Proyecto Usach busca descontaminar y dar nuevos usos a las aguas residuales domésticas en Huelquén
Menos del 20% de las zonas rurales en Chile posee una planta de tratamiento para descontaminar los residuos líquidos municipales, es decir, aquellos que se generan en nuestros hogares tras las actividades que realizamos a diario como tomar una ducha, lavar la loza o usar la lavadora.
Entre las razones para no contar masivamente con dicha tecnología, está su alto costo de instalación. Sin embargo, existe una alternativa más económica y de bajo impacto ambiental que es la utilización de biofiltros, los cuales incorporan procesos fisicoquímicos y biológicos para eliminar los contaminantes en estos residuos líquidos.
Esa es la solución que desde la Usach se está entregando a la comunidad vecinal de la Cooperativa Nueva Esperanza en Huelquén, en la comuna de Paine, a través de dos sistemas de biofiltración de aguas residuales domésticas, uno de los cuales ya se encuentra en funcionamiento, mientras que el segundo partirá en octubre. Ambos serán monitoreados por el equipo del Laboratorio de Investigación Interdisciplinaria en Ciencias y Tecnología del Agua Ko-Yaku, liderado por la Dra. Cristina Villamar, académica e investigadora de la Facultad de Ingeniería.
La instalación de los biofiltros está asociada al desarrollo de una tesis de postgrado en la industria y de un proyecto de investigación aplicada, en cuya ejecución son apoyados por la Dirección de Gestión Tecnológica de la Vriic.
Impacto social, ambiental y económico
“Las grandes ventajas que presentan estas tecnologías es que son más económicas, más asequibles, emplean muy poca energía y no generan ruidos o lodo como es el caso de las plantas de tratamientos mecánicas, de manera que se convierten en una opción viable y adecuada para los sectores rurales”, explica la investigadora.
El sistema, que ya se encuentra funcionando, es parte del trabajo de tesis de Paula Madariaga, estudiante del Doctorado de Ciencias de la Ingeniería, con mención en Ingeniería de Procesos y es guiada por la académica Villamar, en el marco de la adjudicación de “Tesis de doctorado Usach en la industria”.
En cuanto al segundo, se trata de la investigación Fondef IDeA I+D 2023 “Propuesta tecnológica de paisajes depuradores para la recuperación de aguas residuales en espacios rurales y urbanos, con generación de subproductos con valor agregado”, que dirige la Dra. Villamar.
La idea es que los dos biofiltros trabajen de manera paralela y complementaria a la planta que está en los terrenos de la Municipalidad de Paine, aunque en la práctica cada uno se abocará en eliminar distintos tipos de contaminantes y actuarán en determinadas etapas del tratamiento de las aguas residuales.
En el caso del proyecto de Paula Madariaga, lo que busca “es remover fármacos como el Paracetamol, Triclosán y Amoxicilina” y también evaluará el uso de material agroindustrial como cáscara de avellana y viruta de madera para absorber esos productos.
En cuanto al segundo biofiltro, la Dra. Villamar dice que es una tecnología “con un alcance más amplio, donde incorporaremos un componente biótico más complejo, basado en el uso de organismos fotosintetizadores y saprófitos. A través de este, queremos dar respuesta a la remoción de los diversos contaminantes que contienen los residuos líquidos domésticos”.
Finalmente, puntualiza que “la idea es instalar este piloto como parte de la etapa final del tratamiento que realiza la planta a las aguas que provienen del alcantarillado y poder revalorizarlas con fines de reciclaje en riego ornamental”.