- El artículo recoge detalles asociados a cómo afecta al flujo sanguíneo cerebral de una persona la exposición al dióxido de carbono. Los antecedentes fueron proporcionados por pacientes ingleses experimentales, todo gracias a un trabajo de colaboración con la Universidad de Leicester.
El Dr. Max Chacón, académico del Departamento de Ingeniería Informática de la Facultad de Ingeniería, fue galardonado con el Premio Jack Perkins 2011, que otorga el Institute of Physics and Engineering in Medicine (IPEM) de Inglaterra, debido a la publicación “Non-linear multivariate modeling of cerebral hemodynamics with autoregressive Support Vector Machines”.
El reconocimiento se entrega anualmente al mejor trabajo publicado durante el año en la Revista Medical Engineering & Physics, previa revisión de un comité especializado que evalúa aspectos como la novedad e impacto de la pesquisa.
El Dr. Chacón agradeció la distinción y resaltó que este tipo de reconocimientos ratifica el buen trabajo investigativo que se realiza en el Plantel. “Para nosotros es un reconocimiento muy importante, sobre todo, porque se premió un artículo que no era en la línea de investigación más fuerte de esta revista, que se pensaba sería la ganadora, como lo es la biomecánica, sino en el área de autorregulación cerebral”, indicó.
El galardonado agregó que “todas las ganancias por este reconocimiento son indirectas: por ejemplo, aumentar los lazos de cooperación no sólo con la universidad con la que trabajamos (Leicester), sino que con otras instituciones extranjeras”, sentenció el académico.
Aporte relevante a la medicina
El artículo premiado forma parte de un área específica denominada hemodinámica cerebral, en la que se encuentra trabajando con dos investigadores más: Claudio Araya ex estudiante de Magíster de la U. de Santiago, y Ronney Panerai de la Universidad de Leicester (Inglaterra).
La hemodinámica cerebral cobra vital importancia, pues las estimaciones de organismos internacionales relacionados con el ámbito de la salud, indican que en Chile el año 2025 morirán más personas por ataques cerebrales que por ataques al corazón. Se cree que el flujo sanguíneo estaría fuertemente vinculado con los accidentes vasculares, además de una serie de enfermedades, como el Alzheimer, arterosclerosis (principalmente carótida), traumatismos craneanos, demencia vascular y diabetes, entre otras.
“Los ataques cerebrales están aumentando muy fuertemente en el país y las causas no se saben. Una de las cosas que causa daño en el cerebro es el fuerte flujo en las arterias y se sabe que el cerebro tiene un sistema de control de flujo, lo que significa que a pesar de que la presión en el cuerpo varíe en el cerebro, el flujo es casi constante. Si hay poco flujo uno pierde la consciencia y, por el contrario, si hay mucho flujo se produce una ruptura de las arterias”, explicó Chacón.
Ese mecanismo, que genera el flujo sanguíneo al interior del cerebro de forma constante, es lo que los investigadores tratan de modelar a través de un sistema no lineal basado en datos. En esta publicación se aborda uno de los tópicos relacionados con la hemodinámica cerebral, gracias a los datos proporcionados por el investigador inglés, quien proporcionó la información de 16 pacientes sanos que inspiraron aire con una pequeña fracción (5 por ciento) de dióxido de carbono (CO2) a través de una mascarilla. Esto, tuvo por finalidad saber cómo afecta la inhalación de este gas a la regulación del flujo sanguíneo del cerebro.
“Nosotros probamos que con este modelo no lineal es posible representar mucho mejor los cambios de la inspiración del CO2 en una persona y eso tiene, por ejemplo, implicaciones metabólicas. Sabemos que al aspirar una fracción de CO2 se producen cambios equivalentes a los que sufren las personas con diabetes, es decir, un problema metabólico, y los problemas metabólicos afectan el flujo sanguíneo tal como lo hace el CO2”, indicó el investigador.
Premio
El IPEM es una institución que se dedica a reunir a los profesionales del área de las ciencias físicas, ingeniería clínica y el mundo académico, además, de los servicios de salud y la industria, para compartir conocimientos y avances de la ciencia y la tecnología; y desde el año 2000 entrega el galardón bajo el nombre de Jack Perkins, primer editor de la revista, quien falleció el año 2000.