- A partir de las 21 horas, el equipo de la Universidad –el de mejor defensa en la fase regular- busca quedarse con el trofeo en el marco del torneo Ligas Deportivas de Educación Superior ante la Universidad Andrés Bello. El capitán José Felipe Cornejo, estudiante de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales, destaca que “este equipo es una familia, donde existe gran compañerismo y humildad”.
Fueron ocho partidos los que debió disputar la selección de básquetbol masculino de la Universidad de Santiago de Chile para llegar a la final, en la categoría Honor, del torneo Ligas Deportivas de Educación Superior (LDES), una instancia que los jugadores se propusieron ganar a principios de temporada, y que se disputará hoy miércoles 29 de junio a partir de las 21:00 horas en el gimnasio del Colegio San Ignacio Alonso de Ovalle, donde el combinado de nuestra Casa de Estudios enfrentará a la Universidad Andrés Bello.
La campaña se inició con el triunfo sobre la Universidad de Chile por 67-56. Luego vendrían victorias ante la Universidad Andrés Bello por 55-53 y la Universidad Tecnológica Metropolitana por 66-55. Posteriormente, un par de derrotas ante la Universidad Católica y el Duoc: 52-84 y 66-68, respectivamente.
Pero el seleccionado volvería a los triunfos, como ocurrió ante la Universidad de Las Américas por 64-54, la Universidad Técnica Federico Santa María por 80-38, para luego acceder a la fase de playoffs, donde derrotaron en semifinales a Universidad Católica por 58-55 e instalarse en la final.
Una familia dentro y fuera de la cancha
En el primer semestre de 2015 el equipo descendió de categoría, una caída que fue superada rápidamente. “Varios jugadores no estuvieron, por lo que el equipo se vio disminuido, aunque igual fuimos campeones de la categoría B”, recuerda el capitán del equipo, José Felipe Cornejo Ormeño, estudiante de quinto año de la carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales.
A sus 24 años, el también medallista de oro en los recientes Juegos Universitarios Sudamericanos de Buenos Aires, en la modalidad de 3x3, detalla que a partir de la experiencia del descenso, el equipo se fijó una meta. “Sobre la base de un trabajo serio y prácticamente con todos los jugadores disponibles, nos propusimos volver a una final. El profesor Christian Kohanoff logró plasmar su estilo de juego, generándose un muy buen complemento, lo que está dando resultados”.
Además, plantea que este año los estudiantes decidieron jugar solo por la Universidad y dejar de lado su participación en clubes profesionales. “Este equipo es una familia, donde existe un respeto mutuo, como también un gran compañerismo y humildad, pues ninguno de nosotros se siente figura. Tenemos un factor sorpresa, en el que cualquier jugador puede destacar en cualquier partido”, asegura.
Cabe destacar que José Felipe también se ha desempeñado como Vocal de Deportes de la Feusach, cargo que dejará de ejercer este miércoles, mismo día en que podría levantar la copa de campeón. “Mi llamado es a que la comunidad universitaria asista a la final de esta noche y apoye al equipo”, manifiesta el capitán del seleccionado. Asimismo, que aprovechen el recientemente creado Centro Deportivo de Estudiantes (CDE) para potenciar las actividades dentro de la Universidad de Santiago de Chile.
Compatibilizar actividades académicas y deportivas
El entrenador Christian Kohanoff Amores comenzó a trabajar con el equipo en marzo de 2015. Con ellos experimentó el descenso y ahora la posibilidad de ser campeones a nivel metropolitano. “El año pasado hubo muchos jugadores lesionados y otros debieron retirarse por motivos personales. Pero este año ha sido diferente, porque recuperamos jugadores importantes, potenciando distintos aspectos en los que estábamos un tanto debilitados”.
Ante todo destaca que los triunfos se basan en la gran defensa que poseen. “De hecho, en la fase regular fuimos el equipo que menos puntos recibió. Además, tenemos individualidades de gran nivel que nos han permitido alcanzar un buen rendimiento colectivo”, asegura el entrenador, advirtiendo que cada jugador tiene muy claro el rol que debe asumir dentro de la cancha.
Y si se trata de compromisos, un factor de gran importancia es que los jugadores también cumplen con sus labores académicas. “Es algo que hemos podido resolver muy bien, en el sentido de que están participando todos los que integran el equipo. Cuando es necesario que los jugadores se ausenten para priorizar los estudios, lo hacen. Lo mismo que cuando se requiere que estén en los entrenamientos”.
En ese sentido, reconoce lo importante que es discernir sobre el nivel de exigencia que les transmite a sus jugadores. “Tenemos que ser flexibles cuando sea necesario y entender que en algunos momentos pueden haber prioridades académicas”, concluye Christian Kohanoff, esperanzado en alzar esta noche la copa de campeones.