Facultad Tecnológica destacó el rol de las universidades en fortalecer y difundir la importancia de la Economía Circular

Facultad Tecnológica destacó el rol de las universidades en fortalecer y difundir la importancia de la Economía Circular

Economía Circular, reciclaje, gestión de residuos, emprendimientos verdes y desafíos tecnológicos en el área fueron algunos de los temas abordados en el “Sexto Encuentro Internacional Facultad Tecnológica – Empresa, Estado y Sociedad Civil 2020: Desafíos Tecnológicos para la Economía Circular”.

La actividad tuvo por fin generar un espacio de encuentro “sistemático” entre representantes de la empresa, el Estado y la sociedad civil, favoreciendo el diálogo, cooperación e interacción entre los distintos participantes.

Este año y por motivos de la actual situación mundial en torno al COVID-19, el tradicional evento se llevó a cabo de manera virtual y consideró la participación de expositores de Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia, Colombia y Brasil.

El encuentro abordó la situación actual de Latinoamérica respecto a la Economía Circular; sus alcances, desafíos y beneficios, ahondando en las experiencias de nuestro país y las naciones expositoras, permitiendo tener una perspectiva más amplia de la situación a nivel regional.

Durante la actividad, el jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio del Medio Ambiente, Guillermo González Caballero, destacó la importancia de avanzar como sociedad desde la economía de carácter lineal chilena a una economía circular, que se caracterice por una revalorización de los residuos, disminución de desechos, mitigación de gases de efecto invernadero y un impulso a iniciativas innovadoras destinadas a desacelerar el cambio climático.

González destacó la meta preliminar expresada en la Hoja de Ruta a la Economía Circular Chile 2020 – 2040 del Ministerio de Medioambiente, que pretende aumentar desde el 4% de promedio de reciclaje anual actual, a un 65% en un período de 20 años.

“Estamos generando bastante residuos y no los estamos aprovechando casi de ninguna forma. El desafío que tenemos como país es tremendo, es tan grande como la oportunidad que presenta. La transformación hacia una Economía Circular es una oportunidad enorme de hacer mejoras en materia ambiental en muchos ámbitos”, aseveró.

Las autoridades de la Universidad de Santiago presentes; Dra. Karina Arias Yurisch, vicerrectora de Vinculación con el Medio y el Dr. Julio González Candia, decano de la Facultad Tecnológica, destacaron el rol que deben cumplir las universidades chilenas en aportar activamente a esta meta, contribuyendo con la realización de iniciativas destinadas a difundir e impulsar la Economía Circular, además de ser fuente de investigación aplicada en el área y fortalecer la sustentabilidad, sostenibilidad y responsabilidad social universitaria en los planes de estudio de los futuros profesionales del país.

“Desde las Instituciones de Educación Superior se destaca el importante rol de la Academia en la formación ya sea de profesionales y técnicos, que desde el inicio de sus proyectos, puedan ir construyendo soluciones planteadas con este enfoque circular analizando toda la cadena de valor y las oportunidades de formación integral, es decir, esta dimensión educativa debe dar soporte también a esta economía circular”, mencionó la vicerrectora Arias.

El encuentro contó con charlas magistrales, conversatorios y finalizó con un reconocimiento a las empresas BIOCYS, MODULAB, VENTI, FREEMET y CONBERPLAST, destacadas por su aporte al medioambiente y la economía circular.

Aquí puedes revisar los vídeos de ambas jornadas:

Primer día

Segundo día

Ingeniería Civil en Informática: desde 1983 formando ingenieros /as especialistas en análisis de datos, gestión de tecnologías e investigación

Ingeniería Civil en Informática: desde 1983 formando ingenieros /as especialistas en análisis de datos, gestión de tecnologías e investigación

La primera generación de titulados y tituladas de Ingeniería Civil en Informática fue en el año 1987. Actualmente, se considera una carrera con alta empleabilidad e interés de postulantes en ingresar.

Nuestra carrera se destaca como pionera en la formación de ingenieros capaces de otorgar soluciones informáticas que permitan responder de manera efectiva a necesidades humanas y organizacionales, con un enfoque empático y sistémico. En ese sentido, considerando posibilidades de mejora de los procesos asociados y mitigación del impacto en el contexto de aplicación, aplicando criterios de calidad y responsabilidad profesional.

En este sentido, sostiene su jefe de carrera, José Luis Jara, Ingeniería Civil en Informática asegura una fuerte formación científica y tecnológica. Este nuevo plan destaca por incluir una trayectoria curricular de innovación y emprendimiento, donde se asegura una formación progresiva de las habilidades que permiten a nuestras y nuestros ingenieros ser agentes de innovación, tales como comunicarse efectivamente, interaccionar con usuarios reales, trabajar en equipos multidisciplinarios, diseñar, innovar y emprender que son parte importante del proyecto formativo de este nuevo plan de estudios.

Malla curricular

La formación profesional de la carrera Ingeniería Civil en Informática entrega conocimientos en ciencias básicas, ciencias de la ingeniería, ciencias humanas/sociales y ciencias de la ingeniería informática.

Respecto a la formación de nuestros ingenieros e ingenieras, el académico Alcides Quispe Sanca señala como fortalezas la sincronización con contexto actual y la formación basada en la aplicación de conocimientos. “Estar en sintonía con las nuevas exigencias actuales y futuras de la industria local y mundial. Un fuerte énfasis al desarrollo de talleres y proyectos en cada nivel de la carrera lo que fortalece en los alumnos la experiencia de aplicar sus conocimientos en la solución de problemas reales y además al desarrollo de habilidades blandas”, destaca.

De acuerdo al jefe de carrera, José Luis Jara, estas fortalezas permiten a nuestros egresados y egresadas desenvolverse en excelentes herramientas en un mercado laboral cada vez más incierto. En este sentido, la Ingeniería Civil en Informática tiene la gran ventaja de ser inherentemente flexible, otorgando respuestas tecnológicas a las sociedades complejas de nuestros tiempos.
Las palabras de José Luis Jara reflejan un importante sello en la formación de Ingenieros e Ingenieras Informáticas de nuestra Casa de Estudios: “Estudiar en la Universidad de Santiago otorga un sello diferenciador. Nuestro plan de estudios contiene un conjunto de asignaturas para fortalecer las habilidades requeridas por los ingenieros e ingenieras: capacidad innovadora, emprendedora, líder en equipos multidisciplinarios. Sobre todo, diseñando soluciones integrales, poniendo a la persona como eje central”.

¿Por qué estudiar Ingeniería Civil en Informática en la Usach?

El estudiante Franco Leal, destaca las fortalezas de la carrera: “En nuestra formación se abarcan los contenidos fundamentales sobre ciencias, tecnología e ingeniería, con el fin de posteriormente extrapolarlos a aprender las tecnologías y metodologías utilizadas en la actualidad del campo de la Ingeniería Informática”. 

Asimismo, subraya el sello Usach: “A los futuros profesionales nos forman a través de una enseñanza enfocada en lo práctico, que permite que los estudiantes del Departamento sean capaces de identificar los problemas en la cotidianidad y darles solución a estos”.
Franco añade que dentro del prestigio de la carrera, "la principal fortaleza es la gran experiencia de los académicos de nuestro Departamento, llegando a ser reconocidos ampliamente por sus investigaciones, conformando equipos de investigación multidisciplinar y en diversos proyectos de vinculación con la industria”.

Profesionales que se adaptan a los cambios

El egresado Camilo Salvo Weber a partir de su experiencia, remarca el autoaprendizaje y el pragmatismo como los mayores sellos profesionales de la carrera “para enfrentar cualquier tipo de proyecto con un nivel de adaptabilidad inmenso y con la capacidad para evaluar rápidamente sus objetivos y alcances.” En esto coincide el académico Alcides Quispe, al señalar que “el principal sello que distingue a nuestros egresados y egresadas es su capacidad de adaptarse a las diferentes exigencias, contextos y desafíos del mundo laboral”.

Asimismo resalta el fuerte compromiso con el medio social, ambiental y tecnológico, ya que la carrera otorga una visión sistémica a sus ingenieros e ingenieras. “En la evaluación de proyectos informáticos siempre está en mente el impacto social y medioambiental de los mismos”, remarca.

Centenar de asistentes participó en clase gratuita online sobre políticas públicas y tecnologías en electromovilidad

Centenar de asistentes participó en clase gratuita online sobre políticas públicas y tecnologías en electromovilidad

La electromovilidad en Chile es una realidad y hoy en día ya podemos verlo tanto en el transporte público como privado.

En este contexto y en el marco del programa #FormaciónAbiertaUsach impulsado por el Departamento de Educación Continua de nuestra Institución en colaboración con la Facultad de Ingeniería, realizaron la clase magistral abierta y gratuita Electromovilidad en Chile: Políticas Públicas y Tecnología.

La actividad estuvo a cargo del Dr. Matías Díaz, investigador del Centro de Investigación en Tecnologías para la Energía Eléctrica y director del programa de Diplomado en Electromovilidad, quien expuso los principales avances en políticas públicas en relación a la Electromovilidad en Chile, así como los costos de los vehículos eléctricos en nuestro país y su funcionamiento.

“Estas iniciativas de formación abierta, no sólo nos permiten dar a conocer la amplia oferta de programas de educación continua de la Universidad de Santiago de Chile, sino que además y por sobre todo, permiten abrir espacios de conversación y de democratización del conocimiento en torno a problemáticas actuales y nuevos desafíos, como lo es el desarrollo tecnológico en electromovilidad y sus aportes a la sustentabilidad del país”, dijo la directora del Departamento de Educación Continua, Claudia Oliva.

Frente a la importancia de potenciar la electromovilidad en Chile, el Doctor en Ingeniería Eléctrica destacó el crecimiento exponencial de las ventas de vehículos eléctricos, así como las condiciones naturales en Chile que permiten su desarrollo óptimo, señalando también las ventajas en mitigación de los efectos del cambio climático.

“Chile se ha planteado alcanzar la carbono neutralidad para el 2050, disminuyendo las emisiones del sector transporte, además de potenciar la eficiencia energética e integración de energías renovables. En este contexto, entre las ventajas más relevantes de los vehículos eléctricos, se tiene la disminución de los gases de efecto invernadero; mejoras en la calidad del aire; contribución en la diversificación energética; reducción de contaminación acústica y aumento en la eficiencia energética”, subrayó el Dr. Matías Díaz.

En cuanto a políticas públicas en materia de electromovilidad, nuestro país ha ido avanzando consistentemente tanto a nivel privado como público.

Sin embargo, aún quedan desafíos que alcanzar y una posible nueva Constitución podría ser la vía para estos avances, lo que el investigador de E2TECH, calificó como una oportunidad única de posicionar a la ciencia y tecnología como el motor de un desarrollo económico más sostenible y equitativo.

“Esto podría resultar en que nos movamos de una economía basada en la explotación de recursos naturales, a una economía basada en el conocimiento y que genere valor agregado sobre sus recursos y desarrolle tecnología” destacó el Dr. Matías Díaz.

“Una Constitución nos permitiría definir áreas estratégicas en las que el país haga uso de recursos naturales, como la energía solar y el litio, en beneficio de todos y todas sus habitantes. En este sentido, podríamos generar una industria muy potente entorno a la energía solar, explotación del litio, producción de baterías y generación de hidrógeno verde, todas áreas muy en sintonía con la electromovilidad y su ecosistema tecnológico”, agregó.

Al finalizar la clase, los y las asistentes pudieron realizar preguntas al relator en cuanto a la temática y al diplomado, evaluando además la instancia, donde el 70% calificó la clase como “excelente”.

¿A qué fuentes debe recurrir para informarse sobre el COVID-19?

¿A qué fuentes debe recurrir para informarse sobre el COVID-19?

Con los antecedentes que proporcionan las web de la Organización Mundial de la Salud, OMS o de la Organización Panamericana de la Salud, podrá conocer antecedentes  de importancia sobre el desarrollo de la pandemia y comentarios sobre el trabajo que los investigadores desarrollan para producir una vacuna contra el virus.
Escuche a continuación los siguientes tips que nos entrega el Dr. en Salud Pública de la Universidad de Harvard y docente de nuestro Plantel.
 

STGO TV transmite documental que aborda expresión artística del poeta Raúl Zurita en los acantilados de Pisagua

STGO TV transmite documental que aborda expresión artística del poeta Raúl Zurita en los acantilados de Pisagua

El próximo domingo 27 de septiembre a las 21:00 horas, a través de las pantallas de STGO TV Señal 50.1 TVD y Zappingtv 124, el programa Miradas de Autor transmitirá el trabajo audiovisual “Zurita, veras no ver”, de la documentalista Alejandra Carmona.

La intervención artística del recientemente nombrado Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y Premio Mario Benedetti a la lucha por los Derechos Humanos, comprendió 22 frases proyectadas con luz sobre los roqueríos de la costa norte de Chile, que sólo pudieron verse desde el mar a medida que anochecía y hasta que se desvanecieron con el amanecer.

Este proyecto es el cierre de una trilogía de intervenciones del vate nacional que  comenzó en 1982, cuando en un acto marcado por los acontecimientos del golpe militar, utilizó cinco aviones y escribió su poema “La nueva vida”, sobre los cielos de la ciudad de Nueva York.

La segunda parte la realizó en 1993, con la rúbrica “Ni pena, ni miedo” que expuso con la ayuda de una retroexcavadora en el Desierto de Atacama. La frase tuvo una longitud de 3 mil metros de largo, que solo fue posible visualizar desde un avión, e incluso en Google Earth.

Luego de dos décadas, Zurita concluyó su obra monumental con “Verás un dios de hambre” poema que contiene las 22 frases que fueron proyectados en los acantilados de Iquique y Pisagua.

Documental

Eduardo Lobos, productor del documental “Zurita, verás ver”, comentó a Usach al Día que esta pieza audiovisual comenzó como una idea de su directora Alejandra Carmona, que venía desarrollando una propuesta anterior sobre el tema de la muerte desde un punto de vista filosófico, hasta que tocó la puerta del poeta Raúl Zurita.

“Zurita y sus intervenciones poéticas y políticas vienen desde fines de los años 70`, por lo que es un personaje que tiene una historia enorme en torno a estas expresiones artísticas y poéticas junto al grupo CADA”, señaló Lobos.

El Colectivo de Acciones de Arte (CADA), fue fundado por los artistas Fernando Balcells, Damiela Eltit,  la recientemente fallecida, Lotty Rosenfeld, Juan Castillo y Raúl Zurita. Sus intervenciones en el espacio urbano santiaguino perseguían llevar a cabo un cambio socio-político de la sociedad chilena y de las condiciones de un Chile en dictadura.

El grupo se amparaba en una concepción que visualizaba a la ciudad como un museo; a la sociedad como un grupo de artistas y a la vida como una obra de arte, la que por cierto era posible cambiar.

El objetivo principal del proyecto, en su origen, fue realizar esta ruta que hacía el poeta a los acantilados de Iquique y Pisagua, pero que con el tiempo se fue modificando. “Si bien se mantuvo como eje fundamental dentro del proyecto, empezaron a aparecer otros elementos que se fueron cruzando con la misma vida de Raúl con su trabajo poético y político”, aseguró el productor del documental.

Finalmente, Eduardo Lobos señaló que “trabajar con Zurita fue una experiencia muy interesante porque tuvimos la posibilidad de viajar con él a Pisagua, a Boston y al sur de Chile, lo que generó que nos diéramos cuenta que era un personaje muy real, no como la imagen típica del poeta, sino que una persona de carne y hueso. Fue un aprendizaje, porque al estar junto a él logramos tener una visión más cercana de su poesía”.

La vida como una obra de arte

Rafael Rubio, poeta y académico del Departamento de Lingüística y Literatura de la Facultad de Humanidades de nuestra Universidad, se refirió al pensamiento poético del vate nacional. “El ideario de la poesía de Raúl Zurita guarda relación con la concepción de la vida como una obra de arte a completar y corregir. Su compromiso con los derechos humanos es el de toda poesía verdadera; la defensa y la reivindicación del derecho a respirar, a amar, a soñar,  el derecho a nacer a cada instante de la vida, frente a toda evidencia de la muerte”, reflexiona.

En cuanto a la relación entre la poesía de Zurita y sus propias intervenciones en espacios abiertos de nuestro país, Rubio señaló que “es un trazado urbano, una construcción planificada con rigor de ingeniero. Las intervenciones en la ciudad tratan de superar los márgenes de la página escrita, hacia la vida social, hacia el espacio público. La poesía de Zurita es un intento de superar la poesía a través de la poesía. Se trata, en definitiva, de la vida escrita, más que de una escritura vivida”. 

El académico de la Usach concluye indicando que el reciente otorgamiento del Premio Reina Sofía a Zurita “es el reconocimiento de la gran tradición española a una obra que no calza en sus cánones, pero que se impuso en definitiva como contraparte de un lenguaje castizo, y que enriquece el legado de la poesía en español, al inocular en ella influencias diversas, poco habituales en dicha tradición”. 

Opinión del Dr. Cristián Parker: El COVID-19 y el impulso hacia la docencia virtual en las universidades sudamericanas: el caso chileno

Opinión del Dr. Cristián Parker: El COVID-19 y el impulso hacia la docencia virtual en las universidades sudamericanas: el caso chileno

Nadie anticipó que el alcance global de las medidas de confinamiento para enfrentar el COVID-19, iba a transformar a la docenciavirtual en una experiencia global. En efecto, la pandemia ha puesto de manifiesto varias dimensiones educativas –que ya venían experimentándose desde hace décadas en b-learning o e-learning–, pero que, bajo esta situación de excepción, involucróa todas las universidades tradicionales. El caso es que la pandemia aceleró un proceso de transición de universidades que tradicionalmente funcionaban bajo modalidad presencial y les obligó a saltar hacia el siglo XXI, abriéndose rápidamente hacia la docencia no presencial.

A nivel mundial y latinoamericano (Campi, 2020; Hinojo y Fernández,2012) ya se observaba queel avance en las tecnologías de la comunicación y la información (TICs) les había ofrecido la oportunidad a las universidades de incrementar sus estudiantes on line. Ello representaba uno de los factores críticos de la educación superior en este siglo XXI (Drew, Redding y Harley, 2019). Pero nadie en los países sudamericanos estaba preparado pare que una emergencia de este tipo adelantara semejante proceso.  

En el presente trabajo exploramos la experiencia de las universidades chilenas tradicionales, que por lo demás, dada la información disponible, resulta ser una experiencia compartida para todo el continente sudamericano.

La Pandemia y las medidas de emergencia

Como en todo el mundo la llegada del virus COVID-19 a Chile y Sudamérica significó, desde marzo de 2020, una serie de medidas de emergencia sanitaria y socioeconómica.  El confinamiento y la cuarentena afectaron decisivamente la vida normal en los diversos ámbitos de la sociedad: la familia, el trabajo, la escuela, las instituciones públicas, las empresas e industrias, el comercio, el turismo, la recreación y los deportes.

La pandemia afectó especialmente el funcionamiento de la educación.  Se tomaron medidas en Chile como en toda América Latina (UNESCO, 2020).  En Chile, desde el 16 de marzo el Ministerio de Educación canceló totalmente las clases presenciales en jardines de infantes y establecimientos de educación básica, media y superior.  Todas las universidades decidieron tomar la misma medida y emprender las clases de manera virtual. A la fecha de escribir este artículo (fines de julio de 2020) las clases presenciales en el sistema educativo permanecen suspendidas y se prevé que el primer semestre en este hemisferio sur (agosto) finalice con educación a distancia.

Docencia virtual en las Universidades y el Postgrado

La docencia virtual en las universidades se aplicó a todos los niveles y modalidades educativas.  Dado que las curvas de contagios no han cesado significativamente, y se temen rebrotes, es probable que el segundo semestre (septiembre 2020- enero 2021) también sea dictado por medios virtuales.

En cuanto al postgrado, su oferta no presencial en Chile desde 2010 se había venido incrementando, pasando de 18 programas en 2011 a 107 en 2020. Sin embargo, esa oferta no representaba, en enero de 2020, sino el 5,1% de la oferta total de programas de postgrados universitarios en el país[1]. La Pandemia ha cambiado radicalmente este panorama y en el trascurso del 2020 la totalidad de las universidades estaba ejerciendo la docencia a distancia tanto en pregrado como en postgrado.

Todo ello ha significado una adaptación de proporciones para la cual no todas las instituciones y el personal estaban preparados. Este proceso adaptativo ha sido múltiple y en distintas dimensiones:  a las tecnologías que posibilitan la docencia virtual y el teletrabajo; a las nuevas metodologías y didácticas que exige la educación virtual, en fin, a las nuevas condiciones de vida, estudio y trabajo en situación de confinamiento y cuarentena.

Un gran impacto de este paso a la virtualidad en la docencia de pregrado y postgrado fue descubrir enormes desigualdades en el acceso a la educación virtual. Estudiantes vulnerables sin acceso a internet o sin computador fueron entonces visibles. Y las universidades tomaron un conjunto de medidas para superar esas brechas: las becas de conectividad se multiplicaron por miles.Pero la desigualdad no se da solamente en cuanto a acceso e infraestructura: tan relevante resulta también el diferencial de alfabetismo científico (López y Parker, 2009) y la brecha digital de los usuarios.

Docencia de Postgrado a distancia

Las universidades chilenas tomaron una serie de medidas para implementar las clases de manera virtual lo cual implicó nuevas relaciones y procesos. La docencia virtual supone nuevas condiciones de la relación profesor/alumno; nuevas condiciones de la gestión docente y curricular, así como nuevas condiciones de la gestión institucional (USACH, 2020; UNIE, 2020; UdeChile, 2020; VIPO, 2020).  Y en el proceso mismo de enseñanza-aprendizaje surgen, como un gran desafío, los sistemas de evaluación no presencial (CRUE, 2020).

Nuevas formas de gestión curricular y didácticas surgen para evitar seguir haciendo las clases como si no hubiera pasado nada y todo fuese como en la modalidad presencial. La docencia virtual no es transmisión de información, sino la generación de conocimiento (García-Gutiérrez y Ruiz-Corbella, 2020) por medio de aprendizajes activos y autoaprendizajes (Area-Moreira, 2020). No resulta fácil en la experiencia actual, dado que no hay hábitos en las universidades tradicionales para un método educativo centrado en el alumno y no en las tecnologías (Sangrà, 2020).  Todo ello trae como consecuencia el desafío de la reeducación de los educadores (Area-Moreira, 2020), todo un programa que muchas universidades apenas vislumbraban.

Desafíos emergentes

En la experiencia de estos meses va surgen variados temas emergentes: nuevos desafíos para las universidades tradicionales -varios de los cuales ya trabajados por las universidades a distancia - en la construcción de estos nuevos espacios virtuales de enseñanza-aprendizaje. Reseñamos algunos.

En primer lugar, se descubre que no todo puede hacerse de manera no presencial. Talleres y trabajos de tesis que requieren experimentación en laboratorios o trabajos en terreno quedan postergados o abortados por el confinamiento y cuarentena.

En segundo lugar, el imprescindible rol activo de parte de los estudiantesimplica un esfuerzo pedagógico de empatía y retroalimentación.

En tercer lugar, la educación virtual no puede nunca descuidar el aseguramiento de la calidad educativa y los procesos de regulación normativa y de autorregulación docente.

En cuarto lugar, la construcción de nuevos espacios virtuales de enseñanza-aprendizaje supone apoyo y cambios institucionales que requieren servicios y plataformas especializados, incluyendo políticas y normativas institucionales (Campi, 2020).

En quinto lugar, se toma consciencia de que se trata de iniciativas educativas con fines de bien público, orientadas a la formación integral de personas con la finalidad de contribuir al desarrollo integral de nuestros pueblos y países. Ello supone eludir la tentación tecnocrática y economicista de emplear la educación virtual sirviendo el interés particular o comercial de los individuos o de la institución.

En sexto lugar, la dimensión ética no sólo se refiere a la propiedad común del conocimiento. La ética de los datos, en cuanto al uso de la información(generación, registro, procesado, distribución, uso) y algoritmos (inteligencia artificial, aprendizaje automático, robótica) deben considerarse. Todo ello en el marco del cumplimiento de la responsabilidad social universitaria (Tsilikis, 2020).

En séptimo lugar, se descubre que más allá del cambio metodológico y pedagógico se trata de un verdadero cambio cultural. La educación virtual es parte del tránsito hacia una sociedad virtual, con un rol enorme de las NTCI y de la IA, y no es sólo un cambio tecnológico: es un cambio societal y cultural.

Acelerando una transición hacia el futuro

Las medidas extraordinarias que han debido tomarlas universidades por causa de la Pandemia les han llevado a privilegiar los medios electrónicos para impartir la docencia. Estas medidas parece que han llegado para quedarse. No veremos a las universidades tradicionales transformarse en universidades a distancia.  Más bien se acentuará una tendencia que ya se había iniciado en países desarrollados y en Europa. Por una parte, varias universidades iberoamericanas – destacando algunas españolas - habían sido pioneras en educación a distancia; por otra parte, universidades de gran trayectoria como  Cambridge ya habían iniciado una política de poner a disposición del público sus cursos y recursos on line.  Pero lo que vemos es distinto. Se trata de que con toda probabilidad las universidades tradicionales chilenas y sudamericanas incorporarán de manera masiva tecnologías digitales, y el e-learning y el b-learning serán empleados sistemáticamente para impartir docencia.

Las carreas de pregrado que se impartan de manera no presencial dependerán de las propias capacidades institucionales, pero lo cierto es que a nivel de magister o master esta modalidad se verá incrementada. En cuanto al b-learning se espera que esta modalidad se generalice a nivel de postgrado, especialmente en el nivel de Magister y Doctorados. De esta forma la pandemia habrá impulsado, de manera inesperada, una aceleración a una transformación de las universidades tradicionales volcándose a mediaciones tecnológicas y de IA, que en este siglo XXI se venía venir, aunque era esperada para más adelante.

Opinión de la Académica del Departamento de Filosofía, Dra. Diana Aurenque: ¡Por fin llegó septiembre!

Opinión de la Académica del Departamento de Filosofía, Dra. Diana Aurenque: ¡Por fin llegó septiembre!

Esperemos que septiembre traiga más viento y lluvia que nunca, que nos truene encima y nos despierte con su fuerza histórica del letargo que esta pandemia no sólo nos tapa la boca, sino que proclama victoriosos a los que nos creen idiotas. Idiotas, recordemos, se decía en Grecia a quien sólo tenía en cuenta sus intereses privados y particulares, y no las cuestiones públicas. Este 2020 parece ocurrir más bien en el calendario que en las vivencias y experiencias.

Desde marzo y hasta hace pocos días existimos a medias, sobreviviendo encerrados para protegernos y cuidar a los demás, habitando vidas incompletas, sobreviviendo biológicamente, pero carentes en gran parte de lo que nos es indispensable en tanto humanos.

Entre el sueño y la vigilia acontecemos exigidos por mantener la televida y el teletrabajo (de contar con él), exigidos por el imperativo sanitario a transformarnos en seres sin familia y amigos, sin ritos ni fiestas, sin música y baile, sin arte y cultura, e incluso, sin montañas, bosques, playas ni campo.

Nos mantenemos sanos hipotecando nuestra vida. ¡Pero por fin llegó septiembre! Para quienes habitamos esta tierra jamás se trata de un mes entre otros, porque septiembre es un viento, un trueno, unas cuantas ideas y mil heridas. Septiembre y sus paradojas duelen, pero como dijo Nietzsche, el dolor nos profundiza.

El mes de las ideas de la patria, de sus albores y de sus ocasos, tensiona a Chile entero; y hoy más que nunca: celebra un origen mientras se acrecienta la disputa con el pueblo mapuche; vitorea a las Fuerzas Armadas y a Carabineros de Chile en el día de las Glorias del Ejército de Chile, mientras aún no se lleva a cabo una reforma profunda a ambas instituciones; simula que el 11 de septiembre no existe, que sólo fue una avenida en Providencia, que no violaron y experimentaron con seres humanos, que no hubieron muertos, ni torturados, ni desaparecidos. Pero septiembre también es denuncia. Sin fondas, se mantiene el narcótico patrio vigente; con indicaciones del “fondearte” en casa confusas, desorientadoras e irresponsables.

Esperemos que septiembre traiga más viento y lluvia que nunca, que nos truene encima y nos despierte con su fuerza histórica del letargo que esta pandemia no sólo nos tapa la boca, sino que proclama victoriosos a los que nos creen idiotas. Idiotas, recordemos, se decía en Grecia a quien no se ocupaba de asuntos políticos, de quien sólo tenía en cuenta sus intereses privados y particulares, y no las cuestiones públicas. Y es cierto que la vida privada importa, pero lo privado, aprendemos, siempre tiene un ribete político. En la intimidad de la televida, los televisores de cada mañana chilena nos inundan con personajes públicos que parece sólo atienden a intereses particulares. Los alcaldes se han posicionado como las grandes figuras políticas, rehabilitando en parte su clase, precisamente por atender los agobios de sus conciudadanos. En ese contexto, incluso se han levantado dos figuras como posibles candidatos presidenciales, Joaquín Lavín y Evelyn Matthei. ¿No es esto escandaloso? Por cierto, una trampa, como dice justamente la palabra escándalo. Lavín y Matthei se falsifican abiertamente para abrir paso a sus ambiciones.

Incalculables son los memes que recorrieron las redes sociales desde que Lavín se autoproclamó “socialdemócrata”; pero de su apoyo a la dictadura, de su militancia al Opus Dei, de su pinochetismo, el alcalde mantiene toda reserva. Matthei, por su parte, lo hace con elegante descaro; y ante la simple pregunta de si se posicionará a favor del “apruebo” o “rechazo”, la alcaldesa mantiene el más hermético de los silencios.

Con franqueza, ¿no nos merecemos mejores políticos?, ¿personas que tengan una orientación ideológica clara, sea la que sea, pero que la expongan?, ¿con el valor de defender ideas, dar argumentos y no sólo callar para no perder al votante posible?, ¿con colores definidos, coherentes consigo mismo al menos y su trayectoria, y no seres miméticos que bailan al son de las encuestas de popularidad y del ranking televisivo? ¿Y no es curioso que precisamente de donde se levantan los candidatos, los matinales en particular, sean los programas que mayores denuncias han tenido en el último tiempo ante el Consejo Nacional de Televisión (CNTV)? No puede ser la televisión, ni los medios de comunicación digitales como Twitter o Instagram, los lugares emblemáticos de la política ni los únicos proveedores de su contenido. Pues su elemento fundamental es otro: las convicciones, visiones de mundo e ideologías. Pero la ideología, sabemos, es peligrosa y quizás por ello el oportunismo populista sea más seguro. Este septiembre 2020 nos lo recuerda.

Hace 50 años, un 4 de septiembre, también se inició un proyecto, se intentó levantar una idea que, por utópica incluso que la consideren algunos, era al menos eso: una idea, abierta, pública, valiente y comprometida con una visión de mundo. Política de verdad que terminó bombardeada y con un presidente muerto. Y de bien poco sirve polemizar, como intentan confundir algunos, si Allende era un socialdemócrata o un marxista leninista, porque terminó muerto y Chile, hasta hoy, con ello desgarrado. Mejor pensemos lo que significa tener políticos que viven y sobreviven como camaleones, arcaicos enamorados de los votos e infieles a todo, incluso a sí mismos. Y como si a septiembre le faltara incumbirnos más, hoy prepara un plebiscito.

En plena pandemia, con desconfinamientos que preocupan a los expertos y a la sociedad civil por sus inconsistencias: aperturas de malls para tres mil personas, permisos para “fondearse”, pero cierre continuo de plazas y parques durante los fines de semana.

El temor de que los contagios suban no es sospecha infundada, sino el rumbo más esperable; basta ver cómo España, Alemania e Italia han subido en sus tasas de contagios. ¿Y qué pasa si se avecina una ola de contagios en octubre? ¿Un octubre histórico que busca refundar septiembre? Todas las medidas deben ser tomadas para asegurar que el 25 de octubre tenga lugar. Porque el plebiscito, por imperfecto que haya sido el acuerdo de noviembre 2019, es un logro de la ciudadanía en su conjunto y debe protegerse. Ninguna enfermedad que no haga a un ciudadano interdicto debería despojar a una persona de su derecho fundamental de sufragio; más aún en una ocasión tan definitoria para el país. El gobierno debe asegurar que todos, también los infectocontagiosos, puedan emitir su voz en este proceso. Todo lo demás sería abiertamente discriminatorio y cobarde.

Sea de la forma que sea, con voto digital o presencial, todos y todas debemos poder pronunciarnos y defender con un voto las convicciones, los sueños y los anhelos que tenemos y que, estoy segura, tienen más peso y más profundidad que las acrobacias oportunistas de quienes sólo sonríen a las cámaras y bailan al ritmo de cualquier voto.

U. de Santiago da la bienvenida a estudiantes del Programa de Acceso Especial a las Pedagogías “Gabriela Mistral”

U. de Santiago da la bienvenida a estudiantes del Programa de Acceso Especial a las Pedagogías “Gabriela Mistral”

Estudios revelan que habrá un déficit de 15 por ciento de profesores al 2025, y que el 40 por ciento del profesorado titulado deserta del sistema escolar antes del quinto año de ejercicio.

En este contexto, se creó el Programa de Acceso Especial a las Pedagogías “Gabriela Mistral”, que busca hacer frente a estos desafíos, a través del desarrollo de habilidades académicas, pedagógicas y socioemocionales en estudiantes de tercero y cuarto medio, que tienen la inquietud y ganas de convertirse en profesores y profesoras.
 
En la ceremonia de bienvenida, encabezada por el vicerrector Académico, Dr. Julio Romero, y las encargadas del equipo docente, Nicole Abricot y Daisy Penrroz, del área Formación Inicial Docente (FID), de la Unidad de Innovación Educativa, se destacó la trayectoria de 171 años de la Usach formando a numerosas generaciones de profesores con el sello del compromiso social, la colaboración Universidad- escuela, la innovación y la calidad.
 
“Nuestro lema dice el trabajo es nuestra alegría y en nuestras pedagogías el reto es hacer a la gente más feliz a través de la educación. Con ese propósito formamos a nuestros futuros profesores y profesoras como ciudadanos integrales, con una visión universal”, señaló el vicerrector Romero.
 
Equipo Docente
 
El Programa Gabriela Mistral cuenta con una mesa técnica integrada por académicos de las Facultades que imparten alguna de las nueve pedagogías Usach: la Dra. Carol Joglar, jefa de carrera de Pedagogía en Química y Biología; la Dra. Rosa Montaño, jefa de carrera de Pedagogía en Matemática y Ciencias de la Computación; la Dra. Leonor Huerta, de Pedagogía en Física y Matemática; Andrés Moreno,  académico de Pedagogía en Educación Física y el Dr. Jaime Retamal, del Departamento de Educación.
 
En la ceremonia, la Dra. Leonor Huerta comentó que se siente “feliz de formar parte de esta experiencia que potenciará el desarrollo de habilidades académicas, pedagógicas y socioemocionales de estudiantes de tercero y cuarto medio interesados en esta profesión”.
 
“Nuestra Universidad tiene un compromiso con la escuela y con la educación, por eso quiero felicitarlos por la visión que han tenido al seguir este camino que les dará una importante ventaja en su preparación profesional”, señaló Andrés Moreno.
 
Las y los jóvenes que recién ingresan al Programa recibirán una formación a cargo de un equipo docente integrado por Daisy Penrroz, Sebastián González, Rodrigo Alfaro y Carlos Esparza.
 
Motivados
 
Las y los estudiantes que asumieron el desafío de formarse durante los próximos dos años, con el propósito de tener las herramientas necesarias para transformarse en profesores y profesoras, destacaron su emoción por estar dando un paso importante en la consecución de sus sueños.
 
“Siempre he sabido que un profesor tiene mucha influencia en sus estudiantes, pero me ha impresionado mucho saber que son miles de personas a las que impactaremos con nuestro trabajo y, por lo tanto, lo importante que es hacerlo bien”, comentó Antonia Peñaloza, del Liceo Miguel Rafael Prado de Independencia.
 
Al concluir la ceremonia, Nicole Abricot, coordinadora del área FID, destacó que "el Programa no entiende que la vocación docente sea algo inherente a los seres humanos, sino que es algo que se construye con diversas experiencias. Estos estudiantes han sido seleccionados porque hasta ahora sus experiencias de vida los han motivado a elegir la pedagogía como camino. En ese sentido, vamos a potenciar sus habilidades con nuevas experiencias, para lograr el mejor aprovechamiento posible de la formación pedagógica en la Universidad. La hipótesis es que esto logrará fortalecer su formación y los convertirá en profesores y profesoras con alto impacto en las comunidades escolares y en sus futuros estudiantes", concluyó.

 

Ingeniería Civil Industrial: Tradición e Innovación en la formación de ingenieros e ingenieras

Ingeniería Civil Industrial: Tradición e Innovación en la formación de ingenieros e ingenieras

El primer precedente de esta especialidad en la Universidad de Santiago fue la creación de la Escuela de Ingenieros Industriales en 1967. Años más tarde, en 1972, se oficializó la carrera de Ingeniería Civil Industrial, que en más de cincuenta años de ejercicio, ha ofrecido a sus estudiantes excelencia académica y una estrecha vinculación con el mercado laboral e internacional.

Fortalezas de la formación

La Dra. Astrid Oddershede, jefa de carrera de Ingeniería Civil Industrial, valora la posibilidad de contar con un equipo de docentes de reconocido prestigio en el mundo académico y empresarial, además de “disponer de instalaciones de tecnología avanzada y del uso de metodologías modernas de enseñanza aprendizaje”.

Según la académica, “se proporcionan instrumentos para desarrollar capacidades, para dirigir procesos de cambio y ser una contribución innovadora en organizaciones públicas o privadas, así como abordar situaciones de diversa complejidad industrial y la toma de decisiones en el ámbito estratégico, táctico y operacional”.

Respecto al uso de metodologías activas, el Dr. Daniel Gálvez, también académico del Departamento de Ingeniería Industrial, señala que apoyan la resolución de problemas y la ejecución de proyectos de ingeniería a nivel operativo, “a través de profesores con experiencia en el sector productivo y el uso de laboratorios bien equipados con nueva tecnología (impresión 3D, arduino, automatización, TICs, entre otras).

Profesionales de la Ingeniería Civil Industrial alineados con el Sello Usach

En palabras de la jefa de carrera, las y los egresados “tienen la capacidad de diseñar, aplicar, implementar y gestionar sistemas de producción de bienes y servicios en todas sus etapas, para lograr los objetivos de una organización, bajo criterios de eficiencia y efectividad”.

Lo anterior se suma a que en el Departamento se entregan herramientas adecuadas para generar y capturar valor en soluciones de base científico tecnológica en su implementación y operación, en contextos de autoempleo o intraemprendimiento.

Así lo refuerza Enrique Allende, egresado de Ingeniería Civil Industrial, quien agrega que “tener el título de Ingeniero Civil Industrial, además de un orgullo, significa una gran responsabilidad. Cuando salimos por esa puerta, lo hacemos para empezar a construir para Chile y el resto del mundo, el futuro que queremos ver. Pasar por esta Escuela nos permite adquirir una visión amplia del país y su sociedad, conociendo desde dentro sus dolores, sus brechas y el potencial que tenemos las personas para hacernos cargo de ayudar a mejorar la vida de quienes nos rodean”.

Sandra Figueroa, también egresada de la carrera, recuerda que optó por la Universidad de Santiago por el perfil riguroso y técnico de las ingenierías. Respecto al Departamento de Ingeniería Industrial,  rescata “las herramientas y técnicas metodológicas que me entregaron para potenciar mis habilidades, las cuales han sido parte importante de los cimientos de mi emprendimiento”, indicó.

Proyecciones laborales

Las oportunidades laborales de las y los egresados de esta especialidad son amplias. Se desempeñan principalmente en los niveles de dirección de las organizaciones, tales como gerencias generales y de áreas funcionales. Entre ellas destacan las áreas de operaciones, producción, planificación, control de gestión, entre otras. También pueden cumplir funciones en empresas de consultoría o de estudios al servicio de la cadena productiva, entre otras alternativas.

Desde el proceso de admisión 2021, la Facultad de Ingeniería asegura cupos de ingreso especial, reservados a mujeres, estudiantes de Liceos Bicentenario y estudiantes de Bachillerato internacional. Para más información sobre estos cupos ingresa a fing.usach.cl y para conocer más detalles sobre la carrera de Ingeniería Civil en Industria, visita https://admision.usach.cl/Ingenier%C3%ADa-Civil-Industria
 

Leslie Maxwell, profesora de Estado en Castellano: “La Usach me brindó una mirada de vocación por lo público, en el rol de construir país y sociedad”

Leslie Maxwell, profesora de Estado en Castellano: “La Usach me brindó una mirada de vocación por lo público, en el rol de construir país y sociedad”

Leslie Maxwell es hija de profesores normalistas y de ellos, sin duda, sacó la veta docente. La profesión se transmite por los genes, destaca. Cómo dudar si uno de sus hijos también sigue su camino en el ex Pedagógico.

Dejó su natal Coyhaique junto a sus padres para establecerse en Santiago. Su madre comenzó a hacer clases en sectores vulnerables de la capital. Recuerda que la acompañaba a los paseos que organizaba a la playa y a la nieve, siempre sostenía que ninguno de sus alumnos se quedaría sin conocer esos paisajes, pese a la condición social o económica que tuvieran. Con los años, Leslie estudió en el Liceo 1 Javiera Carrera en tiempos en que las movilizaciones sociales irrumpían con fuerza en rechazo a la municipalización de establecimientos educacionales y ella se sumaba al movimiento.

¿Cómo llegas a estudiar a la Universidad de Santiago?
-Entré a estudiar tarde a la Universidad. Después de salir del colegio me dediqué al área de la pedagogía popular. Viajé a Cuba para hacer un taller en Educación popular y al volver trabajé en alfabetización de adultos. Después de un buen tiempo me decidí a estudiar Pedagogía en Castellano e ingresé a la Facultad de Humanidades de la Usach, principalmente por la composición de sus estudiantes, mucho más democrática, esa diversidad me llamó la atención ya que las otras alternativas eran el exPedagógico y la Universidad Católica.

¿Qué referencias tenías de nuestra Casa de Estudios?
-Mi deseo era grande por estudiar. Sabía de la Usach por amigos que estudiaban en el Plantel y  por buenos comentarios que escuché sobre los profesores que habían llegado a la carrera. Se me hizo difícil eso sí. Congelé a ratos, porque al principio solo obtuve 12%  de Fondo Solidario y casi puse una carpa afuera de la oficina de la asistente social para lograr finalmente el 95%. Yo idealizaba estudiar en la Universidad de Santiago, en algún momento fue la UTE, pura historia. Tuve grandes profesores como Nelson Osorio, Naim Nomes,Luis Hachim y Raquel Olea, reconocidos en Latinoamérica en su área. Encontraba muy interesante y distintiva la diversidad de la Usach. Tenía compañeras hijas de empresarios, otras que trabajaban y estudiaban, otras que provenían de familias de mucho esfuerzo y que serían primera generación en ingresar a la Universidad. La Usach era un espejo de la sociedad. Recuerdo a profesores que me impresionaron con una formación muy distintiva en Literatura y Lingüística. Había un enfoque crítico. Juan Vera fue profesor de lingüística y estaba muy actualizado. Yo tenía dos primas que estudiaban en la U. Católica y  mientras ellas comenzaban a ver Literatura desde los primeros escritos de los españoles en la conquista, nosotros partíamos desde el Popol Vuh y el Chilam Balam, desde la oralidad y eso te vuela la cabeza. Tenía una riqueza tremenda. Nosotros ya veíamos análisis de discurso en esos años y pese a que mi tema era lo pedagógico, mi tesis fue sobre la narrativa breve de Bolaños por la rigurosidad que tenía la formación literaria en la Escuela.

Un vasto currículum

Leslie durante el último año de su carrera se dedicó a validar pautas de corrección del Ministerio de Educación, que tenían que ver con las preguntas abiertas para las pruebas Simce. Fue bien evaluada, pero seguía trabajando como externa. El equipo Simce era multidisciplinario y se concentraba en la Unidad de Currículum y Evaluación del Mineduc.

Eran capacitados por agencias internacionales de elaboración de instrumentos de evaluación y como externa pudo participar en esos procesos de formación: “Era como hacer un magíster, hasta que acepté ingresar a la Unidad de Currículum y Evaluación”, recuerda. Con el primer Gobierno de Piñera debió dejar ese trabajo, pero fue contratada por la Corporación de Educación de la Cámara Chilena de la Construcción a cargo de colegios delegados. Su labor fue de coach pedagógico y se acercó como su madre a los estudiantes más vulnerables.

Fue jefa de la carrera de Pedagogía en Castellano de la Universidad Arcis, pero también profesora por hora en la U. de Santiago en el ramo de comprensión lectora y oralidad para los Ingenieros en Estadística. “Nunca me despegué de la Usach. Ingresé al Magíster en Literatura Latinoamericana y Chilena. Quería volver a tener clases con los profesores que tuve en el Pregrado. La literatura es mi segundo amor. La pega me consumió y no lo pude terminar, aunque casi concluí todos los ramos. Era la época en que trabajaba en el Mineduc, después del trabajo me iba a la Usach y se me abrió el cerebro nuevamente. Recuerdo con cariño al profesor Adolfo de Nordenflycht, guía de mi tesis.

Tanto en el Pregrado como en el Magíster la relación no era escolarizante a diferencia de otras universidades. Había mucho debate. Era el estilo clásico de la Universidad, con relaciones de afecto muy importante”, comenta.

Tiempo después fue vicerrectora académica del Internado Nacional Barros Arana, INBA. Siguió su vida profesional en Paraguay, trabajando en proyectos de innovación curricular, vinculados a la formación de competencias. Volvió a Chile nuevamente a la Unidad de Currículum y Evaluación del Mineduc, esta vez trabajando en la elaboración del Decreto 67 de evaluación que fortalece la evaluación formativa por sobre la estandarización de las aulas. Desde hace un año y medio se integró a MIDE UC en el área de medición docente.

Con este currículum tan importante y destacado ¿qué rol le asignas a la Universidad de Santiago en tu desarrollo profesional?
-La Universidad de Santiago me formó para el ámbito profesional, pero también aportó en generar una perspectiva y una mirada crítica que es súper importante para cualquier labor. No se trata solo de ser un profesional que está detrás del escritorio reproduciendo lo que te dicen que debes hacer, sino que siempre debes ir más allá. Eso lo aprendí de mis profesores de la Usach. Hay que darle una vuelta a las cosas, mejorarlas. La Usach me brindó una mirada de la vocación por lo público en  el rol de construir una sociedad mejor. Antes, las universidades agendaban los grandes temas políticos, los debates públicos; las leyes partían desde las Casas de Estudios. La formación que tuve en la Usach instaló en mí esa mirada, de que no solo te formas para tener un trabajo que te permita sostener a tu familia; algo que va más allá de obtener un título, el ejercicio de tener una propuesta un propósito. Si bien eso está en mi ethos, esa mirada crítica fue reforzada en la U. de Santiago al transitar por un Campus que es un país en chiquito. Mi petición al rector, cuando nos juntamos con él en un desayuno de egresados, fue justamente que siga incentivando la inclusión, por ejemplo, el Propedéutico, porque el sistema de admisión regular puede hacer perder esa riqueza que la Universidad tiene al recibir a jóvenes de diversas condiciones sociales y culturales. Ellos y ellas también podrán mirar el país desde sus aulas y aportar al desarrollo de una nación como Chile, tan segregada y golpeada.

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