U. de Santiago se adjudica dos Anillos de Investigación en Ciencia y Tecnología
- Fondos por 900 millones de pesos se adjudicó nuestra Universidad en el V Concurso Anillos de Investigación en Ciencia y Tecnología, convocado por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, CONICYT.
- La quinta versión de este llamado comprometió recursos por 7 millones 550 mil pesos, los cuales se distribuirán en 17 iniciativas en todo el país, con alcance internacional.
- Entre los dos proyectos liderados por nuestra Universidad, se encuentra el de las doctoras Maritza Páez y María Victoria Encinas, investigadoras de la Facultad de Química y Biología, y la Dra. Jenny Blamey, investigadora de la Fundación Biociencia, quienes abordarán los problemas que genera el deterioro espontáneo e indeseable de los materiales, en el estudio "Superficies funcionalizadas: protección contra la corrosión y biocorrosión".
- Dirigido por el Dr. Raúl Cordero, investigador del Departamento de Física, el otro proyecto busca entender mejor los efectos del “Carbono Negro en la Criósfera Andina”. El carbono negro, conocido también como hollín, es un contaminante generado a partir del uso de combustibles fósiles en las ciudades, que es transportado por los vientos y se deposita sobre la nieve andina, cambiando su reflectividad y acelerando su derretimiento.
- El Vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación, Dr. Oscar Bustos Castillo, expresó que “la adjudicación de este tipo de proyectos, permite desarrollar investigación de punta que traspasa nuestras fronteras, lo que es enormemente significativo para aportar a la internacionalización de nuestra Universidad”.
La Universidad de Santiago de Chile se adjudicó fondos por 900 millones de pesos para la ejecución de dos proyectos en el marco del V Concurso Anillos de Investigación en Ciencia y Tecnología 2014.
Gracias al Programa de Investigación Asociativa (PIA) se llevarán a cabo un total de 17 iniciativas a nivel nacional, las que tienen como exigencia ser estudios de alto nivel y con alcance internacional.
El Vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación, Dr. Oscar Bustos Castillo, se mostró conforme con los resultados, añadiendo que “la adjudicación de este tipo de proyectos permite desarrollar investigación de punta que traspasa nuestras fronteras, lo que es enormemente significativo para aportar a la internacionalización de nuestra Universidad”.
La autoridad resaltó que los dos proyectos adjudicados dan cuenta de grupos de investigación consolidados que podrían convertirse, en el corto plazo, en centros de investigación.
“En este sentido, estas investigaciones, que se ejecutarán en un periodo de tres años, nos permiten abordar problemas de interés nacional y desafíos globales, reafirmando el rol que nos corresponde como una universidad pública del Estado”, expresó.
Deterioro espontáneo de materiales
Uno de los proyectos es liderado por las doctoras Maritza Páez y María Victoria Encinas, investigadoras de la Facultad de Química y Biología, y la Doctora Jenny Blamey, investigadora de la Fundación Biociencia, quienes a través de este estudio abordarán los problemas que genera el deterioro espontáneo e indeseable de materiales, también conocido como corrosión o biocorrosión. El nombre específico del estudio es "Superficies funcionalizadas: protección contra la corrosión y biocorrosión".
Este último concepto está asociado a un proceso de corrosión catalizado por la presencia de microorganismos. A través de este trabajo el equipo de investigación buscará desarrollar recubrimientos anticorrosivos inteligentes, que no solo limiten el ingreso de agentes agresivos al metal, sino que también tengan una capacidad de respuesta frente a estímulos del medio ambiente, como por ejemplo una propiedad biocida o inhibidora de la corrosión.
El proceso a desarrollar pretende reemplazar procedimientos de protección anticorrosivos que involucran compuestos químicos de alta toxicidad, como los cromatos, y así proporcionar soluciones efectivas y amigables con el medio ambiente.
En ese contexto, la directora del Departamento de Química de los Materiales de la Facultad de Química y Biología, Dra. Maritza Páez, manifestó que “la propuesta no sólo es de interés científico fundamental, sino que también está estrechamente relacionada con los problemas que los científicos e ingenieros deberán enfrentar en un futuro cercano, relacionados principalmente al desarrollo de nuevos procesos anticorrosivos que aseguren en un mediano plazo el desarrollo sustentable de la industria chilena. Por lo tanto, nuestro objetivo es doble: continuar con nuestra investigación de alto impacto, y conectar la investigación con los retos y oportunidades que ofrece la inserción de nuestro país en un mercado global".
Otro aspecto que destaca la directora del proyecto es la integración de las diferentes áreas científicas tales como la química, electroquímica, física, microbiología y polímeros, la que califica de "crucial para contribuir al desarrollo tecnológico del país”.
"En particular, esta integración contribuirá, sin duda, al desarrollo de este Proyecto Anillo, así como a la consolidación de un área científica estratégica en Chile, lo que representa una oportunidad única, para la generación de una masa crítica de jóvenes investigadores en el área de la corrosión, biocorrosión y en metodologías de protección de materiales metálicos", afirmó.
Como investigadores asociados estarán los doctores Francisco Melo, en el ámbito de Física en mecánica-superficies; José Zagal, en electroquímica y Manuel Azocar, química bioinorgánica.
Además, participarán investigadores de la Universidad de Chile, como es el caso de los doctores Marcela Urzúa, en polímeros y Marcos Flores, en física-superficies; Fundación Biociencia, línea que tendrá como titular, a la doctora Jenny Blamey y como asociado a Freddy Boehmwald, en microbiología y la Fuerza Aérea de Chile, que participará a través de la Dra. Mamie Sancy, quien trabajará en corrosión-electroquímica.
Sustentabilidad de las nieves andinas
El otro proyecto es dirigido por el Dr. Raúl Cordero, investigador del Departamento de Física, y quien lidera por segunda vez un Anillo (se adjudicó otro proyecto en 2010). Tal como lo indica su título, esta nueva investigación busca entender mejor los efectos del “Carbono Negro en la Criósfera Andina”.
El carbono negro, conocido también como hollín, es un contaminante generado a partir del uso de combustibles fósiles en las ciudades, y que después de ser transportado por los vientos hacia la cordillera, se deposita sobre la nieve andina cambiando su reflectividad y contribuyendo a acelerar su derretimiento.
Según explicó el Dr. Cordero, el estudio se “centra principalmente en la medición del contenido de carbono negro en la nieve en el lado occidental de los Andes”. Para tales efectos, realizarán campañas de recolección de muestras de nieve para analizar el contenido de carbono negro a lo largo de todo el país, desde Putre hasta la Patagonia.
Con estos antecedentes, “esperamos generar un mapa del contenido de carbono negro en la criosfera andina, resaltando zonas impactadas, antecedentes que serán útiles para evaluar los efectos del carbono negro en el derretimiento de glaciares”, explicó el investigador.
La importancia del proyecto radica en que la sustentabilidad de largo plazo del país depende de la disponibilidad de recursos hídricos los que a su vez dependen de las nieves andinas. Sin embargo, al igual que en muchas regiones frías de la tierra, la criósfera Andina se está calentando al doble de la tasa global, agregando que “a pesar de que los principales responsables de esta tendencia parecen ser los gases de efecto invernadero, el forzamiento debido al carbono negro podría estar jugando un rol en este problema. Esta investigación es entonces importante para evaluar la amenaza potencial que representan los contaminantesantropogénicos para la nieve de Los Andes (y para los recursos hídricos del país)”.
El Dr. Cordero planteó que el estudio que lidera contribuirá a consolidar el trabajo interdisciplinario en la U. De Santiago.
“Nuestra Universidad es líder en estudios interdisciplinarios que abordan distintas dimensiones de la sustentabilidad y eso explica en buena medida el éxito de esta postulación. En efecto, este proyecto involucra un equipo interdisciplinario, que incluye físicos, químicos, glaciólogos e ingenieros, afiliados a seis prestigiosas universidades chilenas. Además, prestarán colaboración al proyecto grupos de diez instituciones internacionales de renombre tales como el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y la Agencia Japonesa para las Ciencias de la Tierra (JAMSTEC)”, destacó.
Resultados Nacionales
Los otros 15 proyectos se distribuyeron de la siguiente forma: cinco de los nuevos centros fueron adjudicados a la Universidad Católica de Chile; cuatro a la Universidad de Chile; dos a la Universidad Técnica Federico Santa María y con un Anillo cada uno las universidades de La Frontera, Adolfo Ibáñez, Andrés Bello y Autónoma de Chile.
Estos proyectos también deben establecer redes internacionales de colaboración con otros equipos de investigación similares en el extranjero y desarrollar actividades de comunicación destinadas a sensibilizar a la sociedad chilena, al sector público y privado y a sectores productivos entre otros, sobre la importancia del quehacer de la ciencia y la tecnología y su inserción en todo aspecto de la vida cotidiana de la sociedad chilena.
Otro antecedente importante de destacar, es que cuatro profesores de diferentes áreas de nuestro Plantel trabajarán como académicos asociados en investigaciones lideradas por otras instituciones nacionales, como es el caso del Dr. Diego Venegas de la Facultad de Química y Biología, la Dra. Marina Stepanova, el Dr. Andrés Navas y el Dr. Carlos Lizama, todos de la Facultad de Ciencia.