- En el marco del Día Internacional del Adulto Mayor, que se celebra este sábado 1 de octubre, la académica de nuestra Escuela de Enfermería, Ángela Luna Sarmiento, asegura que avanzar en materia de políticas públicas con una perspectiva “positiva” repercutirá “directamente en la calidad de vida de cada adulto mayor, cuyo número ha crecido notoriamente durante los últimos años debido al aumento en la expectativa de vida”.
En el marco de la celebración a nivel mundial del Día Internacional del Adulto Mayor, este sábado 1 de octubre, la académica de la Escuela de Enfermería de nuestro Plantel, magíster Ángela Luna Sarmiento, propone avanzar en políticas de fomento del envejecimiento positivo, las que repercutirían directamente en la calidad de vida de este segmento de la población, que ha crecido notoriamente en los últimos años.
Según datos de la OMS, entre 2000 y 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará, pasando del 11% al 22%. “En números absolutos, este grupo de edad pasará de 605 millones a 2000 millones en el transcurso de medio siglo”, señala la profesora Luna.
De igual forma, las proyecciones de Naciones Unidas para 2050, indican que por primera vez en la historia de la humanidad, la cantidad de personas de esta edad en el mundo superará a la cantidad de jóvenes.
“La cantidad de personas de 80 años o más aumentará casi cuatro veces hasta alcanzar los 395 millones. Es un acontecimiento sin precedentes en la historia que la mayoría de las personas de edad madura, e incluso mayores, tengan unos padres vivos, como ya ocurre en nuestros días”, subraya la académica.
Respecto a la situación de nuestro país, la profesora Luna explica que al igual que los países desarrollados, “Chile está viviendo una etapa avanzada de transición al envejecimiento demográfico de su población. Un total de 16,7% (2.885.157) de adultos mayores viven en nuestro país, el 57% son mujeres y el 42,7% son hombres”.
Cabe consignar que de acuerdo con cifras del INE y la Cepal, en Chile la esperanza de vida para las mujeres es de 82,8 años y para los hombres de 76,7 años, estimada para el quinquenio del 2010 al 2015. El promedio para el total de la población es de 79,7 años.
En ese contexto, el Día Internacional del Adulto Mayor fue establecido en 1990 por la Asamblea General de la ONU para favorecer la toma de conciencia sobre el valor de la prolongación de la vida y la necesidad de beneficiar sociedades cada vez más integradoras y justas para todas las personas adultas mayores.
Nuestro país se sumó a esta celebración en 2014 con diversas actividades como programas culturales, entradas gratuitas y rebajadas a museos, carteleras de cines, entre otras.
Riesgos en el adulto mayor
La profesora Ángela Luna advierte que tras superar los 60 años, las personas pueden comenzar a sumar varios problemas de salud al mismo tiempo, “como diabetes, cardiopatías y a medida que las personas vivan más tiempo, en todo el mundo se producirá un aumento considerable de la cantidad de casos de demencia, como la enfermedad de Alzheimer. Se calcula que entre un 25% y un 30% de las personas de 85 años o más padecen cierto grado de deterioro cognoscitivo”.
Otro tema relevante en la adultez mayor, destaca la académica, “es el maltrato, ya que es un problema social que se oculta a la vista del público y se considera como un asunto esencialmente privado”.
En Chile, durante los últimos años se han registrado avances para prevenir y abordar el maltrato hacia los mayores´. En 2010 se incluyó en nuestra legislación el maltrato al adulto mayor.
“Sin embargo, no cuenta con un estudio de prevalencia nacional; las investigaciones realizadas señalan que entre 20% y 30% de los adultos mayores han sido víctimas de maltrato, en cualquiera de sus tipos”, puntualiza la docente.
Valor social al adulto mayor
Para la profesora Luna, una forma de disminuir el maltrato en el adulto mayor, es entregándole valor al proceso de envejecimiento, lo que involucra incorporar plenamente las potencialidades de este segmento de la población en la materialización de una forma de desarrollo esencialmente humanizado.
“Una de las forma de humanizar el trato hacia el adulto mayor es a través del fortalecimiento del sentimiento de responsabilidad social, integrando niños, jóvenes y la sociedad general en la construcción de la propia identidad o historia de vida de la persona adulta mayor”, recalca la profesora Luna.
Esto se lograría, señala la docente, implementando estrategias de promoción a la salud de manera multi e interdisciplinaria, con enfoque hacia el adulto mayor, familia y comunidad, facilitando la adquisición de conocimientos en salud que permitan desde el autoconocimiento hasta la autonomía y como consecuencia su propio autocuidado.
“Y de esta manera poder alcanzar en el bienestar más alto percibido por esta población, avanzando a su vez en políticas de fomento del envejecimiento positivo, repercutiendo directamente en la calidad de vida de cada persona adulta mayor”, concluye.