Mena, advierte que los agentes socializadores -como la familia- juegan un rol fundamental en “reorientar las prioridades”.  

 

La última parte del año, al igual que períodos como marzo o festividades patrias, son momentos en que inevitablemente la población debe enfrentarse a una serie de gastos: los festejos y las vacaciones, son algunos de ellos. Y si bien son instancias cuyo fin último es compartir con los seres queridos, pueden convertirse en una presión  insoslayable, si no se tiene un equilibrio en las prioridades.

Más allá de lo que cada persona y familia considere respecto de la Navidad, o el término del año, cada vez más parece ser que la compra y entrega o recepción de un obsequio, es el eje sobre el cual gira la atención.

La publicidad, la invasión de los medios y la inmediatez en el consumo, parte del actual estilo de vida, son factores que muchas veces contribuyen a que las personas dejen de lado incluso su bienestar psicológico, para “cumplir” con lo que parece ser exigido.  

Así lo advierte el psicólogo laboral y director de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago, Luis Mena, quien plantea que ésta, “es una época del año muy compleja, las personas se ven enfrentadas a muchas exigencias. Hay quienes tienden a comprar compulsivamente, muchas veces para satisfacer necesidades que no son reales, sino que estimuladas por la publicidad”.    

El problema, según el académico de la Universidad estatal, aparece cuando “las personas no pueden abarcar todo lo que quisieran. Entonces, aumenta la frustración, el estrés y muchas veces las personas recurren a formas de endeudamiento que más tarde serán un nuevo problema”.

Desde irritabilidad, dificultades para desempeñar las tareas cotidianas, hasta discusiones familiares o laborales, e incluso malestares físicos como dolores de cabeza o problemas para conciliar el sueño, son algunas de las consecuencias que pueden experimentar quienes no logren comprender que éste es un fenómeno social, dado por las influencias y la sobrestimulación publicitaria. 

 

Priorizar el bienestar 

Ante ello, el experto de la casa universitaria estatal, llama a repensar que espacios como la Navidad, Año Nuevo y vacaciones, y más allá de las creencias personales, “tienen un sentido supremo, que es el de buscar nuestro bienestar, fortalecer las relaciones humanas”, entendiendo que los afectos no se reflejan en el precio de un regalo o lo largo de las vacaciones.   

“Queremos conseguir cosas que muchas veces no podemos obtener, porque no tenemos los medios, o bien que no necesitamos”, completa el psicólogo Luis Mena. Añade, además, que debe reorientarse el sentido de verdadera “transacción” de las relaciones afectivas, optando por “generar un proceso educativo, desde la familia por ejemplo, donde se generen otro tipo de modelos, destinados a “reorientar las prioridades”, concluye el académico de la U. de Santiago.

Estrés de fin de año: Especialista propone dejar de lado lo material

Estrés de fin de año: Especialista propone dejar de lado lo material

  • El ritmo vertiginoso que conlleva la compra de obsequios y la preparación de la cena de Navidad y Año Nuevo, pueden provocar estrés. Según el Dr. en Psicología y vicerrector de Vinculación con el Medio (VIME) del Plantel, Sergio González, esta tensión se origina por el poco tiempo con que se cuenta para organizar estas actividades o para hacer balances, sin proveerse del espacio necesario para reflexionar. Aconseja bajar las expectativas frente a las fiestas. "La calidad (del tiempo otorgado al otro/a) tiene que estar puesta en los vínculos, en los afectos, en el tiempo compartido", remarca.

 


La escasez de tiempo con que las personas encaran las fiestas de fin de año, generalmente entra en conflicto con las expectativas depositadas para su realización. “(...) Tiene que ver con enfrentar las fiestas y  hacerlo con la premura de lo que te llega de improviso y sin los tiempos suficientes para la preparación, de acuerdo a la expectativa que tienen las personas”, explica el Dr. en Psicología, Sergio González.

Agrega el especialista, que la carencia esta vinculada a que en el mismo lapso, los individuos  deben compatibilizar  las celebraciones, con la familia y el trabajo.  “Los tiempos de preparación son cortos porque están asociados a los que se destinan a la familia y al trabajo. Y al tener la fiesta de Navidad y de año nuevo prácticamente contiguas, el estrés es mayor”, sentencia.

Las personas -dice el Dr. González- sienten que tienen que hacer un balance, pues “al cerrarse un ciclo, se está haciendo una especie de recuento de lo que fue el año”. Sin embargo, su desarrollo se da en medio de una gran convulsión. “Ese recuento se hace sin los tiempos suficientes, ni la posibilidad de tener la reflexividad suficiente, porque estamos en tiempos laborales y de exigencia familiar”, agrega el experto. Además, añade que tal carencia, transforma las festividades más que en una fecha de distracción y recogimiento, en  un trabajo adicional. Como “hay dos fiestas seguidas, prácticamente lo que las personas viven como tal es una presión; un trabajo más que un tiempo de relajo o esparcimiento”.

Altas expectativas

Piensa Sergio González que los sujetos poseen una alta expectativa respecto a las celebraciones, pues “se quiere tener la mejor cena de navidad y fiesta de fin de año ”. Por eso -comenta- “una familia promedio gasta hasta 160 mil pesos extra en las fiestas de fin de año. Eso cuando el sueldo promedio está entre los entre los 350 y 400 mil pesos, claramente es un estrés adicional”, sentencia el experto.

¿Qué justifica tal nivel de pretensiones? Según el especialista de la Universidad de Santiago la sociedad chilena es aspiracional, es decir que concibe  los momentos de celebración como extraordinarios, exclusivos y sofisticados. “Entonces hay una carrera que implica mayor esfuerzo, energía y recursos, no solamente económicos sino psicológicos”, declara el experto mientras añade que “eso tiene que ver con esta lógica de una sociedad aspiracional que se mueve por expectativas y que siempre va por delante de lo que verdaderamente puede lograr y hacer”.      

El problema 

Según el Dr. González, el estrés se manifiesta como cansancio. “Es una sensación asociada a no tener tiempo, ni energía y que todos los recursos que se ponen en la fiesta no son los suficientes”, explica. Acompaña al agotamiento cierta insatisfacción producto de que al final, las personas quedan con  “la sensación de que no están completando todo o que lo realizado no es de la calidad de lo que quisieran hacer”.

Organizar con antelación la preparación de las fiestas de fin de año, puede aminorar los efectos del estrés, mas no soluciona el problema de fondo. La planificación de las festividades- explica el Dr. González- “tiene que ver con el hecho de tratar de tener menos estrés, pero no significa salirse del este. (...) Es una recomendación que es un paliativo. Al final las personas llegado el momento, tienen la sensación de que la exigencia es mayor que los recursos psicológicos con que cuentan para enfrentar una fiesta tan demandante”.

La cura

La solución va por ir de menos es más, cree el Dr. González. “La calidad tiene que estar puesta en los vínculos, en los afectos, en el tiempo compartido, más que en la competencia por quién hace los mejores regalos o prepara la mejor fiesta de fin de año”, sentencia.

Hay que entender- cree el académico-  que las ocasiones de unidad familiar tienen un valor en si mismo, independiente del grado de sofisticación que la celebración posea. “Lo primero que se aconseja, es estar en familia, o con los amigos; es decir compartir ese tiempo colectivo como un valor en si mismo”, dice González mientras añade que “el mejor regalo que podemos hacer es nuestro tiempo para estar con otros”.

Finalmente, Sergio González aconseja que se deben bajar las expectativas frente a las fiestas, e “invertir en calidad más que en cantidad”. En la calidad del tiempo más que en la de los regalos, las condiciones de la cena, la fiesta y los traslados. “Hay personas que para llegar al lugar donde van a celebrar las fiestas, gastan hasta 6 horas para trasladarse. Una persona que invirtió 6 horas en trasladarse, obviamente llega con cansancio a la celebración”, finaliza.        

"Hidroaysenizando y barranconizando el debate energético"

"Hidroaysenizando y barranconizando el debate energético"

  • Muy probablemente, antes de deshidroaysenizar el debate para concentrarse en la agenda energética del país, como sugirió el Ministro Pacheco, sería beneficioso rehidroaysenizar y rebarranconizar el debate,  con tal de presentar grietas y puentes que ambos proyectos dejaron a la vista, en general.

Uno de los surcos se abrió a partir del trabajo novedoso de localidades decididas a mostrar los riesgos inaceptables de asumir y los paisajes energéticos que les gustaría disfrutar. En su periplo, lograron enlistar a aliados para escalar el conflicto con modalidades innovadoras de movilización (Chao Pescao, 2014). Tres años en un caso y ocho en otro, lograron tensionar el clima y las relaciones comunitarias. Eso sí, las demandas por mayor justicia se configuraron a partir de mantener vivos los conflictos (Hampshire, 2003).

Otra grieta frente a la caída de ambos proyectos es que la narrativa del “buen modo de hacer las cosas”, en el sector de la generación eléctrica,  se mostró cuestionable. Pareciera que abrir vías en el sector hacia tránsitos energéticos más sustentables y competitivos, reavivaría otros escenarios de estabilización, ávidos de innovaciones.

Como ya se anunció, el dictamen de rechazar Hidroaysén no descartó hidroelectricidad de represas en la Patagonia, ni rechazó termoeléctricas a carbón, o mineras, o puertos frente a Reservas Naturales, así la pregunta por el rol de la institucionalidad sigue abierta. Si la propuesta de aumentar Secretarías Regionales Ministeriales en Energía (Agenda de Energía, 2014) contribuye a que se concreten decisiones vinculantes, anidadas dentro de planes ambientales territoriales estratégicos, no podrían empeorar sus precondiciones centralistas.

El trabajo entre universidades regionales con equipos técnicos públicos para afinar los informes, presentó un puente firme. Muchos de los informes fueron basados en ciencia local y en otros quedó patente la imposibilidad de extrapolar datos para caracterizar impactos sinérgicos. A este respecto, el trabajo de profesionales demostró que “lo técnico no quita lo valiente”.

Gloria Baigorrotegui es Dra. en Filosofía. Investigadora Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), U. de Santiago de Chile.
Investigadora de los proyectos de investigación: Fondecyt Iniciación N° 11121455 y (ENGOV)” 7th Frame Program Nº 266710.


Referencia bibliográfica

Chao Pescao (2014) “Experiencia Innovadora de Incidencia y Movilización”. Videoconferencia para la Red Innovación, 10/06/14.
Hampshire, S. (2003) La Justicia es conflicto. Madrid: Siglo XXI.

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