En 2020 se creó la Defensoría del Contribuyente (Dedecon). Con el objetivo de orientar, apoyar y defender los derechos de las y los contribuyentes, la institución pública está enfocada en las personas que más lo necesiten y empresas micro, pequeñas y medianas, para que puedan aclarar sus dudas y resolver sus problemas tributarios ante el Servicio de Impuestos Internos (SII).
En febrero de 2023 comenzó a funcionar y en mayo, tras un concurso de la Alta Dirección Pública, el Presidente Gabriel Boric nombró a Ricardo Pizarro Alfaro como el nuevo Defensor Nacional del Contribuyente, titulado de la carrera de Ingeniería Civil Industrial de nuestra Casa de Estudios.
“No había nada en nuestro sistema tributario como la Defensoría. Si bien el SII realiza acciones sobre educación tributaria con el fin de facilitar trámites tributarios, no se consideraba la defensa de los derechos de las y los contribuyentes dentro del ente fiscalizador. Esta figura existe en varios países del mundo, pero nosotros nos habíamos quedado atrás”, explica Pizarro.
La Defensoría presta servicios gratuitos en estas temáticas, entre los que se encuentran orientación y apoyo tributario; representación administrativa; mediación ante el SII; informes como también opiniones técnicas; y gestión y recepción de quejas por actos u omisiones realizadas por funcionarias y funcionarios en sus procesos de atención hacia la ciudadanía. “Estamos para acompañarlas y acompañarlos en su proceso de formalización y en todo su ciclo de vida como contribuyentes. Igualmente, nos encontramos disponibles para entregar educación tributaria, que es un tema que hoy día es desconocido, pero que la gente necesita conocer”, detalla.
En ese sentido, el defensor es enfático en señalar que “las y los contribuyentes deben tener claro que siempre protegeremos los derechos de las personas cada vez que se sientan vulnerados”.
Antes de ser nombrado defensor nacional, el ingeniero se desempeñaba como subdirector de Asuntos Corporativos del SII, institución pública donde ejerció gran parte de sus 22 años de trayectoria profesional. Anteriormente, en la misma institución fue jefe del Departamento de Operaciones de la Subdirección de Asistencia al Contribuyente; subdirector de Fiscalización subrogante; y jefe del Departamento de Atención y Asistencia de Contribuyentes, de la Subdirección de Fiscalización.
¿Qué es lo bueno de haber desarrollado funciones en el mismo servicio público al que ahora tendrá que enfrentar como defensor de las personas?
Creo que la mayoría son puntos a favor, especialmente mi conocimiento del sistema tributario, el cual pondré en beneficio de las y los contribuyentes. En veinte años pasé por muchos temas, tengo un conocimiento cabal de todo lo que es el sistema tributario, de los procesos que hay en esa institución (…) Conozco el SII y a sus autoridades, soy recibido y me puedo sentar a la mesa con ellos. La Defensoría necesita negociar y conversar mucho con el Servicio, no solo ir a pelear. Hay mucho de negociación, de discusión y para eso las relaciones que existen desde hace años, son fundamentales.
Y ¿los contras?
Quizás la exposición a la crítica de la ciudadanía que puede pensar: “viene de ahí mismo, no creo que contradiga al SII” o “no hará su pega, por no pelearse con sus excompañeras y excompañeros”. Si bien la crítica no la comparto, están en todo su derecho a hacerla. (…) lo que deben hacer las y los contribuyente es exigir que, en la Defensoría, realicemos el trabajo para el que hemos sido mandatados. Por nuestra parte, les podemos asegurar que estamos 100% comprometidos con la defensa de sus derechos y ocuparemos todas las herramientas que nos otorga la ley para protegerlos y asegurarlos.
¿Cuáles son las metas a corto plazo para la Defensoría del Contribuyente?
Mi intención es que el próximo año sea conocida por las y los contribuyentes, independiente de si tienen un inconveniente tributario o no; que estamos ahí para defenderlos, para apoyarlos y entregarles las herramientas educativas necesarias para que estén informados y comprendan los procesos relacionados a sus impuestos. Espero que a futuro seamos conocidos como un servicio público de excelencia, con profesionales especializados que velan por que se respeten los derechos de las personas y que lo logran. Con eso yo me doy por pagado.
“Me gustó la diversidad de carreras en el Campus”
Oriundo de Los Andes, antes de llegar a Santiago y estudiar en nuestra Casa de Estudios tuvo la oportunidad de tomarse un año sabático. Tiempo que le sirvió para madurar e investigar sobre universidades y carreras. “Empecé a averiguar un poco más de la Universidad de Santiago y ahí seguí”, asegura.
En su época de estudiante de Ingeniería Industrial, ¿se proyectaba en un cargo directivo en el sector público?
Para ser bien sincero, cuando egresé de la Universidad no tenía claro si me iba al mundo público o al privado. Tenía más claro que tenía más tendencia a temas tecnológicos dentro del mundo industrial. Pero creo que una de las bondades y de las fortalezas de la Universidad de Santiago, y en especial del Departamento de Ingeniería Industrial, es que está enfocado en aportar siempre al bienestar social (…) Entonces si bien no tenía un foco, creo que mi formación me fue guiando a llegar a un servicio que aportara directamente a temas sociales.
¿Cuáles fueron sus primeras impresiones cuando llega a nuestra universidad?
Me gustó que las y los estudiantes de distintas carreras confluyeran en el campus de la Usach. Creo que el profesional de la Universidad de Santiago tiene una mirada distinta. Uno se puede sentar a conversar con profesionales de cualquier tipo, porque fue formado en conjunto con profesionales de diversas áreas (…) La Universidad es un variopinto de personalidades. En ella, están todos los colores, todas las tendencias políticas y musicales, pelos de todos los colores, y eso, pienso, es súper bueno cuando te estás preparando para ser un profesional.
Y eso que relata, ¿cómo se ha visto reflejado en su carrera?
Compartir con tanta gente te da la posibilidad de sentarte a conversar con diferentes tipos de persona, independiente del cargo. Como hay tanta discusión y conversación, uno después ve distintas realidades y necesidades dentro del país que te hace ver de qué manera se puede cambiar. Te guía un poco al mundo público, pero si estás en el mundo privado, te hace pensar cómo aportas al beneficio social desde ese lugar. Yo creo que eso es de la Usach, de las profesoras y los profesores, y del Departamento de Ingeniería Industrial. Aunque suene cliché, ser un “buen ciudadano” te lo da la Universidad de Santiago.