- El requerimiento que la Fiscalía Nacional Económica (FNE) presentó a principios de enero en contra de tres cadenas de supermercados -Walmart, SMU y Cencosud- por concertar el precio de la carne de pollo, destapó un nuevo caso de colusión en nuestro país.
A principios de enero, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) presentó un requerimiento en contra de las tres cadenas de supermercados más grandes del país- Walmart, SMU y Cencosud- por pactar el precio de la carne de pollo, lo que estableció un nuevo caso de colusión en la larga cadena de sucesos de este tipo que incluyen farmacias y empresas productores de detergente papel higiénico y del rubro avícola.
Para el académico de la Facultad de Administración y Economía (Fae) de nuestro Plantel, Dr. Orlando Balboa Cardemil, es necesario entender que el fenómeno de la colusión es mucho más típico de lo que se piensa, y que trasciende países y fronteras, dado que obedece al “típico afán de obtener ganancias de corto plazo, que a la larga termina perjudicando a todo el mundo y desprestigiando el sistema”.
Señala el experto que la colusión, es un acuerdo cooperativo suscrito entre empresas con la premisa de obtener más y mejores réditos que través de la competencia que impone el mercado.
Sin embargo enfatiza que este ejercicio es un fraude “porque limita la competencia y causa un daño a los consumidores. Es dentro de las prácticas que hacen las empresa, la más detestable”.
Por eso el economista cree que es necesario fortalecer organismos como la Fiscalía Nacional Económica, mejorando las herramientas que tiene para detectar estos actos ilícitos, porque muchas veces pese a las sanciones económicas que hay de por medio, la posibilidad de detectar una colusión es difícil dado que se requieren pruebas fehacientes del hecho.
Se necesita “una fiscalía económica independiente, poderosa, con recursos y con herramientas legales que le permitan detectar estos fraudes rápidamente, para aplicar sanciones ejemplificadoras muy fuertes”, reflexiona el experto.
Y si bien piensa que hay que generar estímulos poderosos -como penas de cárcel y multas- para desincentivar este tipo de prácticas, insiste en que deben ir acompañados necesariamente de una FNE más eficiente, dotada de instrumentos capaces de detectar con mayor rapidez los actos ilícitos porque “castigar no necesariamente va a frenar estos actos, ya que las sanciones pecuniarias las empresas las pueden trasladar a precios muchas veces”.
Cambio de mentalidad
Según el Dr. Balboa se debe hacer un esfuerzo desde la academia- en todos sus niveles- donde la colusión y otras prácticas sean concientizadas como incorrectas, para generar una ciudadanía más consciente y alerta.
“La colusión es un tipo particular de fraude, pero hay otros que se deben erradica y eso parte por un cambio estructural en la educación, de cómo la gente se relaciona dentro del sistema”, enfatiza el académico.
Cambio de mentalidad que es de largo aliento estima el académico, y que involucra también a las escuelas y programas de economía del país pues, según el especialista, contribuirá al saneamiento del sistema.
“A largo plazo hay que crear conciencia a nivel de los estudiantes de economía y administración, y en todo tipo de programa ejecutivo, que este tipo de prácticas terminan dañándolos porque desprestigian el sistema de mercado donde ellos se desempeñarán”, concluye el Dr. Balboa.