La extrañeza de la elite ante el cambio: El esperanzador camino de la incompetencia

La extrañeza de la elite ante el cambio: El esperanzador camino de la incompetencia

Resulta inimaginable pensar que hace menos de tres semanas la derecha se encontraba celebrando la posibilidad de un segundo gobierno, buscando la o el candidato entre varias alternativas. O que la Democracia Cristiana había sido parte de un acuerdo con el Gobierno para producir una medida que aumentaba la desigualdad, como era la reintegración tributaria. Los medios de comunicación seguían discutiendo banalidades, a pesar de que, en más de una ocasión, habían recibido críticas de las personas que se encontraban en paraderos de micro, plazas, en la calle, por hablar estupideces. Veíamos el surgimiento de una nueva generación de filósofos políticos de derecha que defendían las virtudes consagradas en la Constitución, la forma de propiedad y el patrimonio institucional chileno.

Hoy esa realidad resulta lejana. Pero, lo que a mí me sorprende es la extrañeza que siente la élite ante este cambio: desde el rostro televisivo que descubre lo molesta que estaba la sociedad chilena con la desigualdad, hasta Sebastián Piñera, quien salió a comer pizza el 19 de octubre. Toda una élite, con centros de opinión, financiados con millones de dólares por el empresariado, Universidades construidas al amparo de un sistema institucional levantado por las autoridades de esas mismas universidades.

Extraño, pues los indicios estaban ahí desde el año 2001, cuando miles de estudiantes secundarios lograron expropiarle la tarjeta estudiantil a la mafia del transporte. Sí, ese año el problema era con el transporte. Tampoco lo oyeron el año 2007, cuando durante dos semanas, el Transantiago tuvo a Santiago colapsada.

Ni el año 2006, cuando la virtual totalidad del sistema escolar chileno se tomó sus liceos. En todo Chile, no sólo en Santiago.

No lo entendieron cuando el año 2010 explotó el terremoto social, al amparo del terremoto que afectó a la zona central. En ese momento, el aparato institucional que nos vendían como modelo de eficiencia, no dio el ancho.

No tuvieron sensibilidad con Aysén, ni con el Chiloé está privao’… ni con nada que saliera de Santiago.

No lo vieron el año 2012, cuando gracias al voto voluntario quedó por primera vez en evidencia la base de representatividad del sistema político. En la elección de alcaldes se expresó de forma tajante la separación existente entre tres Chiles y su relación al voto: el de los “winner” (o güiner, que se parece mucho a güiña), el del miedo a la transformación y el de la creatividad social enhebrada en la lucha de clases. 
 
Despreciaron la rearticulación del tejido social que se fue construyendo en miles de experiencias colectivas de nuevo tipo: experiencias de autoeducación, formas de autogestión y todas ellas con autonomía del corrupto sistema institucional que la dictadura y su constitución fueron construyendo y cooptando. Citaban a Marx con soberbia intelectual diciendo que las clases sociales se habían terminado y habían sido reemplazadas por segmentos de consumo que expresaban distintas formas de molestia con la modernización capitalista.

No lo vieron venir. Cuando sucedió no lo quisieron creer. Cuando se dieron cuenta de lo grave que era, lo atribuyeron a invasiones alienígenas o guerras. Cuando el 80% de la gente (incluso en la encuesta CADEM), señala que desea cambios profundos, que incluyen la Constitución. Cuando sólo un mínimo porcentaje (insisto, en la encuesta que dirige Izkinson) apoya al gobierno, durante dos semanas seguidas, y aún no hay capacidad de proponer cambios políticos más profundos para recuperar algo de apoyo. Así se entiende por qué los errores se sucedieron uno detrás de otro.

En sólo tres semanas cometieron las siguientes idioteces políticas, si fueron forzados o voluntarios, permite discusión.

En primer lugar, nunca dimensionaron lo que implicaba cerrar las puertas de las estaciones de Metro y llenarlas con fuerzas especiales. Si había sido necesario llegar a esos niveles de uso de fuerza represiva, el problema no era policial, había pasado a ser político.

Luego, se escucharon a sí mismos y a quienes les palmoteaban la espalda. La estrategia de enfrentarse directamente con la movilización social mediante la represión quedó zanjada fatalmente el viernes 19 de octubre. De ahí en más, la incompetencia se iría agudizando.

Entonces comenzó la batalla mediática. El Gobierno pensó que bastaba con tener a los dueños de los medios de su parte para lograr controlar las líneas editoriales de noticieros, matinales, programas de opinión, etc. y volcar a la mayoría en su favor. Sin embargo, no leyeron a Gramsci o lo menospreciaron, sino sabrían que el control mediático es exitoso en tiempos de hegemonía ideológica. Pero, en momentos cuando se está usando la violencia represiva desnuda, la contradicción entre el enunciado mediático y la realidad es tan flagrante, que es imposible obtener un control total de lo que está sucediendo y encauzar la opinión dominante. Es el camino directo a la derrota ideológica.

La estrategia contra el paro docente y la ley (j) Aula Segura, como ejemplo de política. Es posible que debido a la dimensión y extensión que está viviendo el conflicto social en este momento, hayamos tendido a olvidar que durante este mismo año el sistema escolar municipal estuvo parado casi en su totalidad y el Congreso de la República permitió que funcionara una ley que quedará en la historia de la infamia legislativa chilena, al lado de la ley Maldita de González Videla. El Colegio de Profesores, instancia que promovió el paro docente, intentó obtener algún nivel de resarcimiento respecto de la deuda histórica que el Estado de Chile tiene con las y los profesores jubilados, lo que ha sido reconocido innumerables veces, sin que se pague hasta hoy ni un peso de dicha deuda. La estrategia en aquella ocasión fue desgastar el paro, cansando a sus dirigentes y vinculándolos a aceptar propuestas que no tenían que ver con una respuesta a lo solicitado. 
 
En el caso de los secundarios, con menos que perder que los docentes, la estrategia represiva fracasó estrepitosamente, aumentando el uso de la violencia en extensión e intensidad. Esta estrategia, semejante a la negociación con un “gremio”, puede ser efectiva si se relaciona con un ámbito económico o social, pero si la crisis se extiende a la totalidad de la sociedad, entonces se hace obligatorio hacer uso sistemático y no esporádico de la violencia represiva. Esto, pues la movilización social, lejos de disminuir, va aprendiendo a combatir en la calle para defenderse de la represión. Ninguna fuerza policial, por militarizada que esté, puede usarse para contener a millones de personas dispuestas a movilizarse hasta el final. Menos aún, cuando esa misma fuerza represiva viene cuestionada por la infinita cantidad de casos aislados de vinculación con narcotráfico, corrupción, tortura, violencia sexual, entre otras prácticas. Todas con meras responsabilidades individuales, por supuesto.

Y, así llegamos, al que creo es el último error político de antología. En los Discursos, Maquiavelo, señala que, si es necesario hacer un cambio, es bueno que él, aunque este dictado por la necesidad, aparezca como un gesto de gratitud del sistema institucional. Porque cuando algo lo dicta la necesidad, si el gobernante y el sistema institucional no son capaces de responder a tiempo, cada segundo que desperdician combatiéndola, representa un desgaste tan amplio de fuerzas, que puede terminar en la caída de todo el sistema institucional. La Unión Soviética tenía millones de soldados y, aun así, cayó por sus contradicciones que no supieron ser resueltas a tiempo. Para cuando Gorbachov aceptó lo que dictaba la necesidad, ya era tarde.

Sin embargo, para quienes nos encontramos de la otra vereda respecto del sistema institucional, para aquellos que nos sentimos secuestrados en las AFPs, sojuzgados por una Constitución ilegítima, desprotegidos frente a la impunidad de sus relaciones de todo tipo (incestuosas es lo único que las unifica), que este sistema estalle, no representa una razón para botar una lágrima y, más aún, abre un camino de esperanza, pues se sustenta en una lucha, una batalla, que se da en el día a día, en los territorios reales y simbólicos, en la coordinación incipiente y en la capacidad de recuperar la soberanía económica desde una perspectiva de clase.

Hay un programa, hay un sujeto histórico y años de aprendizaje y (re)conocimiento. Por eso la movilización no se desgasta y, al revés, crece más y más.

Hace dos semanas pedir nueva Constitución mediante Asamblea Constituyente resultaba una política de ultra izquierda. La incompetencia del Gobierno y la indolencia de las elites de todo tipo han aumentado la rabia en ese lapso y subido la apuesta. Hoy, hasta quienes votaron por Piñera (el senador Manuel José Ossandón, por ejemplo), quieren una nueva Constitución. Pero, como la incompetencia sigue operando, la Constitución va pasando a ser suntuaria frente al desarrollo de un poder real y material.

Una huelga general en pleno siglo XXI puede alcanzar dimensiones transformadoras incuantificables en el desarrollo y consolidación de un nuevo poder popular. Tengo la esperanza de que esta tesis llegue a ponerse a prueba. Hasta aquí es sólo un deseo, como hablar de Asamblea Constituyente hace 2 semanas.

Catastro da cuenta de 32 miembros de nuestra comunidad universitaria violentados durante manifestaciones sociales

Catastro da cuenta de 32 miembros de nuestra comunidad universitaria violentados durante manifestaciones sociales

Un total de 32 integrantes de la comunidad universitaria violentados, registra el catastro actualizado de denuncias que levantó la Vicerrectoría de Apoyo al Estudiante, al cumplirse ya casi tres semanas de manifestaciones sociales.

Así lo informó, el Vicerrector Bernardo Morales añadiendo que la rectoría de nuestro Plantel mantiene el apoyo psicológico y jurídico a las víctimas, en su gran mayoría estudiantes de nuestra Casa de Estudios.

Entre estos casos se registran amenazas, detenciones, heridos con perdigones y denuncias de apremios ilegítimos, antecedentes que han sido informados al Departamento Jurídico de nuestra Universidad, quienes de inmediato se ponen en contacto con las víctimas del actuar policial y les entregan la correspondiente asesoría de nuestros abogados.

Lo mismo ocurre con la contención psicológica para el estudiante y su familia debido al fuerte impacto que implicó la acción de Carabineros, PDI y militares, durante el tiempo que duró el estado de emergencia y toque de queda, como también después de haberse levantado.

El Vicerrector de apoyo al estudiante, Dr. Bernardo Morales, comentó que en lo inmediato la Universidad está canalizando a través de la vocalía de género, el aporte en la compra de medicamentos de difícil acceso, para quienes así lo requieran. “Asimismo, los estudiantes que hayan tenido alguna dificultad pueden acercarse a nuestro centro de salud para su atención inmediata”.

El Dr. Morales al comentar la génesis de este estallido social estimó que era un problema que se veía venir tarde o temprano. Como decía Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero jamás puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.” En cierta forma, es esto lo que nos ha llevado a lo que estamos. Lo ocurrido a choqueado a toda la comunidad y ha traído consigo, como no, un deterioro en la salud sicológica de las personas. De eso estamos particularmente preocupados y buscando la solución a dicha problemática”, precisó.

Ante ello, el Rector Zolezzi ha mandatado a la unidad de promoción de la salud psicológica de nuestro Plantel, para que se ponga a disposición de los afectados con el fin de entregar el tratamiento pertinente a los casos que así lo requieran.

“A las personas que han sido detenidas y han recibido perdigones, se les ofrece la contención necesaria. La primera preocupación es la salud física de aquellos que han visto violentados sus derechos y han recibido heridas; luego se trata su afectación psicológica, para él y también de todo el entorno familiar, no nos olvidemos que los alumnos están dentro de un núcleo familiar; y luego vendrá la parte judicial en la cual nuestros abogados establecerán las constancias y demandas pertinentes”, explicó el Vicerrector Morales.

Estudiantes en situación de discapacidad reafirman llamado a considerar sus demandas en la Agenda Social

Estudiantes en situación de discapacidad reafirman llamado a considerar sus demandas en la Agenda Social

En el contexto de la movilización nacional que vive nuestro país, los estudiantes de la Usach en situación de discapacidad, se sumaron al descontento de la ciudadanía frente a los abusos y la desigualdad, y emplazaron al Ejecutivo a considerar sus demandas en la Agenda Social.

“Nosotros buscamos principalmente que Chile responda a la inclusión social, laboral y educacional de las personas con discapacidad”, sostuvo la presidenta del Centro de Estudiantes en Situación de Discapacidad (Cedisc) de nuestro Plantel, Catalina Martínez Arévalo.

Más específicamente, en el caso de los universitarios, Martínez señaló que los jóvenes “exigimos que el Estado sea capaz de asegurar a cualquier estudiante con discapacidad, desde la educación inicial hasta la superior, igualdad de acceso y permanencia, sin ningún tipo de discriminación ni condición”.

Por otro lado, Cedisc adhirió a la demanda de las personas con trastornos del espectro autista, solicitando una Ley de Protección para ellas. 

Adicionalmente, pidieron al Ejecutivo hacerse cargo de las rehabilitaciones sin la intervención de empresas privadas, como es el caso de la Teletón, donde “a través del show televisivo, ponen a las personas con discapacidad como sujetos de caridad”, según declaró Martínez.

Y, por último, los alumnos en situación de discapacidad de la Universidad de Santiago, incluyeron en su petitorio el aumento de la cuota de la Ley de Inclusión Laboral, es decir, del 1 al 2 por ciento, para llegar al 2030 con una cuota mínima del 3%.

Participación activa

Para visibilizar sus demandas, y acabar con la postergación a la que han sido sometidos por el Estado, las personas en situación de discapacidad también se han sumado a las diversas protestas.

Sin embargo, además de asistir a las numerosas marchas, la mesa directiva de Cedisc ha convocado a asambleas y actividades lúdicas para reflexionar sobre la situación del país, sin descartar el desarrollo de un cabildo abierto.

“Llamamos a los y las estudiantes con discapacidad a participar en espacios de protestas, siempre resguardando el autocuidado”, sostuvo la también estudiante de tercer año de Arquitectura. 

Respecto a la posible vulneración de los derechos humanos, el Cedisc habilitó un espacio de denuncia y mantiene contacto directo con las unidades mayores de la Universidad, en caso que los estudiantes requieran asistencia jurídica. 

Académico Pablo Lacoste: “En Bolivia no se sabe dónde reside la soberanía”

Académico Pablo Lacoste: “En Bolivia no se sabe dónde reside la soberanía”

La situación en Bolivia tras las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre sigue agudizándose. Evo Morales, quien se alzó como ganador bajo acusaciones de fraude electoral, ha decidido mantenerse en el poder, a pesar del ultimátum de dos días que le dio la oposición para que renunciara a la Presidencia. Mientras tanto, se han producido protestas en ciudades como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.

Ante esto, el académico de nuestra Universidad, Dr. Pablo Lacoste, explicó que la situación en el país altiplánico se debe a “un debilitamiento de las instituciones” producto de los 13 años que Morales lleva en el poder y a una “débil convicción republicana” que el experto acusó en el mandatario. El también Doctor en Historia apuntó además a la concentración del poder en la figura del presidente boliviano, que impide, a su juicio, que las instituciones operen para resolver el conflicto.

Otro factor importante según el doctor Lacoste es que “Evo Morales le negó la soberanía al pueblo” al no respetar el plebiscito convocado en febrero de 2016 para permitir su tercera reelección. Dichas votaciones terminaron con el 51,3% de los votos en contra de la reforma constitucional que permitiría a Morales presentarse en las elecciones de octubre de este año.

Ante este contexto, el historiador advirtió que “hoy tenemos una Bolivia dividida en tres: Evo Morales que dice que es el Presidente, la derecha que le pide la renuncia y Carlos Meza en el centro, que dice que se repitan las elecciones para que sea el pueblo soberano el que se exprese. Acá hay una crisis de legitimidad en que no se sabe dónde reside la soberanía”.
 
Posibles soluciones

La Organización de Estados Americanos anunció el pasado 30 de octubre el envío de una comisión que realizará una auditoría para esclarecer los resultados en las elecciones bolivianas. No obstante, el jefe de la comitiva –el mexicano Arturo Espinoza- dio un paso dos días después, tras los cuestionamientos por su crítica postura frente a Evo Morales expresada anteriormente en una columna de opinión.

Lacoste calificó de “torpe” la decisión del organismo internacional al elegir a los miembros del equipo, quedando imposibilitada de garantizar los comicios. “La OEA no puede operar porque la oposición perdió la confianza”, enfatizó el académico.

Para el experto, la solución más “armónica” es que Morales convoque a elecciones para una segunda vuelta presidencial. También debe “generar un TRICEL (Tribunal Calificador de Elecciones) independiente, que genere confianza en todos”, dijo.

El obstáculo radicaría, de acuerdo con Lacoste, en que el mandatario boliviano no quiere abandonar el poder, ni generó una figura desde su sector político que lo reemplazara.

La insignificancia de la confianza

La insignificancia de la confianza

Esta ruptura, tan violenta y dolorosa, es también la oportunidad para sentar las normas de una nueva convivencia más equitativa y más solidaria, de un mayor reconocimiento de la legitimidad de las diferencias, de un acuerdo social que movilice la reconstrucción de la invisibilizada confianza.

Cuando parece evidente que no es posible individualizar responsabilidades ante lo que estamos viviendo en Chile y que necesitaremos mucho trabajo para contar con una explicación suficientemente comprensiva de la profundidad de esta crisis, es necesario introducir un antecedente adicional en el análisis del origen de esta ruptura.

Lo más obvio a señalar es que el responsable no está en las/los otros: el/la violentista, el/la delincuente, el presidente, el gobierno anterior o los ricos, o al menos, que no se es responsable sin ser a la vez producto/parte de un sistema que deshumaniza las relaciones y antepone las condiciones. En nuestro país se ha perdido el vínculo, no cuando subieron los pasajes del metro, no cuando llenamos del corners y malls la ciudad, no cuando nacieron las AFP, sino con todo ello, en un proceso progresivo y profundo de debilitamiento del tejido social.

Es cierto que existe descontento y frustración por las profundas desigualdades y la permanente vulneración de derechos, tanto como lo es que la experiencia de la exclusión se ha incrustado en las relaciones sociales, continuamente y por décadas apremiadas por la diferencia de clases, diferencia del todo necesaria para viabilizar el acceso oportuno y efectivo a bienes y servicios básicos. Si la distinción que refería Bourdieu servía a los fines de expresar un cierto lugar en la escala social, en Chile sirve la abrazamos también por supervivencia.

Si pudiera expresarse de alguna manera, las relaciones sociales se conforman como un holograma de ejes de inclusión y exclusión polarizados por nombres, etnias, origen, raza, creencias religiosas, adhesión política, condición laboral, modos de hablar y vestir, barrios, costumbres y un sinfín de códigos que los habitantes utilizamos para reconocernos, más no para conocernos.

Se dice que Chile es un país solidario, sin embargo, las relaciones de solidaridad no se sostienen con una Teletón anual o una campaña de ayuda a una zona afectada por un desastre natural porque no es lo mismo la caridad, como acto unilateral de compartir o donar algo, que la solidaridad, comprendida como la colaboración mutua entre personas y grupos humanos con miras a un objetivo común. Podemos aceptar y quizás experimentar satisfacción por el hecho de aportar con dinero a una fundación de beneficencia para la construcción viviendas sociales, pero no queremos la vivienda social en el barrio.

Las profundas divisiones sociales han transformado a las ciudades, a los establecimientos escolares, a las instituciones de educación superior, a los balnearios o a los centros comerciales, en la expresión territorial de una sociedad fragmentada, al tiempo que en múltiples garantes de su perpetuación al impermeabilizar las fronteras para la llegada de los “desclasados”. Y en un acto fallido, el ahora destruido metro de Santiago tardará muchísimo más en lograr llegar al Parque Arauco.

Y es que la fragmentación impide la construcción de los vínculos necesarios para desarrollar la mínima confianza en otros/otras distintos, esa razonable fe que las diferencias entre las personas no constituyen por sí mismas fuentes de sospecha. 

El modelo socioeconómico chileno, basado en la privatización de bienes, servicios, derechos y relaciones sociales, explican porque el sistema educacional ha transitado hacia la validación de la educación privada por sobre la educación pública y cuyo desarraigo es sino la mayor, una evidencia más de la pérdida del sentido de lo colectivo, del desprecio a la construcción de un sentido de lo común. Los padres y apoderados hoy, motivados por la posibilidad que sus hijos accedan a establecimientos de mayor calidad, léase, más competitivos, con docentes mejor remunerados, con mejor infraestructura y más acceso a redes selectivas, optan por los establecimientos en directa relación con su capacidad de pago.

En consecuencia con esta fragmentación, la educación terciaria también se ha convertido en un campo propicio para la reproducción de las diferencias sociales: según tipo de institución (universidad, instituto profesional, centro de formación técnica), según tipo de universidad e incluso según tipo de carrera, convirtiéndose prácticamente en extensiones de los correspondientes establecimientos escolares.

Pero no se trata no sólo de entregar contenidos y de amigos, sino también de aprender a vivir en una sociedad compleja, de forjar la capacidad de entendimiento mutuo, de construir las bases para la convivencia armónica. La educación pública no es necesaria sólo para que estudien los que no pueden pagar o elegir libertad de enseñanza, es antes un espacio de encuentro de las y los futuros ciudadanos de un país, un espacio en el que las nuevas generaciones pueden conocerse para no enfrentarse a futuro como extraños, donde niños y niñas pueden relacionarse sin el peso de las etiquetas del micromundo que les ha sido asignado.

Tampoco se trata de romanticismo ni idealismo, sino de constatar cuan aguda es la escisión social en Chile y de evidenciar que lo que estamos viviendo no es casual ni en caso alguno debiera sorprendernos. Pero esta ruptura, tan violenta y dolorosa, es también la oportunidad para sentar las normas de una nueva convivencia más equitativa y más solidaria, de un mayor reconocimiento de la legitimidad de las diferencias, de un acuerdo social que movilice la reconstrucción de la invisibilizada confianza.

Rector Zolezzi sostiene que la educación debe ser el pilar de la nueva agenda social

Rector Zolezzi sostiene que la educación debe ser el pilar de la nueva agenda social

Gracias a la globalización que promueve la tecnología, el mundo está siendo testigo de lo que ha sido definido como “el despertar de Chile”: millones de manifestantes que, pacíficamente, han salido a las calles de nuestro país para enfrentar y evidenciar la desigualdad y las inequidades que han surgido en el seno de nuestra sociedad en los últimos 40 años.

Y si bien la mirada del mundo es importante, mayor relevancia tiene que seamos nosotros mismos, las chilenas y chilenos, quienes nos demos cuenta lo profunda que es esta crisis y de cuán ineludible es que reconozcamos, con humildad, la responsabilidad que tenemos en que, durante tanto tiempo, no haya existido una respuesta adecuada a justas reivindicaciones de nuestra ciudadanía por un país mejor y una sociedad que permita el progreso y el desarrollo de todos y todas.

Cada uno en su rol, quienes somos actores públicos debemos, además de reflexionar sobre las causas y lo que dejamos de hacer o lo que hicimos mal, generar las propuestas concretas y reales que permitan asumir la tarea país de darle forma robusta a esta nueva agenda social que pide la ciudadanía y que, por estos días, comienza a definir la autoridad.
En esa lógica, quienes tenemos responsabilidades en la construcción de la base formativa de los niños, niñas y jóvenes chilenos, podemos plantear sin ambages que es la educación la que debe ser el pilar para esa nueva agenda o pacto social. Debemos construir sobre ella. Sobre sus bases firmes.

La educación. Porque, más que el dinero, el apellido, el barrio o el origen de los padres, es el valor más democratizador de todos. Porque es un derecho humano que tampoco podemos violar, como ha ocurrido hasta ahora, cuando es manejada como un negocio más, como un bien transable y no como lo que es realmente: la puerta a la igualdad, a la equidad y a la justicia.

Negarle el acceso a la educación a los hijos e hijas de Chile es tan grave como la que organismos nacionales e internacionales de Derechos Humanos han reportado como vejámenes en contra de la integridad física y emocional de las personas durante las manifestaciones de estos días.

Así de importante es la educación. Por eso, tras días dolorosos, podemos abrirnos a la esperanza. Esta dura lección puede ser una gran oportunidad. Por ello, la invitación es que todos los actores del mundo de la educación abramos la mente y el corazón para que nunca más un joven chileno sienta que su educación no es un derecho, sino un privilegio al que no puede acceder.

U. de Santiago ratifica compromiso para la realización de la Cumbre de los Pueblos

U. de Santiago ratifica compromiso para la realización de la Cumbre de los Pueblos

Ante la contingencia que vive nuestro país con la suspensión de la COP25 y la APEC, las organizaciones sociales que conforman la Cumbre de los Pueblos ratificaron la continuidad de este importante evento que tendrá como sede principal a nuestra Universidad.

Vicente Gamboa y Camila Zárate, realizaron la vocería a través de la lectura del comunicado titulado: “No hay COP, Sí hay Cumbre de los Pueblos”, en el que reflexionaron sobre lo situación actual del país, luego de tres semanas de manifestaciones sociales.
 
Camila Ramos, coordinadora de vinculación estratégica de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio Usach, indicó que “la Universidad de Santiago ratifica su compromiso con la realización de la Cumbre de los Pueblos, porque hoy más que nunca necesitamos generar espacios de reflexión y diálogo para avanzar en las políticas que todo Chile solicita”.

Comunicado

El comunicado que difundieron los organizadores, contiene 16 puntos que abordan diferentes problemáticas de las últimas décadas y que terminaron generando el estallido social de octubre último en nuestro país.

La nota de prensa indicó que la cancelación de estos hitos internacionales pone en evidencia ante el mundo que el modelo chileno “es nefasto e indeseado para la sociedad chilena”. Sin embargo, se añade que la no realización de este Foro “es una pérdida para nuestra sociedad, ya que habíamos estado preparando con esmero una oportunidad para exhibir, no solo las contradicciones del modelo actual, sino las soluciones que la sociedad global tiene para la crisis sistémica”.

Los organizadores de la Cumbre de los Pueblos ven como una mala señal “la ausencia en Chile de la comunidad internacional porque deja en total libertad al Estado  para seguir vulnerando al pueblo mediante la violencia de las fuerzas policiales y militares”, precisan.

En el comunicado añaden que apelan a las organizaciones internacionales “para que observen y visibilicen las violaciones a los derechos humanos en Chile y el Wallmapu”.

La declaración también hace referencia a lo que consideran el “despertar de la conciencia de la sociedad” para decir basta “ante las desigualdades, la depredación de los territorios estratégicos para la humanidad y el planeta, la calidad de vida de las comunidades y los ecosistemas”.

En el comunicado también criticaron la aprobación del TPP-11 (…) como los acuerdos de inversión de transporte para el comercio internacional a través de la IIRSA, que destruye- dijeron- los ecosistemas de Chile en beneficio del 10% más rico del país y el mundo.

Asimismo, emplazaron a los pueblos de Chile a reflexionar sobre la crisis de la democracia y levantar “propuestas distintas para restaurar el equilibrio con nuestra tierra y lograr la justicia social”.

Finalmente convocaron a la ciudadanía a que “sigan movilizados y mantenga las asambleas y cabildos territoriales para que expresemos cómo queremos vivir”.

Usach reflexiona sobre impactos y desafíos de la educación de postgrado

Usach reflexiona sobre impactos y desafíos de la educación de postgrado

Desde el lunes 4 al miércoles 6 de noviembre, se realiza el curso “Prospectiva: tendencias mundiales y regionales de la educación superior y sus consecuencias para el postgrado”, organizado por la Vicerrectoría de Postgrado de la Universidad de Santiago de Chile. 

La actividad académica se desarrolla en el Centro de Estudios de Postgrado y Educación Continua (Cepec), y este lunes tuvo su primera jornada con 30 personas inscritas, que corresponden a profesionales del área de distintas instituciones educacionales.

El Vicerrector de Postgrado, Dr. Cristián Parker Gumucio, señaló que esta iniciativa es necesaria para pensar los desafíos que se dan a consecuencia de los cambios del mercado laboral y las Universidades, pero específicamente los postgrados, que deben adecuarse a condiciones de empleabilidad.

De acuerdo a la autoridad de la VIPO, el desafío de los planteles está en reflexionar sobre su quehacer y repensar su oferta. “Hay que reorientar la oferta de postgrados de las instituciones de Educación Superior de aquí al 2030 y este curso es un aporte fundamental”, puntualizó el Vicerrector Parker.

Experto internacional

El curso es dictado por el académico cubano y doctor en estudios latinoamericanos de la Sorbonne, Francisco López Segrera, quien además fue director de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de Unesco en Caracas; y del Instituto Internacional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (IESALC).

El objetivo es dar a conocer el estado del arte del debate actual y de las diversas visiones sobre las principales tendencias de la Educación Superior y de los postgrados a nivel mundial y regional.

“Hoy el alumno busca empleabilidad, por lo tanto, América Latina debe pensar en mejorar el manejo de la practicidad de la Educación Superior y el acceso a la empleabilidad para adecuarse al escenario global”, sostuvo el académico.
Para el experto, las Universidades, ya sean públicas o privadas y “que no sepan adaptarse a estos cambios, van a cerrar sus puertas”.  

Rosa Zapata, una de las asistentes al curso y funcionaria de la Universidad Católica de Temuco comentó que “es interesante esta invitación a reflexionar y  al análisis después de conocer cifras y situaciones de otros países, porque estamos justo en un momento en que debemos pensar desde otra vereda nuestra realidad”.

Marcia Bravo, perteneciente a la Dirección de Admisión y Postgrado de la Universidad San Sebastián, coincidió en que se trata de un ámbito “muy relevante en este minuto donde los Planteles de Educación Superior estamos expectantes sobre cuáles son los desafíos para los años que vienen. Esto nos servirá para proyectarnos y saber dónde estamos situados”, comentó. 

Usach integrará más participantes a segunda Jornada de Construcción de Propuestas para el país

Usach integrará más participantes a segunda Jornada de Construcción de Propuestas para el país

Una positiva evaluación realizó el Rector de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, respecto del trabajo desarrollado el martes pasado en la Jornada de Construcción de Propuestas para el País, que reunió a más de 150 integrantes de toda la comunidad universitaria en el marco de la crisis social.

En ese contexto, la máxima autoridad del Plantel valoró la participación activa de la Usach en las diferentes instancias de reflexión y debate en torno a las "legítimas demandas de la ciudadanía y los desafíos que el país debe enfrentar dado el actual escenario de malestar social", señaló.

"Agradecemos la participación de nuestra comunidad en este momento, que permite materializar el compromiso público de la Universidad de Santiago de Chile con la transferencia del conocimiento que sirva a la construcción de una sociedad más democrática y equitativa", puntualizó el Rector Zolezzi.

Balance Primera Jornada

El martes de la semana pasada, los participantes fueron distribuidos en nueve ejes temáticos que reflejaron, puntualmente, la agenda ciudadana, los temas abordados en el trabajo de las asambleas en la EAO, las comisiones del Consejo Académico y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Estos son: Sistema Tributario y Crecimiento Económico; Trabajo Decente; Sistema de Pensiones y su Financiamiento; Salud y Bienestar; Educación de Calidad; Energías y Sustentabilidad; Ciudad y Comunidades Sostenibles; Instituciones Sólidas y nueva Constitución; Sistema Político y Voto Voluntario.

Al interior de cada comisión -integrada por estudiantes, funcionarios y académicos-, se discutieron las dimensiones relevantes y estructurales del problema de fondo, permitiendo construir un diagnóstico consensuado. A partir de este trabajo, se profundizó en una revisión de casos internacionales que pueden advertir de riesgos y proveer ideas de solución.

Adicionalmente, se organizó la conversación en acciones destinadas a una mirada a corto, mediano y largo plazo, con el propósito de lograr insumos concretos que sirvan a la construcción colectiva de propuestas desde la Usach.

Nueva Jornada

Una vez recepcionados los antecedentes complementarios entregados por los participantes de la jornada y sistematizado el trabajo de las nueve comisiones, el Rector adelantó que se convocará a una Segunda Jornada de Construcción de Propuestas para el País, con el propósito de profundizar en el desarrollo e integrar a más participantes al debate.

Por su parte, la Vicerrectora de Vinculación con el Medio, Dra. Karina Arias Yurisch, señaló que "hoy logramos contar con un diagnóstico bastante sólido respecto de las diferentes problemáticas, con el que también podemos empezar a entender el malestar generalizado de la ciudadanía, principalmente basado en desigualdad, legitimidad y dignidad de trato".

La Dra. Arias enfatizó en la necesidad de realizar una segunda jornada, ya que "dimos el primer paso, pero se requiere abordar con mayor especificidad las propuestas para poder entregar un insumo a todas las instancias de reflexión de la Universidad, ya sea Facultades, Asambleas y Consejo Académico", concluyó.

Académicos Usach analizan relación entre sociedad y ciencia en el Chile de hoy

Académicos Usach analizan relación entre sociedad y ciencia en el Chile de hoy

Reflexionar, debatir y conversar sobre la situación que vive el país, ha sido parte de la programación especial que Radio Usach y STGO.TV han ofrecido a sus auditores y televidentes, luego que se provocara el estallido social y posteriores manifestaciones a nivel nacional.

El momento actual enfocado desde la educación, justicia y economía ha proporcionado una visión general, donde académicos del Plantel han sido parte fundamental para describir y proponer soluciones a la crisis.

En ese contexto, una disciplina que se podría pensar que está alejada de la coyuntura es la Ciencia; situación que Claudio Acuña, académico de la Facultad de Química y Biología, junto a Gabriel Elías, académico del Departamento de Física Usach, examinaron en el programa Punto de Conexión.

Para el físico Gabriel Elías, es necesario “incorporar a la ciencia en el quehacer nacional”, ya que nunca esta disciplina ha sido consultada por su visión de país. “Se necesita ciencia consciente y eso es lo que muchos científicos están entendiendo”, aseguró.

Por su parte, el bioquímico Claudio Acuña es autocrítico y aseguró que la comunidad científica es parte del problema que estamos viviendo, porque pertenece a la clase acomodada del país. Desde esa perspectiva, aseguró que solo puede “apoyar las demandas y tratar de visibilizar los cambios profundos que está pidiendo la población”.

Ante la pregunta cómo debe financiarse en el futuro la ciencia, ambos creen que no es pertinente, en este momento, hacer peticiones sectoriales y pedir apoyo económico para investigaciones, sin embargo es necesario tener claro qué dirección  hay que darle a la inyección de recursos en esta área.

En el espacio, Acuña aseguró que “hay empresas que están poniendo dinero, porque requieren soluciones país. El punto es que tenemos que definir hacia dónde vamos y eso hay que hacerlo entre todos. Tiene que haber un Estado fuerte que defina las políticas científicas y estas tienen que contar con empresas que permitan el desarrollo nacional”.   

Elías, en tanto, consideró que los aportes que haga el empresariado a investigaciones venideras deberán reglamentarse. “Necesitamos empresarios que  quieran invertir en ciencia, con ciertas reglas del juego (…) que impliquen riesgos”, sentenció.

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