- Este encuentro, organizado por la Facultad de Humanidades, se proyecta como un vínculo cada vez más sólido y permanente de la U. de Santiago con los creadores y con el medio en general.
Esta es la apreciación de sus organizadores, los estudiantes de postgrado del Magíster en Literatura de la Facultad de Humanidades, quienes realizaron en noviembre la quinta versión de este encuentro, convocando a estudiantes de postgrado de todas las universidades nacionales, académicos y escritores, en torno a los recorridos actuales de la crítica y la escritura en Latinoamérica.
La actividad tuvo lugar en el Centro de Eventos Nacionales e Internacionales (CENI) de la Corporación, donde se llevaron a cabo diez mesas de trabajo y tres conversatorios.
Para ahondar sobre sus resultados y proyecciones, conversó con este medio institucional, el estudiante del Magíster en Literatura, becario Conicyt y representante de la Comisión Académica de las V Jornadas de Literatura 2012, Paolo Acevedo.
-¿Cuál es el balance que haces de las Jornadas?
-Estamos contentos por el resultado. Hubo un importante compromiso de la Universidad con esta actividad, de distintos estamentos de la Rectoría, la Facultad de Humanidades y el Departamento de Lingüística y Literatura. Asimismo, contamos con la participación de destacados académicos y escritores cuyas presentaciones fueron muy bien recibidas por los asistentes, quienes destacaron el alto nivel de preparación, recepción y discusión que se dio en cada una de las actividades. De alguna manera, el buen resultado ratifica la necesidad de construir comunidad universitaria y potencia, aún más, la organización estudiantil, ya que no debemos olvidar que esta actividad surge desde los estudiantes del Programa de Maestría, ahora articulados en un Centro de Estudiantes, el primero de un Programa de Posgrado en nuestra Universidad.
-¿Cómo se proyectan las futuras VI Jornadas de Literatura?
-En primer lugar, existe ya una red de contactos con la Universidad –en términos de recursos y apoyo- que es necesario seguir reforzando. En segundo lugar, es preciso que esta actividad, que ya ha cumplido cinco años y que tiene fuerza para proyectarse, se instale como un evento académico oficial de la Facultad. Es decir, queremos darle el estatus que le corresponde, articulándola al pregrado, al trabajo de los académicos y a las actividades de extensión universitaria. En tercer lugar, deseamos lograr mayor vínculo con el medio, es decir, visibilizar aún más las Jornadas como una apuesta que abre la Universidad a la comunidad nacional en general, y no sólo para quienes nos dedicamos a la literatura, de modo que el trabajo y la reflexión que se producen no sea para algunos, sino que tenga relación y aporte a los cambios y al pensamiento crítico que está emergiendo en nuestro país.
-¿La incorporación de estudiantes de pregrado será relevante en la próxima convocatoria?
-Nos parece sumamente necesario. Agradecemos a los estudiantes de la Carrera de Castellano que participaron como asistentes a varias de las mesas y también a los ponentes de pregrado de otras universidades. Sin embargo, consideramos que es necesario articularnos más con el pregrado de nuestra Universidad; trabajar en conjunto y no como dos programas que no se relacionan entre sí. Esperamos que el próximo año se materialice este trabajo y tengamos estudiantes de pregrado participando en la organización de este evento. Además, creemos que la convocatoria debería tocar temas que a los estudiantes de pregrado les interesen, y para ello necesitamos conocer sus visiones.
-¿Cuál será el énfasis de las futuras Jornadas?
-Uno de los logros de estas Jornadas fue potenciar los encuentros y diálogos con los creadores, en los distintos géneros: narrativa, poesía y dramaturgia. La recepción del público nos permitió constatar la necesidad de que dichas instancias estén en equilibrio con las mesas de ponentes. Esto, porque muchas veces la participación de escritores aparecía como el “pariente pobre” de este evento, por muchos aspectos. Sin embargo, este año ocupó un lugar importante y eso se vio en la asistencia y el diálogo que se produjo con el público, de modo que éste será un énfasis para el próximo año. Asimismo, queremos que existan mesas de debate sobre temas de interés, en las cuales se pueda discutir y, de ese modo, dinamizar el trabajo con ponencias. Finalmente, queremos que esta instancia permita una articulación entre estudiantes e investigadores emergentes, no sólo de esta Universidad, sino de otras universidades del país y de América Latina. Las Jornadas pueden convertirse en un espacio propicio para dialogar desde distintas perspectivas, algo que se hace necesario para conocernos y saber que somos muchos los que estamos trabajando para “refrescar” los estudios literarios.