Como cientos de trabajadores y profesionales del país, Carolina Guzmán, desarrolla sus funciones desde su casa. El teletrabajo ha sido la forma de seguir conectada con sus labores frente a un Coronavirus que tiene a todo el mundo aproblemado.
Carolina es Licenciada en Arquitectura de nuestra Universidad. Egresó el año 2007. Actualmente se desempeña como encargada de la Oficina Técnica de Monumentos Regionales de la Región de O’Higgins.
A los 17 años tuvo la suerte de participar en un intercambio estudiantil intercultural cuando estaba en tercero medio. En esos tiempos su interés se concentraba en la medicina, pero vivió un año en Italia y eso cambió su horizonte profesional. En Europa se enamoró de la cultura, de los monumentos y del arte. De regreso a Chile la medicina pasó a un segundo plano, dio la Prueba de Aptitud Académica y se animó a estudiar Arquitectura para dedicarse no a la construcción ni al diseño, sino que al patrimonio.
¿Fue tu primera opción Arquitectura en la Universidad de Santiago?
-Fue la Universidad de Chile la primera y la Usach la segunda. Quedé en la Universidad de Santiago. Sabía bastante de mi Universidad porque mi hermano ya estudiaba medicina allá y tenía claro que era una de las mejores universidades del país en materia técnica sobre todo, porque venía de la tradición de la UTE, entonces tenía muy buenas recomendaciones, salvo que tenía cierta fama de irse mucho a paro. Sin embargo, con los antecedentes de mi hermano, yo estaba con toda la tranquilidad de que iba a entrar a un excelente Plantel. Así fue y nunca me arrepentí. Mis padres provenían de clase humilde. Ambos trabajaron mucho. Tuvieron la suerte que una vez que se titularon de Ingeniería y Enfermería, fueron a hacer sus prácticas al norte, logrando ingresar a Codelco. En Calama comenzaron a surgir y siendo los primeros profesionales que accedieron a la Educación Superior pudieron ayudar a sus familias.
¿Cuál fue tu impacto al conocer la Universidad de Santiago?
-Me impresionó que ante mis ojos estaba una ciudad universitaria, con sus jardines, con la infraestructura. Si bien es cierto que la Escuela era bastante humilde, el estar en el Campus era muy agradable. Era muy cálido.
Yo en la Usach era una de las pocas de mi curso que pude estudiar sin crédito estudiantil gracias al esfuerzo de ellos, pero eso no me dejó ajena a conocer la realidad de mis compañeros. Fui dirigente del Centro de Alumnos de Arquitectura durante 3 años, peleando por la gratuidad y el arancel diferenciado. Una cosa era que yo fui una privilegiada entonces, pero otra, la gran mayoría de mis compañeros que no tenían mi situación. Me fui encantando con la carrera. Los docentes impecables y los administrativos también. Era una familia.
Su trayectoria
Carolina hoy es la encargada de la Oficina Técnica de Monumentos Regionales en Rancagua, pero ha desempeñado labores y estudios que la destacan. Entre 2018 y 2019 fue encargada regional de patrimonio cultural inmaterial del Servicio Nacional de Patrimonio Cultural. Entre 2016 y 2018 se estableció en Valparaíso, donde fue arquitecta de la unidad de territorio del departamento de patrimonio cultural del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, y su continuador legal. Entre 2009 y 2012, en tanto, fue arquitecta de la unidad técnica Qhapaq Ñan del Consejo de Monumentos Nacionales, en San Pedro de Atacama. Allí efectuó labores relacionadas al proyecto “Qhapaq Ñan-Sistema Vial Andino”, iniciativa que logró la postulación multilateral del Qhapaq Ñan, como sitio del patrimonio mundial ante la Unesco. Antes fue coordinadora regional de la Comisión Asesora de Monumentos Nacionales e integrante de la organización Patrimonio Vivo en San Pedro de Atacama.
El perfil usachino
¿Desde la Arquitectura ves un perfil distinto en el egresado Usach con el de otras universidades?
-Por supuesto. Me ha tocado compartir con profesionales de universidades privadas y se nota desde el vestir, desde la forma en cómo se plantean. Nosotros somos bastante más humildes para presentarnos ante un trabajo y somos muy aperrados. Siempre he dicho que con poco hacemos mucho. Qué decir de los arquitectos que salen de la Católica, que por su red de influencia están en las grandes oficinas de diseño; en cambio el perfil nuestro es bastante más social y por eso tenemos gran cantidad de profesionales en el servicio público. Se nota la diferencia vocacional y también somos bastante técnicos. Trabajar desde el primer año con Autocad y programas computacionales, siendo que las otras universidades recién implementaban los programas digitales en tercer o cuarto año, nos hizo pioneros en el manejo de tecnologías.
¿Qué es para ti la Universidad de Santiago en tu vida personal y profesional?
-Siento un tremendo orgullo de mi Universidad. Donde voy digo que soy de la Usach, ex Universidad Técnica del Estado, que es esa mi impronta al momento de presentarme. Me marcó el perfil y la vocación social que me entregó mi Casa de Estudios al conocer de primera mano los grandes problemas que existen en nuestra sociedad. Me identifiqué mucho con la forma de hacer arquitectura de manera distinta, inculcando mucho más en mí el sentir por el bien común, la vocación de servicio público, que la carrera y la Universidad de Santiago me dio.