Bloque 3
Centro Innovo de nuestra Universidad capacita a un centenar de emprendedores pertenecientes a la plataforma CIBER FOSIS
Seguimos revisando los votos a plebiscitar en la modificación del Estatuto Orgánico relativos a Autoridades Unipersonales
Seguimos revisando los votos a plebiscitar en la modificación del Estatuto Orgánico relativos a Autoridades Unipersonales
Ministro Briones por alza del IVA en discusión previsional: “No hay que cerrarse por prejuicio; hay que poner las cartas sobre la mesa y buscar fórmulas”
Ministro Briones por alza del IVA en discusión previsional: “No hay que cerrarse por prejuicio; hay que poner las cartas sobre la mesa y buscar fórmulas”
Más de 360 estudiantes reciben certificación de diplomado en personas mayores realizado por Facimed y Senama
Más de 360 estudiantes reciben certificación de diplomado en personas mayores realizado por Facimed y Senama
Continuamos revisando los votos a plebiscitar en la modificación del Estatuto Orgánico relativos a Autoridades Unipersonales
Continuamos revisando los votos a plebiscitar en la modificación del Estatuto Orgánico relativos a Autoridades Unipersonales
José Andrés Murillo por Sename: “Las personas tenían más facilidades para sacar a pasear a sus mascotas que para ir a visitar a un niño”
José Andrés Murillo por Sename: “Las personas tenían más facilidades para sacar a pasear a sus mascotas que para ir a visitar a un niño”
Bachillerato Usach impulsa innovadora iniciativa para apoyar la salud mental de estudiantes
Bachillerato Usach impulsa innovadora iniciativa para apoyar la salud mental de estudiantes
Seguimos revisando los votos a plebiscitar en la modificación del Estatuto Orgánico relativos a Autoridades Unipersonales
Seguimos revisando los votos a plebiscitar en la modificación del Estatuto Orgánico relativos a Autoridades Unipersonales
Andrés Venegas, periodista: “La Usach me inculcó el compromiso con la verdad, trabajo honesto y diversidad en todas sus formas”
Andrés Venegas, periodista: “La Usach me inculcó el compromiso con la verdad, trabajo honesto y diversidad en todas sus formas”
Formó parte de la primera generación que ingresó en 1992 a nuestra Escuela de Periodismo. Andrés Venegas dio la Prueba de Aptitud Académica con un ojo puesto en Administración Pública, siguiendo la tradición de su padre que trabajaba como asistente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, y el otro en el Periodismo ya que desde pequeño le interesaron las comunicaciones. Formado y educado en dictadura, recuerda que la década de los 80 fue dolorosa y muy noticiosa a la vez, tanto así que en la mesa familiar las tertulias se concentraban en analizar materias de actualidad y en especial el periodo de rectores delegados que imperó en la Casa de Bello.
Andrés alcanzó puntaje suficiente para ingresar a cualquiera de las dos carreras que prefería, pero siguió el camino del Periodismo y no se equivocó. Curiosamente y pese a contar con beneficios para ingresar a la Universidad de Chile, por ser hijo de un funcionario de ese plantel, decidió convertirse en un profesional con el sello de nuestra Casa de Estudios. Hoy nos cuenta su historia.
¿Qué te motivó a entrar a la Usach?
- Me pareció desafiante formar parte del primer grupo de estudiantes de Periodismo. Yo entré el año 92, cuando se creó esta carrera en la Facultad de Humanidades. Me motivaron distintas cosas: la Usach tiene toda una historia ligada a la ex UTE, un marcado compromiso con los Derechos Humanos y la reivindicación de una educación pública. También tenía una razón más bien logística para estudiar allá y era porque me quedaba relativamente más cerca de la casa, lo que era muy importante porque mis padres no contaban con muchos recursos. Yo nací en la antigua comuna de Barrancas, que después se subdividió en Pudahuel, Cerro Navia y Lo Prado. Mi mamá ha sido toda la vida dueña de casa, activa colaboradora de la Iglesia Católica y voluntaria de clubes de adultos mayores, y mi papá hoy está jubilado, además de enfermo lamentablemente. Yo fui la primera generación de mi familia en ingresar a la Universidad, a punta del esfuerzo y sacrificio mío y de mis padres, que siempre me enseñaron la importancia de la educación. Asistí a una escuela con número, la Escuela 381, pero tuve buenas calificaciones; después postulé y quedé en el Liceo Lastarria y de ahí llegué a la Universidad de Santiago.
¿Cuándo comienzas a sentir que la Usach sería tu alma máter?
- En tercero y cuarto medio, pero la verdad es que la conocía más por el Planetario. No tenía mayores referencias. Luego comencé a interiorizarme y a ir a la Feria del Postulante. Formar parte de la primera generación de periodistas que egresó de la Universidad de Santiago fue muy motivante. Hasta el día de hoy siento que estuve en un lugar histórico, y con ello no solo me refiero a la riqueza patrimonial; se respiraba un Plantel con un pasado enriquecedor en cuanto a la formación de futuros profesionales, como también el compromiso e interés social por los hechos que ocurrían en el país, así como la transversalidad de mis compañeros. Además, mezcla muy bien la arquitectura clásica y moderna con lugares de esparcimiento y tiene algo que otras Casas de Estudios no tienen, que es esa tremenda extensión territorial donde todo está concentrado en un solo sitio, lo que te permite hacer deportes, actividades culturales, teatro. Incluso trabajé en la Usach como mesero en uno de los casinos para poder juntar algo de dinero.
Andrés Venegas recuerda con especial afecto al primer director de la Escuela de Periodismo, Érico Carrasco, y a profesores como Francisco Jara, que por esos años trabajaba en Agencia UPI; Carlos Dorat, que lo hacía en DPA; Werner Arias, docente exigente, pero que despertaba las habilidades blandas de los estudiantes, y finalmente a Patricio Montt, que terminó motivándolo a dar sus primeros pasos en Radio Agricultura. “Esta carrera requiere aprender haciendo”, recalca, “y eso se lo agradezco a mis profesores, por la oportunidad y las facilidades que me dieron para hacerlo”.
De Radio Agricultura al Banco de Chile
Con una prolífica trayectoria este egresado de nuestra Universidad trabajó primero en Radio Agricultura y la agencia informativa ORBE; luego se desempeñó como periodista de Economía en el Diario La Tercera y en el vespertino La Hora; durante 9 años formó parte del equipo de Señales Económicas del Diario La Segunda , donde llegó a ser subeditor; en 2010 pasó al equipo de comunicaciones del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y dos años más tarde abandonó Teatinos 120 para dirigirse a La Moneda donde ocupó los cargos de subdirector y luego director de la Secretaría de Comunicaciones (Secom). La economía siguió siendo lo suyo y posteriormente se desempeñó como jefe de Comunicaciones en LarraínVial, para finalmente volver a los medios de comunicación, específicamente al Diario El Mercurio como jefe de Estudios de Economía y Negocios. Hoy es subgerente de Comunicaciones Corporativas del Banco de Chile.
Recuerda que en los distintos puestos a los que accedió lo llamaron por sus capacidades y trabajo, sin que le preguntaran jamás por sus creencias políticas, ideológicas, religiosas o valóricas. “Soy un agradecido de Dios porque al final te miden por el trabajo bien hecho. La Universidad de Santiago y mis profesores me inculcaron el compromiso con la verdad, el trabajo honesto y el respeto por la diversidad, en todas sus formas. Eso se lo trato de traspasar ahora a mis dos hijos: Sebastián que estudia en la Usach como lo hice yo, y Sofía que acaba de terminar primero medio”, remarca.
Andrés comparte actualmente su trabajo en el Banco de Chile con el Directorio del Capítulo Chileno de la Asociación Interamericana de Periodistas de Economía y Finanzas (AIPEF), que integra ad honorem y que busca fomentar la capacitación permanente de los periodistas que se desempeñan en el sector económico.
Opinión del académico de la FAE, Gonzalo Martner: Elecciones y Desempleo
Opinión del académico de la FAE, Gonzalo Martner: Elecciones y Desempleo
El año 2021 supondrá una vorágine de elecciones y de definiciones que tendrán amplias consecuencias sobre el destino del país y sobre la orientación de su modelo de desarrollo. A la vez, como un sustrato más o menos visible que condicionará esos procesos, permanecerá un grave problema de desempleo.
De acuerdo a las cifras más recientes del INE, se habían recuperado a noviembre de 2020 unos 844 mil de los 1,9 millón de empleos perdidos entre marzo y julio .La etapa más álgida de la crisis sanitaria fue seguida tanto de la relajación progresiva de las restricciones como de la reactivación de la actividad económica a partir del tercer trimestre del año, fruto de un impulso monetario y fiscal y del retiro de fondos desde las AFP y del uso de los recursos del Seguro de Cesantía para sostener la suspensión de contratos o la pérdida de empleo.
El empleo recuperado representa el 45% del empleo perdido. La brecha pendiente de colmatar para volver al nivel de empleo del primer trimestre de 2020 es aún de poco más de un millón de puestos de trabajo. Las personas desocupadas que buscan empleo sumaron 954 mil, pero existe otro 1,3 millón de personas dispuestas a trabajar, aunque han desistido de buscar un puesto de trabajo.
La tasa de desempleo total calculada por el INE con estos dos componentes alcanzó un 22,8 %. Los que buscan trabajo sin encontrarlo o bien están disponibles para trabajar suman 2,3 millones de personas. En abril y mayo, los empleos asalariados formales, que realizan más del 70% de la actividad productiva, disminuyeron en 463 mil, de los cuales se han recuperado solo 49 mil (el 10,6 %).
El empleo informal y por cuenta propia ha sido el más afectado por la crisis, con dos tercios de las pérdidas, y a la vez constituye el grueso de los empleos recuperados. Para volver a alcanzar el nivel de ocupación del primer trimestre de 2020, se requiere crear un millón de empleos adicionales.
Si se volviera a crear empleo al ritmo del mejor año del último quinquenio (200 mil empleos en 2017), se necesitaría cinco años a partir de 2021 para recuperar los puestos de trabajo perdidos hasta noviembre de 2020. Si el ritmo fuera el del año menos dinámico (100 mil empleos en 2016), se necesitaría 10 años para recorrer ese camino. La recuperación del empleo dependerá de la magnitud de la reactivación de la demanda interna y externa y de la magnitud de la contribución del subsidio a la creación de nuevos empleos.
A lo anterior hay que agregar todas las incógnitas sobre el control de la pandemia, con la esperanza de que se logre que 15 millones de personas estén vacunadas a junio contra el COVID-19. Pero a nadie escapará que el rebrote principal a esperar es el de la rebelión social, cuya magnitud entre octubre y diciembre de 2019 sería un error subestimar o considerar como un episodio puntual. El desempleo pesará, junto a otros temas sociales como el acceso a la salud y las pensiones, en las decisiones de 2021 y en el clima general del país. Se ha creado un fondo presupuestario de dos mil millones de dólares para financiar 1,3 millones de subsidios al empleo.
La información del Ministerio del Trabajo indica que entre el 29 de septiembre y el 9 de diciembre unas 40 mil empresas postularon a 265 mil trabajadores a este subsidio, un 64% de los cuales se dirige a nuevas contrataciones y un 36% a reactivar los contratos suspendidos, actualmente financiados por las cuentas individuales del seguro de cesantía. El bajo número de interesados no hace sino confirmar que las empresas necesitan una perspectiva relativamente cierta de ventas antes de pensar en emplear a nadie, con o sin subsidio. Lo que pone en el tapete la necesidad de un mayor estímulo fiscal con impacto macroeconómico que permita una recuperación más consistente. Pero el efecto microeconómico de este subsidio puede ser solo el de disminuir el costo laboral para las empresas por empleos que se reanudarían o crearían independientemente de su aplicación.
Si el objetivo gubernamental es acelerar el ritmo de creación de puestos de trabajo y sustituir definitivamente el Ingreso Familiar de Emergencia por la vuelta al empleo (programa que dejó de funcionar en octubre pasado), el mecanismo adecuado parece ser el de ampliar con más contundencia los programas de creación directa de empleo en infraestructura, que ya ha visto aumentar los recursos para vivienda. Pero será también necesario poner en marcha nuevos programas de servicios a las personas y de cuidado al medioambiente, de modo de cubrir necesidades sociales insatisfechas y al mismo tiempo crear puestos de trabajo que permitan mantener en actividad a las personas que no encontrarán un empleo formal -cuyo volumen apenas crece- por un período prolongado o se mantendrán en trabajos precarios e inestables por cuenta propia y con ingresos inferiores a la línea de pobreza.
Páginas
