Orquesta Usach se enfrenta a la “Heroica”, la sinfonía con la que Beethoven repudió a Napoleón

Bajo la dirección de David Del Pino Klinge, la agrupación ofrece un programa que también incluye la Pieza concertante para oboe de Julius Rietz, con el solista Diego Agusto. El concierto se realizará el miércoles 5 de junio (19:30 horas) en el Teatro Aula Magna Usach y las entradas son gratuitas.
La Orquesta Usach abrirá el quinto concierto de su temporada con la Pieza concertante para oboe y orquesta, de un compositor alemán que desarrolló su obra justo en el periodo posterior a Beethoven: Julius Rietz (1812-1877), quien hiciera carrera como cellista y director en Berlín, Düsseldorf, Leipzig y Dresde.

Es una huella que tiene más de dos siglos, pero su poder no se desvanece: en la partitura de la Sinfonía Nº 3 de Ludwig van Beethoven (1770-1827) hay una rasgadura que evidencia un borrón intempestivo. Ahí estaba la dedicatoria a un personaje que el compositor admiraba a la distancia. Es más, la obra se iba a titular directamente Sinfonía Bonaparte, pero cuando Napoleón Bonaparte se coronó emperador, el entusiasmo se transformó en ira y desilusión. Finalmente, la sinfonía se publicó con una dedicatoria a “la memoria de un gran hombre” y desde entonces ha sido conocida con el otro rótulo que le imprimió Beethoven: la “Heroica” o, en italiano, la “Eroica”.

Estrenada en 1804, la Tercera es una de las obras más conocidas de Beethoven y dominará el concierto que la Orquesta Usach ofrecerá este miércoles 5 de junio (19:30 horas) en el Teatro Aula Magna. Será un nuevo capítulo del ciclo sinfónico integral del músico nacido en Bonn, que la agrupación está interpretando durante su temporada 2024, y el programa también contempla la Pieza concertante para oboe y orquesta de Julius Rietz (1812-1877), que tendrá como solista a Diego Agusto. Las entradas gratuitas se encuentran en Portaltickets.

“Cuando se hace este ciclo, hay dos sinfonías que marcan un nuevo peldaño en el desarrollo de Beethoven: sin dudas, la Tercera y la Quinta”, advierte David del Pino Klinge, director titular de la Orquesta Usach. “Sin olvidar que todas aportan cierta novedad, la Tercera es una bisagra importantísima. En ella aparecen muchos nuevos elementos, de diversos tipos, en la historia de la sinfonía”.

El primero es el más evidente: con cerca de una hora de duración, la “Heroica” marcó una ruptura con las sinfonías que hasta entonces habían modelado Wolfgang Amadeus Mozart y Joseph Haydn, mucho más breves. Otros son más específicos: es la primera vez, por ejemplo, en que la orquesta incorporó tres cornos, que ahora podían utilizarse armónicamente y adquirían un protagonismo mayor.

Más allá de todo eso, fue una composición que definió a un nuevo tipo de autor: “Beethoven ya no es solo un compositor, sino que es un artista comprometido con su época. Es un crítico de la sociedad, que observa y se entusiasma con los ideales de la Revolución Francesa”, detalla David del Pino Klinge. “El primer movimiento está lleno de energía y contrastes, es un Beethoven exultante. Si no existiera la Novena sinfonía, el tema del cuarto movimiento sería su himno más famoso. Es la aparición del compositor, por primera vez, como un protagonista involucrado completamente con la música”.

Rietz, una apuesta distinta

La Orquesta Usach abrirá el quinto concierto de su temporada con la Pieza concertante para oboe y orquesta, de un compositor alemán que desarrolló su obra justo en el periodo posterior a Beethoven: Julius Rietz (1812-1877), quien hiciera carrera como cellista y director en Berlín, Düsseldorf, Leipzig y Dresde.

La obra será interpretada por Diego Agusto, solista de la Orquesta Usach desde 2013, quien ya antes ha abordado conciertos de autores barrocos, como Johann Sebastian Bach (1685-1750) y Antonio Vivaldi (1678-1741), de clásicos como Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) y de compositores que cruzaron hacia el siglo XX, como Ralph Vaughan Williams (1872-1958) y Richard Strauss (1864-1949).

“Esta vez tenía muchas ganas de hacer una obra del periodo romántico”, explica. “Creo que siempre hay que estar en la búsqueda e innovar con cosas de calidad, que no se acostumbran a hacer en todas las orquestas. Tengo 32 años y nunca he escuchado esta obra en Chile. Siempre se hace Strauss, Mozart, conciertos barrocos, así que yo quería hacer una apuesta distinta”.

Profesor de oboe en la Universidad Mayor y la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI), Agusto indica que el repertorio romántico para el instrumento es limitado y apunta algunas de la características de este Konzertstück: “Hay momentos hermosos en las sinfonías de Brahms, por ejemplo, pero no se hizo mucho como concierto”, señala. “Es una obra en la que hay muchos contrastes, con partes amplias y sonoras, muy propias del Romanticismo. Además, Rietz hacía transcripciones para Felix Mendelssohn, revisaba su música antes de que fuera publicada, y hay una influencia total de él”, concluye.

Autor: 
Rodrigo Alarcón / Extensión Usach
Fotografía: 
GaryGo