Estudio del Plantel evidencia baja protección de bienes arquitectónicos en la comuna de Estación Central
Promover futuras acciones de política pública en torno a la conservación, recuperación y puesta en valor de bienes arquitectónicos de la Comuna de Estación Central, amenazados por un acelerado proceso de modernización que enfrenta la zona, es el objetivo del proyecto Dicyt 2017-2019 “Patrimonio Arquitectónico de la Comuna de Estación Central: Oportunidades para su Identificación, Investigación y Gestión Futura”, liderado por la académica de la Escuela de Arquitectura, Dra. María Victoria Correa Baeriswyl.
En ese contexto, durante la primera etapa del estudio, la académica junto a estudiantes de Teoría del Diseño Arquitectónico de primer y tercer año, determinaron la presencia de 12 bienes arquitectónicos resguardados por la Ley de Monumentos Nacionales, acotados a cinco puntos.
Estos inmuebles protegidos en la comuna por la normativa vigente, corresponden a edificios monumentales, emblemáticos, o de gran relevancia arquitectónica e histórica: la Estación Central de Ferrocarriles, el Museo Artequin, la Maestranza San Eugenio (que contempla ocho edificios), la Catedral Evangélica y la Ex Escuela de Artes y Oficios (EAO).
Al respecto, la académica sostiene que los criterios internacionales para la protección de patrimonio distan cada vez más de los criterios estéticos o conmemorativos que ofrecen una visión integral a las ciudades.
Desde ese punto de vista la experta en conservación de bienes arquitectónicos afirma que, “tenemos muy poco patrimonio en un territorio muy amplio e histórico, y sabemos que existe mucho más”.
Edificaciones sujetas a resguardo
A partir de su tesis doctoral realizada entre el 2009 y 2011 donde investigó sobre el actual fenómeno de demolición de edificaciones históricas, nació la idea de investigar al respecto y contribuir a mejorar la política pública evitando que estos lugares desaparezcan.
Según explica la arquitecta, el actual desarrollo urbano de Estación Central considera la construcción de edificios con una densidad muy alta sin gran calidad de vida, trayendo consigo la demolición de sitios históricos que no están protegidos.
“Cuando no se tiene conocimiento de la historia en la comuna no se protege, entonces este acelerado desarrollo se da con mucha libertad y en ese proceso desaparecen estos lugares y no queda registro”, indica la experta.
Para ello, durante este año la investigadora liderará la identificación de edificaciones no protegidas en Estación Central, datos que en una tercera etapa y final, permitirán crear una propuesta dirigida al Municipio, para que ese patrimonio se pueda conservar de forma sostenible en el tiempo.
De momento, la arquitecta indica que han descubierto varios lugares interesantes, entre éstos destacan: la Escuela de Ingeniería Geográfica; el Planetario, considerado un hito en la ciudad de Santiago; el gasómetro, por la escala que tiene y que guarda la historia del inicio de la comuna; y Villa Portales, por el periodo de la arquitectura que representa.
“El proyecto busca salirse un poco de la visión tradicional de patrimonio y empezar a mirar la comuna con un poco más de detalle, en donde los estudiantes son un aporte fundamental porque son ellos quienes van a terreno, realizan trabajos de investigación, y van aportando a este catastro”, puntualiza la académica