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Patricia Hanna Pazmiño, Dra. en Ciencias Biológicas: Bioquímica formada en la Universidad hace ciencia comprometida socialmente

Patricia Hanna Pazmiño, Dra. en Ciencias Biológicas: Bioquímica formada en la Universidad hace ciencia comprometida socialmente

Para nadie resultó extraño que Patricia Hanna Pazmiño se dedicara a la investigación científica, particularmente en el ámbito de la bioquímica. Su papá médico y su mamá enfermera fueron una gran influencia para ella, así como para sus hermanos.

 

“La mayor es kinesióloga, la segunda es médico y también estudió en la U. de Santiago, igual que mi hermano menor, que estudió Biotecnología. El más chico estudió música”, detalla Patricia, asegurando que en ningún caso han existido presiones familiares, sino que influencias de otro tipo. “En los años '80 vi en la televisión la serie 'Cosmos', con Carl Sagan. Y también me encantaban los programas de Jacques Cousteau”, confiesa con nostalgia.

 

Su infancia, sin embargo, no fue fácil. Exiliados por la dictadura cívico-militar, sus padres se radicaron en Suiza, donde nace en 1980. “Fui apátrida durante cuatro años, hasta que regresamos a Chile. Acá me interrogaron a los cinco años y estuve recluida en mi casa, como parte de la violencia política y el terrorismo de Estado que existía en ese tiempo”, revela con tristeza.

 

La mejor decisión académica

 

Patricia tenía decidido dedicarse a la ciencia y la investigación. Así lo había manifestado durante su etapa escolar. Decide, entonces, estudiar Bioquímica en la Universidad de Santiago de Chile, a donde ingresa en 1998. “Tengo un excelente recuerdo del paso por mi Universidad, mi Alma Mater. Académicamente fue lo mejor que pude haber hecho”, afirma orgullosa.

 

Incluso surge la posibilidad de realizar una tesis financiada económicamente. Es ahí cuando se instala en el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, donde estudia el desarrollo embrionario de la drosophila, un modelo genético de la mosca.

 

Pero también recuerda las dificultades de esa primera etapa laboral. “Estar sometida a ciertas formas de financiamiento, a la competencia, a que todo está medido por el impacto de las publicaciones, nada de eso está relacionado con las necesidades de la población, pero así funciona en Chile el sistema para generar investigación científica”, lamenta Patricia, además de cuestionar la precariedad laboral.

 

Luego de tres años de trabajo, busca generar un cambio. Es ahí cuando decide postular a un doctorado en la Universidad de Concepción.

 

Trabajo social con damnificados

 

Iniciaba una nueva etapa y también nuevas posibilidades. “Conocí en un congreso al Dr. Sylvain Marcellini y me interesó mucho su línea de investigación, por lo que decidí trabajar con él a propósito de mi doctorado sobre desarrollo embrionario de la rana xenopus tropicalis”, explica Patricia, quien incluso accede a dos pasantías en Francia, en 2011 y 2012.

 

Pero no sólo ciencia desarrollaría en Concepción. A un año de haberse instalado, las graves consecuencias del terremoto de 2010 marcarían su estadía. Sus inquietudes la llevan a participar en varias organizaciones, como la Asamblea de Investigadores de Postgrados y también la Red Construyamos, de la cual fue vocera. “Buscamos organizar a la gente damnificada, sistematizar sus problemas y estar atentos a cómo se estaban implementando las políticas públicas de reconstrucción”, recuerda.

 

Además, fue parte del equipo que elaboró el libro ‘8,8° Corrupción y especulación inmobiliaria’. “El problema no era que se hubiesen caído los cimientos de los edificios, sino que se estaban cayendo los cimientos putrefactos del sistema en el que está construida la sociedad. El terremoto reveló la corrupción que existe en el ámbito político”, aclara.

 

Después de seis años, un llamado de su antigua tutora de tesis de pregrado la invita a regresar a Santiago. Ahora como Dra. en Ciencias Biológicas, mención en biología molecular y celular, se incorpora a un proyecto de postdoctorado en el INTA para trabajar con el genoma de la mosca. Un trabajo que finalizará en diciembre de este año.

 

Acceder al desarrollo a través del conocimiento

 

A sus 36 años, Patricia ve con dificultad formar su propia familia. “Es muy difícil tener hijos y hacer ciencia, especialmente para las mujeres”. Cuando no está en el laboratorio disfruta mucho de ir a conciertos de música, particularmente de grupos de rock y metal. También a los de su hermano. Hace poco leyó el libro “El gen egoísta”. Hoy está concentrada en “Traición a la Patria”.

 

Además mantiene sus vínculos con organizaciones sociales, como su militancia en Unidad Comunista y su activa colaboración en la Agrupación de Usuarios del Programa de Reparación Integral en Salud para las Víctimas de la Dictadura, creada hace un año.

 

Y hace algunos días postuló a otro proyecto de postdoctorado. De adjudicárselo, regresaría a Concepción. “Mi proyecto se relaciona con el desarrollo de enfermedades, en el ámbito del desarrollo embrionario, pero vinculado a la unión neuromuscular”, detalla, aclarando que “si bien es difícil vincular mi trabajo con el tema de la violencia política, la ciencia debiera estar al servicio de la sociedad para resolver sus problemas”.

 

Asimismo, junto con criticar la ausencia de políticas públicas, cuestiona la falta de decisión para que Chile acceda al desarrollo a través del conocimiento. “Somos un país que depende de la extracción de las materias primas y no les da ningún valor agregado. La ciencia no tiene cabida y siempre estará al servicio de las necesidades del mercado”, advierte Patricia.

 

Investigación para combatir el sedentarismo en jóvenes: Promueven ejercicios de corta duración y alta potencia para disminuir la obesidad

Investigación para combatir el sedentarismo en jóvenes: Promueven ejercicios de corta duración y alta potencia para disminuir la obesidad

La falta de tiempo y el sedentarismo son problemas que preocupan a la comunidad científica, la cual ha orientado sus esfuerzos a combatir el sobrepeso y la obesidad. Una solución a este problema podría estar en un método de entrenamiento compuesto por ejercicios de corta duración y alta intensidad.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca los beneficios de la actividad física regular sobre la salud de la población y el impacto que tiene en la prevención de diversas enfermedades. En general, la población percibe la falta de tiempo como una de las principales barreras para la práctica de actividad física, sin embargo, surgen alternativas eficientes como el entrenamiento intervalado de alta intensidad, también conocido como HIIT, por sus siglas en inglés.

 

Según el Doctor Antonio García-Hermoso, académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago y miembro del Laboratorio de Ciencias de la Actividad Física, el Deporte y la Salud, el HIIT es un tipo de entrenamiento que consiste en trabajos cortos, muy intensos y con descansos cortos, agregando que “tradicionalmente las guías internacionales de actividad física recomiendan actividad física continua a intensidad moderada. Los recientes hallazgos muestran cómo el ejercicio intenso favorece diversos cambios fisiológicos más acentuados tanto a nivel central como periférico, lo que explicaría las diferencias observadas incluso a corto plazo respecto a intensidades más bajas”.

 

Los resultados, tras tres meses de investigación, arrojaron que es un método más eficaz y eficiente en la mejora de la presión arterial y los niveles de capacidad aeróbica en jóvenes obesos en comparación con otros tipos de ejercicio, tal como el ejercicio continuo de moderada intensidad, incluso tras intervenciones a corto plazo de 4 a 12 semanas de duración. Asimismo, destaca la variación de tiempo que posee este tipo de intervención y el mayor efecto en sus practicantes.

 

“La media de duración del ejercicio físico HIIT es de 29 minutos por sesión en comparación con los 45 minutos de los otros tipos de ejercicios. Del mismo modo, parece que este tipo de intervención genera mayor adherencia y aporta más diversión a sus practicantes”, explica el académico.

El desarrollo de esta investigación se centró en la metodología del meta-análisis, lo cual impulsó una revisión profunda de la literatura científica de esta área. “En líneas generales un meta-análisis es un conjunto de técnicas estadísticas mediante las cuales, tras identificar sistemáticamente y evaluar varios estudios del mismo tipo y con un objetivo común, se combinan los resultados de estos estudios para obtener parámetros de medida globales”, explica.

 

Alternativa para tratar la obesidad en Chile

 

El investigador considera que el ejercicio interválico de alta intensidad podría ser una alternativa para enfrentar los altos índices de obesidad que existen en el país. De acuerdo a los antecedentes del Ministerio de Salud, el año 2010 había en Chile 8,9 millones de personas con sobrepeso.

 

Lo anterior, dado que el HIIT parece ser una intervención eficiente y efectiva, este tipo de ejercicio físico podría llevarse a cabo bajo supervisión médica y de un especialista en el área. El Dr. García Hermoso también destaca que existen estudios publicados en revistas científicas reconocidas a nivel mundial que aplican este tipo de intervención incluso en enfermos cardiacos, mostrando ser también un método seguro.

 

Los resultados fueron dados a conocer en el artículo científico “¿Es el ejercicio interválico de alta intensidad más eficaz que otras formas de ejercicio en la mejora del riesgo cardiometabólico y la capacidad aeróbica en jóvenes con sobrepeso y la obesidad? Un meta-análisis”, que fue publicado en la prestigiosa revista Obesity Reviews de la World Obesity Federation.

 

Nuevos proyectos

 

El estudio ha permitido al académico continuar con su línea de investigación, que cuenta con la colaboración del Dr. Robison Ramírez-Vélez de la Universidad del Rosario (Colombia) a través de la postulación a un proyecto COLCIENCIAS, homólogo a Fondecyt Regular en Chile, titulado “Exercise Training and Hepatic Metabolism in Overweight/Obese Adolescent – HEPAFIT”.

 

En este proyecto, que tiene por objetivo evaluar los efectos de diferentes intervenciones de ejercicio físico e intensidades sobre la grasa hepática en adolescentes obesos, participan cinco Universidades provenientes de Estados Unidos, España, Chile y Colombia.

 

La intervención de ejercicio físico se llevará a cabo a través de juegos y no en condiciones de laboratorio, es decir, ejercicios con trotadora y cicloergómetros. Previamente a través del programa MOVI-2  (www.movidavida.org (link is external)), del que es co-investigador junto al catedrático Vicente Martínez-Vizcaíno y el doctorando Jorge Cañete García-Prieto, se han caracterizado diferentes juegos en función de su intensidad a través de calorimetría indirecta y frecuencia cardíaca. De este modo, la idea es utilizar estos juegos sin la necesidad de ocupar ejercicios monótonos como correr en una trotadora.

 

Así lo revela estudio del profesor asociado de la FAE, Dr. Damian Clarke: La educación incide en disminución de la mortalidad materna

Así lo revela estudio del profesor asociado de la FAE, Dr. Damian Clarke: La educación incide en disminución de la mortalidad materna

El profesor asociado de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago y doctor en Economía de la Universidad de Oxford, Damian Clarke, en conjunto con Sonia Bhalotra, Professor of Economics en la Universidad de Essex, realizaron la investigación “La mortalidad materna y educación: ¿Reduce la educación de las mujeres el tipo de muerte en el parto?”, en la que establecieron la relación empírica entre la mortalidad materna y la educación, trabajo que fue plasmado en un video del World Institute of Development Economics Research, de Naciones Unidas en Helsinski.

 

La Organización Mundial de la Salud estimó, en el año 2015, que diariamente morían 830 mujeres al momento de dar a luz. Esta cantidad de muertes eran posibles de prevenir con el acceso oportuno a los anticonceptivos y a la atención obstétrica, como resultado de las políticas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

 

La meta era, a 30 años, poder reducir en un 75% las muertes maternas en el mundo. Pese a todos los avances en este tema, la meta otorgada por los Objetivos de Desarrollo del Milenio no se logró.

 

Debido a este hecho es que los ODS se destinaron a reducir para el 2030 las tasas de muertes maternas a 70 por cada 100 mil nacidos vivos y a 210 por cien mil en la actualidad. Para cumplir estos objetivos se requieren nuevas políticas y urgencia en su implementación.

 

Ante esta realidad, el doctor en Economía de la Universidad de Oxford, y profesor asociado de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago, Damian Clarke, decidió investigar junto a Sonia Bhalotra, Professor of Economics  en la Universidad de Essex, la reducción de la muerte materna gracias a la educación.

 

Junto con esto, el World Institute Development Economics Research (UNU-WIDER), de Naciones Unidas en Helsinski, realizó un video en el que se resume esta importante investigación para darle difusión a nivel mundial a través de los distintos medios de comunicación.

 

El UNU-WIDER es una mezcla única de laboratorio de ideas, instituto de investigación, y la agencia de la ONU que proporciona una gama de servicios de asesoramiento a los gobiernos, así como investigaciones originales de libre acceso coordinado por un grupo de residentes y los investigadores no residentes llevado a cabo por una red global de colaboradores.

 

El estudio

 

En su estudio “La mortalidad materna y educación: ¿Reduce la educación de las mujeres el tipo de muerte en el parto?”, el investigador propone que junto con la típica política  de la atención del parto, la atención prenatal y el estado de los servicios de salud, el aumento de la educación de la mujer reduce causalmente la probabilidad de morir durante el alumbramiento.

 

“Los documentos de política sobre la mortalidad materna rara vez indican a la falta de educación como una de las causas de la mortalidad materna. La literatura, tanto académica  como de las políticas públicas tiene muy poco que decir sobre este mismo tema. Hay una literatura viva en economía que documenta una correlación positiva entre la educación y otros indicadores de la salud”, argumenta Clarke.

 

En el estudio de mortalidad materna y educación, se analizaron las reformas educativas realizadas en Kenya, las que  permitieron aumentar en 1,8 años el nivel de instrucción de las jóvenes, lo que significó una reducción del 34% de la tasa de mortalidad materna.

 

El investigador del Plantel agrega a estas cifras que en Nepal, el 49% de las madres alfabetizadas cuentan con una matrona calificada para la atención de sus partos, frente al 18% de las madres analfabetas. “Los beneficios de estar alfabetizada por lo que respecta a la asistencia de una partera calificada pueden ser mucho mayores para las madres de los hogares pobres. En Camerún, el 54% de las madres alfabetizadas de hogares pobres se benefician de la atención de una partera calificada, frente al 19% de las analfabetas”, dice Damian Clarke.

 

La premisa que estudian los investigadores es ¿por qué la educación reduce la mortalidad materna? La respuesta se debe a que las mujeres que han recibido educación tienen más probabilidades de evitar complicaciones durante el embarazo, como la preeclampsia, las hemorragias y las infecciones, adoptando prácticas sencillas y poco costosas para mantener la higiene reaccionando ante síntomas como hemorragias o hipertensión, asegurándose la asistencia de una partera calificada en el alumbramiento.

 

Además, las mujeres que han recibido más educación tienen más probabilidades de utilizar los servicios públicos de atención de salud, han podido dar a luz siendo mayores de edad (no adolescentes) y han logrado tener menos hijos.

 

Principales resultados

 

Estos resultados sugieren, en primer lugar, que incluso cuando se controla por explicaciones alternativas, el nivel de educación de las mujeres en un país, este tiene efectos considerables sobre las tasas de muerte materna. “Curiosamente, cuando se estima el efecto condicional de la educación de los hombres y de las mujeres, además de la educación en conjunto, son los incrementos en la educación de las mujeres en un país las que reducen las tasas de mortalidad materna, y no aumentos en la educación de los hombres”, añade el académico.

 

En segundo lugar, los resultados sugieren que existen importantes no linealidades en la relación entre la educación y muerte materna. Mover un por ciento adicional de las mujeres en la educación primaria (de ninguna educación) reduciría las tasas de muerte materna por entre 5-8 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, la cual es 4% del valor medio de la muerte materna durante el período en estudio. “El efecto adicional de mover las mujeres en la educación secundaria es significativa, pero menor en magnitud, mientras que el efecto de mover las mujeres en la educación terciaria no es significativamente diferente de cero”, agrega Clarke.

 

Estos resultados sugieren que la consecución de conocimientos básicos de salud a niveles bajos de educación, puede tener efectos importantes en un individuo que tiene probabilidad de morir en el parto. “Estimamos que una desviación estándar del aumento de las mujeres en la escuela primaria y una desviación estándar del PIB per cápita,  tendría una efecto de magnitud similar en las tasas de muerte maternal”, concluye el investigador.

 

Investigador del CITIAPS apuesta a que Big Data de prensa se convierta en un referente

Investigador del CITIAPS apuesta a que Big Data de prensa se convierta en un referente

Hace poco más de dos meses fue lanzado el primer informe Big Data de medios de prensa escritos, una iniciativa conjunta del Centro de Investigación, Sociedad, Economía y Cultura (CISEC) de la FAE y del Centro de Innovación en Tecnologías de la Información para Aplicaciones Sociales (CITIAPS) de nuestra Casa de Estudios.

El proyecto, que comenzó agestarse a fines del año pasado, mide a través de gráficos la fuerza de una serie actores, temas, valores y coyunturas, según sus apariciones en notas de prensa publicadas en los sitios de internet de una serie de medios de comunicación escritos chilenos.

El investigador postdoctoral del CITIAPS, y uno de los responsables del proyecto, Fabián Riquelme Csori, explica que esperan que el estudio, inédito en el país, “se empodere como un buen informe, que vaya madurando cada vez más y que se convierta en un referente”.

Procedimiento

El CITIAPS se encarga de la parte informática del proyecto Big Data. En ese contexto, el Dr. Riquelme comenta que en la primera etapa de elaboración del informe, el equipo de CISEC establece una bolsa de palabras con distintos conceptos previamente validados por el Centro de la FAE.

“Luego, nosotros tomamos ese set de palabras y las adecuamos a través de expresiones regulares. Por ejemplo, “ministro Burgos” se puede encontrar por su nombre de pila y apellido, “Jorge Burgos”, o bien “ministro Burgos” en este caso puede aparecer de estas dos maneras en la prensa”, precisa el investigador.

Otro ejemplo, detalla, son los partidos políticos. “El MAS (Movimiento Amplio Social) sólo se puede buscar con mayúsculas, porque con minúsculas se confunde con la conjunción adversativa”, recalca.

Tras ello, puntualiza el ingeniero, la bolsa queda reducida a unas 200 palabras o conceptos, y a partir de ese momento, con este nuevo set de palabras, se comienza a monitorear los distintos medios de prensa.

“Dentro de un tiempo acotado activamos un ‘buscador’ que hace un paneo por todos los medios y al mismo tiempo va chequeando los términos si aparecen en el titular o en el cuerpo de la noticia”, indica el experto.

En ese momento cada aparición de las palabras o términos se pondera con la “fórmula de fuerza”, definida en el proyecto, la que se desarrolló en base a investigaciones preliminares de universidades europeas, con la salvedad que estas sólo tenían como objetivo la prensa escrita en papel. “Nosotros adecuamos esa fórmula en el contexto de la prensa digital”, subraya el Dr. Riquelme.

El resultado es una cantidad enorme de datos ordenados en tablas que muestran la frecuencia o aparición de los conceptos dentro de las noticias.

“Estas tablas las enviamos al equipo de CISEC para que ellos a partir de ahí determinen los distintos hitos que les interese analizar para posteriormente elaborar los gráficos y las visualizaciones y sacar conclusiones luego de hipótesis que establecieron de antemano”, enfatiza.

Margen de error

Respecto a la exactitud del resultado, el Dr. Riquelme asegura que todo dependerá del formato y del orden de las noticias de los sitios web de los medios de prensa.

“En el caso de Emol, La Segunda y Soy Chile, sus portales son muy ordenados, por lo que es fácil buscar las noticias. Pero en el caso de La Tercera y El Mostrador, hay que escarbar un poco más. Ahí no podemos garantizar el 100 por ciento de una búsqueda exitosa, pero sí un alto porcentaje, en todo caso”, subraya.

El investigador adelanta que está dentro de los planteamientos del informe ir sumando más medios para analizar, sin embargo, aclara que esto dependerá de qué tan accesibles sean sus sitios web.

“Lo que pasa es que acá en Chile la transparencia y la distribución de los datos es un tema pendiente, porque en otros países esto está mucho más masificado, como España, específicamente Barcelona, que es un caso ejemplar de buenas prácticas para el manejo de Big Data. Ahí los sistemas públicos y muchas empresas tienen a disposición la información muy ordenada para su uso”, recalca.

Incluso, acota, en nuestro país aún hay medios donde es muy difícil acceder a la información.

“De hecho hay portales donde no se accede a una página, sino que a una especie de pantallazo o de archivo PDF que contiene la noticia, o hay otros donde aparece una foto de la versión de papel del medio. En estos casos es muy difícil acceder a la información”, concluye.

Investigadores crean biofiltro que captura cobre de aguas utilizadas en procesos mineros

Investigadores crean biofiltro que captura cobre de aguas utilizadas en procesos mineros

Coincidentemente con el bajo momento que atraviesa la minería del cobre en nuestro país, un grupo de investigadores de la Facultad de Química y Biología, liderados por la Dra. Claudia Ortiz Calderón, crearon un biofiltro elaborado sobre la base de algas pardas chilenas y piedra pómez, capaz de absorber cobre desde soluciones que tengan concentraciones del mineral que provengan de la industria minera.

 

La Dra. Ortiz, responsable del Laboratorio de Bioquímica Vegetal y Fitorremediación, destaca que la investigación se enmarca en lo que habitualmente realizan, que es el uso de organismos vegetales para la remediación o mejora ambiental.

 

Mediante esta herramienta es posible absorber cobre desde efluentes que contienen este metal para así recuperar iones, devolverlos a los procesos de producción minera  y limpiar las aguas en que están disueltos para reutilizarlas. La Dra. Ortiz adelanta que ya se está estudiando la efectividad del biofiltro con otros metales, lo que podría redundar en el interés de nuevas industrias.

 

El biofiltro es básicamente una columna de flujo vertical que contiene tres tipos de algas pardas de amplia distribución en las costas de Chile, entre ellas, cochayuyo y piedra pómez, en una disposición que es capaz de capturar el mineral rojo.

 

“Recopilamos el alga, la lavamos, la secamos, la picamos y la tamizamos a un tamaño específico, y se empaqueta junto a pomacita o piedra pómez, lo que permite que el alga no se comprima”, puntualiza la académica.

 

A su vez, la investigadora recalca que para la elaboración del biofiltro no se requiere colectar biomasa viva o cosechar algas, a diferencia de lo que hacen los algueros que se dedican al acopio de biomasa.

 

“Hablamos de desechos, que es cuando existe varazón de estas algas y, de hecho, generan un problema ambiental: hay que limpiar las playas porque se descomponen y generan mal olor”, enfatiza la científica.

 

Por este motivo, aclara la investigadora, el biofiltro es de muy bajo costo de producción, porque, además, tampoco existe un pretratamiento de la biomasa.

 

“La biomasa, o la masa que proviene de material vivo de origen biológico, es más fácil de reproducir y en este caso la obtención de la materia prima es de bajo costo. Además, la materia prima la usamos cruda, es decir, no hay un pretratamiento, que es lo que ocurre normalmente con resinas u otros materiales de origen más químico”, subraya la Dra. Ortiz.

 

Solicitud de patente

 

La iniciativa, que partió en 2012, fue financiada por Corfo y actualmente está en etapa de protección tras ser presentada una patente que corresponde al sistema empaquetado.

 

El siguiente paso es ambicioso, porque se mantienen los análisis para determinar la efectividad del biofiltro con otros metales, lo que podría manifestar el interés de otras industrias.

 

“Sabemos que el biofiltro funciona muy bien para cobre, también tenemos algunas aproximaciones con otros cationes equivalentes cono zinc, cobalto o cadmio, y, en general, funcionan bastante bien”, recalca la Dra. Ortiz.

 

Y agrega que “entonces cualquier industria o proceso industrial que genere este tipo de elementos que puedan o ser recuperados o necesiten ser removidos para limpieza, también es un nicho interesante para el filtro”.

 

También se han llevado a cabo varias tesis de trabajo en el ámbito de la desalación con resultados interesantes “aunque muy preliminares”, y con arsénico. “El biofiltro funcionó bastante bien, pero los resultados hay que trabajarlos más”, puntualiza la Dra. Ortiz.

 

En ese contexto, manifiesta la académica, la empresa canadiense Good Harbor, que apoyó el proyecto -como subcontrato- en el estudio hidráulico de las columnas, manifestó su interés en adquirir los derechos del biofiltro.

 

La Dra. Ortiz también destaca la formación de capital humano tras la realización de este trabajo investigativo.

 

“El estudiante del doctorado Héctor Cid, que realizó su tesis a partir de este proyecto, viajará a la Universidad de Durham, Inglaterra, para visitar uno de los centros más importantes del mundo en investigación de cultivo y producción de biomasa en macroalgas”, comentó la académica.

 

Las propuestas del proyecto fueron acompañadas por otros académicos del Plantel, entre ellos el profesor Jaime Pizarro, de la Facultad de Ingeniería del Departamento de Ingeniería Geográfica y en la misma Facultad, hubo vinculaciones con otros grupos de laboratorio. En el proyecto mismo también fue importante la participación del profesor Patricio Navarro, del Departamento de Ingeniería Metalúrgica.

 

Académico de la Universidad participa en Asamblea Internacional sobre Geodesia

Académico de la Universidad participa en Asamblea Internacional sobre Geodesia

El académico de Ingeniería Geográfica, Dr. José Antonio Tarrío Mosquera, expuso en la Asamblea Hispano Portuguesa de Geodesia y Geofísica en Madrid, España, el trabajo realizado junto al Dr. Marcelo Caverlotti Silva, jefe de Carrera de Geomensura.

 

La Asamblea Hispano Portuguesa de Geodesia y Geofísica se reúne cada dos años con carácter alternativo entre los dos países responsables de la misma, España y Portugal. A lo largo de las diferentes ediciones se ha consolidado un foro de investigación en los campos de la Geodesia, Sismología, Meteorología, Geomagnetismo, Hidrología, Oceanografía, Volcanología, Geofísica Aplicada y Ciencias Criosféricas; y se ha dado continuidad al intercambio científico entre investigadores de toda Europa, a través de la presentación y discusión de trabajos en estos campos.

 

La 1ª Asamblea Hispano-Portuguesa de Geodesia y Geofísica se celebró en Almería, España, en 1998. En este 9ª Asamblea, que se celebró en Madrid, los investigadores del Plantel tuvieron la ocasión de exponer el trabajo: “Contraste de modelos geoidales mediante GPS y nivelación geométrica en la comunidad de Galicia”. En él se mostraron trabajos relativos a Geodesia Espacial, análisis avanzado de datos GNSS, y la comparación de diferentes modelos geoidales a la zona noroeste de la Península Ibérica.

 

“Este trabajo marca las líneas a seguir para realizar investigación en observaciones GNSS, más allá de proyectos de georeferenciación, algo de suma importancia en un país sísmico como lo es Chile”, asegura el Dr. Tarrío.

 

Además se mantuvieron contactos con la Subdirección General de Geodesia y Cartografía, del  Instituto Geográfico Nacional (IGN, Organismo oficial de Geodesia en España), de los cuales salieron premisas y pautas para potenciales colaboraciones con el Departamento de Ingeniería Geográfica, centrado en la creación de un centro de análisis de datos GNSS, el cual sería el primero en una universidad chilena.

 

“Este acontecimiento importantísimo situaría a la U. de Santiago, en general y a la carrera de Geomensura, en particular, como entidades referentes en materia de Geodesia Espacial en Chile”, estima el académico.

 

Paralelamente, y para finalizar, se realizaron acercamientos a personal docente e investigador de la Universidad Complutense de Madrid, sección departamental de Geodesia y Astronomía, donde se analizaron las diferencias entre la realización de trabajos de Geomensura y Geodesia en Europa, y en un país tan activo sísmicamente como Chile. Fruto del encuentro, salieron las posibles líneas para la creación de estudios de postgrado en Geodesia en nuestro Plantel.

 

Investigación del Plantel selecciona levadura nativa para producir tradicional vino Pajarete

Investigación del Plantel selecciona levadura nativa para producir tradicional vino Pajarete

Un vino con denominación de origen que busca el resurgimiento del Pajarete, particularmente en la Provincia del Huasco, en la Región de Atacama, un vino con más de 400 años de historia, lo que implica un apoyo directo a sus productores.

 

Se trata de la investigación liderada por la Dra. María Angélica Ganga, académica de la Universidad de Santiago de Chile, quien con apoyo de Corfo y del Servicio Agrícola y Ganadero, a través del Gobierno Regional de Atacama, ha trabajado desde 2012 en la selección de una levadura nativa para la elaboración de este producto arraigado en la historia vitivinícola del norte del país.

 

Una cepa que si bien no puede patentarse, por tratarse de microorganismos, sí posee una protección, lo que permite que sea resguardada en la Universidad, dando paso a la firma de un convenio entre el Plantel y los representantes de las 34 familias que integran las dos cooperativas de productores de Pajarete del Valle del Huasco.

 

Misión social de la Universidad

 

Para el Rector de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, “se trata de un gran esfuerzo por vincularnos socialmente, como parte de la responsabilidad social institucional, y ojalá con aquellos sectores que más necesitan de nuestra colaboración y trabajo”.

 

Además, una de las tantas áreas en las que existe el interés por cooperar, lo que evidencia además el trabajo respecto de la innovación. “Para nosotros es una gran contribución de lo que tenemos que hacer como institución de educación superior estatal y pública”, añadió el Rector Zolezzi.

 

Por su parte, la Dra. María Angélica Ganga, vicedecana de Investigación y Desarrollo de la Facultad Tecnológica, detalló que el compromiso de la Universidad es producir la levadura y entregársela de manera exclusiva a las dos cooperativas.

 

“Si bien se trata de un proyecto de investigación y tecnología, aquí estamos cumpliendo con la misión social de la Universidad de Santiago de Chile. Con esto demostramos que nuestra Universidad no solo está en Santiago”, explicó la académica del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos.

 

Activa participación comunitaria

 

En representación de la Asociación de Vino Pajarete Alto del Carmen, a través de la cooperativa “Vendimia del Desierto”, Anaberta Debia García aclaró que el objetivo esencial fue rescatar una cepa que produjera un vino que representara los sabores típicos del vino Pajarete, pero con una cierta estabilidad para asegurar su continuidad en el tiempo.

 

“Es un vino único en el país, que le da una característica a la zona y que hoy, de manera genuina, sólo se elabora en el Valle del Huasco”, detalló, añadiendo que con una producción anual de entre 15.000 y 20.000 litros de vino, en ningún caso se proponen desarrollar una industria, sino que protegerlo y resguardar su tradición.

 

“Queremos mantener sus cualidades naturales, por eso realizamos esta selección de levaduras nativas, para trabajar con las propias levaduras. Y en eso la Universidad ha sido un apoyo tremendo”, valoró la productora. “Hemos sido parte del proyecto, por lo que agradecemos la cercanía que hemos tenido y la posibilidad de sentimos empoderados”, destacó.

 

Generar arraigo e identidad

 

En cuanto a la Asociación de Pajareteros del Huasco Alto, ubicada en la zona cordillerana, por medio de la cooperativa “Glaciares del Alto”, su presidente Rodrigo Villablanca Páez explicó que “al estandarizar el Pajarete se nos abrieron las puertas para desarrollar un producto de muy buena calidad, donde además somos los únicos productores en América Latina en elaborar un vino a más de 1.600 metros de altura sobre el nivel del mar”.

 

Junto con aclarar que también realizan labores agrícolas, crianza de animales y pequeña minería, advirtió que gracias al trabajo con la Universidad de Santiago de Chile han desarrollado la capacidad de generar un negocio dentro de las propias comunidades. “Se deja de depender de una empresa externa al generar recursos y lazos dentro de la misma comunidad, donde la mano de obra y la producción de parras son de carácter local”, destacó.

 

Asimismo, valoró la posibilidad de acortar la brecha entre el productor y los consumidores, puesto que “la ganancia que se lleva el intermediario está quedando dentro de nuestra comunidad, asegurando arraigo e identidad, especialmente en nuestros jóvenes, quienes ya no tienen que buscar nuevas expectativas en otros lugares”.

 

Cabe destacar que como parte del trabajo conjunto entre nuestra Casa de Estudios y los productores de Pajarete, la editorial de la Universidad de Santiago de Chile, con apoyo de Corfo, publicará un libro como testimonio de la historia de este proceso.

 

Estudian testimonios de presos políticos de dictaduras latinoamericanas

Estudian testimonios de presos políticos de dictaduras latinoamericanas

Dar lugar a una nueva visión del testimonio de prisión política latinoamericano, es lo que busca la Dra. María Carolina Pizarro, académica del Instituto de Estudios Avanzados, quien define este material como un género omnívoro, es decir, que se nutre de distintas formas discursivas.

 

“Buscamos demostrar que el relato testimonial puede ser interpretado como una forma de constitución de sentido histórico, en tanto proyecta, a través de distintos modos de configuración formal, una significación para los hechos que relata. Ello implica definir el testimonio no como un género híbrido, según sostiene parte importante de la crítica literaria, sino como un género omnívoro, que adopta y combina distintas formas narrativas, entre las que se cuentan tipos discursivos antiguos, medievales y modernos”, explica.

 

Para esta investigación, la Dra. Pizarro fijó parámetros concretos sobre los testimonios a utilizar. De esta forma, solo trabajará con obras asociadas a la temática, ya sea publicadas por un sello editorial o de manera independiente.

 

“Este aspecto es importante porque nos permite observar narraciones que se constituyen en tanto tales no sólo por una necesidad contingente, como los testimonios judiciales, sino que han sido elaboradas en un plazo de tiempo mayor y con una intencionalidad comunicativa general”, enfatiza. Asimismo, los textos escogidos tendrán una vinculación directa con las últimas dictaduras militares ocurridas en Brasil, Uruguay, Chile y Argentina, teniendo como referencia la Operación Cóndor, que condiciona históricamente estos procesos.

 

El testimonio como documento histórico

 

Entre sus objetivos, este proyecto busca validar los testimonios como documentos que construyen historia en los países a investigar. “Vemos en sus opciones expresivas una forma de codificación de la experiencia subjetiva, que intenta hacerla transmisible a una comunidad, no solo con una finalidad de denuncia inmediata, sino de registro histórico. Pensamos que el testimonio no sólo es fuente para la historia, sino que porta en sí mismo una suerte de hermenéutica sobre el pasado reciente”, detalla.

 

La Dra. Pizarro afirma que enfrentará tres grandes desafíos durante su investigación. El primero consiste en redefinir algunos principios teóricos así como las metodologías de interpretación que se han usado para dar cuenta del corpus testimonial. El segundo, tiene que ver con el repertorio de modelos narrativos establecidos por el equipo y el tercero  consiste en levantar un panorama que incluye la producción testimonial de cuatro países latinoamericanos, lo que implica un trabajo importante de recuperación de obras y abre la posibilidad de comprender el testimonio de prisión política como un fenómeno que no se suscribe a determinadas fronteras.

 

Resultados esperados

 

La Dra. Pizarro espera avanzar en la caracterización inmanente del testimonio de prisión política y tortura latinoamericano, superando las lecturas nacionales, y ojalá poder proyectar los resultados de esta investigación a otros corpus, ya sean otros momentos históricos u otras formas de representación como el cine y la fotografía. Además de lograr un impacto certero al contribuir a la validación del relato testimonial como una voz autorizada.

 

“A nuestro juicio, el testimonio debe ser incorporado con mucha mayor nitidez a la concepción cultural que manejamos como sociedades de las dictaduras latinoamericanas. Se trata de un periodo histórico altamente complejo, que es necesario revisitar. Por ello, esperamos que este esfuerzo redunde en una mayor visibilidad de los relatos testimoniales, y no solo en el ámbito estrictamente académico”.

 

El proyecto Fondecyt Regular 2016 (N1161551) "Formas narrativas del testimonio: relatos de prisión política en Chile, Argentina, Uruguay y Brasil" se extenderá por los próximos cuatro años.

 

Desarrollan concentrado basado en la quinua como alternativa alimenticia

Desarrollan concentrado basado en la quinua como alternativa alimenticia

Tras dos años de investigaciones, un equipo de científicas de la Facultad Tecnológica de la U. de Santiago, concluyó que las proteínas de la quinua se pueden concentrar generando emulsiones en un estado líquido y luego, al deshidratarlas, mediante un proceso específico, se pueden convertir en un nutritivo y saludable ingrediente en polvo.

 

La académica del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Dra. Silvia Matiacevich, y la docente de la Facultad Tecnológica, profesora Rosa Navarro Lisboa, encabezan esta investigación que ya evidencia importantes resultados.

 

“Logramos hacer unas emulsiones líquidas a base de proteínas de quinua estables en el tiempo, donde sin ningún aditivo, solamente las proteínas y un aceite con propiedades activas, se pueden mantener prácticamente estables por 25 días, sin que se contaminen y de buena apariencia”, destaca la profesora Rosa Navarro.

 

Tras ello, se logró avanzar hacia una nueva línea de la investigación, que buscaba crear un ingrediente en polvo a base de estas emulsiones, enfocado a las personas que no consumen productos de origen animal.

 

“Logramos deshidratar estas emulsiones que tienen un alto contenido proteico, porque también queríamos ofrecer un ingrediente en polvo, que pueda ser incorporado a cualquier alimento, para enriquecer sus propiedades”, recalca Rosa Navarro.

 

Este ingrediente en polvo además incorpora un elemento bioactivo rico en propiedades antioxidantes y que también es antihipertensivo.

 

“De esta manera tenemos las dos versiones, líquida y en polvo para ofrecer como un producto funcional y saludable, porque incluso si alguien es alérgico a la quinua no necesariamente lo es a sus proteínas, porque no se está consumiendo el grano entero”, subraya la Dra. Silvia Matiacevich.

 

El origen de la idea

 

En 1996 la quinua o quínoa, como se conoce en algunos países de habla inglesa, fue catalogada por la FAO (Organización de Las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) como una de las semillas con mayor potencial para la humanidad, ello por sus múltiples beneficios nutritivos, diversos usos y, sobre todo, por la posibilidad de combatir los problemas de desnutrición en el mundo.

 

Los cultivos de quinua predominan en la Cordillera de los Andes, principalmente en Perú y Bolivia. En Chile las plantaciones están comenzando a masificarse tanto en las regiones del norte como del centro del país.

 

A raíz de ello, nació la inquietud las investigadoras del Plantel de estudiar cuidadosamente las propiedades de este pseudo-cereal.

 

“La idea de investigar la quinua parte porque esta se caracteriza por tener un alto contenido proteico, de hecho es calificada como un superalimento. Sin embargo, aún las personas no consumen tanta quinua como se esperaría, por lo mismo queríamos saber si las proteínas de estos granos tenían la misma funcionalidad que las proteínas de la soja o de la leche”, subraya Rosa Navarro.

 

Entonces, las científicas se centraron en la idea de sumar al mercado un producto como alternativa a los lácteos, incluso la carne, dirigido a personas que por creencias rechazan alimentos que provengan de animales, como los “veganos”.

 

“Ellos tienen que consumir otro tipo de productos en demasía para poder obtener la misma cantidad de aminoácidos que se obtendría con carne y con leche, y acá obtienen un concentrado de proteínas y no se tiene que consumir alta cantidad de lentejas o de soja, por ejemplo”, señala la Dra. Silvia Matiacevich.

 

Una vez que el proyecto tomó forma, a la U. de Santiago se sumaron otros profesionales para colaborar en la investigación, como el Dr. Rommy Zuñiga de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), el Dr. Javier Enrione de la Universidad de Los Andes y las Dras. Carolina Astudillo y Fanny Guzmán de la Pontificia U. Católica de Valparaíso.

 

La investigación es parte del proyecto doctoral de la profesora Rosa Navarro, el que deberá concluir en marzo del próximo año y está enmarcada en un anterior proyecto Fondecyt Regular de la Dra. Matiacevich que estaba asociado a obtención de ingredientes activos y de emulsiones.

 

El financiamiento ha sido a través de colaboraciones y las becas Conicyt para gastos operacionales, obtenidas por la docente.

 

Canadienses visitan U. de Santiago por proyecto Nueva Ingeniería 2030

Canadienses visitan U. de Santiago por proyecto Nueva Ingeniería 2030

Con gran interés en el proyecto de Ingeniería 2030, del que forma parte la Universidad de Santiago de Chile, autoridades académicas canadienses, agrupadas en el Consorcio de universidades líderes en investigación de ese país (Caldo), visitaron la Universidad de Santiago de Chile.

 

Representantes de la agrupación, creada para desarrollar un trabajo conjunto con América Latina, viajaron para conocer directamente el proyecto Ingeniería 2030, que se propone generar una nueva mirada a la formación de ingenieros para el desarrollo nacional.

 

Una iniciativa que ha dado paso, por ejemplo, a la creación de un Consorcio que reúne a las Facultades de Ingeniería de nuestra Casa de Estudios, de la Universidad de Concepción y de la Universidad Católica de Valparaíso.

 

Internacionalización de la Ingeniería

 

Además de intercambiar visiones sobre los sistemas de educación superior de ambos países, el rector de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, apuntó a la importancia de fomentar y fortalecer el trabajo de investigación que realizan los planteles de educación superior, destacando en ese sentido la participación de esta Casa de Estudios en el Consorcio de Ingeniería 2030.

 

Precisamente el director del proyecto Nueva Ingeniería 2030, Dr. Jorge Bravo Chacón, destacó el encuentro por abrir nuevos espacios, tanto en el intercambio académico y estudiantil como para la investigación. “Hay varios sectores específicos de investigación que nos interesa como Facultad de Ingeniería, como la internacionalización y el hecho de que nuestros estudiantes puedan manejar el inglés como segunda lengua”, detalló.

 

Asimismo, anticipó que “todos los convenios que vamos a firmar con este Consorcio de universidades canadienses son muy relevantes para seguir avanzado en el proyecto de Ingeniería 2030, particularmente para el que estamos desarrollando en nuestra Universidad”.

 

Conexión entre academia e industria

 

Titulado como ingeniero comercial en la Universidad de Santiago de Chile en 1992, Rodrigo Delgado hoy se desempeña como director ejecutivo de Caldo. “A través de nuestro Consorcio firmamos acuerdos con gobiernos de América Latina, tal como lo hemos hecho en Chile con Conicyt, para cofinanciar programas de maestrías y doctorados de investigación”, explicó.

 

En ese sentido, destacó la posibilidad de apoyar a estudiantes desde el punto de vista técnico, en cuanto al trabajo de investigación y también respecto de los idiomas. “Es fundamental mejorar las capacidades lingüísticas de los profesionales, considerando que nuestras universidades son anglófonas y francófonas”, añadió.

 

Delgado aclaró que la visita a Chile se gestó a través de Corfo para vincular a las universidades de ambos países a través del proyecto 2030. “Entendemos que existe un gran interés para apoyar la conexión entre la academia y la industria”, agregando que “la inversión canadiense en el mercado chileno, en industrias como la minería, los servicios y la infraestructura, es tremendamente importante”.

 

Oportunidades para Ingeniería 2030

 

Por su parte, en representación de la Universidad Dalhousie, Alain Boutet, director ejecutivo de la Oficina de Relaciones Internacionales, aseguró que a través de Ingeniería 2030 es posible generar varias oportunidades de colaboración con las universidades chilenas, especialmente respecto de cómo innovar en la educación de los ingenieros.

 

“Por ejemplo, en el caso de Canadá, los estudiantes de Ingeniería deben realizar pasantías en la industria durante sus programas de estudio, lo que se suma a la rigurosidad de los procesos de acreditación de los programas de Ingeniería”, manifestó el también integrante del consejo directivo de Caldo, apuntando a la posibilidad de establecer colaboraciones a nivel de postgrados e identificar los sectores prioritarios para trabajar de manera conjunta.

 

Además, destacó el proyecto del Consorcio de Ingeniería 2030, en el que participa la Universidad de Santiago de Chile. “Estoy muy impresionado por la calidad y la historia de esta Universidad, con su larga tradición, tal como ocurre con la nuestra, que tiene casi 200 años”, concluyó.

 

Cabe destacar que el Consorcio Caldo está integrado por las universidades de Alberta, Calgary, Dalhousie, Laval, Ottawa, Queen, Saskatchewan, Waterloo y Western.

 

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