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Proponen soluciones para optimizar procesos en industria vitivinícola

Proponen soluciones para optimizar procesos en industria vitivinícola

  • Uno de los procedimientos más difíciles de la producción vitivinícola a nivel mundial, es la limpieza y extracción del orujo residual de las cubas tradicionales de fermentación. Mediante un proyecto financiado por InnovaChile de Corfo, el investigador Dr. Lucio Cañete junto a los profesores Andrés Pérez de Arce y Héctor Barrera, de la Facultad Tecnológica, trabajan en el diseño de instrumentos para facilitar esa tarea, aportando una solución segura para los operarios y económica para la industria.
     

Los profesores de la Facultad Tecnológica Andrés Pérez de Arce y Héctor Barrera, junto al académico Lucio Cañete, se encuentran analizando la viabilidad tecnológica de un instrumento que dé solución a uno de los problemas que más incomoda a la industria vinífera: la limpieza de las cubas tradicionales donde se fermenta el mosto.

Hasta ahora, el proceso de fermentación se realiza en enormes toneles de acero que se llenan con el jugo de uva molida, y en los que permanece durante una semana o dos, hasta que se extrae el mosto.

Pero como la cuba queda con el orujo - que es el residuo sólido que incluye pepa, hollejo, ramas y otras impurezas - limpiarla para un nuevo uso significa un problema para la industria, ya que para asear el interior, un operario debe ingresar, provisto de pala, a través de una pequeña escotilla lateral, poniendo en riesgo su salud debido a la permanencia de gases fermentados en un ambiente de humedad y oscuridad.

Este trabajo es uno de los más demandados por la industria y con menos oferta de operarios, debido a las condiciones laborales hostiles, por lo que las empresas usualmente ofrecen bonos adicionales para captar trabajadores, los que igualmente resultan escasos.

Problema mundial

Por eso, el académico del Departamento de Tecnologías Industriales de la Facultad Tecnológica, Lucio Cañete, junto con el docente Héctor Barrera, de esa misma unidad académica y el profesor del Departamento de Gestión Agraria, Andrés Pérez de Arce, obtuvieron financiamiento a través de InnovaChile de Corfo, para el proyecto Extractor de Residuos Cohesivos Desde Medianas y Grandes Cubas Viníferas (cód. 13IDL1-25426) orientado a desarrollar una herramienta capaz de solucionar la limpieza de las cubas tradicionales para la producción de  vino.

“Es un problema en la producción vinífera no sólo a nivel local, sino mundial”, explica el académico Lucio Cañete, ya que pese a que existen productores con cubas capaces de voltearse completamente para facilitar la extracción del orujo, los costos de estas son muy elevados, por lo que la mayoría de las empresas utilizan las tradicionales cubas de acero u hormigón.

Luego de examinar las posibilidades, con los profesores Cañete, Barrera y Pérez de Arce, se propusieron diseñar un artefacto capaz de aspirar el orujo, sin destruirlo (ya que generalmente vuelve a ser prensado) y sin necesidad de que el operario tenga que ingresar al tanque.

En pocos días, los investigadores deberán entregar un primer informe sobre sus avances. El fondo les fue asignado en abril de este año y considera la realización de un prototipo para prueba. Pero los docentes ya han testado su propuesta entre los empresarios.

Hace algunas semanas, expusieron la idea en encuentro de la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos Enólogos de Chile, realizado en Molina. “Tuvimos una buena recepción, porque se trata de un problema real de la industria enológica; y nuestra solución busca disminuir el riesgo para la salud de los trabajadores, junto con optimizar el tiempo disponible de las cubas para aprovechar mejor la época de la cosecha”, acotó el profesor Andrés Pérez de Arce.
Actualmente el desarrollo del proyecto se encuentra en una etapa primaria, probando hipótesis para el modelamiento de equipos y posterior elaboración del prototipo. Los métodos más avanzados en este proceso, se orientan a soluciones de tipo aspiradora desgarradora y Tornillo de Arquímides. En ambos casos, parte del mecanismo deberá introducirse a las cubas a través de una escotilla, pero con la posibilidad de ser maniobrado desde fuera por el operador.
 

CECTA certificará calidad de alimentos destinados a colegios del Gran Santiago

CECTA certificará calidad de alimentos destinados a colegios del Gran Santiago

  • El Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (CECTA) de nuestro Plantel, se adjudicó la licitación abierta por Junaeb para determinar la calidad e inocuidad de las raciones que se entregan en establecimientos educacionales de la Región Metropolitana. Para el director de CECTA, Claudio Martínez, “esto demuestra que nuestros laboratorios acreditados, y sus profesionales, tienen la capacidad de asumir desafíos que requieren gran responsabilidad”.

 


Desde diciembre de 2013, los laboratorios del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (CECTA) de nuestra Universidad, se encuentran acreditados ante el Instituto Nacional de Normalización.

Este 1 de agosto, por primera vez tras esta certificación oficial, CECTA se adjudicó una importante licitación dispuesta por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb). Se trata del análisis de los alimentos que, diariamente, son entregados a liceos, colegios, jardines infantiles y salas cunas en la capital.

La jefa de Laboratorio de Análisis Físico Químico de CECTA y jefa del Proyecto, Katy Yáñez, explicó que, durante tres meses, se analizarán muestras de raciones servidas en almuerzos y desayunos de 55 establecimientos de la Región Metropolitana, así como de 40 almacenes desde donde se reparten las materias primas.

“En nuestros laboratorios de Microbiología y de Análisis Físico Químico, ambos certificados por norma 17025, además de un laboratorio subcontratado para el trabajo de muestreo, analizaremos muestras obtenidas desde las empresas distribuidoras y desde los propios establecimientos. Esto, con el objetivo de determinar si estos alimentos contienen las calorías, el valor nutricional y, en general, si cumplen con los parámetros microbiológicos que exige la Junaeb”, detalló la jefa de Laboratorio.

Un desafío mayor

Para el director del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Claudio Martínez, la adjudicación de la licitación dispuesta por Juaneb constituye “un paso importante para la Universidad y para nuestro Centro, puesto que el solo hecho de presentarse como candidato, requería estar acreditado con laboratorios de alto estándar científico”.

“CECTA ha venido, desde hace mucho tiempo, trabajando en potenciar su calidad profesional con políticas que van en ese sentido y con una serie de mejoras que hemos desarrollado. Por lo tanto, esta adjudicación demuestra que nuestros laboratorios acreditados, y sus profesionales, tienen la capacidad de asumir desafíos mayores, que requieren gran responsabilidad”, puntualizó Martínez, agregando que, el siguiente paso, “solo es hacer la labor científica de excelencia que nos caracteriza”.

Nuevo aporte de la Universidad al desarrollo de la producción vitivinícola en la Región de Atacama

Nuevo aporte de la Universidad al desarrollo de la producción vitivinícola en la Región de Atacama

  • La investigadora de la Facultad Tecnológica, María Angélica Ganga, lidera un proyecto financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad, orientado al mejoramiento tecnológico del proceso de fermentación del vino pajarete en el Valle del Huasco. La iniciativa ha permitido aumentar la calidad de este tradicional producto y recuperar sus características nativas.


Se dice que fueron los jesuitas los que trajeron el vino pajarete al norte de Chile en el siglo XVII. Este vino se caracteriza por su sabor dulce y se produce principalmente con uva moscatel y negra de la zona norte del país.

En los últimos años la producción de pajarete ha experimentado un importante aumento gracias a un plan de fomento que ha permitido a los productores locales comercializarlo en mejores condiciones, gracias al desarrollo de una estrategia que permitió elaborar un producto de primera calidad, incluso con denominación de origen.

En este proceso, el Gobierno Regional de Atacama y la Asociación de Productores de Pajarete del Valle del Huasco han trabajado junto con la U. de Santiago de Chile en un proyecto de mejoramiento tecnológico del proceso fermentativo del vino con el fin de  aumentar su competitividad.

Esta iniciativa, financiada con recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad de la Región de Atacama, ha sido liderada por la doctora en Ciencias Biológicas e investigadora de la Facultad Tecnológica de la Universidad, María Angélica Ganga.
 
La investigadora comenta que el foco del proyecto se centró en fortalecer la producción del pajarete, a través del control microbiológico del proceso de vinificación y mediante la selección e identificación de levaduras nativas.

Fue así como se creó un cepario de microorganismos y se obtuvo una levadura con potencialidades tecnológicas para su uso en la producción, además de la creación de una metodología estandarizada de su utilización para entregársela a los productores.

Los productores de pajarete, explica la investigadora, se acercaron a la Universidad con la inquietud de haber perdido parte de las características de su vino en el intento por industrializar sus procesos y por el uso de levaduras foráneas a la Región de Atacama, lo que tuvo como resultado perder parte de su “terroir” (conjunto de factores que describen y definen las región geográfica donde está emplazado el viñedo).

“De este modo, trabajamos para devolverles las características organolépticas utilizando levaduras propias de la región. El hecho de recuperar esas cualidades, ahora les permite mantener el sello de un vino de la zona, algo propio y no reproducible en otra región”, aclara la académica.

La productora de pajarete e integrante de la Asociación de Productores de Pajarete, Anberta Debia, considera que el logro más importante de este proyecto es que los habitantes más antiguos del Valle del Huasco reconocieran en este nuevo pajarete, el producto que se fabricaba en estas tierras décadas atrás.

“Cuando partimos trabajando con levaduras industriales, la gente no se sentía identificada con el producto. Ahora sabemos que todos encuentran el vino más rico, más aromático y con más sabor a pasas frescas. La uva se expresa mucho mejor. Eso nos está dando un plus”, señala.

Ahora, superada la etapa de producir con calidad -cuentan los productores- viene la fase de comercializar el producto.

Su primera meta es lograr que su producto llegue a Santiago y al resto del país, para luego comenzar a exportar.

Oportunidades para la industria

En este momento, la Universidad de Santiago está ejecutando un nuevo proyecto con el que se espera desarrollar un sistema de producción sustentable para suministrar a los productores de pajarete la cantidad de levadura requerida para la elaboración de sus vinos.

En paralelo, la Institución está postulando a un tercer proyecto cuya finalidad es apoyar a los productores para lograr la inocuidad de su producto, con el propósito de ser competitivos no sólo en el ámbito nacional, sino también en el internacional.

El encargado del Área de Fomento Productivo del Gobierno Regional de Atacama, Nibaldo Guaita, califica como muy positivo el trabajo que se ha realizado. Dice que una de las principales brechas que enfrentaba este vino tenía que ver con el proceso fermentativo, lo que influía en su calidad. Ahora apuesta a que el pajarete se convierta en un vino premium.

“Queremos posicionar a los pajareteros del Huasco como un referente nacional con un vino de alta calidad, que compita con otros vinos dulces. Este producto ya cuenta con el mejor nivel posible y eso lo ayudará a obtener un mejor mercado”, afirma.

Nibaldo  Guaita comenta que han llevado el pajarete a ferias internacionales y que el producto ha despertado gran interés, pero en esas mismas instancias ha surgido un nuevo gran desafío: aumentar los volúmenes de producción.
 

Científico del Centro de Biotecnología Acuícola descubre nuevos antecedentes sobre mortalidad causada por el virus ISA

Científico del Centro de Biotecnología Acuícola descubre nuevos antecedentes sobre mortalidad causada por el virus ISA

  • Estudio del investigador del Centro, Dr. Mario Tello, establece una relación, antes desconocida, entre un segmento del genoma del virus de Anemia Infecciosa del Salmón (ISA) y su virulencia.

Un estudio del investigador del Centro de Biotecnología Acuícola (CBA) y de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Mario Tello, podría dar importantes luces sobre cómo predecir la mortalidad del virus ISA en salmones, enfermedad que afecta a la acuicultura chilena desde el 2007.

La investigación  “Analysis of the use of codon pairs in the HE gene of the ISA virus shows a correlation between bias in HPR codon-pair use and mortality rates caused by the virus”, fue publicada en la edición de junio de la revista internacional especializada Virology Journal.

La publicación entrega detalles de la investigación realizada por el científico de la Institución, quien -a través de herramientas bioinformáticas y de la literatura existente- logró establecer el rol y la relación de un segmento del virus ISA.

Según el Dr.Tello, los resultados de este estudio son una de las primeras hipótesis que explican por qué una región altamente variable del virus, denominada HPR (del inglés High Polymorphism Region)  estaría asociada a la virulencia observada.

 "Nuestros resultados sugieren que existe una región del virus que afecta su transmisión y su capacidad de provocar la enfermedad. Es decir, nuestros análisis permiten concluir que existe una relación directa entre la mortalidad ocasionada por el virus y la eficiencia en que éste se traduce", plantea el Dr. Tello.

"La cepa del virus encontrado en Chile sería uno de los con mayor eficiencia en la traducción, lo que estaría directamente relacionado con una mayor mortalidad", señala el investigador, lo que explicaría una de las posibles razones de la alta mortalidad registrada en nuestro país.

A pesar de que aún falta corroborar los resultados in vitro, la investigación ya es un importante avance para descifrar las características del virus ISA, lo quepodría entregar soluciones a la industria del salmón. "Perfectamente, estas soluciones podrían apuntar a la generación de un predictor de virulencia basado en el análisis de la región HPR, predictor en el cual estamos trabajando”, indica el científico.

Investigadora desarrolla técnica para dar respuesta a escasez y contaminación de aguas en la gran minería

Investigadora desarrolla técnica para dar respuesta a escasez y contaminación de aguas en la gran minería

  • El proyecto, financiado por Corfo, es liderado por la investigadora de la Facultad de Química y Biología, Dra. Claudia Ortiz, y se centra en desarrollar un filtro biológico utilizando algas pardas, potenciando la recuperación de cobre y arsénico de las aguas usadas en el proceso minero.Los filtros también podrán ser utilizados como agentes desalinizadores, lo que significa la abierta posibilidad de utilizar el agua de mar como alternativa para los procesos de producción mineros.


El consumo de agua en la industria minera en Chile representa actualmente un problema de múltiples aristas. A la escasez del recurso en la zona centronorte del país -lugar donde mayoritariamente se encuentran los grandes yacimientos de minerales - se le suman los inconvenientes de los sistemas disponibles para el tratamiento de aguas,así como lasestadísticas que indican que el 95 por ciento delrecurso que ingresa a las plantas terminan porconvertirse en desecho.

Ante esta realidad, el proyecto liderado por la investigadora de la Facultad de Química y Biología, Dra. Claudia Ortiz, apunta a la obtención de un prototipo de biofiltros (filtros biológicos)en base a algas pardas chilenas, modificadas químicamente para la adsorciónde grandes concentraciones de elementos como cobre y arsénico.

En palabras de la investigadora,“junto al beneficio directo de recuperación de cobre mediante el uso de los biofiltros, se obtendrá un beneficio productivo, aumentando el ciclo de vida del agua de proceso, lo que se traduce en mayor eficiencia en el uso del recurso. Además, disminuirá el contenido de elementos como arsénico y cobre, cuya presencia en el medioambiente representa un problema global debido a la persistencia, bioacumulación y toxicidad hacia los organismos vivos”.

Este proyecto corresponde a una de las seis iniciativas de la línea Proyecto de I+D Aplicada financiada por Corfo y que ejecutará la Universidad. Tanto por su alta eficiencia en bajas concentraciones de metales pesados, como por su bajo costo,los filtros también podrán ser utilizados como agentes desalinizadores, lo que significa la abierta posibilidad de utilizar el agua de mar como alternativa para los procesos de producción mineros.

“El proyecto representa una solución amplia, eficiente y de bajo costo para la industria que actualmente enfrenta tres problemas: acceso al recurso hídrico, optimización de la producción de cobre mediante recuperación del metal desde residuos y el uso de agua de mar en los procesos”,afirma la Dra. Ortiz, quien precisa que en una primera etapa el proyecto contempla el desarrollo de un prototipo de biofiltros a escala de laboratorio para luego proyectar su escalamiento a nivel industrial.

En la dirección del proyecto participan el Departamento de Biología de la Facultad de Química y Biología, el Departamento de Ingeniería Geográfica de la  Facultad de Ingeniería, y -en apoyo especializado en Hidráulica-, el Departamento de Ingeniería Mecánica, además de la empresa canadiense para escalamiento de procesos Good Harbour Technologies, y la División Codelco Chuquicamata, como asociada al proyecto.
 

Investigador de Facultad de Química y Biología estudia bacterias antárticas resistentes a tóxicos

Investigador de Facultad de Química y Biología estudia bacterias antárticas resistentes a tóxicos

  • Dr. Claudio Vásquez investiga la resistencia que presentan microorganismos de la zona antártica al telurito, un derivado del teluro metálico, muy nocivo y tóxico para el medioambiente.


El teluro es un elemento muy escaso en la corteza terrestre y a la fecha no se le conoce un rol biológico. A pesar que en su estado elemental (Te°, teluro metálico) no exhibe toxicidad, algunos de sus derivados, como el telurito, son muy perjudiciales para la mayoría de las bacterias.

En este contexto, el Dr. Claudio Vásquez, académico de la Facultad de Química y Biología de la U. de Santiago, encabezará por tres años el proyecto Fondecyt: “Bacterias antárticas telurito-resistentes: nuevos mecanismos de resistencia”.

El académico trabaja con bacterias aisladas en la Antártica, con la finalidad de analizar cómo reaccionan los microorganismos en un contexto frío y en contacto con este tóxico. Para la investigación se aislaron 800 microorganismos resistentes al tóxico a partir de 100 diferentes muestras antárticas. “De todas las muestras, escogimos cuatro que mostraron mayor resistencia, para develar los mecanismos defensa que usan”, indica el investigador.

Agrega el Dr. Vásquez que “durante estos años, hemos identificado proteínas que ayudan a la célula a eliminar este tóxico y, por lo mismo, pensamos que estas bacterias que han recibido más estrés por estar en condiciones extremas en la Antártica, podrían exhibir mecanismos más sofisticados. Nuestro objetivo es encontrar nuevos genes que codifiquen para nuevas proteínas que estén involucradas en la defensa contra estos tóxicos”,  indica el experto.

Como proyección de este estudio, se pretende introducir los nuevos genes en plantas que crezcan en ambientes  contaminados con teluro, como por ejemplo algunas zonas mineras, lo que ayudaría a que las mismas plantas eliminen los contaminantes.

Contaminación

El telurito, producido como consecuencia de la contaminación industrial, se escurre en  napas subterráneas, inhibiendo o eliminando microorganismos que pueden ser beneficiosos. Afecta bacterias, hongos, plantas y animales. Por esta razón, resulta importante controlar los vertidos de exudados industriales que contengan teluro.

Además, el teluro es la base molecular de las celdas solares que captan energía, por lo que cualquier accidente que ocurra con estos paneles solares libera elementos tóxicos.



 

Con análisis e imágenes satelitales se podrían predecir terremotos y erupciones volcánicas

Con análisis e imágenes satelitales se podrían predecir terremotos y erupciones volcánicas

  • Académico del Departamento de Ingeniería Metalúrgica, Dr. Alonso Arellano, lleva adelante una investigación Dicyt que busca -a través del análisis de fotografías satelitales de alta resolución - patrones que permitan proyectar la ocurrencia de un posible terremoto o una erupción volcánica de gran magnitud.


Predecir un terremoto es una de las mayores aspiraciones de los investigadores del área a nivel mundial. En un país como Chile, que es considerado como altamente sísmico, esta búsqueda se ha transformado en una necesidad imperativa. Es en este contexto que surge un nuevo proceso para la detección temprana de sismos: el análisis de imágenes satelitales de alta resolución.

El académico del Departamento de Ingeniería Metalúrgica de la U. de Santiago, Dr. Alonso Arellano, lleva adelante un proyecto financiado por el Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Dicyt) en esta línea de investigación. Se motivó en 2004 cuando cursaba sus estudios de Doctorado en la Universidad Estatal de Rusia y, posteriormente, indagó en fenómenos relacionados, como el caso del volcán Popocatépetl que se sitúa al sur de México.

El proyecto se denomina "Use of high-resolution satellite images for the study of strong earthquakes and related phenomena". Con éste se busca obtener mayor información que permita identificar más patrones y contar con mejores estadísticas.

A partir de esa información, se podrían tratar fenómenos asociados, a través del análisis de imágenes satelitales de alta resolución para precursores de sismo. “Para lograrlo, se analizan imágenes antes, durante y después del sismo. Luego, cada imagen es explorada, con el fin de encontrar estructuras típicas, vetas, fracturas, fallas; y así confirmar patrones ya establecidos o nuevos”, indica Arellano.

Este estudio se basa, según explica el investigador, en la suposición que la tensión de la corteza terrestre puede verse en forma de lineamientos. “Los lineamientos se hacen visibles al procesar las imágenes de alta resolución captadas por los satélites, a pesar de desarrollarse a más de 30 kilómetros de profundidad. Por esta razón, estas imágenes se han vuelto una herramienta fundamental para detectar zonas de posibles movimientos telúricos”, precisa.

Si bien en la última década se han llevado a cabo muchas investigaciones similares por el grupo internacional liderado por Dr. Arellano en Chile, y por el Dr. Dimitar Ouzounov en Estados Unidos, este estudio se diferenciará de los anteriores por dos aspectos: el primero, el uso del satélite chileno Fasat Charlie, si llega a materializarse el convenio con la Fuerza Aérea, a través del Servicio Aerofotogramétrico (SAF). El segundo aspecto, es el uso del software para el estudio de imágenes elaborado en la Universidad de Santiago, Adelgeo.

Los colaboradores del Dr. Arellano son estudiantes del Doctorado en Ciencias de la Ingeniería, tanto de la Mención de Automática, como de la de Procesos, además del Magíster en Geomática. Según señala el académico, “ellos juegan un papel relevante, pues sus ganas de hacer cosas nuevas son las que nutren la investigación”.
 
Por Lorena Jiménez

Investigadores proponen nuevo modelo para reducir tiempo de respuesta a desastres

Investigadores proponen nuevo modelo para reducir tiempo de respuesta a desastres

  • Inspirados en el desastre nuclear de Fukushima, académicos de la U. de Santiago desarrollan un modelo, basado en una teoría matemática, que permite definir en minutos un plan de acción para enfrentar catástrofes. Sobre esta investigación, elaboraron un publicación indexada en la revista “International Journal of Computers, Communications & Control”.


Han pasado dos años desde que se produjo el terremoto de Japón, el que causó más de 15 mil muertes y el desastre nuclear más importante del siglo XXI: la explosión de la Central Nuclear de Fukushima. Este desastre dejó de manifiesto la gran cantidad de tiempo que requiere determinar un plan de acción para enfrentar estos eventos, arriesgando en ello vidas humanas.

La ocurrencia de estas situaciones motivó a investigadores de nuestro Plantel a buscar un modelo que pudiese mejorar dichos tiempos de respuesta. El jefe del proyecto es el egresado de Ingeniería Industrial de esta Universidad, máster por la École Polytechnique de París y actual candidato a Doctor de la Université Pierre et Marie Curie, Paris VI, Óscar Vásquez, quien junto al director del Departamento de Ingeniería Industrial, Dr. Juan Sepúlveda, y los académicos Miguel Alfaro y Luis Valenzuela-Osorio; elaboraron una publicación para la revista “International Journal of Computers, Communications& Control”.

El equipo de investigación, compuesto por ingenieros industriales y eléctricos, tituló el trabajo de investigación como “Planeación de proyectos de respuesta a desastres: un método de resolución basado en un modelo teórico de juegos”, el que fue publicado en abril pasado por la revista especializada.

Según explica Vásquez, el método encuentra una buena y rápida solución al problema de asignar actividades entre un número de recursos disponibles en ambientes de desastre. En base a la teoría matemática del “juego”, se busca enfrentar las aplicaciones computacionales que se usan actualmente para resolver estas situaciones. Esto se logra encontrando el punto de equilibrio de un juego teórico, donde actividades y recursos son jugadores.

Indica el investigador, que “obtener una buena respuesta en sólo segundos es clave en situaciones de desastre, considerando que la complejidad computacional del problema puede implicar que la obtención de la solución óptima necesite horas e incluso días; tiempo en que el desastre ya ha avanzado, cobrando vidas e infraestructura”.

Los resultados del modelo propuesto mostraron una diferencia de 15 por ciento en relación a la solución óptima, pero en menos de un 1 por ciento del tiempo que requiere un software de última generación. “La idea en este tipo de ambiente es salvar la mayor cantidad de vidas, y eso se logra en la medida que ocupes menos tiempo en dar una buena respuesta al problema”, señala el especialista.

En este momento, el equipo se encuentra mejorando el método de resolución, definiendo nuevas subrutinas y jugadores iniciales. Los resultados preliminares han mostrado una disminución de la brecha entre sus resultados y la solución óptima, con una diferencia de tan sólo un 9 por ciento.

Por Lorena Jiménez

Académica crea envase eco activo para incrementar vida útil de berries

Académica crea envase eco activo para incrementar vida útil de berries

  • En el hemisferio sur, Chile es el mayor exportador de berries. Por ello, los investigadores nacionales concentran sus esfuerzos en aumentar su vida útil, para permitir que estos productos lleguen a mercados más lejanos. En la U. de Santiago se ha generado un envase eco activo, que busca contribuir a este propósito.


El año 2008 la Dra. María Paula Junqueira, académica de la Facultad Tecnológica, se propuso realizar una contribución al área de los alimentos, sumándose a la tarea de convertir a Chile en una potencia alimentaria. Es así como a través de un proyecto Fondef buscó combatir las limitaciones generadas, en especial,  por el hongo botrytis cinerea en los denominados frutos rojos, permitiendo extender la vida de estas frutas.
 
El cierre de la investigación “Extensión de vida útil de berries frescos mediante el uso de envase eco-activo”, se realizó el viernes (19) en el Hotel Plaza San Francisco, donde fueron presentados los resultados a las entidades participantes.

El envase eco activo tiene un agente antifúngico en su película, que combate de manera específica el hongo mencionado y, además, es amistoso con el medio ambiente, pues es reciclable. Para verificar la eficiencia de la invención se realizaron pruebas en Chile con frambuesas y arándanos, mientras que en Inglaterra se utilizaron frambuesas y moras, por encontrarnos en temporadas diferentes.

De todos los berries utilizados en el estudio, las frambuesas presentaron una mejor respuesta al interactuar con el envase, lo que permitió extender su vida útil en dos días.

“Tuvimos un resultado bastante promisorio”, indicó la académica del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, quien agregó que “dado los resultados finales de esta investigación, surgió la iniciativa de probar con otras frutas como uvas y frutillas y ya tenemos empresas interesadas en participar”.

La Dra. Junqueira agradeció la colaboración del plantel, comentando que tuvo “un apoyo incondicional de la Universidad desde el inicio y, luego, en todas las etapas que involucró el proyecto”.

Este trabajo, en el que participó también la Dra. María Angélica Gangas y el Dr. Francisco Rodríguez, integrantes de la misma unidad académica, dio vida a una solicitud de patente en Chile, lo que próximamente también se replicará en el extranjero.

Experiencia de las empresas

En la presentación de resultados estuvieron representantes de las empresas participantes. Por la compañía Typack, empresa del área de envases, asistió Enrique Harvgreaves, quien afirmó: “Tengo toda la esperanza que este producto salga al mercado”, al tiempo que agradeció la oportunidad de desarrollar un trabajo colaborativo con la Universidad.

Por su parte, Álvaro Acevedo, de Vitalberry, rescató el aporte generado al proceso productivo de estas frutas durante la investigación. “Las exigencias del mercado nos han presionado al mejoramiento de los procesos productivos, aumentando las exigencias de calidad a las cuales están sometidos estos productos”, señaló. También hizo hincapié en que este resultado “tiene mucho potencial, sin duda, es un producto para ser aplicado masivamente”.

En representación de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación, asistió el Dr. Luis Magne, jefe del Departamento de Transferencia Tecnológica, quien indicó que “asumimos el desafío de llevar a la Universidad por la senda de la innovación. El camino no ha sido fácil, se ha logrado una madurez en el sentido de entender qué es la investigación tecnológica”.

En la instancia también estuvieron presentes Luisa Martínez, analista financiera del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico.

Por Valeria Osorio
 

Investigador de la Universidad propone innovadora planta para descontaminar aguas de la industria textil

Investigador de la Universidad propone innovadora planta para descontaminar aguas de la industria textil

  • El proyecto, liderado por el académico de la Facultad de Química y Biología de la Universidad, Dr. Ricardo Salazar, pretende descontaminar las aguas de residuos colorantes y aditivos, utilizando electricidad y energía solar.


La industria textil en Chile nace a mediados del siglo XIX y se expande gracias a las medidas de protección del mercado interno que se implementaron en la época. A esto, se sumó el arribo de inmigrantes palestinos que dieron auge al desarrollo de la industria.

No obstante, como toda actividad fabril, esta industria también es un agente contaminante debido a la utilización de agua en sus faenas.

Lo anterior, se vuelve un grave problema si se considera que nuestro país presenta  problemas de abastecimiento y sequía. En este escenario, el académico de la Facultad de Química y Biología de la U. de Santiago, Dr. Ricardo Salazar, se encuentra liderando el proyecto Fondecyt: “Degradación de colorantes en aguas residuales de la industria textil mediante tecnologías de oxidación electroquímica”, con el que pretende dar una solución para la reutilización de las aguas usadas en este proceso.

El estudio nace a partir de un trabajo anterior del experto, donde analizó la descontaminación de agua con pesticidas usados en la industria del vino. “Los dos primeros proyectos involucraron el tratamiento de agua a nivel de laboratorio, abarcando un estudio químico. Sin embargo, ahora propuse la construcción de una planta piloto para tratar una mayor cantidad de agua residual de la industria textil”, señala Salazar.

El proyecto busca ser un aporte para la resolución de conflictos medioambientales, motivación vital para el académico, quien pretende descontaminar las aguas que presentan residuos colorantes y aditivos. Para lograrlo trabajará con electricidad y energía solar y sin la utilización de reactivos químicos.
Además, el Dr. Salazar agrega que “las leyes cada vez serán más estrictas para las industrias en términos de exigencia de tecnología e índices de eliminación de residuos. Las industrias tendrán que prepararse, por lo mismo, la idea es adelantarnos, dando un enfoque al conflicto y siendo útiles en el futuro”.

Proceso de Purificación

El proceso de purificación se realiza mediante el radical hidroxilo, el que se obtiene a partir de la oxidación del agua. Este elemento se encarga de reaccionar con los componentes orgánicos que se encuentran en el agua, degradándolos y transformando los compuestos orgánicos contaminantes en dióxido de carbono.

Dentro de las etapas que contempla el proyecto, que tiene una duración de cuatro años, se espera culminar el trabajo a nivel de laboratorio, que tiene como objetivo observar lo que sucede en el proceso completo.  Luego, la identificación de cada uno de los compuestos que se van produciendo y, finalmente, la construcción de la planta piloto. En esta última etapa, el académico cuenta con la ayuda directa del co-investigador del proyecto, Dr. Julio Romero, investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad.

Para el Dr. Salazar, la importancia de la investigación que desarrolla radica –principalmente- en la formación de capital humano y en la “tarea que tenemos los investigadores para que la imagen de la investigación cambie en el país. Nuestro trabajo pude contribuir a la empresa, la industria y, obviamente, a la Universidad, ya que logramos captar equipos de última tecnología para desarrollar el proyecto e internacionalizar el nombre de la Institución”.

Por Marcela González

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