La calle no ha firmado ningún acuerdo

La calle no ha firmado ningún acuerdo

Muchos han entendido que los acuerdos alcanzados en el Parlamento de Chile, en la madrugada del 15 de noviembre, constituyen una traición al pueblo y a sus movilizaciones. Pero, este juicio es equivocado. Los honorables parlamentarios han sido consecuentes con el mandato que las clases dominantes les han entregado (no en balde les financian sus campañas), en cuanto a darle continuidad al régimen político heredado de la dictadura y reafirmado por los sucesivos gobiernos civiles. Efectivamente, tras la masiva y radical movilización popular del 12 de noviembre el gobierno norteamericano, el empresariado, los mandos de las FFAA y la cúpula de la Iglesia Católica, le representaron al Gobierno y a la casta política (en diferentes tonos y con variados argumentos), la necesidad de contener definitivamente el alzamiento popular. El mandato fue claro, había que cerrar filas a objeto de impedir la caída del gobierno y, junto con ello, la del parlamento y el sistema político en su conjunto. No debe sorprender, en consecuencia, que pese a eventuales diferencias, desde la UDI hasta el Frente Amplio, hayan alcanzado el “histórico acuerdo” (nos van a repetir esta monserga hasta el hartazgo), de cambiar la Constitución Política del Estado, pero mantenido el requisito de quorum de 2/3 de los constituyentes y permitiendo la formación de la Convención con sujetos provenientes de los mismos partidos políticos que han administrado el sistema de dominación hasta la fecha. De hecho, da exactamente lo mismo el quórum que se exija al articulado que formará parte de la nueva Constitución, si quienes constituyen y luego legislen continuarán siendo los mismos testaferros del capital. No hay traición en esto; por el contrario, hay coherencia. Es más, se puede esperar en los próximos meses que estos acuerdos iniciales luego se traduzcan en acuerdos permanentes que permitan reforzar la estrategia represiva del Gobierno, ajustar la agenda social a los requerimientos de la reanimación de la economía y reducir al máximo la participación popular en una eventual Convención Constituyente.
 
Siendo así, el problema no radica en quienes representan o defienden el sistema y mucho menos en los porcentajes o quórums en que ello se exprese. El problema está instalado en quienes nos movilizamos a objeto de llevar a cabo las transformaciones profundas que la sociedad exige en las calles, y por las cuales ya muchos han entregado sus vidas, mientras que otros han sido detenidos, torturados, violados, mutilados o vejados. Es necesario, por lo tanto, instalar en las asambleas territoriales y sectoriales el debate sobre nuestro proyecto político, sobre las estrategias de lucha y respecto de nuestras formas de organización. Sólo ello garantiza alcanzar de forma autónoma aquellos objetivos que el pueblo ha trazado en las calles a través de sus movilizaciones y registrado profusamente en sus pancartas. No basta con marchar cientos de kilómetros, como ya lo hemos hecho hasta la fecha; ni siquiera es suficiente con enfrentarse violentamente contra la represión o recuperar desde supermercados y farmacias aquellos recursos que el capital nos niega. Estas manifestaciones han sido, hasta la fecha, sólo la expresión de un estado de ánimo de la población (descontento, rabia, repudio) y como tales no se han convertido en una estrategia de acumulación de fuerza social y política para el cambio. Por el contrario, se están ritualizando peligrosamente y, al hacerlo, corren el riesgo de desgastarse en el corto plazo.
 
Desde el año 2006 (Revolución Pingüina) el Programa del Pueblo se ha venido afinando. Es un programa anticapitalista que exige la nacionalización de las riquezas básicas y de la banca, el control obrero sobre los procesos productivos, una efectiva redistribución de la riqueza, la protección del medio ambiente y una creciente inversión de recursos públicos en educación, salud, pensiones y vivienda. Estos elementos han aparecido sistemáticamente en las movilizaciones de los trabajadores subcontratistas, forestales, pesqueros y portuarios, pero también en las demandas de los movimientos regionales (Aysén, Calama, Freirina, Punta Arenas, Caimanes), en las movilizaciones estudiantiles y en múltiples expresiones sectoriales.
Pero no habrá Programa del Pueblo si las organizaciones sociales y políticas populares no avanzan decididamente hacia la realización de una Gran Constituyente Popular, que coloque en el centro de la discusión y del rediseño institucional la construcción de una sociedad fundada en relaciones económicas y sociales solidarias. Las mismas que afloran en contextos de crisis, cuando el Estado abandona a los sectores populares y estos se autoconvocan y desarrollan de forma autogestada las estrategias paliativas que les permiten resistir y sobrevivir. La solidaridad está en la base de la cultura popular, precede al Estado y a su legislación social y ha sido la estrategia más socorrida por los pobres en contextos de precariedad. Es el momento, en consecuencia, de convertirla, además, en un precepto de rango constitucional.
 
Experiencias históricas al efecto tenemos y debemos mirar a ellas, no a objeto de replicarlas, pero sí de aprender de sus aciertos y también de sus derrotas. La asamblea constituyente de asalariados e intelectuales, realizada en Santiago a comienzos del mes de marzo de 1925, e impulsada por el Partido Comunista y por la Federación Obrera de Chile, estableció las bases de un régimen político federal y reivindicó los derechos sociales y políticos de trabajadores, mujeres y niños, en pleno contexto de crisis del régimen oligárquico. Cuarenta y cinco años después la experiencia de la Unidad Popular y en particular la construcción del poder popular desde la base, en centros industriales y barrios obreros, abrió camino a la alternativa revolucionaria, en el marco de la crisis de la sociedad burguesa. Ambas experiencias fueron derrotadas, cuando la burguesía retomó la iniciativa estratégica, sumó a las FFAA, neutralizo al reformismo y aplastó a los revolucionarios. Hoy la burguesía y sus representantes encontraron el oxígeno que necesitaban en el Parlamento y se aprestan a retomar la iniciativa estratégica. De sus acuerdos espurios no podemos esperar nada nuevo y nada bueno, y las razones son claras. Éstos que nos invitan a sumarnos a su “acuerdo histórico” son los mismos que hasta hace semanas, desconocían que en Chile existían desigualdades, son los mismos que le entregaban las riquezas nacionales al capital transnacional, son los mismos que se negaban a mejorar los salarios de los trabajadores y las pensiones de los jubilados, son los mismos que lucraban con la salud, las pensiones y la educación. Son los mismos que envían a su jauría represiva cuando sienten la ira del pueblo desplegada en las calles. Sólo una Constituyente Popular, convocada, organizada y protagonizada por los trabajadores y el pueblo, garantizan la consecución de nuestros objetivos y la construcción de una sociedad efectivamente democrática y solidaria.
 
Pero, no se puede desconocer que en estas semanas de lucha popular los avances y los aprendizajes han sido muchos. Una de las consignas más tempranas y más recurrentemente agitadas señala: “Chile despertó” y ya no les será posible volver a sumirlo en el sopor. Ni la represión más brutal, ni la desinformación sistemática, ni los intentos por fracturarnos, ni sus ofertas de última hora, han logrado aplacar la protesta popular. El pueblo se reúne, dialoga, se organiza y combate. Reconoce las condiciones en las cuales se desenvuelve su existencia, identifica con claridad a los responsables de la mismas y define demandas y estrategias de transformación.
 
Es un pueblo despierto que avanza de manera sostenida hacia crecientes niveles de organización. Expresión de ello, son los comités de derechos humanos que acompañan las manifestaciones, identifican a los detenidos, organizan la asistencia legal, presentan denuncias y señalan a los represores. También están los comités de salud que han levantado verdaderos hospitales de campaña para atender a los compañeros heridos durante las manifestaciones y que distribuyen información y recursos para combatir el armamento químico utilizado por la represión. Están los grupos artísticos y culturales que crean y recrean una estética profundamente comprometida con el pueblo y con los cambios que se necesitan. Están los colectivos de logística que proveen de agua y alimentos a los manifestantes. Y están los que combaten a la represión, los que defienden los territorios, los que protegen la manifestación, los que con su radicalidad abrieron el camino de la protesta y relevaron con sus acciones las miserias del sistema.
 
Pero no nos confundamos, no pertenecen a este grupo los delincuentes que asaltan a pequeños comerciantes o roban en los establecimientos educacionales de nuestros barrios. Este grupo fraccional es, sin lugar dudas, un producto residual del sistema, pero a la vez, funcional al mismo. Para ellos, protestar es de “giles” y no trepidan en convertirse en “domésticos” cada vez que la oportunidad se los permite. En Centroamérica y Colombia, durante la etapa más álgida de la lucha armada contra la burguesía, la delincuencia devino en “sicariato” al servicio de los aparatos armados del Estado. Pero, respecto de ellos no corresponde la denuncia y mucho menos su entrega a la policía; si su neutralización en nuestros territorios. Sus objetivos no son los nuestros y si se ponen al servicio del enemigo deben asumir las consecuencias.
 
Nos encontramos en una nueva fase en el desarrollo de la lucha popular. El Estado y sus lacayos han ordenado sus filas, han explicitado su oferta y se aprestan a redoblar la estrategia represiva para neutralizar a la franja más radicalizada del movimiento popular. Pero los trabajadores y el pueblo ya los reconoce y ya no acepta sus migajas. Es la hora de afianzar nuestros niveles de organización, de sistematizar los contenidos de nuestras demandas y de vertebrar y escalar nuestras formas de lucha. Es hora de construir un Polo Anticapitalista que se ponga a la vanguardia de la lucha popular.

Académica de la Usach integrará comisión técnica para nueva Constitución

Académica de la Usach integrará comisión técnica para nueva Constitución

En la madrugada del viernes pasado, 11 presidentes de partidos políticos llegaron a un acuerdo amplio que abre un camino hacia una nueva Constitución. Por su amplitud e importancia, muchos lo califican como histórico. Después de todo, llegar a un acuerdo para cambiar la Constitución requiere la ratificación de 2/3 de la Cámara de Diputados y el Senado. Hasta ese día –y hace un mes-, esto parecía una quimera.

El punto número 12 del mentado acuerdo define que todos los firmantes deben convocar a una comisión técnica que proponga los mecanismos para poder implementarlo. En este caso, esto implica un plebiscito de entrada para que la gente apruebe o rechace la idea de una nueva Constitución, al tiempo que se elige entre una convención constitucional (con miembros elegidos por votación popular) o una comisión mixta (50% de parlamentarios y 50% constituyentes electos por votación popular). Finalmente, se contempla un plebiscito ratificatorio, que apruebe el texto escrito por la convención.

Para poder implementarlo, se requiere del apoyo de especialistas técnicos en derecho constitucional, sistemas electorales y procesos participativos. Cada uno de los presidentes de partidos políticos convoca a un experto. En el caso del PPD, su presidente, Heraldo Muñoz, escogió a la académica de la Universidad de Santiago, Pamela Figueroa Rubio, doctora en Estudios Americanos y exjefa de la División de  Estudios de la Secretaria General de la Presidencia (Segpres) en el segundo gobierno de Michelle Bachelet.

“Acepté encantada, porque creo que es muy importante, como docente de la Universidad de Santiago y como politóloga, poner a disposición nuestras investigaciones y expertise profesional”, explicó.

“Creo que la Universidad de Santiago tiene un sello muy importante, que es el compromiso público desde una perspectiva interdisciplinaria. Eso valida mucho mi participación, porque muchos de los expertos van a ser abogados constitucionalistas. Yo tengo una experiencia como historiadora y politóloga que me permite tener una visión bastante amplia de los procesos políticos, de la importancia de la democratización y los distintos mecanismos de la democracia participativa y deliberativa, que es lo que las democracias modernas están incorporando en sus sistemas para generar mayor gobernabilidad democrática”, complementó.


-¿Cuál es la importancia de la presencia de nuestra Universidad en este proceso?

-La Universidad de Santiago de Chile tiene múltiples experiencias en temas indígenas, participación social, y comprender los procesos con nuestra comunidad y sociedad. También luego va a haber otra dimensión, con el procesamiento de datos y la elaboración de propuestas a partir de la participación ciudadana. En esa instancia, la Facultad de Ciencia o la Facultad de Administración y Economía van a poder aportar. Es muy importante que estemos presentes, porque nos vamos a abrir a aportar a nuestro país en un proceso tan trascendental. Me siento muy apoyada por la comunidad académica de la Usach y sé que vamos a estar a la altura del desafío.

-Personalmente, ¿cuál cree que puede ser su mayor aporte?

-Como Jefa de la División de Estudios de la Secretaría General de la Presidencia entre 2014 y 2018, me tocó el diseño, la ejecución y la tramitación legislativa del proceso constituyente impulsado por la ex Presidenta Bachelet y también de sus reformas políticas. Tengo una experiencia bastante amplia para poner a disposición. Me siento muy honrada y contenta de representar a la Universidad de Santiago en ese espacio, que fundamentalmente va a ser uno de académicos y especialistas, donde vamos a proponer distintas alternativas –al Congreso y al Gobierno- para seguir un camino constituyente que sea democrático y participativo.


-¿Cuál es la línea por la cual va a ir su planteamiento y su aporte puntual?

-Lo que hemos conversado con el presidente del PPD es que este tiene que ser un proceso que restituya la confianza de la ciudanía con sus instituciones y entre los mismos ciudadanos. Nos parece importante la incorporación de independientes, mujeres, pueblos originarios, jóvenes; que existan mecanismos de participación vinculante para que las distintas comunidades, e incluso los chilenos en el exterior, puedan dar su opinión y nutrir así a esta convención constituyente con las propuestas que toda la ciudadanía está elaborando. Queremos aportar una visión plural y democrática, plasmar un sello de abrir el debate a las personas que están comprometidas con este proceso y no sólo a los representantes de los partidos políticos.

-En los últimos días, el senador Andrés Allamand planteó una interpretación distinta del acuerdo con respecto al tema de los 2/3 y la hoja en blanco. ¿Qué le parece esa postura?

-Si uno lee el acuerdo, el espíritu es otro. Se conversó bastante lo que se llamó la hoja en blanco y eso significa elaborar una Constitución con las propuestas que vayan surgiendo ahí y no con un texto previo. Los mismos dirigentes y líderes que lo firmaron han señalado una opinión distinta a lo que plantea el senador Allamand; incluso el propio presidente de su partido, Mario Desbordes. Me da la impresión que es una opinión muy puntual, que no refleja el espíritu de quienes firmaron el acuerdo. Él lo ha puesto sobre la mesa en aras del debate que existe, pero no generó adhesión, sino rectificaciones, por no decir críticas. 

-¿Cuál es la importancia del estudio de las experiencias comparadas en este proceso?

-Es fundamental. Cuando diseñamos el proceso constituyente en 2016, los dos años anteriores trabajamos levantando experiencias comparadas con un equipo de politólogos. Eso lo hizo también el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y luego sacaron una publicación. Teniendo muy claro que cada proceso constituyente debe tener las características del país donde se desarrolla, la experiencia comparada es muy importante. Es una metodología que usamos en ciencias políticas y sociales, y que nos permite evaluar tanto las experiencias positivas como negativas.

-Es un aspecto central en la discusión, entonces.

Es algo que vamos a tener a la vista y en lo que yo me he estado preparando. En la misma Universidad de Santiago se está trabajando con el análisis de experiencias comparadas dentro de los propuestas de los espacios de debate que están realizándose al interior. Varias otras Universidades lo han estado realizando también. Por otro lado, he estado conversando también con académicos extranjeros que han trabajado el tema constitucional hace mucho tiempo. Hay mucha gente aportando para aprovechar la oportunidad histórica de resolver esta crisis por una vía democrática institucional. Eso para nosotros, como sociedad, sería fantástico: tener una mejor institucionalidad política para esta sociedad que cambió y exige otras demandas.

-¿Hay alguna experiencia internacional particular que atraiga más su atención?

-El caso de Colombia, porque se parece al nuestro, en el sentido que tuvo ese plebiscito inicial que ellos llamaron Séptima Papeleta. Lo nuevo en nuestro caso, es que vamos a tener también esta conversación sobre la sede constituyente. En eso vamos a hacer historia. Y como tuvimos también esta participación para el proceso de 2016, probablemente nuestra convención va a ir acompañada de una mayor experiencia constituyente en términos de participación ciudadana.

Departamento de Historia se suma a espacios de diálogo y acuerdo con su primer Claustro Triestamental

Departamento de Historia se suma a espacios de diálogo y acuerdo con su primer Claustro Triestamental

Representantes de todos los estamentos de la Unidad perteneciente a la Facultad de Humanidades Usach, participaron en una productiva jornada de reflexión, discusión y acuerdos, durante el primer Claustro Triestamental, instancia realizada en el Centro de Estudios Enzo Faletto, que surgió de una asamblea triestamental llevada a cabo a pocas semanas del inicio de la movilización social.

La directora del Departamento de Historia, Dra. Cristina Moyano, indicó que la importancia de este claustro radica en “la alta participación de todos los estamentos que viene a demostrar que los espacios de diálogo son los mejores para construir las confianzas que permitirán mejorar distintos aspectos de la vida en común en nuestro Departamento”.

Se destacó que la convocatoria abrió espacios para que la comunidad en su conjunto pudiera no solo participar, sino que desde el comienzo planteara las temáticas que le pareciera pertinente trabajar en esta instancia.

Se conformaron 5 mesas temáticas, constituidas a partir de una encuesta realizada a estudiantes, profesores/as, funcionarios/as y egresados/as. Democracia Universitaria, Relaciones Laborales, Convivencia y Comunidad Universitaria, Vinculación con la Comunidad y Egresados y Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, fueron los ejes de debates en torno a los cuales se organizó la discusión. 

“Estos debates son aspectos que, gatillados por la contingencia, nos han hecho reflexionar sobre nuestras disciplinas, nuestro quehacer como investigadores y como formadores de doctores, magíster, profesores, licenciados y analistas internacionales” aseguró la autoridad.

Trabajo de las comisiones

“El debate siempre fue con altura de miras, respeto y compromiso y si bien existen diferentes enfoques, no es menos efectivo que estamos instalando las bases para rediseñar el Departamento y a partir de ello, también la Facultad y la Universidad en su conjunto” opinó el Dr. Igor Goicovic, académico del Departamento.

El profesor Goicovic estuvo presente en la comisión de Derechos Humanos, donde recalcó que uno de los aspectos más preocupantes, es que “no obstante, el amplio desarrollo que la temática ha tenido en el país y en los establecimientos educacionales; no es menos efectivo que hay una suerte de déficit de cultura de derechos humanos”.

Además, señaló que a la U. de Santiago no solo le corresponde formar profesionales, sino que también “tener contacto permanente con la comunidad para lograr, en términos de objetivo, la consecución de una cultura segmentada y articulada de promoción y defensa de los derechos humanos”.

En otra de las comisiones el Dr. Daniel Fauré, investigador de la Unidad, manifestó su satisfacción por la jornada ya que evidenció “un espíritu democrático que reforzó los lazos del departamento como comunidad”.

El académico, trabajó en la comisión de Vinculación con la Comunidad y Egresados. Comentó que hubo un consenso automático respecto a que la extensión es considerada como “una de las hermanas menores de esta triada misional que tienen las Universidades de docencia, investigación y extensión”

Sostuvo que, por la historia de la Usach, “es necesario reposicionarla, ya que es fundamental para vincularnos con comunidades y recoger las demandas sociales que existen por la producción del saber”.

El Dr. Fauré agregó que se elaboraron 11 propuestas enfocadas a la creación de políticas de extensión y  los integrantes de la comisión llamaron a ponerse a tono con la política de vinculación con el medio de la Usach, no dejando de lado el compromiso de “generar una propuesta propia a partir de nuestra especificidad como disciplina y darle mayor reconocimiento y proyección a las iniciativas que estudiantes, funcionarios y académicos hemos desarrollados en la temática”.

Expertos ratifican obstáculo para alcanzar una nueva Constitución

Expertos ratifican obstáculo para alcanzar una nueva Constitución

“Si no hay acuerdo, la convención fracasa y rige la actual Constitución”. Esta fue la declaración del senador RN Andrés Allamand, que implica que en caso que no se logre el quórum de 2/3, fracasa la convención que redacta la nueva Carta Magna y termina rigiendo la actual. La opinión del parlamentario provocó críticas en sectores opositores involucrados en el pacto para alcanzar una nueva Constitución para el país.

Para el abogado y académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago, Francisco Zambrano, las declaraciones del parlamentario están en lo correcto desde el punto de vista jurídico. “Si hay un tercio más uno que permanentemente no quiere llegar a un acuerdo, evidentemente que la convención fracasaría y no habría nueva Constitución, sino que regiría la actual”, afirmó.

A juicio del especialista en derecho público, el acuerdo que suscribieron los actores políticos considera tres formas de que la nueva Constitución fracase. La primera, que gane el no en el plebiscito; la segunda, que venza el plazo para que la convención haga la Constitución; y la tercera, que derechamente no se llegue a los acuerdos para redactar la nueva Carta Fundamental; es decir, los dos tercios.

“No hay ninguna otra fórmula dentro de los marcos actuales para cambiar la Carta Magna. Las fórmulas tendrán que ser resueltas en los marcos en que se establece la reforma constitucional”, afirmó.

Esa opinión la comparte el experto en derecho constitucional y también académico de la Usach, Luis Bobadilla.

El Director del Departamento de Derecho Público de la Facultad de Derecho de la Casa de Estudios, sostuvo que “para que ocurra una derogación orgánica sobre una misma materia tiene que haber una disposición que reemplace a la anterior. “No hay otra alternativa. Si no se logra el quorum de 2/3 para reemplazar algún texto de la Constitución actual, no se puede producir una derogación. Hay que entender que el acuerdo firmado por los parlamentarios no tiene valor jurídico, es solo un pacto de caballeros”, explicó.

No obstante, para el Director del Departamento de Derecho Privado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago, Claudio Herrera, se deberá tener presente que si en el plebiscito gana la opción no a la Constitución actual, el mandato de la ciudadanía es que, cualquiera sea el obstáculo, al final del proceso se asegure concretar  una nueva Carta Magna. “El compromiso de los parlamentarios es netamente político, pero lo que se espera es que eso lo lleven a norma”, precisó.

Segunda temporada de programa ¿Qué pasa si olvido? se enfoca en actualidad y crisis social del país

Segunda temporada de programa ¿Qué pasa si olvido? se enfoca en actualidad y crisis social del país

Tras su exitosa primera temporada, vuelve a  Radio Usach y a las pantallas de STGO.TV el programa  ¿Qué pasa si olvido?, espacio colaborativo entre el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y nuestros medios de comunicación universitarios.

Entre las novedades de este periodo, se encuentra la orientación a los temas que se abordarán. Si en 2018 el foco estaba puesto en las biografías de las personas –víctimas de la dictadura, detractores del gobierno civil-militar, etc- este año los sesenta minutos de programa se alinearán con temas que estén marcando la agenda del país.

En esa dirección, el director del Museo de la Memoria y Derechos Humanos, además de conductor del espacio, Francisco Estévez, comentó que “la segunda temporada está enfocada al momento actual de Chile. Es un perfil distinto, tendremos temas presentes y urgentes. Tenemos un gran interés en mantener un diálogo más directo con los que están siguiendo el programa”, recalcó.

Con respecto a lo relevante de que existan programas que inviten a reflexionar y repensar la actualidad, en un contexto mediático cuestionado debido a la cobertura que le han dado a las movilizaciones, el historiador consideró que el espacio “será un diálogo abierto con quienes son los actores reales”.

Para Estévez el objetivo es sacar el debate de los que están en la esfera del poder- dijo- y abrirlo hacia los académicos, jóvenes, mujeres y actores sociales en general. Por lo tanto, “creo que (el programa) contribuye a un análisis de lo que está sucediendo y a la construcción de una alternativa con participación y desde la ciudadanía”.

En el estudio

En el segundo capítulo de esta temporada de ¿Qué pasa si olvido? Carlos Margotta, abogado y presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos (CCHDH), y la Dra. Cristina Moyano, Directora del Departamento Historia del Plantel, reflexionaron en torno a los DD.HH y al proceso preconstituyente.

Consultado sobre las características de este periodo, visto desde su expertiz, Margotta sostuvo que el Estado, a través de las fuerzas policiales, ha violado sistemáticamente los DDHH; así lo han demostrado los informes del INDH, recalcó el abogado. Por lo tanto, dijo,  los apremios ilegítimos “no son como los han denominado los voceros de Gobierno y el propio Presidente: abusos, excepciones y excesos. Eso es impresentable desde el punto de vista de los estándares de los derechos humanos y la normativa vigente”.

Respecto a la solución propuesta por parlamentarios en el Acuerdo por la Paz Social y Nueva Constitución, documento en el cual quedó pactado el mecanismo con que se llegará a redactar una nueva Carta Magna, la Dra.  Cristina Moyano lo consideró restrictivo, porque está hecho por un poder del Estado con poca legitimidad y no están incorporados actores sociales organizados.

Para la historiadora lo que estamos presenciando “es una profunda crisis de las élites políticas; de la manera de hacer política; de los lenguajes políticos; de la imaginación política; y eso no se va a resolver a corto plazo si es que no hay actores nuevos que se sumen al sistema", aseguró.

Siguiendo ese argumento el académico de la Universidad Bolivariana, parafraseó un informe de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, que sostiene que "el principal derecho colectivo que hay que recobrar para el pueblo, es el derecho a la libre determinación".

Sin embargo, Margotta  se mostró escéptico frente a la  salida emanada desde el Congreso. "Valoro que se esté discutiendo sobre nueva Constitución y asamblea constituyente; creo que es un gran paso, pero todavía es insuficiente (…) desde la perspectiva de los DD.HH no se ha ganado nada", sentenció.

El espacio es transmitido todos los jueves, a mediodía, por las distintas plataformas de nuestros medios de comunicación. 

94.5 FM bit.ly/Radiovivo
48.1 Tvd bit.ly/StgoVivo
Programa completo: bit.ly/QPO21Nov

GAM dedica conversatorio a la obra de Isidora Aguirre, figura comprometida con la temática social

GAM dedica conversatorio a la obra de Isidora Aguirre, figura comprometida con la temática social

En el marco de la conmemoración del centenario de la dramaturga chilena más destacada del siglo XX, Isidora Aguirre, el GAM dedicó un conversatorio en torno a su obra, marcada por el interés de visibilizar la desigualdad social.

Desde las tablas, participaron los elencos de los montajes “La Pérgola de las Flores” y “Proyecto Aguirre”; mientras que, desde las letras lo hizo Amalia Cross y María Cristina Adasme; Pasquinel Martínez y Soledad Lagos; y Andrea Jeftanovic. El encuentro estuvo moderado por la profesora de teatro de la PUC, Pía Gutiérrez.

La autora de “Conversaciones con Isidora Aguirre”, Andrea Jeftanovic, señaló que la dramaturga “se adelantó a todo el actual momento que vive Chile”.

“Su obra, al coincidir el centenario con el estallido social, no puede ser más pertinente. Isidora Aguirre siempre trabajó por la lucha de la dignidad de los grupos más vulnerables”, afirmó.

Jeftanovic agregó que Isidora Aguirre “siempre estuvo tomando el pulso al malestar de la ciudadanía con una propuesta muy propositiva, porque lo que ella hacía en sus obras era mostrar que la única forma de luchar contra la injusticia y el abuso de poder, era articulándose”.

Para la escritora Amalia Cross, el contenido del trabajo de la dramaturga nacional está marcado por una dura crítica hacia la indiferencia social. “Repasar la obra de Isidora Aguirre es entender, también, el desarrollo histórico de lo que estamos viviendo en el 2019, más allá del presente”, indicó.

En ese sentido, el autor de “La Pérgola de las Flores en Pop Up”, Pasquinel Martínez, insistió en que la actual contingencia “le ha hecho un favor gigante a la obra de Isidora, porque si uno ve la Pérgola, pareciera que fue escrita hace una semana”.

Por último, la profesora de teatro de la PUC, Pía Gutiérrez, sostuvo que en el momento actual del país existe una urgencia por repensar políticamente la obra más célebre de Isidora Aguirre, es decir La Pérgola de las Flores.

“Sus versiones fueron más bien dulcificadas, sin embargo, la crítica social presente es fundamental para comprender lo que estamos enfrentando y aportar desde las artes a Chile”, concluyó.

U. de Santiago profundiza reflexión junto a la comunidad universitaria por crisis social

U. de Santiago profundiza reflexión junto a la comunidad universitaria por crisis social

el marco del trabajo de reflexión que se está desarrollando en distintas instancias al interior de la Universidad de Santiago de Chile, este miércoles se realizó la Tercera Jornada de Construcción de Propuestas para el país, en el marco de la crisis social.

El conversatorio del pasado miércoles en el Aula Magna, liderado por los destacados expertos Ricardo Ffrench-Davis y Jaime Bassa, despertó un alto nivel de interés por parte de la comunidad universitaria, por lo que se postergó para ayer el trabajo de las comisiones.

Cabe recordar que estas últimas están compuestas por académicos, estudiantes y funcionarios, y abordan ocho temáticas que se desprenden de la agenda social: sistema tributario y desarrollo económico; trabajo decente; sistema de pensiones y su financiamiento; salud y bienestar; educación de calidad; energías y sustentabilidad; ciudad y comunidades sostenibles; sistema político, instituciones sólidas y nueva Constitución.

Las comisiones identificaron los polos más importantes del diagnóstico y deslizaron algunas propuestas a corto, mediano y largo plazo. “Hoy estamos para profundizar en ello, ya que también ha habido un avance en la agenda social, el debate y la discusión”, señaló la Vicerrectora de Vinculación con el Medio, Dra. Karina Arias Yurisch.

“Hoy estamos para profundizar en la validez técnica y política de las propuestas que emerjan desde nuestra comunidad”, agregó la autoridad universitaria.

La académica del Departamento de Educación de la Facultad de Humanidades, Dra. Elisa Loncon Antileo, manifestó que “la Universidad es un referente académico, investigativo y técnico, pero además como Institución estatal, debe interesarse por lo que ocurre en el país”.

Puntualizó la doctora Loncon que “sería irresponsable de parte de la comunidad universitaria no tener una opinión, sobre todo los académicos, porque estamos formando generaciones que tendrán un compromiso con la sociedad”.

En tanto, el académico del Departamento de Contabilidad y Auditoría de la Facultad de Administración y Economía, Dr. Germán Pinto Perry, destacó que, como Universidad pública con sentido social, la Usach realice este tipo de ejercicio.

“Sería interesante que exista una instancia más adelante, donde siempre nos reunamos los académicos de distintas disciplinas para ver cómo está avanzando el país en estos temas”, apuntó el Dr. Pinto.

Sociedad de Debate Usach reflexiona sobre el modelo neoliberal y la desigualdad en Chile

Sociedad de Debate Usach reflexiona sobre el modelo neoliberal y la desigualdad en Chile

“El modelo neoliberal ha causado desigualdad en Chile”, fue la moción que levantó la Sociedad de Debate Usach a la comunidad en general, para discutir y reflexionar sobre el presente que vive nuestro país, luego del estallido social de octubre último.

La actividad se realizó en la Sala de las Artes Víctor Jara, en el marco de la iniciativa “Debate Interuniversitario: Cabildo Abierto”, y reunió a estudiantes, académicos y público en general.

Para Rigoberto Contreras, Presidente de la Sociedad de Debate Usach, esta actividad se lleva a cabo porque “decidimos que era importante aportar al momento que vive el país desde el debate. Se habla mucho de debate, pero la gente no sabe hacerlo”, sostuvo.

Jorge Albornoz, entrenador del equipo de Debate Usach, añadió que “vemos esto como una oportunidad para rescatar la opinión de la gente. La idea es generar un acta con algunas de las ideas generales que se planteen en los cabildos y posteriormente levantar dicha información, sistematizarla y entregar un trabajo final con la intención de que sea publicado”.

El formato de la actividad tuvo un comienzo de debate demostrativo, en el que participaron académicos y estudiantes de la Universidad de Santiago, Andrés Bello y Universidad de Chile. En la segunda parte se realizó el Cabildo Abierto.

Rigoberto Contreras, indicó que los próximos temas a debatir se materializarán “de acuerdo a la coyuntura política que esté atravesando el país y tomando en cuenta las opiniones vertidas en los diferentes espacios, para ver si la comunidad está interiorizada cabalmente de lo que significa este momento histórico”.

Algunas reflexiones del 1er Cabildo

Ximena Donoso, entrenadora del equipo de la Sociedad de Debates UNAB
“Una de las principales características del modelo neoliberal es dar protección a los privados y promoción de su trabajo. En la práctica, los privados no actúan por un interés social, sino que, por uno propio para obtener una determina utilidad y eso es satisfecho por el sistema”.

Daniela Soto, Académica del Departamento de Matemáticas de Ciencias de la Computación
“Me quedo con el argumento del modelo neoliberal como un marco teórico y en ese sentido entiendo que los marcos teóricos son situados y los crean seres humanos; son una construcción social. En este sentido, ¿qué es lo que mantiene este sistema? Sin duda la perpetuación del poder”.

Nicolás Palma, Abogado Universidad de Chile
“Creo que la libre competencia en general es buena, pero no es aplicable en todos los aspectos de la vida de un Estado. Cuando nosotros creemos aplicar los principios de la libre competencia para otorgar seguridad social, estamos mal”. 

Héctor Astorga, egresado de 4to medio
“Hoy las personas están en las calles porque sienten la necesidad de cambiar el modelo que lo ven como un problema. El camino no necesariamente es irse al otro extremo, sino que aprender de los errores, teniendo en cuenta las capacidades que tiene el Estado de regular los beneficios sociales básicos de una sociedad”.

Vicente Norambuena, estudiante de Ingeniería
“El supuesto en que está fundado este modelo, es principalmente la teoría económica, que ha sido cuestionado del todo (…) no considera otras formas de estructurar estas desigualdades y tampoco otros factores que son necesarios de poner en la mesa al momento de establecer lo que es la desigualdad”.

Ariel Morales, Asociación de Docentes Masones
“Por esencia el modelo neoliberal  es un sistema que tiende hacia la desigualdad principalmente porque se basa en el individualismo de las personas. Al ser todos distintos, tendremos un poder adquisitivo distinto, pero también ambiciones, cualidades de trabajo, educación y más. Por naturaleza este modelo es desigual”.


Estos cabildos abiertos se desarrollarán en tres jornadas durante los meses de noviembre y diciembre (2019) y enero (2020). La actividad de ayer fue la primera instancia en la que se debatió la naturaleza de la actual Carta Magna y la desigualdad en el país.

Experto Usach considera error sin precedentes reforma estructural al mercado de los medicamentos

Experto Usach considera error sin precedentes reforma estructural al mercado de los medicamentos

El informe ‘Estudio de Mercado sobre Medicamentos’ publicado este mes por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) sugirió que en el mercado de venta directa “exista una menor carga regulatoria para su dispensación, lo que incluiría, por ejemplo, no obligar a contar con un químico farmacéutico en el local”. Ello, para reducir los costos de distribución e impactar en remedios más baratos.

Para el Jefe de Carrera de Química y Farmacia de la Universidad de Santiago, Dr. Leonel Rojo, disminuir la cantidad de químicos farmacéuticos en los puntos de venta de medicamentos  provocará un error de “magnitud sideral” y “sin precedentes” en Chile. “Miremos a los países desarrollados y nos vamos a dar cuenta que lo mínimo es contar con al menos un farmacéutico”, afirmó.

“Lo que plantea este afiebrado informe es como querer eliminar a los médicos de los hospitales porque son caros”, sentenció. “El acto de dispensar medicamentos es un acto sanitario, asociado a un consejo experto. Muchas veces la gente no necesita medicamentos o los está tomando mal, o no entiende para qué o cómo debe tomarlos y ciertamente algunos son peligrosos por su toxicidad, además de que pueden generar adicción”, explicó el experto de la Usach.

El especialista agregó que el Código Sanitario lo exige por razones obvias, ya que muchos efectos adversos de los medicamentos pueden ser reportados al sistema por los propios farmacéuticos. “Los farmacéuticos evitan la venta de fármacos peligrosos diariamente y aseguran que se cumpla la condición de venta de medicamentos impuesta por ley”, enfatizó.

Para el toxicólogo de nuestra Universidad, la mejor alternativa es “regular y fiscalizar en vez de querer eliminar al farmacéutico, que lo que hace es impedir que la venta sea a granel y sin control, que es la única forma de asegurar el uso racional del arsenal terapéutico autorizado”.

El doctor Leonel Rojo concluyó señalando que “nadie entiende la bioequivalencia y existe mucha confusión al respecto. Aun así, ¿vamos a eliminar al profesional experto en fármacos que tiene todo país serio en el sistema de distribución y dispensación de medicamentos?”, emplazó.

Buscan comprometer el deporte y la actividad física con el quehacer de la Usach

Buscan comprometer el deporte y la actividad física con el quehacer de la Usach

Con el fin de tener el deporte y la actividad física vinculada en todos los espacios universitarios y plantear las necesidades de la comunidad en dicha materia, el Departamento de Gestión del Deporte y Cultura organizó una primera instancia de reflexión, de cara a la creación de un nuevo Estatuto Orgánico para nuestra Casa de Estudios.

La “Jornada de Discusión del Deporte y la Actividad Física en el Estatuto Orgánico” contó con la participación de la Dra. Gladys Bobadilla -académica de la Facultad de Ciencia-  y de Anais Pulgar -alumna de Estudios Internacionales-, integrantes de la Mesa Directiva del Comité Triestamental de Estatuto Orgánico.

Al respecto, Pulgar señaló la necesidad de “abrir el deporte en una perspectiva social”, y que se convierta en una ayuda dentro de los espacios laborales de la Universidad. Además, agregó que se debiera incluir en estas futuras políticas a las comunidades cercanas al Campus. 

La instancia constó de dos etapas: en la primera, se expusieron diversos diagnósticos a la actualidad deportiva dentro de nuestra Casa de Estudios, donde se destacó la intervención de autoridades, académicos y estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas.

En una segunda parte, se construyeron dos mesas de trabajo, las cuales abordaron el quehacer deportivo en  la Universidad y la actividad física como un derecho que debiera expresarse en la Constitución Política de la República y en el nuevo el Estatuto Orgánico de la Universidad de Santiago.

Deporte y cambios estructurales

Respecto a esta jornada de discusión, el Jefe del Departamento de Gestión del Deporte y Cultura, Marcelo Beltrán, expresó que, al igual que las movilizaciones sociales que se han producido en Chile este último mes, la iniciativa busca “que la comunidad universitaria también pueda discutir sobre la Carta Magna de la Universidad”. Bernal destacó la creación del Consejo del Deporte y la Actividad Física, instancia triestamental para apoyar la elaboración de propuestas.

Opinión similar tuvo el Dr. Cristian Cofré, director de la Escuela de Ciencias y de la Actividad Física, el Deporte y la Salud (ECIADES), quien afirmó que “estamos en un proceso de cambios a nivel de país, donde volvemos a mirar, por medio de la Constitución, cuáles son las bases que se requieren para alcanzar una sociedad más justa. Pensamos que el deporte tiene un rol fundamental en la sociedad y en la Universidad”.

En cuanto a medidas concretas, Cofré enfatizó en que “debemos entregar mejores posibilidades para la práctica de actividad física y deporte”. Esto incluiría “mejorar los espacios físicos”, ya que “hay una necesidad importante de modernizar la infraestructura deportiva y de entregar una mayor oferta dentro del Plantel”, propuso el también académico.

Finalmente, Bernal afirmó que desde el Consejo del Deporte y la Actividad Física se planteó actualizar la política universitaria de deportes y actividad física, que data del año 1988, por lo que llamó a toda la comunidad de nuestra Casa de Estudios a ser parte de los diferentes espacios de reflexión.

Las y los organizadores del evento esperan convocar a otras instancias de discusión, con el objetivo de redactar una propuesta formal que cumpla con el apoyo necesario (25 firmas), para que así sea ingresado a la plataforma digital del nuevo Estatuto Orgánico.

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