El viernes 1 de junio en la sala de conferencias de la Biblioteca de Santiago (Matucana #151), Catalina Hevia –estudiante de segundo año de Bachillerato y primer año de Psicología– presentó su libro “Orígenes Frenéticos”, y en palabras de su autora “pensado como un material dirigido a todas las personas que se encuentren viviendo un proceso de aceptación personal”. Eso sí, aclara que todo esto sin ser excluyente, “es decir, las personas no se encontrarán identificadas con un cuento en particular, sino más bien, serán influenciadas por los procesos que viven”.
En tal sentido, “Orígenes Frenéticos” está dirigido a personas mayores de 16 años y su primera edición fue escrita en el año 2013. En esa época la autora aún estaba en primero medio y como ella señala, escribió “por el simple hecho de plasmar lo que observaba y sentía”. Sin embargo, no fue hasta tres años después cuando Catalina decide publicar: “de primer momento no estaba en mis planes escribir para hacer un libro, solamente escribía cuentos, que tenían un hilo conductor”, asegura.
En esta experiencia, Catalina destaca el apoyo que ha recibido de la editorial, vínculo que nace cuando ella tenía el libro listo y andaba en búsqueda de alguien que decidiera publicarla.
“Porque como bien es sabido, no es fácil publicar un libro, más si es el primero o no tienes lo contactos para hacerlo. Así como también el dinero, el cual en este caso fue aportado por mi padre”, destaca Catalina, quien además señala que “el libro fue solamente un trabajo de iniciativa propia y apoyo de mi familia. De igual manera ha sucedido con la presentación que realicé, fui personalmente a hablar con la biblioteca y pedir un espacio, ya que muchas personas me preguntaban cuando realizaría una charla abierta a todo público, debido a que hasta la fecha solamente me había presentado en colegios”.
-Y en ese sentido, ¿qué evaluación haces respecto a la evolución del libro desde el 2016 hasta hoy?
-“Creo que hubo un cambio profundo y se sintió como lanzar un nuevo material –lo que fue la segunda edición–, debido a que, si bien en 2016 había logrado poner una parte de mí en un libro, en 2017 fue algo brutal. El hecho de combinar escritura, ilustraciones y música, permitió expresar completamente lo que soy. Para mí la idea de la escritura es una en la que el autor se da a conocer al mundo, en una auto-definición mientras voy escribiendo y trabajando en eso. Sería tomar un pedazo de mí y dejarlo en una cajita a modo de exposición y requiere un trabajo arduo porque lo que yo elija debe ser algo bien elaborado y que tenga relación con lo que soy”.
-¿Y has recibido apoyo de otras instituciones?
-“Hasta el momento no he recibido apoyo externo, más que la invitación de colegios para realizar charlas, porque incluso el afiche de la presentación lo elaboré yo. No obstante, creo que es fundamental mencionar el apoyo que tuve por parte de jóvenes artistas, quienes de manera totalmente desinteresada me ayudaron a ilustrar el libro, entre ellos, Sarai Ibañez Collilef, autora de la portada y otras ilustraciones. Estaré eternamente agradecida a todos los que aportaron con sus obras e hicieron posible que el libro fuera una explosión de arte”.
-¿Cómo defines este primer libro?
-“El libro es una explosión de arte, por el hecho de combinar tres áreas de éste, pero además posee varias ideas filosóficas asociadas, entre ellas, una de las fundamentales es el trabajo de Carl Jung y el desarrollo que efectúa sobre el concepto de el "self" y la "sombra", esto interpretado como un proceso de evocar aquello que se encuentra oculto o se le da una connotación negativa. Desde allí trabajar en función de lograr un equilibrio y ser un hombre pleno”.
-¿Qué buscabas decir cuando escribías el libro?
-“Creo que una de las mejores cosas de mi libro es que tiene la posibilidad de llegar fácilmente a las personas, que se sientan identificada con cada cuento, ya sea en una afinidad con la música o con un proceso de vida en que se encuentran. En ese sentido, lo que deseaba es que el material fuera un compañero, que las personas se sintieran absolutamente sumergidos en él, con la idea de la música como una metáfora de lo que es el cine, como cuando uno ve una película, que quedas en un estado en donde se deja de ser consciente de lo que pasa alrededor. En ese estado casi hipnótico es que pienso que las personas pueden llegar a realizar un análisis personal, sobre todo en una ciudad como Santiago, donde hay que recurrir a ciertas estrategias como la planteada para separarse del ritmo caótico que existe”.
-¿Qué mensaje le entregas a los nuevos lectores y a quienes ya conocen tu libro?
-“Quiero también destacar nuevamente que todo ha sido por iniciativa propia, inclusive la mayor venta de libros la realizo yo, ya que en librerías no se da mucho el caso en que las personas van a comprar libros de autores que no son conocidos a nivel nacional o internacional. Además, por un tema de que para las editoriales independientes la situación es un poco más compleja, mucho más a una autora que trabaja de manera totalmente autónoma como yo. Y en este contexto, si bien he logrado llegar a vender 400 copias, quizás con una difusión mayor, muchas personas más podrían leerme”.