Como parte de su permanente trabajo por mantener viva su historia y reconocer a sus protagonistas, la Universidad de Santiago de Chile cuenta con un Consejo de Distinciones, órgano de carácter consultivo creado en 1989 mediante un reglamento, e integrado por académicos de las más altas jerarquías del Plantel y que representen las distintas áreas del conocimiento institucional.
Presidido por el secretario general del Plantel, Gustavo Robles Labarca, hoy forman parte de este Consejo el Dr. Naím Nómez Díaz, del Departamento de Lingüística y Literatura de la Facultad de Humanidades; el Dr. Juan Costamagna Martra y el Dr. José Zagal Moya, del Departamento de Química de los Materiales de la Facultad de Química y Biología; y el académico Jonás Figueroa Salas, de la Escuela de Arquitectura.
Tal como explica Gustavo Robles, “son personas de una gran trayectoria en la Universidad, con una amplia formación e interés por distintos temas, como el arte y la cultura, independiente que sus campos laborales sean más científicos”.
Cabe destacar que los académicos José Zagal y Jonás Figueroa se incorporaron recientemente, lo que se suma al reciente fallecimiento del Dr. Horacio Correa Henríquez, quien, dentro de su trayectoria de cincuenta años en el Plantel, principalmente en el Departamento de Ingeniería Química, se desempeñaba como uno de los consejeros de dicha instancia.
Fortalecer la identidad institucional
Entre sus tareas, el Consejo de Distinciones debe sugerir, recomendar e informar al Rector u otras autoridades superiores respecto de decisiones de reconocimientos a personas, así como sobre propuestas para identificar lugares de la Universidad con nombres de miembros de la comunidad que hayan destacado por su trayectoria.
“Por ejemplo, el reciente Edificio de Investigación Rector Eduardo Morales Santos, el monumento a Víctor Jara o la escultura que representa el sufrimiento de los caídos y afectados por la dictadura militar”, destaca el secretario general del Plantel, aclarando que son las distintas Unidades Académicas las responsables de presentar a quienes consideran que deberían ser reconocidos por este Consejo. “Esta es una instancia que permite fortalecer la identidad institucional”, agrega.
En cuanto a las distinciones, existen distintas categorías, como el Doctor Honoris Causa, el Profesor Emérito, el Profesor Honorario de Facultad y el Profesor Distinguido de Facultad. También la que reconoce a estudiantes que destaquen por su rendimiento académico sobresaliente en cada carrera.
A estos se suma el reconocimiento al mérito cultural, como el obtenido por el grupo musical Inti Illimani, además de aquellos entregados a Premios Nobeles que han visitado el Plantel. Y el más reciente, llamado “Reconocimiento al Premio Nacional”, creado para destacar a quienes sean parte de la comunidad universitaria o hayan sido promovidos por ésta y que obtengan dicho galardón. El primero en recibirlo será el Dr. Julio Pinto Vallejos, quien este año fue elegido como Premio Nacional de Historia.
Mayor cultura al reconocimiento
El Dr. Juan Costamagna forma parte del Consejo de Distinciones desde 1991. Entre los aspectos que resalta como parte de sus tareas, valora el alto nivel académico de los temas que se discuten. “Esto, a propósito de la interpretación de la ley, lo cual ha enriquecido el funcionamiento de este cuerpo y le da un sentido a lo que es el retiro voluntario y la recontratación como profesor de excelencia”, explica.
Junto con subrayar que se trata de un organismo con independencia en sus decisiones, el Dr. Naím Nómez, quien se incorporó hace quince años, advierte que se requiere una mayor divulgación de este tipo de instancias y las actividades que realiza. “Hace falta más estímulo y menos mezquindad. Ahí existe un tema ligado a la historia de la Universidad, que de alguna manera también queda invisibilizada”.
Por su parte, el Dr. José Zagal Moya, recientemente incorporado al Consejo, recalca que en países como Estados Unidos y Canadá existe una mayor cultura al reconocimiento. “Creo que en ese sentido en Chile somos mezquinos. Por ejemplo, la Sociedad Chilena de Química no tiene ningún premio. Por ello, espero que llenemos ese vacío y que nuestra Universidad sea líder en reconocer a personas con trayectoria, de distintas áreas, y con cierta visibilidad a nivel nacional e internacional”, comenta.
Posibilidades de nuevas distinciones
El secretario general, Gustavo Robles, también plantea que este Consejo debe estar atento a la posibilidad de crear nuevos reconocimientos orientados a la vinculación con el medio. “Es un tema de gran importancia para nuestra Universidad, que permanentemente busca destacar los aportes que realiza la comunidad”, advierte. En ese sentido, en función de la misión y visión de la Universidad, propone distinciones a quienes promuevan la diversidad y la inclusión social o a quienes aporten en el ámbito del género. Incluso a egresados elegidos por elección popular para desempeñarse en cargos públicos.
Y solo por nombrar algunos, recuerda los reconocimientos entregados al filósofo y sociólogo francés Edgar Morin, a la escritora chilena Isabel Allende, al rey de Malasia, al Premio Nobel de Física 1997 Claude Cohen-Tannoudji, al ex presidente Patricio Aylwin o al académico del Plantel Felipe Herrera.
En definitiva, un Consejo que se suma al trabajo institucional de proyectar su histórico sello de universidad estatal y pública, a la vez que fortalecer la vinculación con la comunidad y reconocer sus aportes al desarrollo del país.