Comisión de Género y Diversidad actualiza protocolo contra la violencia de género con enfoque de prevención y revisión de sanciones
“Fue un proceso muy largo”, señala la Dra. Eugenia Dos Santos, representante del estamento académico en la Comisión Institucional de Género y Diversidad. La profesora del programa de Bachillerato se refiere a las reuniones y al trabajo que realizaron quienes fueron elegidas y elegidos como representantes de distintos estamentos que componen nuestra comunidad, desde junio a octubre, con el objetivo de fortalecer y actualizar el Protocolo vigente en nuestra Universidad contra la violencia de género y, así, cumplir con la Ley 21.369.
Fueron cerca de 26 sesiones de pleno y 40 de subcomisiones, recuerda Ana María Valenzuela, representante del estamento académico por hora de la Institución.
La profesora de la Facultad Tecnológica añade que buscaron plasmar “la experiencia de nuestras comunidades y estamentos, conocer también las experiencias internacionales, latinoamericanas y de otras universidades”, con el objetivo de darle al nuevo protocolo “un marco orientador y que no se constituyera sólo como una colección de artículos”.
Agrega que el espíritu de la normativa es mejorar la convivencia y las prácticas dentro de nuestra comunidad “no sólo para las mujeres, sino para todas las personas: disidencias, hombres, mujeres, quienes no identificamos, cualquiera sea nuestra orientación. Poner límites a la violencia en general”.
“Estamos muy contentos, porque logramos muchas discusiones, los plenos fueron prácticamente debates muy profundos. Tenemos personas con formación en género y creo que la Dirección de Género también brindó una asesoría muy importante para la Comisión, así como técnicos y abogados que nos pudieron ayudar en la construcción de todos esos articulados”, acota la profesora Dos Santos señalando que para hacer más eficiente el trabajo, se dividieron en dos subgrupos, uno dedicado a los aspectos para la prevención y el otro, a la investigación y sanción.
Génesis Araus, representante del estamento estudiantil y, a la vez, integrante de la Vocalía de Género y Sexualidades reconoce que hubo largas sesiones, que fueron arduas, pero a la vez provechosas ya que justamente lograron “darle al articulado todo el análisis de lo que habíamos realizado, de lo que faltaba en una investigación con perspectiva de género: la creación de una nueva orgánica dentro de fiscalía con una subunidad especializada”.
Ana María Valenzuela coincide en la necesidad de robustecer el área jurídica con una subunidad de género y apoyo multidisciplinario. Sin embargo, considera también importante la revisión a las sanciones de manera que sean “una señal de lo que no queremos como Universidad”, pero acompañada de mecanismos de prevención, “porque esto no es sólo sancionar” y la idea es ir más allá para evitar comportamientos fuera de la norma.
La profesora Eugenia Dos Santos también destaca este aspecto. “Creo que la comunidad va a recibir bien (la actualización), porque en el tema de la prevención, pensamos que es necesario formación y capacitación”, añade.
Génesis Araus, de la Vogesex, explica que se logró transversalizar la temática de genero a todas las unidades académicas y también a las unidades administrativas para erradicar la violencia de género en el espacio educativo.
El siguiente paso es entregar esta actualización del protocolo al rector Rodrigo Vidal. Una vez que la autoridad cuente con el documento podrá revisarse desde el punto de vista jurídico. “Tengo una visión bastante optimista, y creo que mis compañeras/os de la Comisión la comparten, en el sentido que estamos frente a un rector que visitó la Comisión Institucional y vino a manifestar su idea del trabajo importante que estábamos realizando”, sostiene Génesis Araus.
Clima de respeto
El representante del funcionariado, Raúl Thoms, señala que el proceso fue también educativo. Asimismo, destaca el sentido histórico que tiene el trabajo de la Comisión como un organismo donde varios estamentos convergieron para actualizar el protocolo contra la violencia de género, estableciendo un marco legal y ético, una orientación valórica propia de una institución formadora de personas. “Nos propusimos redactar un proyecto de derechos humanos, diría yo, que tiene que ver con la parte de genero y diversidad y acorde al tiempo”, acota.
Eugenia Dos Santos cree que, si bien hay una política de género existente, “ha sido muy difícil llegar a toda la comunidad, entonces aún tenemos prácticas que están bastante lejos de ese protocolo”, señala. Ana María Valenzuela pone como ejemplo agresiones que no parecen evidentes. “Hoy tenemos otro tipo de violencias y creo que en esta Institución se están dando fuertemente, son las violencias digitales” que quedaron al descubierto durante la pandemia.
El profesor Thoms cree que la instalación del trabajo de la Comisión tomará tiempo, pero piensa que en el futuro la discriminación de género ya no será tema de la misma forma ya que gracias a la ley la sociedad dejó atrás las diferencias que hubo en los siglos pasados entre hijas/os nacidas/os en el matrimonio y naturales.
Con el documento entregado, la Comisión habrá concluido la labor para la que fue elegida. Pero eso no significa que se haya erradicado la discriminación y la violencia de género. “Aún nos falta mucho para bajar (a la comunidad) estos conceptos, esta nueva forma de vivir, porque aquí no es solo un tema de género y de respeto a la diversidad. Creo que aún tenemos en la Universidad episodios y hechos que nos dejan bastante distantes de este nuevo mundo y este nuevo proceso, en el cual la época nos ha pedido cambiar”, concluye Eugenia Dos Santos.