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Syntagma Musicum ofreció concierto con órgano indiano del Siglo XVIII

Syntagma Musicum ofreció concierto con órgano indiano del Siglo XVIII

  • Los integrantes del grupo Syntagma Musicum de nuestra Universidad tuvieron el privilegio de ejecutar algunas piezas en el órgano indiano del Siglo XVIII que se encuentra en la iglesia de San Pedro de Atacama (Provincia de El Loa, Región de Antofagasta). El vetusto instrumento no funcionaba desde hacía más de cien años. Y fue restaurado gracias al Programa Puesta en Valor del Patrimonio, de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, Subdere. 

 



El sábado 27 de junio, previo a la festividad de San Pedro, patrono del histórico villorrio, el conjunto Syntagma Musicum de nuestra Universidad ofreció un concierto con música colonial americana con motivo de la inauguración del órgano indiano, que data del siglo XVIII, y que se encuentra ubicado en la iglesia del lugar.

La restauración del instrumento forma parte de la recuperación patrimonial del complejo arquitectónico que incluye la histórica capilla, sus esculturas y otros tesoros, entre los que descuella su órgano barroco. El presupuesto total de estos trabajos superó los 25 millones de pesos.

El instrumento, cuya presencia y función se relaciona con el proceso de evangelización de la población atacameña, fue restaurado por el organero Carlos Valdebenito Olivares.

En la emotiva presentación, plena de música y religiosidad, se destacó la literatura organística de la época, en la que le cupo un relevante rol al organista Jaime Carter, quien desde el año pasado pertenece a Syntagma Musicum.

Fue a él a quien le correspondió la tarea de reestrenar el valioso órgano, constituyéndose en un momento trascendental para la historia musical de San Pedro de Atacama y la Región de Antofagasta, además de una proyección importante para la Universidad de Santiago a través de su prestigioso conjunto de música antigua.

En la ocasión, el musicólogo y flautista de la agrupación musical de nuestra Corporación, Víctor Rondón, orientó a los asistentes, contextualizando las piezas interpretadas.    

Antecedentes

En el sitio www.restaurasanpedro.cl se fue informando regularmente de los avances de este trascendental trabajo, proporcionando –además- valiosos antecedentes.

La invitación: “Tenemos el agrado de invitar a todos a participar del gran concierto del órgano restaurado de la iglesia de San Pedro de Atacama, el sábado 27 de junio, a las 19:30.
La restauración del órgano indiano de 250 años aproximados de antigüedad ha sido ejecutada por el maestro organero Carlos Valdebenito, y financiada parcialmente por Gobierno Regional de Antofagasta, Municipalidad de San Pedro de Atacama y Fondo del Fomento de las Artes FONDART del Consejo Regional de la Cultura y las Artes Antofagasta.
El instrumento sonará luego de 120 años de silencio y tocará en conjunto con la orquesta Syntagma Musicum un concierto de música colonial americana en el coro del templo restaurado, que se abrirá a la comunidad el 27 de junio para la celebración de su santo patrono San Pedro”.

Restauración (uno): “Durante el siglo XVI y XVII surge en la América Andina una escuela de organería cuyas raíces están en el instrumento español del renacimiento. Sin embargo, a diferencia de éste, que adquiere nuevas técnicas constructivas y sonoridades particulares, el instrumento andino se mantiene sin cambios a través de los siglos.

Justamente uno de estos órganos es parte del catálogo de bienes culturales de la iglesia de San Pedro de Atacama y está siendo restaurado por especialistas organeros desde diciembre de 2014 con fondos de Gobierno Regional de Antofagasta, Fondart Regional del Consejo de la Cultura y las artes de Antofagasta y Municipalidad de San Pedro de Atacama.
A la fecha se ha restaurado el secreto, la caja de vientos, el tablero de reducción y el teclado en talleres especializados ubicados en la región de Valparaíso. Sin embargo el mayor daño que presenta el órgano es la ausencia total de sus 294 tuberías, por lo que se están fabricando desde cero en base a un trozo hallado durante el periodo de investigación.

La siguiente etapa de la restauración será en la misma iglesia San Pedro de Atacama durante el mes de mayo, donde se recuperará el mueble del órgano y se capacitará a un celador o persona preocupada de la conservación y uso del instrumento. Al finalizar la restauración del órgano indiano se llevará a cabo un concierto de música sacra para su entrega definitiva a la comunidad”.

Restauración (dos): “A comienzos de junio, Carlos Valdebenito, organero de profesión, comenzó la siguiente etapa de la restauración del órgano indiano en el coro de la iglesia San Pedro de Atacama, lugar donde quedará fijado el órgano indiano que data aproximadamente de 1750.
A la fecha se ha restaurado el secreto, la caja de vientos, el tablero de reducción y el teclado en talleres especializados ubicados en la Región de Valparaíso. El siguiente paso será la recuperación total del mueble, la incorporación de las 294 tuberías y arreglo de fuelles de cuero. La presente etapa está siendo ejecutada por el profesional, quien además capacitará a William Puca, un celador local o persona preocupada de la conservación y uso del instrumento en el futuro”.

Gala del Ballet Folklórico de la U. de Santiago resumió 50 años de aporte al patrimonio artístico chileno

Gala del Ballet Folklórico de la U. de Santiago resumió 50 años de aporte al patrimonio artístico chileno

  • Bailes que fundieron coreografías tradicionales y modernas, trajes multicolores y una selección musical que integró los ritmos característicos de nuestra geografía, caracterizaron la presentación especial del Ballet Folklórico Bafute-Bafusach, desarrollada en el Aula Magna de nuestra Corporación.
  • En la oportunidad, se mostraron las creaciones propias, arreglos y rescate de piezas tradicionales de la música chilena, que forman parte del repertorio musical de esta prestigiosa agrupación; oportunidad en la –también- se unieron ex integrantes con figuras actuales.
  • Las melodías trasladaron a los presentes a aquellos años en que artistas emergentes como Víctor Jara, Violeta Parra, Inti Illimani, entre muchos, encontraron apoyo para su arte en los patios, salas y escenarios de nuestro Plantel.
  • El programa incluyó piezas del norte, centro y sur de país, como la aclamada ‘Cuasimodo’; y el estreno ‘Violeta entre luz y sombra’, basada en la vida y obra de la folklorista.
  • Una gala plena de alegría, nostalgias y el sólido compromiso para seguir aportando al patrimonio cultural chileno.

 





La tarde del 26 de junio pasado, se vivió una jornada fascinante. En el aula magna de nuestra Corporación, se tributó a una organización que es patrimonio vivo de nuestra Universidad: el ballet folklórico  Bafute- Bafusach. Tres generaciones, entre bailarines, coreógrafos y músicos, se congregaron para dar vida a un espectáculo generoso en factura, donde también hubo lugar para premios, reconocimientos y calurosos aplausos.

La cita fue presidida por el vicerrector de Apoyo al Estudiante, Manuel Arrieta Sanhueza, y contó con la participación de distinguidas autoridades universitarias como el director del Departamento de Extensión, Jorge Montealegre, y el director del Departamento de Gestión del Deporte y la Cultura, Luis Garrido, entre otros.

Además, tras la ardua tarea, estuvo el soporte constante de la Unidad de Vocación Artística de nuestra Universidad, y asimismo el apoyo de la Fundación de Egresados y Amigos Fudea.

La muestra folklórica estuvo compuesta de tres momentos claves. En primer lugar, algunos de los integrantes del Ballet folklórico de la Universidad Técnica del Estado, Bafute (1965 -1981), presentaron una selección de danzas y bailes tradicionales del norte y sur del país.

En segundo lugar, el Ballet Folklórico de la Universidad de Santiago, Bafusach, ‘histórico’ (1981-2014) exhibió un repertorio compuesto por fragmentos de las obras más reconocidas de la agrupación.

En tercer lugar, los miembros del actual Bafusach, ofrecieron la pieza inédita “Violeta entre luz y sombra”, basada en la vida y obra  de la destaca artista nacional Violeta Parra.

Reacciones

Como un sueño, calificó la actividad el vicerrector de Apoyo al Estudiante, Manuel Arrieta Sanhueza. Según la autoridad, la celebración que logró reunir a diversas generaciones, es un intento certero por reconocer las raíces de nuestra Casa de Estudios.

“Los seres humanos siempre tenemos que reconocer nuestras raíces, para poder mirar el presente y el futuro”, expresó.

En ese sentido, “Nosotros como Universidad, tenemos que estar siempre orgullosos de nuestras raíces” y  a través de la muestra artística hay “todo un esquema para poder crecer, para desarrollarnos”, sentenció

Además, la autoridad halagó el despliegue artístico expuesto en el escenario. Cree el vicerrector Arrieta, que en el ballet institución hay una evolución que ha ido más allá del plano folklórico, convocando otros estilos y formas creativas.

Tras “‘Cuasimodo’, los bailes del norte y del sur del país y luego una interpretación sinfónica de la obra sobre Violeta Parra, hay una evolución que va más allá de un ballet folklórico, con una serie de elementos en torno al teatro”.

Finalmente, el vicerrector Arrieta destacó el empuje y compromiso de quienes participan en el ballet, pues tal actividad contribuye a forjar mejores profesionales para el país.

“Todo lo que vimos en el escenario significa trabajo en equipo, respeto a la diversidad, y superación de frustraciones, y eso es súper importante para la vida laboral”, reflexionó.

“Estos profesionales van a ser distintos, no me cabe la menor duda”, puntualizó. 

Homenajes

Durante la memorable velada artística, también hubo espacio para rendir homenaje a las mujeres y hombres cuyo aporte ha sido sustancial para el desarrollo íntegro del ballet, a través de los años.

En ese sentido, para  Grecia Witting  Biaginni, ex jefa de  producción y talleres artísticos del Departamento de Desarrollo de Talentos Artísticos de nuestra Corporación -y laureada en la velada-, el galardón recibido significa parte importante de su vida y remembranzas más queridas.

“Siento mucha emoción porque es recordar todo un pasado. Estuve cuarenta años en esta universidad y venir a este acto es recordar algo que tengo dentro de mí”, expresó.

“Es un homenaje que hacía falta para integrar a los directores que aún están vivos, y recordar aquellos que ya nos dejaron”, añadió.

Genaro Arias

“Estamos tremendamente emocionados, muy contentos porque significa que todo lo que hemos hecho nosotros y las generaciones anteriores, ha valido la pena”, expresó Genaro Arias Albornoz, director musical del Bafusach, desde 1991 hasta la fecha.

Estima Arias, que el esfuerzo de las generaciones que antes pertenecieron al ballet, han contribuido a construir y preservar el legado del grupo, que hoy recae en los nuevos talentos que lo componen.

En ese sentido, existe una correspondencia, una historia que se escribió y se seguirá trazando en el lienzo de quienes hoy toman la posta. “La fiesta hizo evidente el hecho de que a pesar de que hemos estado en momentos diferentes, somos parte de lo mismo”, dijo Arias mientras agregó que “este sentir de unidad, es una fiesta y en eso consiste este encuentro”.

Sobre la reunión que logró convocar a diversos talentos de variadas  épocas y edades, Arias evocó a la emoción y el sentimiento. “A costa de puro sentimiento, logramos el milagro de hacer que gente que estuvo bailando en el ballet folklórico hace cuarenta años atrás, se pueda reunir con nosotros y hacer juntos una fiesta porque somos parte de lo mismo”.

Sergio Vergara

“Lo que ellos entregan, esa energía y ganas para bailar, es importante para nosotros. Es motivación”, señaló Sergio Vergara, actual director artístico del Bafusach, respecto a la entrega y desplante que mostraron las primeras generaciones del ballet en el escenario.

Asimismo, tuvo palabras de elogio por la dilatada trayectoria del conjunto folklórico, que -a su juicio- no cualquiera consigue.

“Cualquier elenco artístico que en Chile dure la cantidad de años que lleva el Bafute  es un logro. Independiente de que esté al alero de una institución sólida como la Universidad de Santiago,  el llevar esa cantidad de años lo consiguen muy pocos grupos”.

‘Violeta ente la luz y la Sombra’

“El trabajo sobre Violeta, es una idea que consiste en mostrar a la Violeta de contrastes, que oscila de  un extremo a otro y que finalmente es el espacio donde acontece la vida”, explicó Genaro Arias, sobre la obra que atraviesa pasajes fundamentales de la vida de la folklorista nacional Violeta Parra, y que fue estrenada durante la ceremonia.

Entre las canciones que son parte de la pieza, se encuentran ‘El Gavilán’ y la célebre ‘Volver a los 17’. Ésta última -que marca el momento culmine de la puesta en escena- está colmada de simbolismo, proponiendo el triunfo de la vida sobre la muerte.  

“Violeta se suicida, pero no está muerta. Ese milagro de la resurrección está plasmado en volver a los 17”, meditó Arias.

Por su parte, para Sergio Vergara, hubo una apuesta que tuvo su recompensa en el resultado final.

“Queríamos hacer algo distinto a lo tradicional del folklore, utilizando otras técnicas del ballet, y bajo ese punto de vista se logró. Respecto de la danza y la música, y sobre todo con Violeta que es un ícono bastante importante para toda la gente que hace y no hace folklore”, concluyó.

Gala del Ballet Folklórico de la U. de Santiago resumió 50 años de aporte al patrimonio artístico chileno

Gala del Ballet Folklórico de la U. de Santiago resumió 50 años de aporte al patrimonio artístico chileno


La tarde del 26 de junio pasado, se vivió una jornada fascinante. En el aula magna de nuestra Corporación, se tributó a una organización que es patrimonio vivo de nuestra Universidad: el ballet folklórico  Bafute- Bafusach. Tres generaciones, entre bailarines, coreógrafos y músicos, se congregaron para dar vida a un espectáculo generoso en factura, donde también hubo lugar para premios, reconocimientos y calurosos aplausos.

La cita fue presidida por el vicerrector de Apoyo al Estudiante, Manuel Arrieta Sanhueza, y contó con la participación de distinguidas autoridades universitarias como el director del Departamento de Extensión, Jorge Montealegre, y el director del Departamento de Gestión del Deporte y la Cultura, Luis Garrido, entre otros.

Además, tras la ardua tarea, estuvo el soporte constante de la Unidad de Vocación Artística de nuestra Universidad, y asimismo el apoyo de la Fundación de Egresados y Amigos Fudea.

La muestra folklórica estuvo compuesta de tres momentos claves. En primer lugar, algunos de los integrantes del Ballet folklórico de la Universidad Técnica del Estado, Bafute (1965 -1981), presentaron una selección de danzas y bailes tradicionales del norte y sur del país.

En segundo lugar, el Ballet Folklórico de la Universidad de Santiago, Bafusach, ‘histórico’ (1981-2014) exhibió un repertorio compuesto por fragmentos de las obras más reconocidas de la agrupación.

En tercer lugar, los miembros del actual Bafusach, ofrecieron la pieza inédita “Violeta entre luz y sombra”, basada en la vida y obra  de la destaca artista nacional Violeta Parra.

Reacciones

Como un sueño, calificó la actividad el vicerrector de Apoyo al Estudiante, Manuel Arrieta Sanhueza. Según la autoridad, la celebración que logró reunir a diversas generaciones, es un intento certero por reconocer las raíces de nuestra Casa de Estudios.

“Los seres humanos siempre tenemos que reconocer nuestras raíces, para poder mirar el presente y el futuro”, expresó.

En ese sentido, “Nosotros como Universidad, tenemos que estar siempre orgullosos de nuestras raíces” y  a través de la muestra artística hay “todo un esquema para poder crecer, para desarrollarnos”, sentenció

Además, la autoridad halagó el despliegue artístico expuesto en el escenario. Cree el vicerrector Arrieta, que en el ballet institución hay una evolución que ha ido más allá del plano folklórico, convocando otros estilos y formas creativas.

Tras “‘Cuasimodo’, los bailes del norte y del sur del país y luego una interpretación sinfónica de la obra sobre Violeta Parra, hay una evolución que va más allá de un ballet folklórico, con una serie de elementos en torno al teatro”.

Finalmente, el vicerrector Arrieta destacó el empuje y compromiso de quienes participan en el ballet, pues tal actividad contribuye a forjar mejores profesionales para el país.

“Todo lo que vimos en el escenario significa trabajo en equipo, respeto a la diversidad, y superación de frustraciones, y eso es súper importante para la vida laboral”, reflexionó.

“Estos profesionales van a ser distintos, no me cabe la menor duda”, puntualizó.

Homenajes

Durante la memorable velada artística, también hubo espacio para rendir homenaje a las mujeres y hombres cuyo aporte ha sido sustancial para el desarrollo íntegro del ballet, a través de los años.

En ese sentido, para  Grecia Witting  Biaginni, ex jefa de  producción y talleres artísticos del Departamento de Desarrollo de Talentos Artísticos de nuestra Corporación -y laureada en la velada-, el galardón recibido significa parte importante de su vida y remembranzas más queridas.

“Siento mucha emoción porque es recordar todo un pasado. Estuve cuarenta años en esta universidad y venir a este acto es recordar algo que tengo dentro de mí”, expresó.

“Es un homenaje que hacía falta para integrar a los directores que aún están vivos, y recordar aquellos que ya nos dejaron”, añadió.

Genaro Arias

“Estamos tremendamente emocionados, muy contentos porque significa que todo lo que hemos hecho nosotros y las generaciones anteriores, ha valido la pena”, expresó Genaro Arias Albornoz, director musical del Bafusach, desde 1991 hasta la fecha.

Estima Arias, que el esfuerzo de las generaciones que antes pertenecieron al ballet, han contribuido a construir y preservar el legado del grupo, que hoy recae en los nuevos talentos que lo componen.

En ese sentido, existe una correspondencia, una historia que se escribió y se seguirá trazando en el lienzo de quienes hoy toman la posta. “La fiesta hizo evidente el hecho de que a pesar de que hemos estado en momentos diferentes, somos parte de lo mismo”, dijo Arias mientras agregó que “este sentir de unidad, es una fiesta y en eso consiste este encuentro”.

Sobre la reunión que logró convocar a diversos talentos de variadas  épocas y edades, Arias evocó a la emoción y el sentimiento. “A costa de puro sentimiento, logramos el milagro de hacer que gente que estuvo bailando en el ballet folklórico hace cuarenta años atrás, se pueda reunir con nosotros y hacer juntos una fiesta porque somos parte de lo mismo”.

Sergio Vergara

“Lo que ellos entregan, esa energía y ganas para bailar, es importante para nosotros. Es motivación”, señaló Sergio Vergara, actual director artístico del Bafusach, respecto a la entrega y desplante que mostraron las primeras generaciones del ballet en el escenario.

Asimismo, tuvo palabras de elogio por la dilatada trayectoria del conjunto folklórico, que -a su juicio- no cualquiera consigue.

“Cualquier elenco artístico que en Chile dure la cantidad de años que lleva el Bafute  es un logro. Independiente de que esté al alero de una institución sólida como la Universidad de Santiago,  el llevar esa cantidad de años lo consiguen muy pocos grupos”.

‘Violeta ente la luz y la Sombra’

“El trabajo sobre Violeta, es una idea que consiste en mostrar a la Violeta de contrastes, que oscila de  un extremo a otro y que finalmente es el espacio donde acontece la vida”, explicó Genaro Arias, sobre la obra que atraviesa pasajes fundamentales de la vida de la folklorista nacional Violeta Parra, y que fue estrenada durante la ceremonia.

Entre las canciones que son parte de la pieza, se encuentran ‘El Gavilán’ y la célebre ‘Volver a los 17’. Ésta última -que marca el momento culmine de la puesta en escena- está colmada de simbolismo, proponiendo el triunfo de la vida sobre la muerte. 

“Violeta se suicida, pero no está muerta. Ese milagro de la resurrección está plasmado en volver a los 17”, meditó Arias.

Por su parte, para Sergio Vergara, hubo una apuesta que tuvo su recompensa en el resultado final.

“Queríamos hacer algo distinto a lo tradicional del folklore, utilizando otras técnicas del ballet, y bajo ese punto de vista se logró. Respecto de la danza y la música, y sobre todo con Violeta que es un ícono bastante importante para toda la gente que hace y no hace folklore”, concluyó.

Muestra fotográfica recorre la historia del Ballet Folklórico institucional

Muestra fotográfica recorre la historia del Ballet Folklórico institucional

  • La exposición ‘Bafute/Bafusach: 50 años’ corresponde a instantes de la fértil y exitosa trayectoria del Ballet Folklórico de nuestra Casa de Estudios. A esa muestra se suma la exhibición de tres archivos audiovisuales con la historia del elenco artístico. La ceremonia inaugural, desarrollada el jueves (2), fue presidida por el vicerrector de Apoyo al Estudiante, Manuel Arrieta, y el vicerrector de Vinculación con el Medio, Dr. Sergio González.




Diez fotografías que grafican la fértil trayectoria del ballet folclórico de nuestra corporación, componen la muestra que desde el jueves (2) engalana el edificio CENI-VIME. A la recopilación visual, se suma la exhibición de tres archivos audiovisuales que narran la historia de los diversos períodos que componen la ilustre vida del elenco artístico.

La exposición ‘Bafute/Bafusach: 50 años’, fue realizada por el Archivo Patrimonial de nuestra Corporación, perteneciente a la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio (VIME), y contó con la colaboración de la Unidad de Vocación Artística de la Vicerrectoría de Apoyo al Estudiante (VRAE).

La ceremonia de inauguración fue encabezada por el vicerrector de Apoyo al Estudiante, Manuel Arrieta Sanhueza, y el vicerrector de Vinculación con el Medio, Dr. Sergio González Rodríguez. Además, contó con la participación, entre otras personalidades, de la directora del Archivo de Documentación Gráfica (DGA), Catalina Jara Jorquera, y miembros de los distintos elencos históricos del Ballet Folklórico de nuestra Universidad.

El vicerrector Manuel Arrieta destacó el valor simbólico que tiene la exposición. A juicio de la autoridad, la muestra es un ejercicio necesario para construir los cimientos del futuro a través de las bases sólidas del pasado.

“Todos los seres humanos tenemos que pensar en el pasado, traerlo para nuestro presente y proyectarlo hacia el futuro”, dijo Arrieta quien además tuvo palabras de agradecimiento por el homenaje vívido que  tras las imágenes,  se realiza a los 50 años de trayectoria del ballet.

“Gracias a todos porque han hecho que estos 50 años sean realmente bellos”,  dijo el Vicerrector mientras agregó, con sinceridad, que “ojalá, que cuando se cumplan 60 o 70 años, se haga lo mismo”.

Para Catalina Jara, la exhibición fotográfica constituye un esfuerzo por poner en valor, todo el aporte cultural que ha generado nuestro Plantel a lo largo de sus casi 166 años de existencia, y sus repercusiones tanto en el ámbito universitario como a nivel de sociedad.

“Como una forma de reforzar la huella cultural que ha dejado nuestra institución a través de sus 166 años de historia, es que hemos preparado esta muestra fotográfica.

Quien visite la exposición encontrará imágenes que van desde el año 1966 hasta la actualidad, abarcando las distintas épocas que el conjunto folclórico ha transitado.

“La muestra que hoy inauguramos es una selección breve de las distintas etapas del ballet, al menos durante tres periodos históricos: la dirección de Aníbal Granado, la de Miguel Sepúlveda y Carlos Reyes, más una muestra del elenco actual”, expresó Catalina Jara en su intervención.

Acompañan a los diez cuadros, tres piezas audiovisuales que narran la insigne trayectoria de la agrupación, a través del testimonio de diversas generaciones.

Historia cambiante

Las tres fases a las cuales hace alusión Catalina Jara, están fuertemente entrelazadas con el recorrido histórico tanto de Chile como de nuestra Universidad.

La primera bajo, al mando de Aníbal Granado, va desde el año 1965 y coincide con el inicio del ballet. Esta etapa, tuvo un sincero compromiso con los ideales de la Reforma Universitaria y el rectorado de Enrique Kirberg. A través de su puesta en escena, los grandes temas sociales de la época -como la hambruna- adquirieron tal relevancia que fueron motivo de memorables cuadros de denuncia como ‘Mortalidad Infantil’, en el cual se hacía hincapié sobre el estado de insalubridad que reinaba en el Chile de esos años.

La segunda etapa, parte en noviembre de 1973 cuando Miguel Sepúlveda asumió el cargo de director artístico. Desde entonces, pasó a llamarse BAFUTE y erguirse como un referente en la materia. Sin embargo, siendo su naturaleza contestataria y contraria a los atropellos cometidos en dictadura, la agrupación comenzó a incorporar coreografías de denuncia política.

Finalmente, en 1981 el ballet fue rebautizado como BAFUSACH,  en concordancia con la decisión impuesta de transformar la Universidad Técnica del Estado en la U. de Santiago, quitándole su distribución a nivel nacional y circunscribiendo su ámbito de acción exclusivamente en la capital.

En esta fase, bajo la conducción de Carlos Reyes hasta 2009, hubo un rescate consciente de las prácticas y tradiciones que se desarrollan en nuestro país. Destacan obras como ‘Velorio del Angelito’ y ‘Cuasimodo’.

Exposición que inicia las celebraciones

La exposición estará disponible para toda la comunidad universitaria hasta el 24 de julio y se enmarca en una serie de actividades que la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio contempla con el fin de celebrar los 100 del natalicio de Enrique Kirberg, señero rector elegido por académicos, estudiantes y funcionarios en tiempos en que la Reforma Universitaria abrió caminos de entendimiento y desarrollo institucional.

“La muestra conmemora los 50 años del Ballet Folclórico de la universidad, pero también está integrada a una serie de iniciativas que tienen como lógica el programa de los 100 años del natalicio del rector Kirberg. En este marco, la actividad da inicio a las celebraciones”, señala Catalina Jara.

A juicio de Catalina Jara, en la colección de imágenes hay un relato contemporáneo que transita hacia el pasado, para contextualizar cuál era la labor del ballet y en qué condiciones surgió y realizó sus actividades.

En ese sentido, explica que fue vital para completar la historia, el aporte que hicieron a la muestra personas vinculadas en distintas épocas a la agrupación, incluyendo los dos meses en que no funcionó en 1973, debido al Golpe de Estado.

Muestra fotográfica recorre la historia del Ballet Folklórico institucional

Muestra fotográfica recorre la historia del Ballet Folklórico institucional

Diez fotografías que grafican la fértil trayectoria del ballet folclórico de nuestra corporación, componen la muestra que desde el jueves (2) engalana el edificio CENI-VIME. A la recopilación visual, se suma la exhibición de tres archivos audiovisuales que narran la historia de los diversos períodos que componen la ilustre vida del elenco artístico.

La exposición ‘Bafute/Bafusach: 50 años’, fue realizada por el Archivo Patrimonial de nuestra Corporación, perteneciente a la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio (VIME), y contó con la colaboración de la Unidad de Vocación Artística de la Vicerrectoría de Apoyo al Estudiante (VRAE).

La ceremonia de inauguración fue encabezada por el vicerrector de Apoyo al Estudiante, Manuel Arrieta Sanhueza, y el vicerrector de Vinculación con el Medio, Dr. Sergio González Rodríguez. Además, contó con la participación, entre otras personalidades, de la directora del Archivo de Documentación Gráfica (DGA), Catalina Jara Jorquera, y miembros de los distintos elencos históricos del Ballet Folklórico de nuestra Universidad.

El vicerrector Manuel Arrieta destacó el valor simbólico que tiene la exposición. A juicio de la autoridad, la muestra es un ejercicio necesario para construir los cimientos del futuro a través de las bases sólidas del pasado.

“Todos los seres humanos tenemos que pensar en el pasado, traerlo para nuestro presente y proyectarlo hacia el futuro”, dijo Arrieta quien además tuvo palabras de agradecimiento por el homenaje vívido que  tras las imágenes,  se realiza a los 50 años de trayectoria del ballet.

“Gracias a todos porque han hecho que estos 50 años sean realmente bellos”,  dijo el Vicerrector mientras agregó, con sinceridad, que “ojalá, que cuando se cumplan 60 o 70 años, se haga lo mismo”.

Para Catalina Jara, la exhibición fotográfica constituye un esfuerzo por poner en valor, todo el aporte cultural que ha generado nuestro Plantel a lo largo de sus casi 166 años de existencia, y sus repercusiones tanto en el ámbito universitario como a nivel de sociedad.

“Como una forma de reforzar la huella cultural que ha dejado nuestra institución a través de sus 166 años de historia, es que hemos preparado esta muestra fotográfica.

Quien visite la exposición encontrará imágenes que van desde el año 1966 hasta la actualidad, abarcando las distintas épocas que el conjunto folclórico ha transitado.

“La muestra que hoy inauguramos es una selección breve de las distintas etapas del ballet, al menos durante tres periodos históricos: la dirección de Aníbal Granado, la de Miguel Sepúlveda y Carlos Reyes, más una muestra del elenco actual”, expresó Catalina Jara en su intervención.

Acompañan a los diez cuadros, tres piezas audiovisuales que narran la insigne trayectoria de la agrupación, a través del testimonio de diversas generaciones.

Historia cambiante

Las tres fases a las cuales hace alusión Catalina Jara, están fuertemente entrelazadas con el recorrido histórico tanto de Chile como de nuestra Universidad.

La primera bajo, al mando de Aníbal Granado, va desde el año 1965 y coincide con el inicio del ballet. Esta etapa, tuvo un sincero compromiso con los ideales de la Reforma Universitaria y el rectorado de Enrique Kirberg. A través de su puesta en escena, los grandes temas sociales de la época -como la hambruna- adquirieron tal relevancia que fueron motivo de memorables cuadros de denuncia como ‘Mortalidad Infantil’, en el cual se hacía hincapié sobre el estado de insalubridad que reinaba en el Chile de esos años.

La segunda etapa, parte en noviembre de 1973 cuando Miguel Sepúlveda asumió el cargo de director artístico. Desde entonces, pasó a llamarse BAFUTE y erguirse como un referente en la materia. Sin embargo, siendo su naturaleza contestataria y contraria a los atropellos cometidos en dictadura, la agrupación comenzó a incorporar coreografías de denuncia política.

Finalmente, en 1981 el ballet fue rebautizado como BAFUSACH,  en concordancia con la decisión impuesta de transformar la Universidad Técnica del Estado en la U. de Santiago, quitándole su distribución a nivel nacional y circunscribiendo su ámbito de acción exclusivamente en la capital.

En esta fase, bajo la conducción de Carlos Reyes hasta 2009, hubo un rescate consciente de las prácticas y tradiciones que se desarrollan en nuestro país. Destacan obras como ‘Velorio del Angelito’ y ‘Cuasimodo’.

Exposición que inicia las celebraciones

La exposición estará disponible para toda la comunidad universitaria hasta el 24 de julio y se enmarca en una serie de actividades que la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio contempla con el fin de celebrar los 100 del natalicio de Enrique Kirberg, señero rector elegido por académicos, estudiantes y funcionarios en tiempos en que la Reforma Universitaria abrió caminos de entendimiento y desarrollo institucional.

“La muestra conmemora los 50 años del Ballet Folclórico de la universidad, pero también está integrada a una serie de iniciativas que tienen como lógica el programa de los 100 años del natalicio del rector Kirberg. En este marco, la actividad da inicio a las celebraciones”, señala Catalina Jara.

A juicio de Catalina Jara, en la colección de imágenes hay un relato contemporáneo que transita hacia el pasado, para contextualizar cuál era la labor del ballet y en qué condiciones surgió y realizó sus actividades.

En ese sentido, explica que fue vital para completar la historia, el aporte que hicieron a la muestra personas vinculadas en distintas épocas a la agrupación, incluyendo los dos meses en que no funcionó en 1973, debido al Golpe de Estado.

Celebración del Año Nuevo Mapuche: Wiñol Tripantu

Celebración del Año Nuevo Mapuche: Wiñol Tripantu

  • Con una masiva participación de estudiantes, fue celebrado el tradicional Año Nuevo Mapuche en nuestra Universidad. Al ritmo ceremonial de los tan característicos cultrún y trutuca, se realizó una rogativa por un mejor futuro para la comunidad universitaria, en consonancia con un respeto irrestricto a la Tierra. La académica del Departamento de Educación de nuestra Corporación, Dra. Elisa Loncon Antileo, definió la instancia como una oportunidad para estrechar lazos culturales.

 




La fría mañana (del martes 23) no fue impedimento para que un gran número de estudiantes de nuestra Universidad participara activamente en la celebración del Año Nuevo Mapuche o Wiñol Tripantu. El gélido día pasó a segundo plano, ante los sones ancestrales de los instrumentos del pueblo araucano, que fueron tomando vida. Así, al ritmo ceremonial de los tan característicos cultrún y trutuca, la académica del Departamento de Educación de nuestra Universidad, Elisa Loncon Antileo, quien encabezó las actividades, comenzó a rogar por un futuro mejor para la comunidad universitaria, en consonancia con un respeto irrestricto a la Tierra.

Ellos “son generosos y andan en búsqueda de un sentido distinto de la educación, que sea más abierta a los saberes de los pueblos”, reflexionó la académica sobre el entusiasmo de los jóvenes.

“Vamos a renovar energías, sacarlas; rogar por los estudiantes y encontrar la forma de estar más cerca de la naturaleza, protegiendo la Tierra”, exclamó la académica, abogando para que cada día haya más integración entre los representantes de los pueblos originarios presentes en nuestra Institución.

La celebración consideró tres paradas.

Se inició en el acceso principal a la Corporación (cerca del Planetario) y tuvo como objetivo expulsar a los malos espíritus, para descargar ese sector donde se producen expresiones de violencia, por la constante acción de Carabineros.

Allí, decenas de estudiantes se fueron incorporando a la danza, al ritmo del cultrún y la trutuca.

La siguiente estación fue un huerto realizado por estudiantes, en las inmediaciones del Departamento de Historia.

En el lugar, Elisa Loncon explicó que las semillas representan el nacimiento, por lo que es necesario rogar para que la tierra sea y permita que germine todo lo que sea plantado en ella,

La última detención se efectuó en el patio colindante a la Escuela de Educación. En torno a un canelo -el árbol sagrado para el pueblo mapuche- se realizó un nuevo culto, esta vez pidiendo porque el tiempo mejore, se acabe la contaminación y abra paso a la lluvia.

Alrededor de cincuenta personas presenciaron como la cultura mapuche muestra su veneración por el canelo. Maíz, trigo, harina tostada y mote son alguno de los alimentos que hoy nutren la tierra que cobija a tan atávico árbol en el patio del Departamento de Educación y que alberga los mejores deseos de prosperidad y respeto.

“Todo fue en base de granos. Se sirvió mote, trigo, harina tostada, muday y agua. El agua fue especial porque fue utilizada para pedir lluvia. Agradecemos a la Tierra por todo lo que ha dado, ofrendándole los granos recibidos”, afirm{o Elisa Loncón.

Añadió que se pide para que “haya un buen año, para que vaya bien la vida, que las metas que se trazan las personas se cumplan, y que haya buena convivencia en la comunidad” en consonancia con el cuidado de la Tierra.

Pasan la posta

Expresó la académica que desde el 2010 que se celebra el Wiñol Tripantu en la Universidad y que ella, como académica del Departamento de Educación, siempre se ha encargado de convocar a la comunidad. Pero, esta vez, quiso que los estudiantes tomaran gran parte del protagonismo, para incorporarlos a este sentir pleno de todo el valor cultural que tienen las tradiciones del pueblo Mapuche.

Tras ese objetivo, la ceremonia se realizó de manera conjunta con la Federación de Estudiantes (Feusach), considerando la entrega a un dirigente del tradicional wiño o madera con que se juega el palín, y un cultrún a una estudiante.

 “Lo ideal es que en los próximos años sean los estudiantes quienes convoquen a la celebración, por eso se hizo un traspaso de elementos simbólicos de la cultura mapuche”, señaló Elisa Loncon.

Sobre la amplia convocatoria que tuvo la actividad, la académica se mostró agradecida, destacando que el grado de participación responde a que los jóvenes hoy desean una universidad más inclusiva, y eso comprende a las culturas originarias.

“Los chicos son generosos y andan en búsqueda de un sentido distinto de la educación; que sea más abierta e inclusiva, abriendo espacio a los pueblos originarios y sus expresiones. Así se estrechan lazos culturales sólidos, los que deben cultivarse para que no desaparezcan”, concluyó.

“Aporte sustantivo” de nuestra Universidad a la política cultural de memoria y derechos humanos

“Aporte sustantivo” de nuestra Universidad a la política cultural de memoria y derechos humanos

  • Archivos desclasificados, testimonios de prisión política y documentos que dejan constancia de las violaciones a los derechos humanos durante la Dictadura Militar, digitalizará el Sistema de Bibliotecas de nuestra Universidad. La iniciativa busca aportar a la construcción de la política cultural de memoria y derechos humanos, impulsada por el Gobierno de Chile a través del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA. La subdirectora del Consejo, Lilia Concha Carreño, agradeció el “aporte sustantivo” que constituyen los planes que tiene a este respecto nuestro Plantel, como la señalada digitalización, en el marco de este rescate histórico.

 




En el Instituto de Estudios Avanzados de nuestra Casa de Estudios (IDEA) se desarrolló el seminario ‘debates e intercambios para la construcción de una política cultural de memoria y derechos humanos’. Ello, como la primera actividad en el marco del convenio con el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA, para convertir a la Universidad de Santiago en un socio estratégico del Estado para contribuir a la generación de actividades y políticas públicas en DD.HH..

El evento se inició con la lectura de una carta enviada por el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, quien no pudo asistir por un imprevisto e ineludible compromiso institucional.

En el documento destacó el valor de la instancia de participación  entre los diversos actores del mundo público, de la sociedad civil, del arte y la cultura, debido a que juntos “concentran esfuerzos, voluntades y experiencias en esta relevante tarea de cumplir, de modo conjunto y colaborativo, una política cultural que promueve el desarrollo humano, integrando nuestro pasado reciente como un aprendizaje futuro”.

“Como país tenemos la obligación del deber irrenunciable de hacer todo lo que esté a nuestro alcance por rescatar y fomentar estas expresiones artísticas y manifestaciones culturales que son muestra de la dignidad humana”, escribió.

El mismo texto explicó que “el rescate de la memoria histórica y del dialogo intercultural como motor de identidad y la defensa de los derechos humanos y respeto por  las minorías, son los principios que desde el 2011 se encuentran contemplados en las políticas culturales de nuestra institución”.

CNCA

Luego, la subdirectora del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA, Lilia Concha Carreño, señaló que “en conjunto con el IDEA hemos hecho un espacio para la reflexión respecto de cómo podríamos seguir el camino sobre un camino cultural de la memoria”.

Agradeció a la Universidad de Santiago porque se están aunando “esfuerzos y experiencias respecto a la construcción y elaboración de una política cultural”, complementando que “esta alianza académica es un aporte sustantivo en esta misión que tenemos para generar dicha política como servicio”, mencionando las iniciativas que ya han surgido en ese sentido, como la digitalización de documentos.

Con el propósito de hacer efectivo uno de los compromisos en materia de derechos humanos del programa de gobierno de Michelle Bachelet, se constituirá una mesa técnica de trabajo.

Esa instancia estará destinada a proponer y definir políticas relacionadas con los sitios de memoria, en aquellos lugares en que se verificaron violaciones a los derechos humanos en el periodo de la Dictadura Militar.

Expresó que en el Gobierno será un trabajo mancomunado con el ministerio de Defensa; ministerio de Relaciones Exteriores; ministerio de Educación; ministerio de Obras Públicas;  ministerio de Bienes Nacionales, y ministerio de Vivienda y Urbanismo; además del Museo de la Memoria, Instituto de Derechos Humanos y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Mantener la memoria

El Dr. en filosofía e investigador del IDEA, José Santos Herceg, reafirmó el hecho que “debemos construir una política de la memoria referente a los lugares que fueron usados como centros de detención y tortura”.

“Se habla de una política del olvido, donde se entierra lo que ocurrió como estrategia. Un ejemplo de ello es lo que ocurrió con Villa Grimaldi, donde se borró todo y se hizo un parque por la paz, sin quedar rastro que fue un centro de tortura. Entonces, el Estado debe al menos mantener la memoria, porque si no lo hace, contribuye a que se olvide”, enfatizó.

Destacó que ya avanza sus primeros pasos el registro de documentos de enorme valor histórico, “los que se van a ir digitalizando en el Sistema de Bibliotecas y se pondrá a disposición, de manera online, a la comunidad en general. Allí habrá testimonios de prisioneros y prisioneras por razones políticas, archivos secretos y desclasificados, todo lo cual ampliará la memoria histórica chilena y de América Latina, donde se traerán, por ejemplo, los archivos de la operación Cóndor”.

Museo de la Memoria

La jefa de Museografía y Exposiciones del Museo de la Memoria, María José Bunster, reveló que “sabemos que para poder interpretar y acercarnos a la gente, un vehículo potente es el arte; y no es casual que por medio de exposiciones contemporáneas, tanto chilenas como internacionales, se tensionan y se critican estos temas en que se abren espacios de diálogo”.

“El museo es un espacio de tributación a las víctimas, pero también a todos los chilenos, porque de alguna manera todos fuimos víctimas de lo que fue la Dictadura Militar”, expresó.

Añadió que “la sociedad y las víctimas tienen el derecho a elegir el camino para su sanación, dejando quizás algunas cosas para el olvido, pero ello siempre pasa por la memoria,  jamás por la supresión. Recordar  es un camino de sanación”.

DIBAM

Finalmente, el director (s) de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Dibam, José Cortes, explicó que “el rol de los servicios públicos en este ámbito es ser una institución competente y fundamental en la protección y recuperación en la memoria histórica del país”.

“Es esencial poder tener una amplia política de protección de DD.HH. y memoria histórica , que se puede construir a través de las comunidades, porque las acciones estatales son elementales para proteger la memoria de las comunidades; para que no se borre el respeto al ser humano. Una política de DD.HH. está ligada también a una política de diversidad y respeto a la memoria de los pueblos originarios y de las minorías sexuales”, enfatizó.

 “La eliminación del diario La Nación es un ejemplo de la eliminación de la memoria histórica del país”, concluyó.

Celebración del Año Nuevo Mapuche: Wiñol Tripantu

Celebración del Año Nuevo Mapuche: Wiñol Tripantu

La fría mañana (del martes 23) no fue impedimento para que un gran número de estudiantes de nuestra Universidad participara activamente en la celebración del Año Nuevo Mapuche o Wiñol Tripantu. El gélido día pasó a segundo plano, ante los sones ancestrales de los instrumentos del pueblo araucano, que fueron tomando vida. Así, al ritmo ceremonial de los tan característicos cultrún y trutuca, la académica del Departamento de Educación de nuestra Universidad, Elisa Loncon Antileo, quien encabezó las actividades, comenzó a rogar por un futuro mejor para la comunidad universitaria, en consonancia con un respeto irrestricto a la Tierra.

Ellos “son generosos y andan en búsqueda de un sentido distinto de la educación, que sea más abierta a los saberes de los pueblos”, reflexionó la académica sobre el entusiasmo de los jóvenes.

“Vamos a renovar energías, sacarlas; rogar por los estudiantes y encontrar la forma de estar más cerca de la naturaleza, protegiendo la Tierra”, exclamó la académica, abogando para que cada día haya más integración entre los representantes de los pueblos originarios presentes en nuestra Institución.

La celebración consideró tres paradas.

Se inició en el acceso principal a la Corporación (cerca del Planetario) y tuvo como objetivo expulsar a los malos espíritus, para descargar ese sector donde se producen expresiones de violencia, por la constante acción de Carabineros.

Allí, decenas de estudiantes se fueron incorporando a la danza, al ritmo del cultrún y la trutuca.

La siguiente estación fue un huerto realizado por estudiantes, en las inmediaciones del Departamento de Historia.

En el lugar, Elisa Loncon explicó que las semillas representan el nacimiento, por lo que es necesario rogar para que la tierra sea y permita que germine todo lo que sea plantado en ella,

La última detención se efectuó en el patio colindante a la Escuela de Educación. En torno a un canelo -el árbol sagrado para el pueblo mapuche- se realizó un nuevo culto, esta vez pidiendo porque el tiempo mejore, se acabe la contaminación y abra paso a la lluvia.

Alrededor de cincuenta personas presenciaron como la cultura mapuche muestra su veneración por el canelo. Maíz, trigo, harina tostada y mote son alguno de los alimentos que hoy nutren la tierra que cobija a tan atávico árbol en el patio del Departamento de Educación y que alberga los mejores deseos de prosperidad y respeto.

“Todo fue en base de granos. Se sirvió mote, trigo, harina tostada, muday y agua. El agua fue especial porque fue utilizada para pedir lluvia. Agradecemos a la Tierra por todo lo que ha dado, ofrendándole los granos recibidos”, afirm{o Elisa Loncón.

Añadió que se pide para que “haya un buen año, para que vaya bien la vida, que las metas que se trazan las personas se cumplan, y que haya buena convivencia en la comunidad” en consonancia con el cuidado de la Tierra.

Pasan la posta

Expresó la académica que desde el 2010 que se celebra el Wiñol Tripantu en la Universidad y que ella, como académica del Departamento de Educación, siempre se ha encargado de convocar a la comunidad. Pero, esta vez, quiso que los estudiantes tomaran gran parte del protagonismo, para incorporarlos a este sentir pleno de todo el valor cultural que tienen las tradiciones del pueblo Mapuche.

Tras ese objetivo, la ceremonia se realizó de manera conjunta con la Federación de Estudiantes (Feusach), considerando la entrega a un dirigente del tradicional wiño o madera con que se juega el palín, y un cultrún a una estudiante.

“Lo ideal es que en los próximos años sean los estudiantes quienes convoquen a la celebración, por eso se hizo un traspaso de elementos simbólicos de la cultura mapuche”, señaló Elisa Loncon.

Sobre la amplia convocatoria que tuvo la actividad, la académica se mostró agradecida, destacando que el grado de participación responde a que los jóvenes hoy desean una universidad más inclusiva, y eso comprende a las culturas originarias.

“Los chicos son generosos y andan en búsqueda de un sentido distinto de la educación; que sea más abierta e inclusiva, abriendo espacio a los pueblos originarios y sus expresiones. Así se estrechan lazos culturales sólidos, los que deben cultivarse para que no desaparezcan”, concluyó.

“Aporte sustantivo” de nuestra Universidad a la política cultural de memoria y derechos humanos

“Aporte sustantivo” de nuestra Universidad a la política cultural de memoria y derechos humanos


En el Instituto de Estudios Avanzados de nuestra Casa de Estudios (IDEA) se desarrolló el seminario ‘debates e intercambios para la construcción de una política cultural de memoria y derechos humanos’. Ello, como la primera actividad en el marco del convenio con el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA, para convertir a la Universidad de Santiago en un socio estratégico del Estado para contribuir a la generación de actividades y políticas públicas en DD.HH..

El evento se inició con la lectura de una carta enviada por el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, quien no pudo asistir por un imprevisto e ineludible compromiso institucional.

En el documento destacó el valor de la instancia de participación  entre los diversos actores del mundo público, de la sociedad civil, del arte y la cultura, debido a que juntos “concentran esfuerzos, voluntades y experiencias en esta relevante tarea de cumplir, de modo conjunto y colaborativo, una política cultural que promueve el desarrollo humano, integrando nuestro pasado reciente como un aprendizaje futuro”.

“Como país tenemos la obligación del deber irrenunciable de hacer todo lo que esté a nuestro alcance por rescatar y fomentar estas expresiones artísticas y manifestaciones culturales que son muestra de la dignidad humana”, escribió.

El mismo texto explicó que “el rescate de la memoria histórica y del dialogo intercultural como motor de identidad y la defensa de los derechos humanos y respeto por  las minorías, son los principios que desde el 2011 se encuentran contemplados en las políticas culturales de nuestra institución”.

CNCA

Luego, la subdirectora del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA, Lilia Concha Carreño, señaló que “en conjunto con el IDEA hemos hecho un espacio para la reflexión respecto de cómo podríamos seguir el camino sobre un camino cultural de la memoria”.

Agradeció a la Universidad de Santiago porque se están aunando “esfuerzos y experiencias respecto a la construcción y elaboración de una política cultural”, complementando que “esta alianza académica es un aporte sustantivo en esta misión que tenemos para generar dicha política como servicio”, mencionando las iniciativas que ya han surgido en ese sentido, como la digitalización de documentos.

Con el propósito de hacer efectivo uno de los compromisos en materia de derechos humanos del programa de gobierno de Michelle Bachelet, se constituirá una mesa técnica de trabajo.

Esa instancia estará destinada a proponer y definir políticas relacionadas con los sitios de memoria, en aquellos lugares en que se verificaron violaciones a los derechos humanos en el periodo de la Dictadura Militar.

Expresó que en el Gobierno será un trabajo mancomunado con el ministerio de Defensa; ministerio de Relaciones Exteriores; ministerio de Educación; ministerio de Obras Públicas;  ministerio de Bienes Nacionales, y ministerio de Vivienda y Urbanismo; además del Museo de la Memoria, Instituto de Derechos Humanos y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Mantener la memoria

El Dr. en filosofía e investigador del IDEA, José Santos Herceg, reafirmó el hecho que “debemos construir una política de la memoria referente a los lugares que fueron usados como centros de detención y tortura”.

“Se habla de una política del olvido, donde se entierra lo que ocurrió como estrategia. Un ejemplo de ello es lo que ocurrió con Villa Grimaldi, donde se borró todo y se hizo un parque por la paz, sin quedar rastro que fue un centro de tortura. Entonces, el Estado debe al menos mantener la memoria, porque si no lo hace, contribuye a que se olvide”, enfatizó.

Destacó que ya avanza sus primeros pasos el registro de documentos de enorme valor histórico, “los que se van a ir digitalizando en el Sistema de Bibliotecas y se pondrá a disposición, de manera online, a la comunidad en general. Allí habrá testimonios de prisioneros y prisioneras por razones políticas, archivos secretos y desclasificados, todo lo cual ampliará la memoria histórica chilena y de América Latina, donde se traerán, por ejemplo, los archivos de la operación Cóndor”.

Museo de la Memoria

La jefa de Museografía y Exposiciones del Museo de la Memoria, María José Bunster, reveló que “sabemos que para poder interpretar y acercarnos a la gente, un vehículo potente es el arte; y no es casual que por medio de exposiciones contemporáneas, tanto chilenas como internacionales, se tensionan y se critican estos temas en que se abren espacios de diálogo”.

“El museo es un espacio de tributación a las víctimas, pero también a todos los chilenos, porque de alguna manera todos fuimos víctimas de lo que fue la Dictadura Militar”, expresó.

Añadió que “la sociedad y las víctimas tienen el derecho a elegir el camino para su sanación, dejando quizás algunas cosas para el olvido, pero ello siempre pasa por la memoria,  jamás por la supresión. Recordar  es un camino de sanación”.

DIBAM

Finalmente, el director (s) de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Dibam, José Cortes, explicó que “el rol de los servicios públicos en este ámbito es ser una institución competente y fundamental en la protección y recuperación en la memoria histórica del país”.

“Es esencial poder tener una amplia política de protección de DD.HH. y memoria histórica , que se puede construir a través de las comunidades, porque las acciones estatales son elementales para proteger la memoria de las comunidades; para que no se borre el respeto al ser humano. Una política de DD.HH. está ligada también a una política de diversidad y respeto a la memoria de los pueblos originarios y de las minorías sexuales”, enfatizó.

“La eliminación del diario La Nación es un ejemplo de la eliminación de la memoria histórica del país”, concluyó.

Especialista en educación e interculturalidad participa en proyecto ministerial en pro de los niños de Isla de Pascua

Especialista en educación e interculturalidad participa en proyecto ministerial en pro de los niños de Isla de Pascua

  • La integrante del Departamento de Educación de nuestra Universidad, académica Elisa Loncon, viajó a la Isla de Pascua como parte de un proyecto para generar una propuesta educativa de fortalecimiento lingüístico y cultural, desde una perspectiva de derecho y con participación de la comunidad isleña. El aporte cuenta con el respaldo del Ministerio de Educación, Unesco y un equipo técnico que integra la académica, como lingüista experta en educación bilingüe e interculturalidad.

 




La académica Elisa Loncon, miembro del Departamento de Educación, viajó a Isla de Pascua en su calidad de miembro de un proyecto para generar una propuesta educativa de fortalecimiento lingüístico y cultural, desde una perspectiva de derecho y con participación de la comunidad isleña.

Loncon participó durante los días 10, 11, y 12 de junio en la iniciativa, que es ejecutada por el Ministerio de Educación (Mineduc), con apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), más un equipo técnico que integra la académica como lingüista experta en educación bilingüe e interculturalidad.

El proyecto consiste en sistematizar los diferentes estudios existentes sobre la lengua, cultura y educación. El objetivo es complementarlos con información técnica específica por identificar, como son la definición de estándares para la enseñanza de la lengua rapa nui y un diagnóstico lingüístico transversal de la comunidad isleña, que considere no sólo a los rapa nui sino también a los continentales residentes, de diversas edades.

Además, se apunta a proponer un programa de revitalización de la lengua rapa nui con foco en la escuela pero con las variables sociales, políticas y de derechos que van más allá de la escuela.

Contacto con educadores

En esta primera misión se tomó contactó con varios actores, como la comunidad educativa (apoderados y profesores) del Colegio Lorenzo Baeza, los profesores del liceo Aldea Educativa, la municipalidad de Isla de Pascua y con la gobernadora de la isla, Marta Hotus Tuki. “También se contactó a personas relevantes, sabios de conocimientos ancestral, koro y nua -ancianos y abuela- y gestores culturales”, cuenta Loncon.

Según la especialista, entre las grandes preocupaciones recogidas se encuentra el exceso de estudios en la isla, realizados por personas externas, y que según los isleños sólo satisfacen intereses de los investigadores.

“El rapa nui dice esta es ‘la isla de los estudios’ y que ellos no quieren otro estudio más, necesitan soluciones concretas que evite el desplazamiento del rapa nui, por ejemplo”, relata Loncon.

“También hay una percepción instalada y que afecta profundamente al uso y aprendizaje del idioma, de considerar que ‘la lengua sirve hasta el aeropuerto’, visión que no ayuda a la mantención del rapa nui”, lamenta. “Los datos existentes sobre el uso del rapa nui, aunque son parciales, muestran que los niños ya no hablan la lengua originaria como lengua materna”.

No al SIMCE

Respecto a la educación bilingüe castellano rapa nui, el colegio Lorenzo Baeza inició un programa de inmersión en lengua rapa nui el año 2000, de primero a cuarto básico, que tiene el apoyo del Ministerio de Educación. Sin embargo, según Loncon, hasta la fecha el programa no cuenta con una evaluación integral de sus logros en cuanto a la mantención y desarrollo de la cultura y lengua.

“Los datos obtenidos del SIMCE muestran bajo resultados en lenguaje, y no son distintos a los obtenidos en zonas de alta concentración indígena y de práctica del idioma nativo como en el  Alto Bío Bío, de comunidad pewenche”, dice Loncon.

Como en el resto del país, el SIMCE se aplica en castellano, aun cuando los niños no tienen la proficiencia en castellano para responder a esa prueba, si bien manejan un castellano básico de comunicación diaria. Por eso hay docentes que demandan su no aplicación en la isla.

En términos generales, los isleños consideran necesario cosas tan elementales como un técnico rapa nui que apoye el trabajo educativo desde el Mineduc.

Falta de estandarización del idioma

Otra gran preocupación que manifiesta la comunidad rapa nui es la falta de estandarización del idioma y falta de consenso de un alfabeto.

Por ejemplo, una palabra como taŋata (“hombre”) se escribe “tangata”, “tagata” o “ta¨gata”, lo que provoca confusión en el aprendiz.

“Aunque hay muy buenos profesores hablantes que además escriben en rapa nui, ello no es suficiente para abordar los problemas de la recuperación lingüística”, advierte Loncon. “Esto requiere de especialistas en la enseñanza de las lenguas, formados académicamente, curriculistas expertos en educación intercultural bilingüe, metodólogos y lingüistas que contribuyan en la estandarización del idioma”.

El proyecto Mineduc-Unesco se hará cargo de las criticas presentadas por los rapa nui, asegura Loncon. “Para ello propone una metodología activa y participativa, con una contraparte técnica compuesta por personas rapa nui en la isla y un trabajo participativo con la comunidad, de manera de generar co-construcción y co-respondabilidad en el trabajo y en las propuestas”.

Mantención de tradiciones

En los aspectos positivos, la académica destaca entre otros los logros y mantención de las tradiciones. “Entre ello es notorio el respeto y cuidado a los ancianos, niños que se emocionan con su cultura, tallando maderas o piedras”, relata. “Nos comentó una joven de 15 años que ella lloró al ver el baile rapa nui en la televisión en la Copa América”, comenta.

Además la vida comunitaria es intensa, según Loncon. “Mientras íbamos a una reunión, en el camino nos encontramos con un curanto comunitario. Una familia, como pago a San Lorenzo, por favores concedidos, ofreció comida gratis para todo el pueblo, incluyendo a los turistas, así que probamos curanto en rapa nui”, cuenta.

Otro ejemplo es el liceo Aldea Educativa. Se trata de una escuela de educación media, que prepara a técnicos agrícolas, talladores, expertos en turismos. “Recuperan saberes y valores ancestrales. Año tras año se realiza el Koro Nui Tupuna, una fiesta con juegos tradicionales, con canto, baile, pinturas de cuerpo, para conmemorar el saber ancestral”.

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