- El académico Jaime Retamal, integrante del Departamento de Educación de nuestra Universidad, expuso en la Comisión de Educación del Senado, donde actualmente se estudia crear un Plan de Formación Ciudadana. La iniciativa busca garantizar que todos los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado, cuenten con un plan explícito para abordar esa materia con sus estudiantes. El objetivo es reponer, de alguna manera, la asignatura de Educación Cívica, que fue eliminado en 1997.
El académico Jaime Retamal, miembro del Departamento de Educación, expuso en la Comisión de Educación del Senado, donde actualmente se estudia crear un Plan de Formación Ciudadana. La iniciativa busca garantizar que todos los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado, cuenten con un plan explícito para abordar esa materia con sus estudiantes. El objetivo es reponer de alguna manera el ramo de Educación Cívica, que fue eliminado en 1997.
Entre los presentes se encontraban la ministra de Educación, Adriana Delpiano; la subsecretaria Valentina Quiroga; la directora del Instituto Nacional de Derechos Humano, Lorena Fries y el presidente de la Comisión, senador Jaime Quintana, acompañado de sus colegas.
Democracia en la escuela
Retamal habló de tres aspectos. Primero, la necesidad filosófica de tener un espacio de aprendizaje desde la enseñanza básica respecto a formación ciudadana, educación cívica, así como valores y virtudes democráticos.
“Enfaticé que debemos comprender la escuela no como una preparación para la vida, sino como la vida misma”, explica. “En ese sentido, la democracia no es algo que se va a vivir después de la escuela, sino que se debiera experimentar dentro de ella”.
En este sentido, para Retamal es necesario asegurar mecanismos de participación efectiva de los estudiantes, que les permita vivencia “la vinculación intersubjetiva y la toma de decisiones que la democracia exige”.
Participación es clave
En segundo lugar, el académico expuso argumentos basado en el libro “La cuarta vía” del sociólogo británico Andy Hargreaves, según el cual “si queremos escuelas de calidad, uno de los elementos claves es asegurar la participación efectiva de los estudiantes en su proceso de aprendizaje y los procesos de cambio que la escuela lleva adelante”.
Esto “aumenta el sentido de pertenencia y comunitario, el compromiso con el aprendizaje, los niveles de solidaridad con los estudiantes, tanto entre ellos como con la comunidad donde está la escuela”, según Retamal.
Finalmente, el académico mostró evidencia respecto a la educación cívica en nuestro país, específicamente la Comisión Peña, que en 2004 presentó el Informe de la Comisión de Formación Ciudadana y recomendó algunos ajustes curriculares, para incorporar algunos contenidos de educación cívica en algunas asignaturas.
Nulo impacto
“La evaluación que se hizo este año respecto al impacto del ajuste curricular fue negativa”, dijo el académico. “La evidencia, después de haber hecho mediciones, señala que el impacto en los estudiantes fue nulo, y que tienen importantes déficits de formación cívica. No hay ninguna diferencia entre tener y no tener estos contenidos”.
“Para que haya una diferencia debemos implementar en la escuela una verdadera cultura democrática, fortaleciendo por ejemplo los consejos escolares y la presencia de los estudiantes en las decisiones de la gestión y la dirección, además de instalar una asignatura que le dé mucha más visibilidad a todos estos contenidos, habilidades y actitudes que son de carácter democrático”, reflexionó.
“No debemos pensar una asignatura como una cuestión puramente de contenido. Una asignatura como ésta, que de paso debiera comenzar en educación básica, también procura habilidades y actitudes. No es una cuestión puramente cognitivo-cerebral, también es la posibilidad de discutir y reflexionar nuestro compromiso democrático, además de diseñar y planificar acciones democráticas en el colegio”, concluyó.