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Yennifer Rodríguez, presidenta de Leones Usach Cheerleading: “He aprovechado todos los conocimientos que me da el Plantel para el liderazgo”
Dr. Erick Saavedra, director del Departamento de Ingeniería en Obras Civiles: “Estamos a la vanguardia nacional e internacional en investigación”
Dr. Erick Saavedra, director del Departamento de Ingeniería en Obras Civiles: “Estamos a la vanguardia nacional e internacional en investigación”
Erick Saavedra Flores tiene un intenso lazo emocional con la Universidad de Santiago. Aquí estudió Ingeniería Civil en Obras Civiles, conoció a su esposa, se transformó en académico y hoy dirige el Departamento de dicha carrera. Sin embargo, no ha descuidado su investigación en este largo camino académico. Un Fondecyt Regular y luego un Fondequip lo llevaron a implementar en nuestra Casa de Estudios una mesa de vibrar sísmica, hito importante para la Institución por su condición única a nivel regional. Aquí se pueden realizar ensayos experimentales a gran escala, reproduciendo o simulando efectos de terremotos sobre estructuras, y evaluar el comportamiento sísmico de innovadores sistemas de construcción. De hecho, se prepara para hacer un ensayo sísmico inédito en Sudamérica con una estructura de madera contralaminada de cuatro pisos.
La mesa de vibrar sísmica representa un polo de desarrollo a nivel de ingeniería estructural, mecánica, de materiales y sísmica, como también en arquitectura, y ha abierto las puertas para investigaciones de diferentes disciplinas en nuestro Plantel.
-¿Cómo nace la semilla de la investigación en su vida?
-Buscando intereses en segundo año de la carrera de Ingeniería Civil en Obras Civiles sentí que me apasionaba estudiar y me proyecté hacia un postgrado. Comprendí que la ingeniería del día a día, la que se hace en empresas, es una cuestión más práctica y más rápida, con menos tiempo para analizar. Me titulé, formé mi familia, trabajé y luego hice clases en la Usach como profesor por hora. El año 2005 ya era académico de jornada completa gracias a un acuerdo tácito con mi alma máter para que hiciera un postgrado en el futuro cercano. En 2007 partí a la Universidad de Swansea en Gales, Reino Unido, para un doctorado en mecánica computacional de sólidos y estructuras. Luego seguí con un postdoctorado en un proyecto de ingeniería aeroespacial financiado por la European Research Council. Estuve 6 años en Gales. Escribí mi primer paper, hito muy importante en la carrera de cualquier investigador. Retorné al Departamento de Ingeniería en Obras Civiles con una mochila de publicaciones y experiencia; sin haber postulado nunca antes a un proyecto Fondecyt de Iniciación, postulé directamente a un proyecto Fondecyt Regular y me lo adjudiqué, y más tarde postulé a un proyecto Fondequip de equipamiento tecnológico, para la instalación y funcionamiento de la primera mesa de vibrar sísmica de Sudamérica, una plataforma cuadrada de acero que funciona mediante bombas hidráulicas que reciben instrucciones por computador, y donde se pueden realizar estudios de vibraciones en estructuras y conexiones, y en diversos materiales, tales como hormigón, madera y acero. Su nacimiento sería una especie de hijo adoptivo mío.
-Siguiendo esa analogía, es un hijo que está en constante crecimiento y que requiere de su atención para seguir avanzando, ¿no?
Nace en 2019 y de ahí hasta la fecha el proyecto ha comenzado un periodo de ajustes y de adquisición de conocimientos que no existían en Chile. Ahora estoy impulsando la construcción de un edificio o estructura metálica que cubrirá la mesa de vibrar y al costado otro edificio de hormigón armado de dos pisos. Espero que este 2023 iniciemos obras con financiamiento de la Universidad de Santiago.
-Entiendo que hoy sigue dedicado a la investigación relacionada con la madera contralaminada como material de construcción.
-Efectivamente hoy estamos haciendo investigación importante en el laboratorio sobre aquello. Hay un auge sobre nuevas edificaciones que se están incorporando a las ciudades en cuanto a construir con madera por un tema de sustentabilidad en el tiempo, de restricciones medio ambientales. La madera se ha impulsado con mucha fuerza como un material de construcción con un potencial que hasta hace años atrás se creía que tenía poco desarrollo tecnológico. La verdad es que nos referimos a un sistema constructivo con base en madera masiva; no hablamos de estructuras ligeras de madera que son susceptibles por ejemplo a los incendios. Paneles de madera contralaminada de espesores de 12 a 20 centímetros se pueden usar comúnmente en losas de pisos de edificios, en muros estructurales o bien, combinadas con acero u hormigón. Este material representa un futuro prometedor para la elaboración de nuevos sistemas constructivos. En Chile sigue siendo algo nuevo. Como departamento estamos a la vanguardia nacional e internacional por los académicos que tenemos en esa línea en lo que se refiere a caracterización mecánica de la madera, aplicaciones estructurales, modelos numéricos predictivos para el comportamiento estructural y sísmico de edificios de madera contralaminada cuando son sometidos a movimientos telúricos. Tenemos una plataforma de trabajo de simulación computacional estructural fuerte y además complementada con trabajo experimental de laboratorio que conjugan una alianza perfecta.
-¿Cómo se hace el trabajo de ensayo con este material considerando que no se pueden realizar pruebas en edificios de mucha altura?
-El modelo numérico tiene que ser alimentado con información experimental para mejorar la capacidad predictiva y por otro lado, los trabajos experimentales están supeditados a los recursos económicos que uno tiene. Es muy probable que uno no pueda ensayar edificios de gran altura en una mesa de vibrar con las características que tenemos, pero si combinamos estas dos fortalezas, tanto nuestro trabajo computacional como experimental, ambas se potencian y se genera nuevo conocimiento en cuanto a modelación computacional y trabajo experimental.
¿Cuál es el futuro de la mesa de vibrar sísmica?
-Me adjudiqué otro Fondecyt Regular que es por cuatro años y he invertido en nuevos equipos y sistemas de adquisición de datos. Son proyectos a largo plazo. Lo que viene es incorporar nuevos actuadores verticales porque lo que pasa con la mesa es que solo se mueve de manera horizontal. En un terremoto real también hay una componente vertical. Hoy en día tenemos tres grados de libertad. Aspiro a llegar a los seis grados de libertad y eso implica incorporar nuevos actuadores en la base que tengan la capacidad de aplicar registros verticales simultáneamente. Eso significaría actualizar el sistema de control, incorporar un banco de acumuladores para incorporar más energía al sistema, una nueva unidad hidráulica y para eso vienen los nuevos proyectos. Estamos concentrados en el nuevo edificio porque necesitamos un espacio cerrado que sea modulable también.
María Soledad Loyola, Doctora en Psicología e investigadora del CEM:” La migración es una oportunidad para cualquier sociedad”
María Soledad Loyola, Doctora en Psicología e investigadora del CEM:” La migración es una oportunidad para cualquier sociedad”
María Soledad Loyola, es Magíster en Psicología Educacional y Doctora en Psicología, pero su historia tiene mucho de esfuerzo también ya que su familia proviene de una zona rural. Se considera una migrante, porque viajó junto a su familia desde la Región del Biobío a instalarse a la capital. De madre costurera y padre que fue guardia de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, UMCE, ella es primera generación en ingresar a la Educación Superior.
La Universidad Academia de Humanismo Cristiano la recibió para comenzar sus estudios de psicología; dos años después al trabajar en el programa P900 - talleres de aprendizaje del Ministerio de Educación para jóvenes vulnerables- se dio cuenta que lo suyo era transformarse en educadora diferencial. Dejó la psicología y volvió a dar la Prueba de Aptitud Académica para ingresar al exPedagógico y seguir con su formación. Fue jefa de UTP y directora de escuelas, pero su inquietud la trajo a la Universidad de Santiago donde se tituló como Magister en Psicología Educacional y luego Doctora en Psicología. “En esa época algunos de los Magísteres en Psicología de la Usach, no eran exclusivos para psicólogos/as, sino que eran estudios afines en ciencias sociales y humanidades, además que se vinculaban a las experiencias profesionales de las/os candidatos/as”, recuerda. Aquí se encantó con la investigación trabajando en el laboratorio Virtualab, y la que profundizó al integrarse al Centro de Estudios Migratorios, CEM.
Prejuicios y migración
Cuando el tema de las migraciones se hacía más fuerte en Chile, el CEM buscó establecer una mirada global, no solo como un proceso histórico sino social y contemporáneo. Fue así como María Soledad se dedicó a investigar las experiencias de cuidado de mujeres migrantes en los sistemas de atención primaria de salud, desde una visión cualitativa con análisis de discurso. “En el Centro tenemos esta línea de investigación de género y salud. Estamos terminando un proyecto Dicyt con la profesora Irene Magaña, donde ella es la investigadora principal y con ganas de repostular a un Fondecyt sobre la temática” remarca.
-Dra. Loyola, la migración pareciera ser que se transformó en un dolor de cabeza para los últimos gobiernos, donde una parte importante de la ciudadanía la asocia con elementos negativos, como lo muestran algunas encuestas ¿Concuerda con esa apreciación desde sus investigaciones?
-Creo siempre que la migración es una oportunidad para cualquier sociedad. No pienso que sea un problema, porque te permite ampliar horizontes, aceptar la diversidad, generar cambios culturales; me parece particularmente interesante lo que ocurre con esa diversidad en la formación de niñas, niños y adolescentes. Un buen ejemplo de ello es lo que sucede en algunos establecimientos educacionales donde este reconocimiento a la diversidad se ha vuelto práctica y no teoría. Por otro lado, el aporte que pueden hacer profesoras y profesores migrantes también puede contribuir en la búsqueda de soluciones a la crisis educacional que hace años vive el sistema educacional y que se profundizo con la pandemia. Es efectivo que la migración se ha asociado a la delincuencia, al exceso de vulnerabilidad, a que ocupan los sistemas de protección social. No niego esa realidad. Hay un aumento de situaciones negativas y así son percibidas por la sociedad, pero también lo veo como un desafío para el Estado chileno, desde el punto de vista de hacerse cargo de la mejora en los sistemas de protección y seguridad social, así como de las leyes referidas a migración. El Estado debe ser capaz de dar respuestas a estas problemáticas; respuestas que deben ser pertinentes en calidad y tiempo.
-Sus áreas de investigación son género y salud. Se habla que las/os migrantes saturan los servicios de salud y acceden a muchos beneficios dada su precariedad social.
-Esta creencia de que las/los migrantes copan los sistemas de salud está instalada, pero no es necesariamente así, porque a pesar de que se inscriben cuando están en un sistema regular de estadía en Chile, lo ocupan menos que las familias chilenas. La razón es porque están menos medicalizados que los chilenos. Recurren mucho a la medicina natural y a las tradiciones de cuidado de sus países de origen. Concurren a los centros de salud cuando están muy graves o por los controles de hijas e hijos, que son obligatorias por el programa Chile Crece Contigo. Otro buen ejemplo es lo que ocurre en educación: de alguna manera la matrícula de estudiantes migrantes está salvando la educación municipal. En lo laboral, las/os migrantes acceden a trabajos que son menos valorados.
Hay otros datos de interés. A diferencia de lo que creemos, en los otros países de América Latina los sistemas educacionales son buenos. Las personas migrantes alcanzan niveles escolares superiores a los que tenemos en Chile. Las mujeres migrantes tienen aproximadamente dos años más de escolaridad que nuestras compatriotas, además de superarnos en la ocupación laboral femenina. En resumen, hacer un zoom a los aportes en el tema de la migración siempre va a ser positiva para nuestro país.
-Volvamos a la Usach. Usted hace clases en el curso de Diseño y Evaluación de Proyectos de Intervención Psicosocial, para estudiantes de psicología. Pronto se inicia un nuevo año lectivo. ¿Cómo percibe a nuestra Universidad y a sus alumnas/os?
-Esta Casa de Estudios es muy importante para mí. He pasado mucho tiempo acá; me formé en estas aulas. La Usach tiene que ver con mi historia personal, es un lugar que siento como propio. No soy ajena a lo que ocurre en mi país, vivo en Renca como muchos de mis alumnos y alumnas, y comprendo lo difícil que ha sido el retorno a la presencialidad, pero creo genuinamente en su deseo de contribuir a los cambios sociales lo que hace que se esfuercen y pongan ganas en sus procesos formativos.
Titulada en la Universidad de Santiago de Chile es la nueva presidenta del Colegio de Periodistas
Titulada en la Universidad de Santiago de Chile es la nueva presidenta del Colegio de Periodistas
Con una diferencia de alrededor de 60 votos con su contendora, la titulada de periodismo de nuestra Universidad, y Magíster en Comunicación Política de la Universidad de Chile, Rocío Alorda Zelada, se transformó en la nueva presidenta del Colegio de Periodistas
A través de Zoom, destacó lo valioso de que compitieran dos listas en estos comicios ya que genera un mayor interés entre los colegas e invitó a quien resultó segunda, Myriam Verdugo, en esta elección a no restarse de su participación en el Colegio.
Rocío tiene un fuerte pasado usachino. Ingresó en el año 2000 a nuestro Plantel, pero no directamente a Periodismo, sino que al Bachillerato en Ciencias y Humanidades..
-¿Cómo fue esa experiencia?
- Fue súper interesante y valiosa porque yo era la típica estudiante de buenas notas, con un buen puntaje en la Prueba de Aptitud Académica, pero que no tenía claridad de cuál era la carrera que quería estudiar. Me consideraba humanista, pero me gustaba también la biología. Bachillerato fue un programa que me permitió tener un paneo general de distintas disciplinas. Me ayudó también a madurar y a percibir en ese primer año como era el intenso mundo universitario. Es un programa muy eficiente porque estas compitiendo con tus notas para tener un cupo en una carrera. Cuando elegí periodismo, tenía más cancha en ese espacio.
La nueva presidenta del gremio estudió su enseñanza media en un colegio particular subvencionado en calle Bernal del Mercado (hoy Obispo Umaña en Estación Central), así que para ella la Usach desde pequeña siempre fue ‘la Universidad pública', su objetivo y su sueño. “Tuve una vida universitaria muy plena. Lejos fueron mis mejores años”, remarca con emoción. Fue vicepresidenta de su carrera, pero declinó postular a la Feusach, porque “sentía que estaba en manos de las juventudes políticas de aquella época y yo no militaba en ningún partido. Aunque me consideraba de izquierda y participaba en diversas instancias políticas de la Universidad, creo que en esos años no estaba para esas grandes ligas”, remarca.
En medio de esos seis años universitarios se sumó a la Escuela Enrique Kirberg, donde junto a otras/os universitarias/os hacían clases a personas que necesitaban cumplir con el requisito de completar su enseñanza media. Tras titularse en 2007, trabajó en el Servicio Nacional de la Mujer (Bachelet 1) y sería Margarita Pastene, entonces directora de comunicaciones, quien la invitó junto a otros titulados y tituladas a participar en la Radio Usach, donde les encomendó la labor de crear un equipo de prensa. “Compartí entonces con Daniela Gallardo y con Pablo Medel, entre otras/os compañeras/os con quienes nos dedicamos a armar toda esa área de producción periodística. Estuve en prensa y después fui editora de cultura… fue una experiencia hermosa… teníamos toda la libertad de crear programas”, recuerda.
Tras un año y medio en este medio de comunicación universitario también cursó un diplomado en el Instituto IDEA sobre Estudios Internacionales. Luego, comenzó su especialización en temas de género trabajando para la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, Anamuri, hasta 2009; 5 años laboró en la Universidad de Chile; se integró a la Fundación Prodemu y actualmente enfrenta nuevos desafíos como asesora parlamentaria y como presidenta del Colegio de Periodistas, donde uno de sus grandes objetivos será fortalecer el derecho a la comunicación y el respeto y protección al ejercicio de la prensa.
Multifuncionalidad del periodista
-¿Cuál es tu opinión sobre la formación del periodista de la Universidad de Santiago?
-Yo soy de la primera generación después de que la Escuela estuvo cerrada. Casi no teníamos compañeras/os para atrás. Fuimos muy contenidos por la planta académica y herederas/os de una formación evidentemente con pensamiento crítico. Era una carrera que te daba un amplio barniz de conocimientos, con varios semestres de Teoría de la Comunicación; Televisión; y Prensa Escrita. No estaba el boom de las redes sociales, pero ya teníamos periodismo digital. Una de las debilidades que vemos en las nuevas generaciones es la falta de lectura crítica incluso respecto a la labor profesional; creo que en la Usach los académicos que tuvimos y a los cuales admiro, nos formaron bastante bien para analizar desde esa óptica la realidad.
-¿Cómo visualizas el campo laboral para las nuevas generaciones de periodistas?
-Siempre les digo a mis estudiantes (porque también me corresponde hacer clases en la Universidad Central) y en eso no les puedo mentir, que el mercado en Chile es tan pequeño que no absorbe a una gran cantidad de periodistas, pero más allá de esta lógica existe una gran precarización. Hoy los periodistas trabajamos en el Estado, en los municipios, en las instituciones porque hay una crisis de los medios de comunicación. La tendencia ha sido a la multifuncionalidad donde debemos hacer diferentes cosas y eso no es más que precarización laboral. A Chile le pesa no tener más incentivos para crear nuevos medios de comunicación o establecer un sistema de medios públicos. No hay una institucionalidad que mire las comunicaciones como una cosa más macro y eso daña el desarrollo de las fuentes laborales.
-¿Qué le diría la presidenta del Colegio de Periodistas a las/os futuras/os colegas?
-Que necesitamos más periodistas que sigan poniendo al centro de la labor profesional la ética y el bien común de la sociedad. Por eso son tan importantes las escuelas de periodismo como la de la Usach donde yo y muchos nos formamos. Vivimos una crisis de deslegitimidad de los medios y también donde hay un avance importante de la desinformación. Por eso es imperiosa la formación de periodistas con ética y con un fuerte compromiso en la búsqueda de la veracidad de los hechos. Por eso, además los llamo a continuar sus estudios después de salir de la Universidad, porque ese es el primer paso. Cuando nos especializamos también logramos situarnos laboralmente y generar mayores redes. Cualquiera sea el trabajo al que ingresen no olviden la razón que los llevó a estudiar esta carrera.
Natalia Ferrada, doctora y magíster en Educación: “Comparto la visión en la formación de profesores que tiene la Usach”
Natalia Ferrada, doctora y magíster en Educación: “Comparto la visión en la formación de profesores que tiene la Usach”
Formada como profesora en Educación General Básica en la Universidad del Bío-Bío, Natalia Ferrada transita – según sus propias palabras- entre una personalidad extrovertida y a la vez introvertida. No obstante, reconoce que tiene profundamente arraigada la necesidad de estar siempre aprendiendo. Ella es la autora de una investigación dedicada a conocer más del status de los profesores inmigrantes en Chile, tema en que no se ha profundizado y que requiere- a su juicio – de un análisis destacado y de políticas públicas, como lo entendieron algunos países de la Commonwealth, pero ya hablaremos de ello.
Estudió su Magíster y Doctorado en Métodos de Investigación y Diagnostico en Educación, en la Universidad Santiago de Compostella, España. Antes de ello, conoció a fondo las necesidades de los colegios de zonas precarizadas y de difícil acceso, donde advirtió situaciones de vulnerabilidad extrema.
Luego de sus estudios en Europa volvió a Chile para integrarse como profesional de la Universidad Católica de Valparaíso; tuvo un breve paso por la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, hasta que ingresó como profesora por hora a la Pontificia Universidad Católica de Chile. El destino la llevaría a ganar un concurso público y emigrar al norte del país para sumarse como académica a la Universidad Arturo Prat en Iquique, donde permaneció por casi cuatro años. “A mí me encanta la docencia y la investigación, y allí estaba adquiriendo responsabilidades directivas de liderar equipos, de proyectos del Mecesup. Sentí que fueron tantos años de sacrificio estudiando, que aquello no era a lo que yo aspiraba”. Volvió a Santiago y se integró a una universidad privada, hasta que en marzo se presentó a un concurso en la Usach, fue pasando etapas y desde agosto del año pasado pertenece al Departamento de Educación.
En la Universidad de Santiago de Chile dictó la asignatura de taller de necesidades educativas especiales en Pedagogía Básica y, en Historia, metodología de investigación educativa, también dirigió tesis en el Magíster en Curriculum y Evaluación y ha estado comprometida apoyando a la jefatura de carrera con una de las fases de la acreditación, que es la visita de pares. “Estoy construyendo en este momento mi identidad usachina. Llevo poco tiempo. Comprender las culturas institucionales no es de un día para otro y además en una Universidad tan grande. Este ser usachino es lo que me motivó a volver a la educación pública, al espacio público. Ahí está mi compromiso. Comparto la profunda convicción de los hijos de la educación pública, y yo soy uno de ellos, estudié en escuela, liceo y universidad “con número”, así que creo que por ahí va la cosa”, remarca.
-Tras su paso por diferentes planteles de Educación Superior, ¿cuál es su impresión del estudiante de la Usach?
. Mis estudiantes acá son comprometidos y la forma de ver la profesión docente es distinta en la Universidad de Santiago por su sello social. Son muy críticos y reflexivos. En la universidad privada era muy raro que me saliera de la clase planificada para hablar de temas de contingencia, de hecho no podía manifestar creencias de ningún tipo, lo que era como extraño cuando la pedagogía es de cercanía.
Docencia e inmigración
Sobre su primer estudio, de tres que está realizando, y será publicado en la revista Estudios Pedagógicos de la Universidad Austral, e indexada en Scopus, comenta que su interés junto a otras colegas de la Universidad de Chile y Universidad Arturo Prat fue analizar la inmigración de profesores y profesoras a nuestro país, con datos fehacientes, que pudieran aportar a establecer una caracterización de ellos y ellas. Si bien hay muchos textos con datos sobre inmigración están focalizados en las familias, en la inclusión de estudiantes, en las políticas para esta población, etc., no ha habido interés, hasta ahora, de investigar esta nueva configuración en el profesorado.
-¿Cómo surge este interés por conocer más de esta presencia de profesores extranjeros en el país?
-El profesor inmigrante transita en un mundo que no es el de las altas empresas ni en el de los servicios. Algunos autores los llaman inmigrantes medios. Mi interés partió al leer una noticia en 2019 que destacaba que más de 900 profesores extranjeros habían sido habilitados en los últimos cinco años gracias a un programa del Gobierno. Me llamó la atención la cantidad, pero no había una radiografía de quienes eran. Había entonces un nicho importante de investigación: quiénes son, dónde están, dónde trabajan, cuál es su situación.
¿A qué conclusiones llegaron?
-Llegamos a obtener varios datos. Por ejemplo que no existe programa de Gobierno, sino que es un trámite administrativo en que el profesor extranjero muestra su título, recibe un timbre y es habilitado. Eso no es un programa de inducción ni de acompañamiento y ahí está el escaso entendimiento al que hago mención. Un docente extranjero, por mucho que tenga experiencia, es nuevo en nuestro sistema. No sabemos de su calidad; simplemente lo habilitan. En Chile nuestras/os maestras/os deben rendir la Prueba de Evaluación Nacional Diagnostica de la Formación Inicial Docente. En el caso del inmigrante su único requisito es presentar el título homologado y si no, tiene plazo de 5 años para hacerlo. Eso responde y, es también una de las conclusiones a las que llegamos, a una contratación de condiciones precarias y de satisfacer la demanda existente por la escasez de profesores en muchas disciplinas. Postulamos que los profesores inmigrantes deben ser tratados como profesores nobeles cuando llegan al país.
Parte de la proyección de nuestra línea investigativa es formular un programa de acompañamiento o inducción como tienen países de larga tradición inmigrante como algunos países de la Commonwealth, entre ellos Australia y Canadá. Hace 4 años no había literatura sobre profesores migrantes en Suecia y ahora hay bastante, porque reaccionaron. Entendemos que cada vez hay menos profesores porque muchos se están jubilando, hay menos interés por estudiar pedagogía, hay mayor retiro temprano de la profesión y esto ocurre a nivel mundial; hay que cubrir las plazas, pero la respuesta del Estado tiene que ser a una política de inmigración moderna. La política pública tiene que estar preparada para los cambios.
-¿Los profesores inmigrantes dónde están geográficamente? ¿Ganan menos que el chileno?
-No sabemos si les están pagando menos porque esa variable no aparece en la base de datos que nosotros estudiamos , pero si detectamos que son más móviles; se cambian continuamente de trabajo y eso significa que tienen contrato de honorarios, de reemplazo, tienen menos oportunidades de situarse en otros roles como profesores jefes, directivos. En otro estudio cualitativo que desarrollé y que estoy analizando, confirmé que estos profesores tienen cero ayuda, no conocen el sistema, lo poco que saben de Chile es por sus parientes que están acá y sus experiencias están mediadas por el tipo de colegio donde se desempeñan. Por ejemplo, los profesores de colegios particulares y europeos tienen una situación más acomodada y su capital simbólico es distinto al del profesor venezolano, colombiano o mexicano. Los docentes migrantes están en su mayoría en la región metropolitana y en el norte del país; trabajan en colegios particulares subvencionados, porque al sector municipalizado se entra por concursos que tardan meses, en cambio en uno particular acceden con el curriculum y la entrevista psicológica, nada más.
Cristian Vilos, doctor en Biotecnología: “La Nanomedicina ya no es solo tema de libros… es una realidad”
Cristian Vilos, doctor en Biotecnología: “La Nanomedicina ya no es solo tema de libros… es una realidad”
Cristián Vilos estudió Tecnología Médica en la Universidad de Talca. Tiempo después la Universidad de Santiago le abriría las puertas para realizar su doctorado en Biotecnología, que lo llevó a perfeccionarse en el Laboratorio de Nanomedicina y Biomateriales del Brigham and Women's Hospital – Harvard Medical School.
Como investigador del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y Nanotecnología (Cedenna) y jefe de la línea en nanobiomedicina nos cuenta del trabajo de investigación que se realiza allí, a propósito de una columna que publicó en Diario Usach.cl, relacionada con la ciencia y el combate a distintos tipos de cáncer, como el colorrectal, mamario o el prostático que requieren de terapias de mayor precisión.
En el Cedenna estudian cómo transportar en diminutas nanopartículas biodegradables y biocompatibles, fármacos quimioterapéuticos y otros agentes terapéuticos para atacar tumores con nuevas combinaciones de moléculas que cumplan una eficaz función inhibidora no tóxica y actuar como terapia combinada de mayor eficacia con menos efectos colaterales.
El Dr. Vilos destaca que últimamente estudian terapias combinatorias, es decir que llevan más de una molécula, o un agente quimioterapéutico acompañado de inhibidores de otras rutas biológicas, de manera de potenciar lo que se llama un sinergismo farmacológico.
-En palabras simples, ¿cómo nos podría explicar el desarrollo de este tipo de investigaciones?
-Te lo explico con un ejemplo. Si con un fármaco A el efecto es 10, con un fármaco B logras un efecto 5, cuando incorporas un fármaco A+B el efecto puede ser 25 o 30; es decir, un efecto sinérgico corresponde a un efecto mayor que la sumatoria de los efectos de A y B. Eso es sinergismo y eso lo hemos estudiado como terapias combinatorias tanto de fármacos que actualmente se ocupan en clínica, como con moléculas que no necesariamente cuando tú las proporcionas solas eliminan el cáncer. Si van combinadas pueden potenciar el efecto del fármaco A. Cuando pensamos en optimizar las terapias contra el cáncer, tenemos que partir de la base que los agentes quimioterapéuticos en si son muy buenos, y en bajas dosis tienen un gran efecto.
-¿El problema podría radicar en que esos agentes no discriminan entre células sanas y tumorales?
-Exacto. La pregunta que surge es qué hacer para que la cantidad de este fármaco que se administre al paciente que ya es bueno en sí, no sea tan alta para que su efecto no sea tan nocivo en las células sanas. Lo ideal sería dar una cantidad menor, pero se va relacionar con que va a tener un menor efecto terapéutico, por lo tanto si logramos coadyuvar esta cantidad menor con algo que por sí solo no sea toxico y lo potenciamos, estaríamos desarrollando nuevas terapias combinadas que generarían un efecto global y contribuiríamos a disminuir los efectos adversos del paciente. Si a esto le sumas que los incorporas en el interior de nanopartículas, vas a tener que las nanopartículas van a evitar que el medio por el que viajan (torrente sanguíneo o vía oral), haga que los componentes biológicos degraden la molécula que tiene su principio activo. Esto también permite que mi principio activo pueda ser transportado protegido y a su vez llegue al lugar que yo espero. Es decir, el tema que surge es cómo modulamos que en la superficie de estas nanopartículas haya moléculas que reconozcan otras moléculas o receptores que estén presentes en las células blancas o en las tumorales. Eso se conoce como liberación dirigida. Si bien es algo que se discute hace años, pero en la práctica aun es un tema complejo.
-Desde el punto de vista clínico, ¿una nanopartícula que incorpora fármacos con alto potencial terapéutico puede ser riesgosa al hacer contacto con la sangre?
-Justamente estamos estudiando cómo se comportan estas nanopartículas que tienen potencial aplicación con las plaquetas ; cómo es su interacción con los glóbulos rojos, ya que basta que un par de mililitros de sangre se destruyan dentro del torrente sanguíneo, para que esa hemoglobina que se libera nos produzca una insuficiencia renal aguda. Si una nanoformulación para el cáncer produce eso, podemos provocar un daño aun mayor que lo que queremos sanar. Por lo tanto, nos estamos preguntando cual es la hemocompatibilidad, es decir cómo estas nanopartículas se relacionan con la sangre, la función de las plaquetas y la cascada de la coagulación. Estamos siempre investigando como van a interaccionar en la nano-biointerface, estos componentes exógenos que van al organismo y los componentes celulares y plasmáticos.
-Está claro que la nanociencia a la luz de estas investigaciones dejó de ser hace rato solo ficción.
-En Cedenna trabajamos fuertemente en el desarrollo de formulaciones, pero el mundo nos demanda un paso más allá, porque ciertamente la nanomedicina ya no es de libro, sino una realidad. Hemos sido vacunados con nanopartículas de carácter lipídico contra COVID -19, por lo tanto, es atingente movernos en línea con el desarrollo clínico estudiando aspectos relacionados con la farmacología. En los últimos años desde la Universidad de Santiago hemos catalizado la formación de un laboratorio de nanoseguridad. Tenemos que sentar las bases para entender desde dos miradas este tema; primero, desde aquella persona que opera nanopartículas porque pueden ser inhaladas o acumuladas en el organismo. La otra mirada es desde la nanotoxicología. Analizando cómo identificar el potencial toxicológico del uso de estas terapias o de estas nuevas invenciones. ¿Cuántos estadios fueron fumigados con nanopartículas de cobre?, sabemos que el cobre mata la bacteria, pero ¿sabemos cuál es el máximo de cantidad de aire con cobre que podemos respirar?- Cedenna se está transformando en un actor fundamental para relevar este tipo de preguntas que van no solo desde la mirada en pequeño que proviene desde el laboratorio, o de la célula, sino que en un visión transversal que tiene que ver con su uso diario.
-¿Eso va de la mano también de regulaciones?
-También hemos sensibilizado a las autoridades. Necesitamos generar regulaciones en el uso de nanomateriales. Yo pertenezco a la mesa de salud del Senado Congreso Futuro, y se discute como utilizar la nanomedicina en medicina de precisión. El desafío del Centro es cada vez más grande, no solo de desarrollar nuevas tecnologías sino hacernos responsable del uso de ellas. En la Universidad de Talca hemos formado un centro de investigación que se llama Centro de Nanomedicina, Diagnóstico y Desarrollo de Fármacos (ND3 – Center), que es apadrinado por Cedenna y justamente está orientado a dar respuesta a estas preguntas para que el conocimiento aporte las bases para nuevas invenciones que generen transferencia tecnológica.
Daniela Alburquenque Muñoz, Doctora en Ciencias de la Ingeniería: “Advierto más mujeres interesadas por las carreras científicas”
Daniela Alburquenque Muñoz, Doctora en Ciencias de la Ingeniería: “Advierto más mujeres interesadas por las carreras científicas”
Daniela Alburquenque Muñoz, proviene de una familia de 14 hermanos, pero ella destaca por ser la única que egresó de la Educación Superior y además siguió un doctorado en la Universidad de Santiago. Reconoce que desde pequeña le gustó la ciencia. Fue en enseñanza media que una profesora del Internado Nacional Femenino, y que con el tiempo se transformaría en una de sus grandes amigas, la instó a estudiar en nuestra Universidad. El contacto con la Usach se materializaría luego con su participación en las Olimpiadas de Química. “Siempre estuvo en mi mente estudiar en la Usach”, remarca.
Entró a nuestra Casa de Estudios en 2003. De hecho fue parte de la última generación que dio la Prueba de Aptitud Académica. Se tituló como Técnico Universitario en Análisis Químico y Físico de la Facultad de Química y Biología, haciendo su práctica en la Comisión Chilena de Energía Nuclear. Recuerda que su profesor guía, Juan Luis Gautier, trabajaba en materiales catódicos para baterías de ion litio, haciendo estudios de composición química para aplicarlo a una pila botón. En esa época solo se hacían estudios de ciencia básica. Ella, tiempo más tarde, buscaría sumar la ciencia aplicada. Por prosecución de estudios ingresó a la carrera de Química y Licenciatura en Química, hizo su tesis, el 2011 dio su examen y continuó su trayectoria con el doctorado en Ciencias de la Ingeniería mención Ingeniería de Materiales.
-Entiendo que también el actual decano de la Facultad de Ciencia tiene mucho que ver en su vida académica
-Sí, en mi licenciatura conocí al Dr. en Física, Juan Escrig, que en esa época se había ganado un Fondecyt de Iniciación. Entré a Cedenna, al Laboratorio de Nanomagnetismo que dirigía. Él me dio la oportunidad de trabajar en energía que era mi especialización del doctorado y con su Fondecyt se pudieron comprar todos los equipos necesarios para hacer mi estudio de materiales catódicos en pilas botón. Así comencé mi carrera académica en paralelo a lo que él se dedicaba que son materiales magnéticos y fuimos contribuyendo en ambas investigaciones. Siempre supe que quería estudiar química y hacer investigación a nivel universitario, por eso cuando tuve que decidir en el último año de licenciatura en química la parte de gestión profesional o académica, opté por la segunda. Haber continuado el doctorado en materiales fue mi mejor decisión, porque es un campo muy amplio donde trabajo con físicos, ingenieros, matemáticos. Entiendo todos los idiomas en ciencia y eso facilita que podamos diversificar la investigación.
Daniela hizo una pasantía en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, directamente en el laboratorio de energías renovables y sustentables de Saltillo en México, durante tres meses. En 2018 se adjudicó un postdoctorado de Fondecyt.
-En palabras simples, ¿Qué busca con esta investigación de las pilas botón de ion litio?
- Lo que yo hago es preparar químicamente el polo positivo de una pila de ion litio , modificar su estructura química y la forma de las partículas, llevándola a una pila botón comercial, aquella que llevan los dispositivos electrónicos de bajo consumo como una pesa, un reloj, juguetes…esa pila redonda que todos reconocemos. Tengo todo el equipamiento para preparar el polo positivo y ensamblar pilas botón, usando como polo negativo el litio metálico. En el Laboratorio de Nanomagnetismo cuento con una cámara de guantes, una especie de incubadora, donde hay una atmósfera de Argón, exento de oxígeno y humedad donde puedo cortar el litio en círculos de 13 milímetros, cortar mi cátodo ya preparado, poner un electrolito que permite la conducción iónica entre electrodos e importar las piezas para armar la pila botón. Finalmente se ensambla la pila al vacío. El litio es un metal muy reactivo, al aire se recubre con una capa de óxido o peróxido y si hay una chispa con cierto grado de humedad puede reaccionar por la presencia de hidrógeno altamente inflamable. Por eso, hay que manejarlo con precaución. Un analizador de baterías me permite saber qué voltaje tiene la pila, su corriente, y hacer testeos de curvas de carga y descargas.
-Las pilas cilíndricas tradicionales me imagino que actualmente no llevan este material.
-Yo uso litio metálico, porque para ciencia e investigación el litio metálico es mi referencia. En las pilas comerciales no se usa este material porque es peligroso. Recordarás que antes los celulares podían explotar por su uso. Ahora usan grafito litiado u otros compuestos que tienen en su composición litio líquido como ánodo. Esas pilas comerciales además no son recargables. Las que yo hago sí, extendiendo su vida útil al modificar químicamente su polo positivo.
-¿Qué expectativas tiene de su investigación a mediano plazo?
-A futuro con más investigación y muchas pruebas, podría llegar a ser una patente, pero son tantos los factores, que aún no estoy en una fase en que pueda competir con una pila comercial. Por eso, estoy entre la ciencia básica y la ciencia aplicada, prácticamente tomo el material y lo llevo al aplicado. Estamos en un país rico en litio, aquí nos compran la sal de litio y llega procesado como litio metálico. De hecho, tenemos que importarlo para realizar estos estudios. Si hubiera infraestructura en nuestro país para hacer litio metálico, seguramente se instalarían industrias de baterías de auto.
La Dra. Alburquenque es una apasionada de su trabajo y advierte con entusiasmo un aumento de mujeres en carreras científicas. En plena pandemia comenzó a hacer clases a estudiantes de la carrera de Ingeniería Física de la Facultad de Ciencia, donde hay cinco mujeres y una de ellas es su ayudante, Javiera Vargas Gutiérrez. También hace clases de Química para alumnos de primer año de la Facultad de Química y Biología.
Su sueño es seguir trabajando en la Universidad de Santiago. “El ambiente de trabajo es muy grato. La Usach es mi refugio. A veces la familia no entiende lo que uno hace o a lo que realmente se dedica. Mi papá quería que fuera médica. Fui doctora, pero en Ciencias de la Ingeniería. En la Usach he pasado un largo periodo de mi vida como estudiante de pregrado, postgrado y postdoctorado. Aquí tengo a mis mejores amigas. Acá soy como soy. Es mi zona de confort. He postulado a otras universidades, he perdido oportunidades…lo reconozco. No me quise ir. La calidad de las personas y el ambiente de trabajo me hacen seguir en mi alma máter. Tengo todo para hacer investigación. Ojalá que la Universidad siga incorporando mujeres a cargos académicos en los departamentos”, remarca.
Dra. Leonora Mendoza Espínola: “No existe un solo camino al éxito. La ciencia tiene múltiples desafíos”
Dra. Leonora Mendoza Espínola: “No existe un solo camino al éxito. La ciencia tiene múltiples desafíos”
Los inicios de la Doctora en Química y decana de la Facultad de Química y Biología, Leonora Mendoza Espínola, están asociados a la Escuela Experimental Artística, establecimiento donde sus padres la matricularon para estudiar música; una época que ve con nostalgia, pues en segundo año medio, sintió que era el momento de explorar otros caminos. “Tuve que tomar una decisión bien drástica y dolorosa que significaba dejar muchos años dedicados a la guitarra clásica por buscar una pasión distinta. De hecho, seguí estudiando música hasta que la exigencia universitaria no me lo permitió más”, reflexiona.
Si bien la música pasó a segundo plano, aunque sigue presente en sus momentos de descanso, “la estricta disciplina desarrollada en mis inicios de estudiante de música, se transformó en mi mejor herramienta para enfrentar una vida dedicada a la ciencia, primero como pedagoga, luego como investigadora y hoy como decana”, sostiene la autoridad.
- ¿Cuándo fue el momento definitivo en que decidió ser investigadora?
En mi etapa de magíster. Trabajaba en el Laboratorio de Química Orgánica con el Dr. Alejandro Urzúa, mi mentor, colega y amigo. Me gustaba mucho la mezcla que él hacía entre la química y la biología. Ahí realicé mi tesis de pregrado y mis estudios de postgrado. Él me incentivó a irme un tiempo del país para realizar un intercambio de meses con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid, España, durante mi doctorado. Luego comencé a estrechar lazos con el área de Microbiología, trabajando con las doctoras Marcela Wilkens Anwandter y Milena Cotoras Tadic. La interacción con Milena fue determinante en la línea de investigación que actualmente realizo, pues me invitó a participar como coinvestigadora permanente en el Laboratorio de Micología, en donde el año 96, aporté mis conocimientos en productos naturales producidos por plantas. Ahí iniciamos el desarrollo de la línea de investigación sobre compuestos químicos activos contra el hongo Botrytis cinerea, que sumado a otras líneas de investigación se mantiene vigente al día de hoy. En ese sentido la investigación asociada a la formación de personas, es lo que más me apasiona.
- ¿Cuáles fueron sus investigadoras referentes para seguir esta carrera?
Había pocas mujeres en esa época, seguimos siendo pocas aún, pero dos profesoras en particular fueron muy importantes para mi decisión de continuar mis estudios de postgrado, quienes junto a mi mentor reafirmaron mi pasión por las ciencias, por su sabiduría, sencillez, seriedad, su forma de enseñar, pero por sobre todo por el cariño que demostraban por lo que hacían. Me refiero a las doctoras Elsa Abuin y Betty Matsuhiro, ambas destacadas científicas que representaban la rigurosidad, pero al mismo tiempo hacían de la ciencia algo atractivo para las personas.
- ¿Marcaron sus ganas de liderar en el entorno académico?
Sí. Creo que la forma de llevar sus laboratorios, líneas de investigación y relaciones con las personas, fueron bien determinantes cuando uno está estudiando y dice “a mí me gustaría llegar a esto”.
-¿Cuáles son los desafíos de su liderazgo como investigadora al pasar a dirigir la Facultad de Química y Biología?
Difícil pregunta. Los desafíos dependen de la formación de cada persona y su certeza de que es capaz. Yo no tengo la receta, de verdad no la tengo, creo que el liderazgo es algo que se va adquiriendo y madurando con el tiempo. En mi caso, llegar a ser decana nació del interés de impactar en forma positiva en la gente, estudiantes, colegas, funcionarias y funcionarios. Demostrar liderazgo para una mujer en esta Facultad no es complejo, pero no me gusta la palabra demostrar, me gusta la palabra reconocer, porque demostrar significa que hay que justificar las acciones constantemente, pero ser reconocida como líder ya sea en un laboratorio, línea de investigación, en la gestión, creo que es algo que naturalmente debiese ocurrir. Un buen liderazgo también va acompañado de un buen equipo de trabajo.
Paridad de género
- En su Facultad, el ingreso y egreso en pregrado se acerca a la paridad de género y las diferencias en su comunidad académica es menor. ¿A qué cree que se debe?
Somos una Facultad relativamente joven, que se crea a partir de la Facultad de Ciencia en 1994. Surgimos en un mundo que ya había dado los primeros pasos a la integración, a la inclusión. En ese sentido, no fue un tema complejo, porque como te mencionaba ya teníamos a estas líderes académicas y otras líderes importantes, como la Dra. Irma Carkovic; en gestión la Dra. Leonor Contreras, en investigación, entre otras que silenciosamente impactaban en el desarrollo de la Facultad. Sí había un desbalance, y sigue habiéndolo, pero no era un tema de día a día. Por ejemplo, sesgos para preferir un hombre frente a una mujer en un cargo es algo que ha ido cambiando en el tiempo, pero puedo reconocer que en esta Facultad ha primado la calidad de las personas, independiente del género al cual pertenezcan. En ese sentido, yo creo que estábamos más adelantados que a lo mejor otras unidades de la Universidad. Creo que a nivel institucional aún falta por crecer.
- ¿Le gustaría dar un mensaje a estudiantes que hoy tal vez no se sienten del todo capaces de seguir una carrera científica?
Siempre he pensado algo que creo es real: cualquier persona que fue capaz de salir de la enseñanza media y entrar a la Universidad y saltar el escollo del ingreso, es capaz de hacer cualquier cosa. Algunas personas se demoran más y algunas menos, la meta se logra igual. Mi pensamiento no es original, más bien concuerdo plenamente con los valores del Dr. Francisco Javier Gil (QEPD), los talentos están distribuidos equitativamente. No depende del nivel socioeconómico, pero es nuestra labor dar oportunidades. Cualquier persona que llega a la Usach y termina su carrera, es talentosa de por sí. Explotar ese talento depende realmente de cuánto le guste y lo que quiera hacer, darle la oportunidad es la tarea de la Universidad. Finalmente, me gustaría señalar que no existe un solo camino al éxito, la ciencia tiene múltiples desafíos: la enseñanza, la investigación, la vinculación con el medio, entre otros. Hay tantas alternativas de cómo uno se puede imaginar y disfrutar de la ciencia. Hoy en día la oportunidad de una formación universitaria, que alguna vez fue más para una élite de la población, ha aumentado mucho, y eso permite aprovechar las oportunidades y hacer lo que más nos gusta.
Rosa Corona, Doctora en Física, investigadora del Cedenna: “Trabajamos en estudios con un enfoque futurista y ambicioso”
Rosa Corona, Doctora en Física, investigadora del Cedenna: “Trabajamos en estudios con un enfoque futurista y ambicioso”
¿Te imaginas conocer cuál es el nivel de nuestra glucosa en el cuerpo; medir los signos vitales; o administrarnos un medicamento tan solo con pasar un sensor por uno de nuestros tatuajes? Interesante, ¿verdad?. En el Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y Nanotecnología, ya están trabajando en ello. La idea surge a través de una investigación de la Doctora en Física, Rosa Corona González.
Con doble nacionalidad, chilena y venezolana, esta investigadora y docente de nuestra Universidad se formó como Licenciada en Física Aplicada en la Usach, donde también hizo su doctorado y postdoctorado, de la mano de profesores como el actual decano de la Facultad de Ciencia, Dr. Juan Escrig y la Premio Nacional de Ciencias Exactas 2019, Dra. Dora Altbir.
La profesora Corona relata que en Cedenna trabajan actualmente en estudios aplicables a las memorias magnéticas. “Vemos que tan viable es que un sistema pueda guardar, almacenar, distribuir información y, que esa información se mantenga por 20 años y más sin borrarse. Esa es la idea fundamental de las paredes de dominio, de las estructuras magnéticas; que sean lo más pequeñas posibles para guardar mucho en poco espacio y con buena calidad”, explica.
-Entiendo que no solo la informática es prioridad en la nanotecnología. ¿Están trabajando también en aplicaciones médicas, cierto?
- Efectivamente, por ejemplo, nos gustaría que al administrarse un medicamento y cambiando el campo magnético o el sensor que lo vaya a distribuir con variaciones de campo pudiera liberarse o mantenerse. Por ejemplo, en lugar de hacer una quimioterapia peligrosa para todo el cuerpo, esta fuera localizada. La idea sería aplicar un nanotubo que en su interior tuviera este medicamento; se le administrara a la persona a una cierta hora del día, y se pudiera ir controlando en tiempos cortos para que no haga tanto daño a su organismo. Es un enfoque bastante ambicioso.
-¿Qué otros campos están abordando desde Cedenna?
Queremos ir hacia la electrónica flexible. Estudiamos sistemas curvos, porque hay toda una rama de la electrónica que trabaja sobre qué pasaría si con tinta magnética nos tatuáramos. Tú sabes que la piel tiene propiedades de arrugarse y estirarse con facilidad. Lo ideal sería entonces que pudiéramos pasarnos un sensor y saber cuánto marca nuestra glucosa; nuestros signos vitales; administrarnos un medicamento tan solo con pasarlo por ese tatuaje. Eso es lo que aspiramos con la electrónica flexible. Vemos la parte bien básica como qué pasaría si esto se curva o se comprime, o si agregamos ciertas aleaciones y si funcionan o no, y eso quedaría registrado para que otros lo vayan aplicando.
-¿Y esto es tan futurista cómo suena?
-Mis envíos de postulaciones a ANID sobre electrónica flexible a nivel Nano llevan información respecto a eso, pero no esta tan lejano a 20 años. En ese periodo ya vamos a estar con esa tecnología de vanguardia. Es bastante interesante el tema, pese a que hay personas que aún se asustan con la incorporación de chip y un “supuesto control”. Lo que yo investigo es diferente, es tinta con nano partículas.
La Usach, su alma máter
Así como centenares de venezolanos han viajado a nuestro país buscando oportunidades laborales, la familia de esta científica se trasladó a Venezuela después del golpe militar. Sus padres estudiaron en la UTE. Rosa nació en Venezuela, pero razones económicas los trajeron nuevamente a Chile 18 años después. Tiempo después su madre volvería a pisar nuestra Casa de Estudios con la emoción de ver transformada a su hija en Doctora en Física. Es una agradecida de la Usach porque pudo estudiar en la Institución gracias a un ingreso especial para extranjeros. Su mamá y hermanas proporcionaron los medios económicos para pagar su pregrado. Recuerda que hizo una estadía de 6 meses en la Universidad de San Diego, California, con el Dr. Iván Schuller.
“Si bien el doctorado no tiene como requisito formal que se hagan estadías en el extranjero. Se considera conveniente tener esa experiencia, conocer más personas y hacer líneas de investigación. Allá me dediqué a las simulaciones magnéticas y estudiamos nanohilos multisegmentados con aleaciones magnéticas suaves/duras”, recuerda.
Tras regresar de la pasantía terminó su doctorado y se incorporó a trabajar con la Dra. Altbir. “Es genial trabajar con ella. Tuvimos siempre una buena relación. El profesor Dr. Juan Escrig era su alumno y después él fue mi profesor guía de tesis para convertirme en Doctora en Física. Mi primer artículo fue con ambos”, relata con orgullo.
Desde su visión como investigadora estimula a que muchas más mujeres rompan con el estereotipo de que las carreras matemáticas, científicas e ingenieriles son para hombres. “Me encanta trabajar en Cedenna, es mi zona de confort. De hecho cuando pienso en que posiblemente tendré que buscar nuevos horizontes me pongo nerviosa. Soy profesora por hora también en la Usach. Hago clases de Física 1, Física 3 y Electricidad, Magnetismo y Ondas para los futuros ingenieros. Me encantaría quedarme en la Universidad de Santiago como académica e investigadora. La Usach es lo máximo para mí”, expresa sin titubeos.
Paula Zapata, Doctora en Química: “Reconozco en la Usach el soporte para postular a proyectos externos e internos de investigación”
Paula Zapata, Doctora en Química: “Reconozco en la Usach el soporte para postular a proyectos externos e internos de investigación”
La Dra. Paula Zapata Ramírez es colombiana, nacida en Ríonegro-Antioquia. Obtuvo su pregrado de Ingeniería Química en la Universidad Nacional de Colombia, una de las más prestigiosas de Latinoamérica, con presencia habitual en el ranking QS por sus buenos resultados. De ahí proviene la formación académica inicial que recibió, para luego hacer su doctorado con una beca del DAAD en la Universidad de Chile, sobre polímeros sintéticos con incorporación de nanopartículas para mejorar sus propiedades, que pueden ser aplicados en el área industrial, en la alimentación e incluso en medicina, y que la llevó a establecerse por 8 meses en Alemania.
Llega a nuestra Universidad a través del profesor Franco Rabagliatti, para incorporarse a un postdoctorado a cargo de Maritza Páez y Enrique Cerda en 2010. Su siguiente paso fue postularse a un proyecto de iniciación a la Academia en 2011 y desde ese año trabaja como profesora asociada de la Facultad de Química y Biología de nuestra Casa de Estudios. Aquí reconoce haberse incorporado a un excelente grupo de trabajo. Dicta clases sobre química orgánica para ingenieros civiles químicos; procesos químicos y tiene una cátedra para estudiantes del doctorado en Ingeniería de Materiales sobre caracterización de polímeros en colaboración con el profesor Julio Bruna.
Como científica su línea de investigación está orientada a la preparación de nanocompositos de polímeros biodegradables a los que se incorporan diferente tipo de nanopartículas (Plata, TiO2, SiO2, almidón, CaCO3), aceites esenciales, con el fin de mejorar sus propiedades finales (térmica, mecánica, barrera, y biocidas) con aplicación en el campo médico y de envase de alimentos; como también la preparación de materiales compuestos para el almacenamiento y liberación de fármacos.
-Profesora, usted ha obtenido financiamiento para interesantes proyectos de investigación. Cuéntenos por favor del FIA y del Fondecyt Regular que logró.
El primero es un proyecto colaborativo destinado al desarrollo de bioenvases adjudicado en la convocatoria 2021-2022 de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura, en la categoría de Proyectos de Innovación de Interés Privado. El mercado chileno genera muchos subproductos industriales que tienen como destino final los vertederos sanitarios. Además, con la normativa actual de la ley REP y ley de un solo uso, es de gran interés reemplazar los plásticos. Es esencial revalorizar subproductos para obtener materiales sustentables con el medio ambiente. En concreto, la propuesta apunta al desarrollo de un bioenvase sustentable a base de subproductos industriales cuyas características sean equiparables lo máximo posible a los envases actuales en sus propiedades, pero que a diferencia de aquellos no contamina luego de su breve uso, en comparación a los muchos años que uno tradicional se demora en degradar.
La otra línea que trabajo es un Fondecyt regular que se basa en la obtención de biomateriales para aplicación biomédica con actividad antimicrobiana y bioactividad. Hablamos de andamios, biomateriales que permiten insertarlos dentro del cuerpo, obteniendo la aplicación que uno les quiera dar y a medida que se va degradando va regenerando el tejido óseo. El proyecto “es multidisciplinario”, ya que cuenta con la participación del profesor Pedro Orihuela del Departamento de Biología de nuestra Facultad. La adjudicación permitirá la participación de estudiantes de pregrado; del Doctorado en Materiales; del Doctorado en Química y de los postdoctorales que son parte del Laboratorio de Polímeros. Al mismo tiempo, creo que servirá como puente para realizar interacción con investigadores de reconocidas universidades del extranjero.
-A propósito de que tocamos el tema de la investigación, usted estuvo en Alemania y su pregrado lo cursó en Colombia, ¿Cómo ve la investigación en Chile a la luz de esa experiencia?
-Yo creo que más que comparar con Colombia hay que hacerlo con los países de Europa. Chile está a la vanguardia en Latinoamérica, pero lamento que se estén disminuyendo los fondos para los investigadores. Por ejemplo, los proyectos Fondef solo los gana un 5% de los investigadores que postulan y muchos científicos tenemos grandes ideas. Si tuviéramos más apoyo de la industria se podrían plasmar mejor. Yo creo que para equipararnos con países como Alemania y Francia, necesitamos incentivar más la investigación e inyectar más recursos.
_Más allá de estas dificultades, ¿qué opinión tiene de nuestra Universidad y del apoyo que entrega a investigadores como usted al desarrollo de sus proyectos?
Estoy muy agradecida de la Usach porque me ha permitido un crecimiento personal y profesional. Uno se relaciona con personas y en particular con sus estudiantes que tienen un sello social muy fuerte. Hacen un gran esfuerzo por lograr un título y entregarles una mejor vida a sus familias, entonces eso para mí es lo principal: tener alumnos destacados académicamente porque presentan una buena formación y son muy sensibles en el ámbito social. Además, en los últimos años he guiado tesistas de Colombia y Ecuador del Doctorado en Ingeniería de Materiales; beneficiados con becas de apoyo de la Vicerrectoría de Postgrado. Estos alumnos han destacado por tener una excelente calidad humana y desempeño académico, generando una interculturalidad académica dentro de la Universidad. Agradecida estoy además porque la Usach a través del Dicyt nos entrega soporte para postular a proyectos internos como externos, lo que no sucede en otras universidades.
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